XUNTA DE GALICIA
La emigración gallegaal Río de la Plata
Cristina Samuelle Lamela
Nació en Montevideo, hija de padresgallegos, y en su Universidad se licencióen Ciencias Antropológicas. También selicenció en Geografía e Historia enEspaña. Obtuvo el Doctorado enAntropologia Social por la UniversidadComplutense de Madrid con el trabajoque ahora publicamos.
Ha sido Profesora Asistente en laUniversidad Nacional de Montevideo,Facultad de Humanidades y Ciencias, yAsesor honorario del Instituto deCooperación Iberoamericana, así comomiembro directivo de la Asociación his-pano-uruguaya de Profesionales y funda-dora de la Asociación uruguaya deAntropología.
Participó en Congresos y Jornadas cien-tíficas celebrados en Argentina, Españay Uruguay, tanto en sus Comisionesorganizadoras como presentando ponen-cias o dictando conferencias sobre mate-rias de su especial trabajo de investiga-ción y, muy especialmente, en orden a laemigración española, preferentementegallega, al área del Plata.
Entre sus publicaciones destacan:“Asentamiento e integración de los galle-gos en el Uruguay!, “Nuestros gallegos”,“Situación actual de los gallegos y sus des-cendientes en el Uruguay”, “Conversascon Manuel Maeilán”, “Gallegos en elRío de la Plata” y “Situación lingüisticados emigrantes galegos no Ría da Prata”.
LA EMIGRACIÓN GALLEGA AL RÍO DE LA PLATA
CRISTINA SAMUELLE LAMELA
XUNTA DE GALICIA
Imprime: Tórculo Artes Gráficas, S.A.L.Vía Édison, 33-35 - Polígono del TambreSantiago de Compostela
I.S.B.N.: 84-453-2964-2D.L.G.: C-2527-00
A la memoria de Lidia y Paco, mis padres, oriundos de Galicia y emigrados al Uruguay en el año 1950.
A mi marido Chelis, también gallego seducido porAmérica y a nuestra hija argentina Guadalupe Lydia.
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Al Prof. Tomás Calvo Buezas, por su comprensión y afecto hacia los que venimos
de fuera; por abrirme las puertas del Departamento de Antropología Social y brindarme
su apoyo y asesoramiento es por lo que hoy puedo presentar mi Tesis Doctoral.
Al Prof. y amigo Renzo Pi Hugarte, de la Facultad de Humanidades y Ciencias
(Uruguay), por guiar mis primeros pasos e impulsarme a seguir adelante.
A la Xunta de Galicia, a través de su Secretaría Xeral Para as Relacións coas
Comunidades Galegas, y en especial a don Fernando Amarelo de Castro; a su Oficina de
Representación en Buenos Aires; al Consulado General de la Embajada de España y a su
oficina laboral en Argentina y Uruguay; a la Dirección General de Estadística y Censos
en Argentina, y en Uruguay al Instituto Nacional de Estadística y Censos; a la Corte
Electoral, a la Dirección Nacional de Migración, y al Consejo de Residentes Españoles.
Agradezco también la colaboración de todas las instituciones gallegas enel Río de la Plata y especialmente al Centro Gallego de Montevideo, CentroGallego de Buenos Aires, a su revista “Galicia” y al Instituto Argentino deCultura Gallega; a la Comisión de Instrucción y Cultura de Casa de Galicia deMontevideo y a su publicación “Ecos da Terra”; al Centro Valle Miñor y alPatronato da Cultura Galega de Montevideo; al Centro Galicia y a la Comisiónde Damas del Hogar Gallego para Ancianos de Buenos Aires; a la Audición“Sempre en Galicia” y a “Galicia Hoxe”.
La colaboración especial de la “Asociación juvenil “Xurdimento”, del“Consejo Hispano-uruguayo de la juventud”, de los representantes de la lista 92del Consejo de Residentes españoles, y de la Comisión Juvenil del CentroGalicia.
AGRADECIMIENTOS
Además de estos organismos e instituciones, hay una serie de personas aquienes quiero agradecer su colaboración en la consecución de esta tesis : a JuanLuis Vicuña Monasterio, la digitalización de las imágenes. Al Prof. Bujosevich y aJulián Suquilvides el análisis estadístico. A Juan Luis Vicuña Arambarri, su mujerBlanca y a su hija Elena por su inestimable colaboración en los procesos de técni-ca informática. A mi amiga Ana Zafra Caramé, por su apoyo en la redacción final.
Agradezco su ayuda a: José Manuel Castelao Bragaña, Jorge Navós, JuanCarlos Iniesta, Rodolfo Alonso, Toni de Seárez, Ismael Martínez, la Prof. EveClementi, Eva Gügenberger y Alberto J. Diéguez,
Gracias, por el afecto y apoyo que me han brindado : don Ricardo Flores,la familia Canabal, Nelly Crestar, Rosa Puente, José Martínez Romero y PilarJeremías, Rosa Pérez Bretaña, José y Carmen Ares.
Un recuerdo cariñoso para Rosi Rico Gómez.
Deseo mencionar especialmente a dos personas queridas que ya noestán:Manuel Meilán y Pepe Fernández, gracias a los cuales pude conocer unaparte de la historia de los gallegos rioplatenses a la que, de otra forma, no hubie-ra podido acceder.
Por último, un agradecimiento especial a todos aquellos que generosa-mente han sido parte de este trabajo: mis informantes.
Cristina Samuelle Lamela
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La emigración gallega al Río de la Plata
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Un nuevo estudio sobre la emigración gallega, concretamente de la que, abundan-te y decisivamente, se ha dirigido al área del Plata, constituye el contenido de este libro,que se incorpora a la labor editorial de divulgación de la significación, análisis y evoluciónde la Galicia Exterior, integrada por muchos miles de gallegos emigrados de su tierra.
La autora de este trabajo culmina ahora la labor realizada durante los últimos diezaños, en los que las atenciones parciales a distintos aspectos del vivir de los gallegos en elRío de la Plata, especialmente a los referidos al Uruguay, para ofrecer una visión global delacontecer de todos ellos en los países más atrayentes, inicialmente y por largos años, paraaquellos que miraron a sudamérica como el idóneo destino de su trasterramiento, por con-siderar, a tenor de las influencias personales y directas o por la capacidad de arrastre de losrelatos que llegaban hasta sus aldeas y lugares de nacimiento, en el que era posible hallarcondiciones para un cambio en las posibilidades vitales, con la esperanza de que unas cir-cunstancias laborales y económicas más favorables de las que se daban en su tierra de ori-gen, serían favorables a la construcción de un porvenir mejor y más próspero.
Aquí, en capítulos y páginas, hay un recorrido socio-histórico, con detenimientoscausales en el tiempo y con valoraciones de las características actitudinales adoptadas encada momento, que refleja, desde fuentes informativas ajenas y propias, directas o no, laevolución de los gallegos emigrados y de sus comunidades asociativas en Argentina yUruguay, con la particularidad de prestar la debida atención a las aspìraciones y realidadesindividuales y comunitarias.
Igualmente y en ese general contexto, se percibe un reflejo de los intereses predo-minantes en cada etapa y de las facilidades y obstáculos que fueron encontrando en cadapaís, primordialmente durante el siglo XX de tantas y tantas mutaciones. Esa visión de con-junto que se nos ofrece, depara motivos para nuevas y más minuciosas atenciones, suscitala aparición de nuevos caminos en la investigación del amplísimo hecho migratorio y desus consecuencias, al mismo tiempo que abre originales perspectivas al apuntar determina-das peculiaridades apreciadas como realidades en el presente.
PRÓLOGO
La conexión intergeneracional con su problemática y los rasgos más específicos decada una de las generaciones, muestran tanto las indudables diferencias entre ellas comodemuestran la variación de sus principales objetivos. De ahí que en este amplio recorridopor la Galicia argentino-uruguaya, se recopilen las más notorias vicisitudes de los queha-ceres personales y colectivos desarrollados por los emigrantes gallegos en el orden laboral,económico, familiar, ocupacional, profesional, empresarial, cultural, político y asociativo.
Junto a una revisión muy pormenorizada, ilustrada con numerosos y diversos testi-monios, aparecen las más relevantes inquietudes sociales de la hora actual, evaluadas tam-bién diversamente, puesto que los datos de naturaleza cuantitativa están matizados, conmucha abundancia, por opiniones y pareceres personales, recogidos en los ámbitos de lasexperiencias escritas, de las conversaciones orales y de las distintas situaciones reflejadas enel devenir de una pluralidad societaria diferenciada en sus estructuras y en sus fines.
La Doctora Samuelle Lamela nos ofrece un compendio en el que se relatan y ana-lizan necesidades y dificultades en cada coyuntura temporal, desde las más lejanas hasta lasmás próximas, según las circunstancias concurrentes en ambos países y en los distintosmomentos de nuestra emigración, así como las expectativas, decepciones y deseos de quie-nes formaron parte de de las sucesivas oleadas que los tuvieron como destino. En las con-ductas, con aspiraciones y esfuerzos , se estiman aquellas connotaciones psico-sociales queconforman muchas de las actitudes más comunes, y esta básica sustentación del trabajo esla que permite formular conclusiones válidas para que este estudio haya sido sancionadocomo Tesis de doctoramiento en la Universidad Complutense.
Múltiples son las observaciones que genera la confrontación de las variaciones enla adaptación y en el arraigo según los parámetros sociotemporales a los que corresponde elasentamiento y el despegue de la nueva vida, pero no son menos los horizontes entrevistosque constituyen, en el tiempo presente, retos de futuro para el asociacionismo de los emi-grados gallegos a los dos grandes países del Río de la Plata. Y, en esos apuntados e ineludi-bles desafíos, se manifiestan las grandes preocupaciones de la continuidad y de la pervi-vencia por las que sea posible conservar vivos, útiles y operativos los frutos de la generosi-dad y el esfuerzo, plasmados en Sociedades, Centros y Hogares, y en esa presencia activa yparticipativa de las sucesivas generaciones de gallegos, que mantienen una identidad y queproyectan una cultura.
Manuel Fraga Iribarne
Cristina Samuelle Lamela
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La emigración gallega al Río de la Plata
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¿Sufren los españoles de amnesia histórica?
El presentar una investigación doctoral siempre es un goce íntimo y legítimo de unDirector de Tesis, cuando además se trata de un estudio espléndido, continuado y profundoacadémicamente, con el valor añadido de versar sobre una temática trascendental como esla emigración galega a América, las congratulaciones de un servidor son muchas, así comoel agradecimiento a la Xunta de Galicia por la publicación de tan interesante estudio.
Gallegos en Argentina y Uruguay
Nadie mejor como la doctora Cristina Samuelle podía haber llevado mejor estainvestigación, al ser hija y producto de la emigración gallega, ser uruguaya de nacimien-to y vida, haber residido en Argentina varios años, y haber redactado su tesis en España,en viaje migratorio de vuelta. Todo ese abanico de vivencias interculturales , inter-lin-güísticas forman el sustrato y caldo de cultivo para la posterior elaboración de la inves-tigación, basada en consultas bibliográficas, trabajo de campo, encuestas, entrevistas enprofundidad, y sobre todo convivencia empática entre y con los emigrantes gallegos y sushijos en el Río de la Plata.
Toda una cadena de temas cruciales van pasando, como en un escenariodramáticoprocesual, en el libroque presentamos: emigración y trabajo de los gallegos al llegar a losnuevos países, nucleo familiar y vida cotidiana, la conservación y uso de la lengua galle-ga, los posicionamientos políticos de los emigrantes, la actividad institucional a través decentros y otras estrategias regionalistas, la aculturación de los hijos y las nuevas genera-ciones, los rasgos de identificación de los descendientes de gallegos y la síntesis cultural.Acompaña interesantes historiasde vida y encuestas utilizadas en su proceso de investiga-ción. Y en sus conclusiones tiene significativas aseveraciones, como las siguientes:
• “La sociedad rioplatense actual sería impensable sin la presencia de la comuni-dad gallega. Por su parte, Galicia sentó sus bases en ese éxodo transoceánico,que tiene tras de sí múltiples biografías, desgarros e historias entrañables porrescatar y contar”.
PRESENTACIÓN
• ”La integración del gallego a nivel económico es completa, y en general se haincorporado al sector servicios”.
• ”A nivel de relaciones intergrupales, los memigrantes tienen preferencias endo-gámicas y preservan muchas de las amistades gallegas de un municipio, aunquetampoco existen problemas de integración con la gente de país de acogida”.
• “Hoy los lazos afectivos y familiares que les unen con la región de origen sonfirmes, aunque vivan a caballo entre dos mundo: el que dejaron, donde tienensus raices, y el que adoptaron, donde etán los frutos de sus desvelos”.
Sirvan estas pinceladas aisladas para intuir la complejidad y profundidad del estu-dio magnífico de la Doctora Cristina Samuellesobre la emigración gallega a América.Pero también la selección mínima de las conclusiones del estudio nos revelan la impor-tancia y significación que tiene el análisis de la inmigración del ayer gallego a Américacon la emigración actual de marroquíes, negros africanos y latinoamericanos, que llegana nuestros países con las mismas ilusiones, dramas, desgarros y necesidades que los galle-gos y españoles de antaño. Si legitimamente nosotros fuimos emigrantes en busca dehacer las américas, también hay otros pobres y aventureros del mundo, particularmen-te hispanoamericanos, que tienen derecho a venir a hacer las españas.
Actualmente en España hay unos 800.000 inmigrantes, de ellos unos 150.000latinoamericanos. ¿cómo sufrrir de amnesia histórica? Cinco millones de españoles,muchos gallegos, extremeños, andaluces, emigraron a América desde 1850 a 1950.Todavía hoy residen fuera de España casi dos millones de ciudadanos españoles. Envenezuela y Argentina hay más españoles, que la suma de todos los latinoamericanos enEspaña. Tres millones de españoles emigraron a los países ricos de Europa a partir de los50 a emplearse en los trabajos que los autóctonos no querían por esos salarios y esas con-diciones. ¿Cómo haber perdido la memoria? –sobre todo en Galicia, Extremadura yAndalucía– que fuimos emigrantes?
Por todo ello, por el valor del estudio en sí mismo sobre la emigración gallega aAmérica, pero también por el valor de servir, de aldabonazo ético y de revulsivo en lamemoria colectiva gallega y española de que también nosotros ayer fuimos emigrantes,como lo son hoy marroquíes, negros africanos y latinoamericanos, ha valido la pena tan-tos años de trabajo tenaz y paciente de la Doctora Samuelle y la publicación de su tesisdoctoral, de la que me honro haber sido su director.
Tomás Calvo BuezasCatedrático de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid
Director del Centro de Estudios sobre migraciones y racismo (CEMIRA)
CAPÍTULO 1
MARCOS METODOLÓGICOS Y PROCESOS DE INVESTIGACIÓN................................................................19
CAPÍTULO 2
LA EMIGRACIÓN GALLEGA .......................................................................39
CAPÍTULO 3
LA EMIGRACIÓN GALLEGA HACIA AMÉRICA.....................................75
CAPÍTULO 4
EL RÍO DE LA PLATA ...................................................................................103
CAPÍTULO
LA EMIGRACIÓN GALLEGA AL RÍO DE LA PLATA.............................135
CAPÍTULO 6
PERMANENCIA E INTEGRACIÓN: INTEGRACIÓN ECONÓMICA DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA .............159
CAPÍTULO 7
ÁMBITO COTIDIANO Y FAMILIAR DE LOS GALLEGOSEN EL RÍO DE LA PLATA. ............................................................................187
CAPÍTULO 8
OTROS FACTORES DE IDENTIFICACIÓN CON LA CULTURADE ORIGEN: ANÁLISIS LINGÜÍSTICO. ...................................................213
SUMARIO
CAPÍTULO 9
OTROS NIVELES DE IDENTIFICACIÓN: ACTITUD POLÍTICADE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA........................................241
CAPÍTULO 10
INTEGRACIÓN SOCIAL DE LOS GALLEGOS.........................................275
CAPÍTULO 11
SITUACIÓN ACTUAL DE LOS GALLEGOS EN EL RIO DE LA PLATA. ............................................................................303
CAPÍTULO 12
LAS NUEVAS GENERACIONES. ................................................................323
CAPÍTULO 13
CONCLUSIONES. GALICIA EN ARGENTINA Y URUGUAY. ..............359
La emigración gallega al Río de la Plata
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CAPÍTULO 1. MARCOS METODOLÓGICOS Y PROCESOS DE INVESTIGACIÓN. ................19
1.1. INTRODUCCIÓN. .............................................................................................................................19
1.2. MOTIVACIÓN DE LA ELECCIÓN. ................................................................................................22
1.2.1. HISTORIA PERSONAL: MOTIVACIONES SUBJETIVAS, MOTIVACIONES OBJETIVAS. ..............................................................................................22
1.3. DETERMINACIÓN DEL TEMA .......................................................................................................22
1.4. MARCOS DE REFERENCIA .............................................................................................................23
1.5. PROCESOS Y ETAPAS DE INVESTIGACIÓN. .............................................................................26
1.5.1. PRIMERA ETAPA (1985-1987). ..............................................................................................26
1.5.2. SEGUNDA ETAPA (1987-1989). ............................................................................................26
1.5.3. TERCERA ETAPA (1989-1991)...............................................................................................26
1.5.4. CUARTA ETAPA (1991-1993-1993-1995). ............................................................................30
1.5.5. QUINTA ETAPA. REDACCIÓN (1995-1999).......................................................................32
1.6. ASPECTOS EPISTEMOLÓGICOS. ..................................................................................................32
CAPÍTULO 2. LA EMIGRACIÓN GALLEGA. ...............................................................................39
2.1. LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA EN GENERAL Y GALLEGA EN PARTICULAR. ...................39
2.1.1. LA EMIGRACIÓN HACIA EL NORTE DE ÁFRICA. .........................................................39
2.1.2. LA EMIGRACIÓN HACIA ULTRAMAR. ............................................................................40
2.1.3. LA CORRIENTE EUROPEA. ..................................................................................................43
2.2. LA EMIGRACIÓN HACIA AMÉRICA Y HACIA EUROPA. CASO ESPECÍFICO: GALICIA. .......................................................................................................45
2.3. CARACTERES GENERALES DE GALICIA Y SU PUEBLO.........................................................52
2.3.1 GALICIA Y SUS REALIDADES. .............................................................................................55
2.3.2. EL SER GALLEGO....................................................................................................................59
2.4. CAUSAS DE LA EMIGRACIÓN......................................................................................................61
2.4.1. FACTORES DE EXPULSIÓN. .................................................................................................61
2.4.2. MECANISMOS POSIBILITADORES DE LA EMIGRACIÓN. ............................................66
2.4.3. FACTORES DE ATRACCIÓN................................................................................................68
2.5. LA IMAGEN DE AMÉRICA EN ESPAÑA. .....................................................................................70
2.6. IMAGEN DE LOS EMIGRANTES SOBRE AMÉRICA. .................................................................71
ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO 3. LA EMIGRACIÓN GALLEGA HACIA AMÉRICA. ...............................................75
3.1. GALLEGOS EN AMÉRICA: PRINCIPALES DESTINOS. .............................................................75
3.2. GALLEGOS EN AMÉRICA CENTRAL. .........................................................................................79
3.2.1. MAYOR FOCO DE ATRACCIÓN EN EL CARIBE: LA ISLA DE CUBA..........................79
3.2.2. LA EMIGRACIÓN GALLEGA EN OTROS PAÍSES DEL CARIBE: GALLEGOS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA. .............................................................85
3.2.3. GALLEGOS EN PUERTO RICO.............................................................................................86
3.2.4. PRESENCIA GALLEGA EN OTROS PAÍSES DE CENTROAMÉRICA: COSTA RICA, EL SALVADOR, GUATEMALA, HONDURAS, NICARAGUA Y PANAMÁ. ...................................................................................................88
3.3. EMIGRANTES EN AMÉRICA DEL SUR. .......................................................................................89
3.3.1. GALLEGOS EN BRASIL..........................................................................................................89
3.3.2. EMIGRANTES GALLEGOS EN VENEZUELA.....................................................................92
3.3.3. OTROS DESTINOS MENOS FRECUENTES EN AMÉRICA DEL SUR: GALLEGOS EN CHILE............................................................................................................94
GALLEGOS EN PERÚ. ............................................................................................................95
EMIGRANTES EN: BOLIVIA, PARAGUAY, COLOMBIA Y ECUADOR.........................97
3.4. LA EMIGRACIÓN GALLEGA EN AMÉRICA DEL NORTE........................................................97
3.4.1. GALLEGOS EN MÉXICO........................................................................................................97
3.4.2. GALLEGOS EN ESTADOS UNIDOS.....................................................................................99
3.4.3. GALLEGOS EN CANADÁ. ..................................................................................................101
CAPÍTULO 4. EL RÍO DE LA PLATA...........................................................................................103
4.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS. ..................................................................................................103
4.2. ANTECEDENTES GEOGRÁFICOS. .............................................................................................105
4.2.1. BUENOS AIRES......................................................................................................................107
4.2.2. MONTEVIDEO. ......................................................................................................................111
4.3. ASPECTOS DEMOGRÁFICOS. .....................................................................................................115
4.3.1. LAS CULTURAS INDÍGENAS EN LA BANDA OCCIDENTAL DEL RÍO DE LA PLATA.........................................................................................................116
4.3.2. LAS CULTURAS INDÍGENAS EN LA BANDA ORIENTAL DEL RÍO DE LA PLATA ...................................................................................117
4.3.3. BREVE REFLEXIÓN SOBRE. EL EXTERMINIO DE LOS INDÍGENAS EN EL RÍO DE LA PLATA..............................................................................120
4.3.4. EL APORTE AFRICANO A LA POBLACIÓN RIOPLATENSE. ......................................122
4.3.5. EL APORTE EUROPEO. ........................................................................................................125
4.4. SITUACIÓN SOCIOCULTURAL DEL RÍO DE LA PLATA. ......................................................131
CAPÍTULO 5. LA EMIGRACIÓN GALLEGA AL RÍO DE LA PLATA .......................................135
5.1. ANTECEDENTES.............................................................................................................................135
5.1.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL EMIGRANTE GALLEGO EN EL RÍO DE LA PLATA. ....................................................................................................135
5.2. LOS PRIMEROS TIEMPOS .............................................................................................................141
5.2.1. LLEGADA Y ASENTAMIENTO...........................................................................................141
5.2.2. RELACIONES INTERPERSONALES: CON LOS PAISANOS Y CON LOS RIOPLATENSES ...............................................................................................149
Cristina Samuelle Lamela
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CAPÍTULO 6. PERMANENCIA E INTEGRACIÓN: INTEGRACIÓN ECONÓMICA DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ................................................159
6.1. SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA VIVIDA EN GALICIA POR LOS EMIGRANTES GALLEGOS. .........................................................................................159
6.1.1 SISTEMA ECONÓMICO TRADICIONAL DE GALICIA..................................................160
6.2. ACCESO AL MERCADO LABORAL EN LA REGIÓN DE ACOGIDA....................................161
6.3. ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. .....................165
6.3.1. EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE NUESTROS ENTREVISTADOS EN ARGENTINA..................................................................................165
6.3.2. EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE NUESTROS ENTREVISTADOS EN URUGUAY .....................................................................................166
6.3.3. LA MUJER PROTAGONISTA DENTRO DEL ENTRAMADO ECONÓMICO. .............171
6.4. DESARROLLO DE LAS ESTRATEGIAS DE SUBSISTENCIA...................................................174
6.5. RESPUESTAS ANTE EL NUEVO MEDIO. ...................................................................................178
6.6. MANUEL PUENTE Y JESÚS CANABAL EJEMPLOS PARALELOS EN AMBAS ORILLAS DEL PLATA................................................................................................182
6.7. ANÁLISIS DE LOS FACTORES QUE CONDICIONAN LAS ESTRATEGIAS. ......................184
CAPÍTULO 7. ÁMBITO COTIDIANO Y FAMILIAR DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA ....................................................................................187
7.1. SITUACIÓN FAMILIAR. ................................................................................................................187
7.2. CONSTITUCIÓN FAMILIAR DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ...................189
7.3. GRADO DE PREFERENCIA EN LA CONSTITUCIÓN DE PAREJAS ......................................190
7.4. CUANDO LAS PREFERENCIAS LIMITAN CON LOS PREJUICIOS. ......................................194
7.5. VÍNCULOS FAMILIARES QUE MANTIENEN CON GALICIA. ..............................................197
7.6. PERMANENCIA DE RASGOS CULTURALES DEIDENTIFICACIÓN CON GALICIA. .......198
7.6.1. LA FIDELIDAD GASTRONÓMICA COMO UN MEDIO DE IDENTIFICACIÓN CON LA CULTURA DE ORIGEN. ....................................................198
7.6.2. LA MÚSICA, OTRO RASGO DE IDENTIFICACIÓN DE LOS GALLEGOS CON LA CULTURA DE ORIGEN........................................................................................204
7.6.3. OTROS VÍNCULOS CON SUS RAÍCES: PRENSA ORAL Y ESCRITA.........................205
7.6.4. LAS RELACIONES ENDOGRUPALES: OTRO VÍNCULO DE LOS EMIGRANTES CON SUS RAÍCES. ......................................................................209
CAPÍTULO 8. OTROS FACTORES DE IDENTIFICACIÓN CON LA CULTURA DE ORIGEN: ANÁLISIS LINGÜÍSTICO....................................213
8.1. LENGUA Y NACIÓN. .....................................................................................................................213
8.2. IMPORTANCIA DE LA LENGUA DE ORIGEN. .........................................................................214
8.3. SITUACIÓN TRADICIONAL DE LA LENGUA GALLEGA. ....................................................215
8.3.1. EN GALICIA...........................................................................................................................215
8.3.2. SITUACIÓN CONFLICTIVA DE LA LENGUA GALLEGA. ...........................................217
8.4. SITUACIÓN DE LA LENGUA GALLEGA EN EL RÍO DE LA PLATA. ..................................219
8.5. ACTIVIDADES LINGÜÍSTICAS EN GALLEGO.........................................................................224
8.5.1. ACTIVIDADES ARTÍSTICAS: TEATRO ...........................................................................224
8.5.2. ACTIVIDADES MUSICALES: LOS COROS. .....................................................................227
La emigración gallega al Río de la Plata
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8.5.3. ALGUNOS EJEMPLOS DE MEDIOS DE DIFUSIÓN GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA: LA RADIO. ..............................................................................231PRENSA ESCRITA .................................................................................................................231
8.5.4. PROYECTOS EDITORIALES................................................................................................235
8.5.5. CURSOS EN LENGUA GALLEGA......................................................................................236
CAPÍTULO 9. OTROS NIVELES DE IDENTIFICACIÓN: ACTITUD POLÍTICA DE LOSGALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ..............................................................241
9.1. CONTEXTO POLÍTICO VIVIDO EN GALICIA..........................................................................241
9.1.1. NACIMIENTO DEL NACIONALISMO GALLEGO. SITUACIÓN EN GALICIA ........241
9.2. REPERCUSIONES EN EL RÍO DE LA PLATA..............................................................................244
9.2.1 PARTICIPACIÓN A NIVEL SINDICAL...............................................................................244
9.2.2 PARTICIPACIÓN A NIVEL POLÍTICO. ..............................................................................245
9.3. CONTEXTO POLÍTICO EN EL RÍO DE LA PLATA....................................................................249
9.3.1. AÑOS VEINTE Y TREINTA: REFLEJO DE UNA ÉPOCA. ...............................................249
9.3.2. LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA Y LA COMUNIDAD GALLEGA RIOPLATENSE. ...253
9.4. LA GENERACIÓN DEL EXILIO. ...................................................................................................255
9.4.1. PRESENCIA DE CASTELAO EN EL RÍO DE LA PLATA. ................................................256
9.4.2. LA MUERTE DE CASTELAO Y SUS CONSECUENCIAS ...............................................260
9.5. LA GENERACIÓN DE LOS AÑOS CINCUENTA ......................................................................261
9.6. SITUACIÓN ACTUAL. ..................................................................................................................265
9.6.1. PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN ESPAÑA. .......................................................................266
9.6.2. PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN EL RÍO DE LA PLATA: PARTICIPACIÓN A NIVEL SINDICAL. .............................................................................270PARTICIPACIÓN A NIVEL POLÍTICO. .............................................................................271
CAPÍTULO 10. INTEGRACIÓN SOCIAL DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ...275
10.1. ACTIVIDAD INSTITUCIONAL DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ............276
10.1.1. TRAYECTORIA DE LAS INSTITUCIONES GALLEGAS EN EL RÍO DE LA PLATA. ..............................................................................................................276NÓMINA DE LOS CENTROS GALLEGOS RIOPLATENSES........................................289
10.2. IMPORTANCIA DE LOS CENTROS REGIONALES.................................................................291
10.3. SITUACIÓN ACTUAL DE LAS INSTITUCIONES GALLEGAS RIOPLATENSES..............297
10.3.1. INTEGRACIÓN INSTITUCIONAL DE LOS GALLEGOS ENTREVISTADOS. ..........297
CAPÍTULO 11. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ......303
11.1. MODOS DE INCORPORACIÓN A LA SOCIEDAD DE ACOGIDA. .....................................303
11.1.1. FORMAS DE RELACIONARSE. ........................................................................................303
11.2. EL VIAJE DE RETORNO. ..............................................................................................................305
11.3. INTEGRACIÓN EN LA SOCIEDAD DE ACOGIDA. ...............................................................306
11.4. A CABALLO ENTRE DOS MUNDOS.........................................................................................309
11.5. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA EXPECTATIVAS DE LOS EMIGRANTES. ..................................................................................313
11.5.1. EXPECTATIVAS DE FUTURO DE LOS. EMIGRANTES GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ..................................................................................................314
11.5.2. EXPECTATIVAS QUE TIENEN LOS EMIGRANTES DEL GOBIERNO DE GALICIA. ........................................................................................................................314
Cristina Samuelle Lamela
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11.6. TRANSMISIÓN CULTURAL A LAS NUEVAS GENERACIONES.........................................318
11.6.1. ASPECTOS QUE TRANSMITEN LOS GALLEGOS A SUS HIJOS EN ARGENTINA.............................................................................................319
11.6.2. ASPECTOS QUE TRANSMITEN LOS GALLEGOS A SUS HIJOS EN URUGUAY...320
CAPÍTULO 12. LAS NUEVAS GENERACIONES: HIJOS DE GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. .................................................................................323
12.1. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS HIJOS DE GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA. ..........323
12.2. CARACTERÍSTICAS FAMILIARES............................................................................................324
12.2.1. ORIGEN FAMILIAR. ...........................................................................................................324
12.2.2. OCUPACIÓN EN GALICIA. ..............................................................................................326
12.2.3. CONSTITUCIÓN FAMILIAR.............................................................................................327
12.3. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS JÓVENES ENTREVISTADOS. ........................327
12.4. SITUACIÓN ECONÓMICA. ........................................................................................................328
12.5. PERFIL DE LOS HIJOS DE GALLEGOS. .....................................................................................332
12.6. PREFERENCIAS QUE VINCULAN A LOS HIJOS DE GALLEGOS CON LA CULTURA DE ORIGEN FAMILIAR. ..........................................................................334
12.6.1. MANIFESTACIONES CULTURALES. ..............................................................................334
12.6.2. TRANSMISIÓN DE LA LENGUA GALLEGA. ...............................................................335
12.6.3. NIVEL DE INFORMACIÓN SOBRE GALICIA. ...............................................................336
12.7. DESCENDIENTES DE GALLEGOS E INTEGRACIÓN EN LAS INSTITUCIONES GALLE-GAS. .................................................................................................................................................338
12.8. RASGOS DE IDENTIFICACIÓN DE LOS DESCENDIENTES DE GALLEGOS CON LA CULTURA DE ORIGEN................................................................................................349
12.9. PERSPECTIVAS DE FUTURO. .....................................................................................................354
CAPÍTULO 13. CONCLUSIONES: GALICIA EN ARGENTINA Y URUGUAY. .......................359
GRÁFICOS. .....................................................................................................................................391
BIBLIOGRAFÍA. .............................................................................................................................393
La emigración gallega al Río de la Plata
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1.1. INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, España ha sido un país emigrante. En el siglo XIX y hastamediados del XX, América fue su objetivo principal. A partir de la década de los sesen-ta, su punto de interés fue Europa. Con el paso del tiempo y el cambio estructural vivi-do por España, se invirtió el fenómeno para convertirse en un país de inmigración. Peroéste no es un proceso aislado, sino que está dentro de un contexto más amplio: el de lasmigraciones internacionales, que han estado presentes a lo largo de la historia humana,pero en la actualidad constituyen uno de los elementos característicos del sistema mun-dial, hasta tal punto que se habla de una verdadera “Era de las migraciones”. La impor-tancia de un fenómeno de tal envergadura hace que los investigadores se ocupen de élcon especial interés pero, a la hora de su análisis, se presta poca atención al enfoque teó-rico y metodológico sobre el que basar dicho estudio. Para analizar el aspecto metodoló-gico tomamos como base el estudio realizado por el Colectivo IOE (*), que hace un aná-lisis sobre los aspectos teóricos y metodológicos de las migraciones. Por lo general, elestudio de las migraciones se ha enfocado desde dos puntos de vista: el individualista yel estructural. El enfoque individualista considera que las migraciones son el resultado dela libre decisión de los individuos, y centra su atención en las motivaciones y expectati-vas de los sujetos, es decir, dentro de un microcontexto. Todo lo que trascienda dichonivel se toma como simple dato pero no es objeto de análisis. Este enfoque está de acuer-do con una visión del mundo que concibe lo social como un agregado de acciones indi-viduales, sin reparar en las formas en que los contextos sociales condicionan y limitanlas acciones de las personas. Mantiene una aproximación formal que no tiene en cuentala historicidad de sus propios conceptos y pretende darles una validez universal.(Colectivo IOE, 1996).
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CAPÍTULO 1
MARCOS METODOLÓGICOS Y PROCESOS DE INVESTIGACIÓN
(*) Nos basamos en el artículo ¿Cómo estudiar las Migraciones Internacionales? del ColectivoIOE. en: MIGRACIONES. Revista del Instituto Universitario de Estudio sobre migraciones.Núm. 0 (Pgs.7-23) Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, España, año 1996.
La perspectiva histórico-estructural analiza las migraciones bajo un enfoque sisté-mico o estructural: caracteriza al sistema migratorio como un conjunto dinámico, inte-grado por varios aspectos vinculados por flujos humanos. Bajo esta perspectiva, la uni-dad de estudio ya no es el individuo, sino el sistema y sus elementos. A diferencia delenfoque individualista, el histórico-estructural considera el carácter macrosocial de losprocesos migratorios: son los cambios estructurales y no la suma de decisiones indivi-duales los que explican su origen. (Ibídem:13).
La crítica que se hace a este tipo de enfoque es opuesta a la de la corriente ante-rior: si el individualista reduce la explicación a la suma de elementos “micro”, ignoran-do las constricciones que existen sobre las conductas individuales, el histórico-estructu-ral se limita a identificar las fuerzas que operan a escala “macro”, pero presta poca aten-ción a los procesos sociales que ponen en marcha y reproducen las migraciones. Una vezplanteadas las limitaciones de ambas posturas, es necesario dar un paso más hacia unenfoque que las supere, pero que retenga las aportaciones más importantes de ambas.Para ello, se deben conjugar cuatro dimensiones:
1) El análisis histórico.
2) El análisis estructural, es decir, el estudio de los procesos socioeconómicos,políticos, demográficos y las formas específicas en que se interrelacionan en unsistema global mundial.
3) El Ideológico-Cultural. Una dimensión clave de la estructura social es el con-formado por opiniones, imágenes y simbolizaciones. Las formas en que los colec-tivos perciben la realidad son parte integrante de la misma. Además, existe unarelación compleja entre los procesos sociales y la noción que la gente tiene delos mismos. Los valores, imágenes y verbalizaciones no son productos puramen-te individuales, sino que las estructuras ideológicas median entre los contextossocioeconómicos e institucionales y los agentes sociales individuales.
4) El estudio de las redes sociales migratorias. Los procesos históricos y los con-textos globales determinan ciertos condicionamientos, pero no deciden lasacciones humanas. Entre los individuos y el sistema existe el ámbito de lasrelaciones sociales, en las que se constituyen actores que modelan, a la vez queson condicionados, los procesos históricos; es decir, que existe una mediaciónsocial entre las conductas individuales y los contextos globales. Las redesmigratorias han de considerarse un elemento más del sistema mundial; comotales, no sólo son influidas por otros elementos, sino que tienen también unaincidencia sobre éstos. (Colecivo IOE, 1996:13-16).
Al exponer tanto el enfoque individualista como el histórico estructural, observa-mos que tienen ciertas limitaciones y, según los autores de este análisis, se deben recono-cer los límites epistemológicos de cada aproximación metodológica y técnica y abrirnos
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hacia un pluralismo metodológico,.”e insistir en la importancia de recurrir a la complementa-riedad de instrumentos metodológicos y técnicos, tanto como a la vigilancia necesaria para utilizarcon pertinencia cada uno de ellos. Pero, sean cuales sean los materiales metodológicos empleados,la necesaria limitación de cada uno de ellos requerirá siempre el trabajo de análisis y crítica delinvestigador.” (Ibídem:21). De acuerdo con este análisis, no se puede establecer un mode-lo de investigación a priori, cerrado y válido en todos los casos. El estudio de las migracio-nes internacionales debe incorporar las aportaciones del enfoque histórico-estructural,introduciendo además el análisis de las relaciones sociales y poniendo énfasis en la consti-tución y dinámica de las redes migratorias. (Colectivo IOE, 1996:21-22).
Otros autores exponen planteamientos y conclusiones similares cuando dicen que“El fenómeno de la emigración es, claramente, un proceso múltiple y complejo en el que concu-rren factores y aspectos muy diversos con repercusiones a distintos niveles. Ni las migraciones nilas relaciones sociales que se establecen a raíz de ellas se pueden entender desde enfoques parcia-les, tanto si acuden a los determinantes económicos obviando los aspectos simbólicos que inter-vienen y condicionan los flujos migratorios y las relaciones intergrupos como si, en el otro extre-mo, dejan de lado las condiciones del contexto global en que se enmarcan estos procesos, paraconsiderar únicamente los aspectos cognitivos y psicoafectivos que intervienen. Tanto los flujosmigratorios como las relaciones entre minorías étnicas y mayorías autóctonas se han venido enfo-cando desde perspectivas parciales, privilegiando uno de los aspectos e infravalorando la relevan-cia del otro. Y así, mientras unas ponen el acento bien en los individuos (enfoques micro) o enla cultura (culturalistas), obviando los factores estructurales, otras insisten sobre éstos (enfoquesmacro-estructurales, marxistas o no) dejando de lado los factores individuales”. (Criado, M.J.,1997:106-107).
En el análisis debe haber una convergencia entre biografía, historia y estructurasocial, porque “es innegable que el fenómeno de la emigración requiere de un análisis global enel que se articulen las tres vertientes que intervienen en él, tanto factores objetivos ( estructu-ras socioeconómicas, demográficas y políticas ) como circunstancias e interpretaciones subjeti-vas (presentes en la biografía), vinculando ambas a las condiciones de orden histórico y consi-derando al abordarlo la variable temporal (historia y proceso). No sólo la situación en unmomento concreto, sino también su evolución”. (Criado, M. J., 1997:107.) Para reali-zar este estudio sobre la emigración gallega al Río de la Plata, debí implementar unametodología en la que confluyeran múltiples aspectos y que se ajustara a las diferentesetapas y circunstancias que me llevaron los años de trabajo de campo. En definitiva, creéuna metodología propia, en la que conjugué distintos instrumentos metodológicos y téc-nicos. Porque como dice Wright Mills en su trabajo “La imaginación Sociológica” (1985):“en la práctica real, todo investigador social activo debe ser su propio técnico, lo cuál sólo quie-re decir que debe ser un artesano intelectual”.
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1.2. MOTIVACIÓN DE LA ELECCIÓN
1.2.2. HISTORIA PERSONAL:
MOTIVACIONES SUBJETIVAS
MOTIVACIONES OBJETIVAS
La motivación que me llevó a investigar la emigración gallega tiene un doble sen-tido: por una parte mi propia ascendencia gallega. Realizar esta tarea para mí, hija deemigrantes gallegos, es muy importante, puesto que hice un doble ejercicio de entendi-miento y sentimiento, que me permitió ahondar de una forma diferente sobre el tema.Desde una perspectiva objetiva, la relevancia de estudiar la emigración gallega al Río dela Plata se debe a que en la región confluyen diversas corrientes inmigratorias de origeneuropeo, entre las cuales la española tiene suma relevancia; dentro de ésta la gallega,cuantitativamente, es de gran peso y cualitativamente, ha tenido y tiene gran importan-cia en el ámbito rioplatense.
La sociedad rioplatense actual sería impensable sin la presencia de la comunidadgallega. Por su parte, Galicia sentó sus bases en ese éxodo transoceánico, que tiene trasde sí múltiples biografías, desgarros e historias entrañables por rescatar y contar. Tambiéntenemos que tener en cuenta que, debido al cese de la diáspora gallega americana, a par-tir de los años sesenta esta población ha envejecido, hecho que me hizo reflexionar sobrela urgencia de una investigación como la que me he planteado.
Este trabajo pretende ser una contribución novedosa a la temática y trata de llegara un mejor conocimiento de la comunidad de gallegos en beneficio de éstos y sus descen-dientes: para Galicia y su gente, dar a conocer la realidad de su emigración y para el Río dela Plata, que llegue a comprender las diferentes aportaciones recibidas. Por ello, los antro-pólogos debemos contribuir al conocimiento de las diferentes etnias que se incorporaron ala región. A poco que observemos los árboles genealógicos rioplatenses, en cada familiaexisten ancestros llegados de otros lugares y culturas, que arribaron para asentarse dentrode una cultura ibérica nuclear en la que se distinguen aportaciones indígenas y y africanas.
1.3. DETERMINACIÓN DEL TEMALa preocupación por el tema a nivel científico comenzó en el año 1985 cuando,
para cumplir un requisito formal, -licenciarme como antropóloga en la Facultad deHumanidades y Ciencias del Uruguay-, resolví hacer la tesina de licenciatura sobre lainmigración gallega al Uruguay
Planteada esta inquietud, las primeras etapas de la investigación fueron destinadasa la elaboración de un dossier metodológico. Se fijaron las metas a seguir y, como primerpaso, analicé la realidad en base a mi conocimiento empírico. A partir de ese momento,se me planteó el siguiente interrogante: si al someter a prueba mis presupuestos como inte-grante de la comunidad objeto de estudio, se refutarían o se corroborarían.
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Como primer paso, efectué un relevamiento bibliográfico, y me encontré con unagran escasez de bibliografía específica sobre el tema; los únicos que trataban sobre él, seorientaban hacia aspectos históricos, pero no contaba con investigaciones que analiza-ran la emigración bajo la perspectiva de la Antropología Social.
A través del análisis bibliográfico, podemos establecer cierto paralelismo entre lasdos capitales rioplatenses: tanto en Argentina como Uruguay, existen dos publicacionesclaves para iniciarse en el estudio de la emigración gallega: “Los gallegos en la Argentina” deAlberto Vilanova Rodríguez y “Los gallegos en el Uruguay” de Carlos Zubillaga Barrera.Estas dos obras, además de coincidir en su fecha de publicación (1966), concuerdan en elexhaustivo tratamiento histórico del tema, lo que sin duda como punto de partida es váli-do y necesario, pero la investigación antropológica requiere otro enfoque. Hacia una líneade investigación más próxima a nuestro interés, podemos citar dos trabajos: el libro deDaniel Vidart “Universalismo y Regionalismo de la cultura gallega” (1961), cuyo último capí-tulo hace referencia concreta a la emigración gallega al Uruguay, y el estudio de Vidart yRenzo Pi Hugarte en “El legado de los inmigrantes II” (1969), en el que trata la comunidadgallega dentro del conjunto de las corrientes inmigratorias al país.
Para finalizar, debo citar el libro de Antonio Pérez Prado “Los gallegos y BuenosAires” (1973), donde escribe un interesante relato que nos acerca a nuestro objeto deestudio. Desde la década de los setenta hasta mediados de los ochenta no encontramosen el Río de la Plata trabajos al respecto. En los últimos años, se da un nuevo impulso ala temática emigratoria, pero sobre todo interesa a los investigadores españoles y no a losamericanos, y atrae más a la Historia que a la Antropología.
Bajo esa perspectiva, creamos una metodología de trabajo propia desde el enfo-que antropológico, lo que también representó un nuevo reto porque, hasta ese momen-to, las ciencias antropológicas en el Uruguay tampoco habían desarrollado el tema.
1.4. MARCOS DE REFERENCIA
Para llevar a cabo esta tarea, tomé dos marcos de referencia: el organizado y el noorganizado, puesto que en el conjunto de gallegos que habita en la región hay dos subgru-pos: aquellos que concurren a las instituciones españolas, que en este caso llamamos sub-grupo organizado, y el segundo, que no integra las mismas y denominamos no organizado.
A) SUBGRUPO ORGANIZADO
Previamente efectuamos un análisis sobre el espectro de instituciones gallegas enel Río de la Plata; de ellas consideramos claves para este trabajo las siguientes:
Centro Gallego de Montevideo (1879). Me dirigí a esta entidad por ser la másantigua del Uruguay y del mundo de la emigración. Además de su antigüedad, cuentacon una larga y fecunda trayectoria, que la hacen imprescindible para nuestro análisis.
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El Centro Gallego de Buenos Aires (1907) y Casa de Galicia de Montevideo(1917) fueron escogidos porque son piezas claves en el ámbito asistencial en sus respec-tivos países, además de por su labor socio-cultural.
El Centro Galicia de Buenos Aires (1979), a pesar de su reciente formación, esde gran importancia porque agrupa los cuatro centros regionales históricos: CentroOrensano, Centro Pontevedrés, Centro Lucense y Centro Coruñés. Tiene además unadestacada actividad deportiva y cultural, y en ella participan de forma activa un impor-tante grupo de jóvenes descendientes de gallegos.
Por último, el Patronato da Cultura Galega de Montevideo (1964) es un ejem-plo atípico dentro de las instituciones gallegas en Uruguay. Elegido porque se dedicaexclusivamente al desarrollo de la cultura gallega, poniendo especial énfasis en su nacio-nalidad histórica, en la cual es fundamental el empleo de la lengua gallega. Estas enti-dades (*) disponen de material bibliográfico pertinente a la Investigación. Además,extrajimos de ellas la lista de informantes del ámbito organizado.
A estas asociaciones debemos incorporar otras estudiadas específicamente paralos descendientes de gallegos. En Argentina, trabajamos con la Comisión Juvenil delCentro Galicia de Buenos Aires, y en Uruguay, con la Asociación Juvenil Xurdimento, elConsejo de la Juventud Hispanouruguaya y los jóvenes de la lista 92 del Consejo deResidentes Españoles.
También otros organismos sirvieron de apoyo a la investigación, como elConsulado General de España (Argentina) y el homónimo de Uruguay; la OficinaLaboral de la Embajada de España de ambos países, y el Instituto Nacional de Estadísticay Censos ( Argentina y el de Uruguay); la Dirección General de Migraciones (Uruguay),el Consulado General de Argentina y el Consulado General de Uruguay en España.Incorporé, además, material de medios de prensa oral y escrita, como el del “DiarioEspañol”, periódico de la colectividad española en Uruguay, y”Carta de España,” revistaeditada por el Instituto Español de Emigración; la revista “Galicia” del Centro Gallegode Buenos Aires y “Ecos da Terra” órgano de difusión de Casa de Galicia de Montevideo.Asimismo, otras publicaciones de instituciones gallegas que citaremos dentro de labibliografía general y el material del periódico “Galicia en el Mundo”, un medio de pren-sa nacido en la década de los noventa (S.XX) y que está dedicado a la emigración galle-ga. Como medios de difusión oral, trabajamos con el material de las audiciones gallegas“Sempre en Galicia” de Uruguay y “Galicia Hoxe” de Argentina.
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(*) El resto de asociaciones no consideradas y asimismo las ya mencionadas, serán examina-das de forma más profunda en el capítulo pertinente al ámbito institucional
B) SUBGRUPO NO ORGANIZADO
A los informantes extraídos de las instituciones mencionadas, incorporé la laborrealizada con personas obtenidas fuera del marco institucional. Los integrantes del sub-grupo no organizado fueron obtenidos de varias formas: por referencias personales, de laoficina de la Xunta de Galicia en Buenos Aires y del Censo de Residentes Ausentes enUruguay.
El trabajo de campo fue efectuado en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo,con la visita a las entidades mencionadas y al domicilio de los informantes del ámbito noorganizado.
C) REQUISITOS DE LOS ENTREVISTADOS
Para mi estudio tomé dos grupos de trabajo: los nacidos en Galicia y los hijos degallegos. Esta última categoría constituyó un aporte al estudio de la emigración gallega,dado que en los trabajos conocidos hasta ese momento no existían antecedentes sobre laprimera generación de descendientes de gallegos. Luego realizaron sus investigacionesVicente Peña Saavedra, Miguel Angel Santos y Antonio Rodríguez, con el objetivo deimplementar políticas de intervención educativa.
Los entrevistados debían cumplir ciertas condiciones para que fueran pertinentesa mi investigación:
los nacidos en Galicia:
Personas de ambos sexos que hubieran hecho su proceso de socialización enGalicia. Consideré como edad límite de arribo los quince años.
los hijos de gallegos
Jóvenes de ambos sexos entre quince y treinta y cinco años, que no fueran hijosde los anteriores, de ambos padres gallegos o sólo uno de ellos.
Además de las entrevistas, realizamos debates en los que planteábamos y discutí-amos nuestros puntos de interés. A través de las charlas informales, obtuvimos informa-ción de gran valía.
En cuanto a la investigación participante, me incorporé a diversas actividadespara observar directamente y de primera mano información sobre el hecho a estudiar. Meintegré de lleno en el Patronato da Cultura Galega de Montevideo, en su grupo de teatroy trabajé en la audición radial “Sempre en Galicia”. En Argentina también participé delas diversas actividades que organizaba el Instituto Argentino de Cultura Gallega, el CentroGallego y el Centro Galicia de Buenos Aires.
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1.5. PROCESOS Y ETAPAS DE INVESTIGACIÓN
1.5.1. PRIMERA ETAPA (1985-1987)
La primer etapa de trabajo de campo fue realizada en Uruguay. Desde el punto devista metodológico, me basé en el estudio de treinta y seis casos, dieciocho informantesobtenidos de las instituciones y el resto de fuera de ellas.
Elaboré un corpus de preguntas abiertas en las que el entrevistado respondía libre-mente. El objetivo era que me relatara sus antecedentes en Galicia, las razones de su emi-gración, la llegada y asentamiento, su permanencia y posterior integración. Para estasentrevistas se empleó el grabador y, en este sentido, no hubo reticencias que condicio-naran la tarea. Fueron entrevistas en profundidad, en las que el inmigrante relataba suhistoria de vida, y que, por lo general, no concluían en una sola charla, sino que se exten-dían a más de un encuentro.
Esta primer etapa la centramos en el ámbito social y familiar y la englobamosgenéricamente bajo el título de Asentamiento e Integración de los gallegos en el Uruguay.
1.5.2. SEGUNDA ETAPA (1987-1989)
Hacia el año 1987, tuve la ocasión de conocer Galicia y su realidad, lo queaumentó mi interés por el tema. En ese viaje, además de conocer el origen del grupo detrabajo y mis propias raíces, tuve la oportunidad de intercambiar ideas con investigado-res de otras disciplinas que trabajan sobre el tema que nos ocupa. El interés por analizarla emigración gallega se afianzó aún más y se plasmó en nuevos estudios.
Profundicé en el análisis de Galicia y su gente, y salió a la luz un trabajo denomi-nado “Nuestros Gallegos”, que desentrañaba las claves de la cultura gallega para dar aconocer a la sociedad de acogida la corriente inmigratoria más significativa que vive enel Uruguay.
Como cierre de esta segunda etapa quedaba expuesto nuestro desafío: investigar conel objetivo de realizar un trabajo que fuera un aporte a la Antropología y que dejara elcamino abierto a nuevas investigaciones sobre el tema.
1.5.3. TERCERA ETAPA (1989-1991)
En este momento, estimé que debía seguir el trabajo con un objetivo inverso alanterior: dar a conocer a Galicia y su gente la emigración gallega y sus descendientes.
Fue una tarea más ambiciosa que las anteriores, para la que solicitamos - y se nosconcedió - financiación de la Xunta de Galicia, a través de su Secretaría Xeral para asRelacións Coas Comunidades Galegas.
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En este trabajo hicimos un corte en el tiempo, como una especie de radiografíadonde intentamos, a través de los propios protagonistas, plasmar sus inquietudes y dar aconocer su situación actual para así aplicar políticas concretas a problemas puntuales.
El planteamiento metodológico que había efectuado hasta el momento estababasado en el estudio de casos, es decir, tomaba un grupo limitado de personas con cier-tos requisitos y, en base al análisis de sus respectivas biografías, estudiaba el fenómenoemigratorio. A este tipo de estudios, generalmente se les asigna como crítica, que las afir-maciones y conclusiones son limitadas, porque el universo de entrevistados es pequeño,pero si bien se pierde a nivel cuantitativo, se gana cualitativamente. A través del estu-dio más detallado, puntual y con menor número de casos, podremos desentrañar las cla-ves culturales del pueblo en cuestión y, en definitiva, lograr el objetivo de todo antro-pólogo: el estudio de la Cultura.
El trabajo que me planteé en ese momento me pareció oportuno para comple-mentar mis primeras investigaciones, con una visión más cuantitativa e introducir ele-mentos estadísticos para así corroborar o refutar mis hipótesis de trabajo con un peso másobjetivo. Pero, a su vez, en ningún momento dejaba de lado la investigación participan-te, y mi integración dentro del grupo de estudio.
A) Selección de la muestra
Al escoger la muestra, quise buscar un grupo de entrevistados que fuera lo másrepresentativo posible del universo total. En un primer momento pensé extraerlos delCenso Nacional, pero ello planteaba varias difucultades, porque en el Censo se conside-ran genéricamente todos los españoles y para localizarlos, aunque disponíamos de las posi-bles zonas donde residían, hubiera sido una tarea demasiado compleja con un costo huma-no y de recursos excesivos. La otra posibilidad que manejé fue la de recurrir a lasInstituciones Gallegas. Sin embargo, esa alternativa la descarté también porque la mues-tra obtenida tendría poca validez objetiva, dado que no era representativa del total yobtendríamos una información parcial. Entonces, decidí tomar un camino intermedio: elnúcleo de gallegos e hijos seleccionados los escogimos del Censo de Residentes Ausentes(C.E.R.A) del Consulado General de España en el Uruguay. Elegí esta posibilidad porqueen él hay inscritos un número muy importante de gallegos, como para ser una muestra losuficientemente representativa de la realidad total.
En Uruguay había, en el momento de la encuesta, 19.340 censados, de los cuáles12.546 son gallegos o descendientes. Los nacidos en Uruguay, inscritos en el registro sinespecificar su origen, son 11.520. A partir de esas cifras, tomamos una muestra aleatoriade unos 208 casos (122 hijos y 86 gallegos) y, dado que suponemos que es una poblaciónhomogénea y relativamente conocida, a partir de ese número podremos extraer conclu-siones fiables.
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B) Tipo de encuesta
En una primera instancia, formulé un cuestionario de prueba de veinte encuestasa gallegos y un número equivalente a descendientes. A partir de ese cuestionario de prue-ba, confeccioné la encuesta final, donde trabajé interdisciplinariamente con el técnicoestadístico.
Diseñamos dos tipos de encuestas:
1- Para los nacidos en Galicia, a la que agregué un subcuestionario sobre sus hijos.Incorporé tantos cuestionarios como hijos tuviera.
2- Para los hijos de gallegos.
Ambas encuestas tienen un núcleo básico de preguntas cerradas, es decir, res-puestas preestablecidas y concretas, y un grupo de preguntas abiertas en las que el entre-vistado da su opinión.
Debemos destacar que estas encuestas fueron realizadas por jóvenes hijos de galle-gos de tres agrupaciones juveniles: los jóvenes de la lista 92 del Consejo de ResidentesEspañoles, de la Asociación Juvenil Xurdimento y del Consejo de la JuventudHispanouruguaya.
Como primer paso hice una convocatoria para participar en las enentrevistas y,con el grupo que finalmente accedió a participar, llevé a cabo reuniones informativaspara instruir a los jóvenes sobre la forma idónea de realizar las entrevistas.
Después de efectuadas las mismas, el técnico estadístico procesó las preguntascerradas y, posteriormente, analicé las abiertas.
Además de la encuesta a nivel estadístico, seguí con el trabajo de campo en lasdiversas entidades; organicé charlas, coloquios y debates con jóvenes y adultos, paratener una mejor comprensión del tema de estudio.
Este trabajo de investigación fue editado por la Secretaría Xeral para as Relaciónscoas Comunidades Galegas bajo el título “Situación actual de los gallegos y sus descendien-tes en el Uruguay” (Xunta de Galicia, 1992.)
Finalizada esta investigación comprendí que, si bien en un primer momento debíaemplear el análisis estadístico, al tratarse de un grupo bastante homogéneo era muchomás enriquecedor poner énfasis en el estudio cualitativo que en el enfoque cuantitativo.
En cuanto al uso de las historias de vida, algunos autores expresan: “.las potencia-lidades del método biográfico consisten sobre todo en su flexibilidad. Mientras que la investiga-ción clásica con el cuestionario está sostenida por la “pertinencia”, el “tipo” o la “eficacia” delas preguntas que son formuladas en relación con la hipótesis, la indagación con las biografíasestá fundada sobre la combinación de las preguntas, en el marco de diálogo que regula el juegode la interacción con el intestigador”. (Cavallaro, R., 1985:66)
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Bajo esta perspectiva, centré mi interés en las historias de vida y, en ese marco,escribí la historia de vida de Manuel Meilán, un gallego nacido en Lugo en el año 1904.Hacia 1922 emigró a Buenos Aires, y en los años treinta se estableció en Uruguay.
La historia de vida de este emigrante tiene gran relevancia dentro del marco polí-tico de la emigración gallega al Río de la Plata. Emigró en un momento en que se gestóel movimiento galleguista en Buenos Aires. Luego, en Montevideo, trabajó dentro de lamisma línea: la formación de la Irmandade Galeguista del Uruguay y a favor del Estatutode Autonomía. Posteriormente, durante la Guerra Civil, militó activamente en todos losmovimientos a favor de la República. Finalizada la guerra, tuvo gran protagonismo en elexilio del político galleguista Alfonso Rodríguez Castelao. En los años cincuenta fue unode los fundadores de la Audición “Sempre en Galicia”, y años más tarde del Patronato daCultura Galega.
La importancia de este trabajo radica en que tuve que hacer un análisis exhausti-vo de la realidad gallega a nivel histórico, y luego adentrarme en la emigración gallega aArgentina y Uruguay en las tres primeras décadas del siglo veinte. A través de su testi-monio, tuve ocasión de conocer figuras e instituciones de primer orden dentro del pano-rama de la cultura y la política gallegas, que de otra forma se hubieran perdido y accedera la historia reciente de la emigración gallega al Río de la Plata.
A partir de esta tarea, me acerqué a la realidad de la colectividad gallega enBuenos Aires, ciudad a la que viajé para recolectar el material pertinente para mi inves-tigación.
Desde el punto de vista metodológico, las entrevistas fueron realizadas con gra-bador en base a un guión de preguntas escritas. Hubo tres ejes fundamentales: vida enGalicia, vida en Buenos Aires y, posteriormente, en Montevideo.
Los encuentros fueron tardes enteras en las que sosteníamos largas charlas, que aldía siguiente me dedicaba a transcribir. A las entrevistas con el protagonista, incorporéconversaciones con personas de su entorno familiar y amistoso, que muchas veces noscorroboraban datos y otras nos abrían nuevas perspectivas de temas a tratar.
La tarea duró dos años de intensa labor, de trabajo en solitario, donde tuve queafinar y confrontar la historia personal con hechos históricos. Otras dos dificultades asuperar fueron, por un lado la lingüística, dado que todas las charlas fueron en gallego, ypor otra parte rescatar la memoria del protagonista, que no fue cosa fácil.
“Las historias de vida de los emigrantes enseñan que hay una gran diferencia entre lateoría y la práctica, entre lo que uno supone que va a hacer y lo que hace. Entre sus proyectosiniciales y los desenlaces de los mismos. Al sacar a la luz los aspectos subjetivos, se pueden com-prender mejor tanto los factores que inciden en los movimientos de población como las implica-ciones psicosociales que conlleva este proceso”. (Criado, M.J., 1997:109-110).
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Sin lugar a dudas, fue un desafío muy interesante, porque tuve ocasión de cono-cer una serie de acontecimientos a los que, de otra forma, no hubiera tenido acceso.
Por otra parte, estos testimonios debían ser rescatados cuanto antes, dado la edadavanzada de sus protagonistas. Al año de salir a la luz “Conversas con Manuel Meilán”(Xerais, 1993), nuestro informante falleció.
1.5.4. CUARTA ETAPA. (1991-1993_1993-1995)
En el año 1991 estimé básico continuar mi formación académica y, con tal moti-vo, inicié el Doctorado en Antropología Social en la Universidad Complutense deMadrid. En el transcurso del mismo realicé trabajos de investigación de pasaje de cursoque me abrieron nuevas perspectivas, y tomé contacto con personas que investigabansobre temáticas diferentes a la mía, lo que fue de gran utilidad y me dio una nueva visiónsobre el tema.
Para llevar a cabo mi tesis doctoral, decidí ampliar y profundizar en mi campo deanálisis y estudiar la emigración gallega al Río de la Plata, tomando como punto de refe-rencia las ciudades de Buenos Aires y Montevideo.
En el año 1993 me establecí en la ciudad de Buenos Aires. Si bien ya había traba-jado años antes para la biografía de Manuel Meilán, una vez instalada en ella, observé quepresentaba ciertas dificultades que Montevideo no exponía. Como punto de partida, esuna ciudad en la que debía integrarme; por otro lado sus grandes dimensiones acarrea –ban dificultades a la hora del trabajo de campo.
Si dejamos de lado los obstáculos propios de toda gran metrópoli, nos encontra-mos con otros específicos al tema de estudio: mientras que en el Uruguay la poblaciónespañola asciende a 53.000, Argentina cuenta con 373.984 personas. Este hecho difi-culta en gran medida un análisis cuantitativo, al no disponer delos recursos necesarios.Sin embargo, esta nueva realidad más compleja no limita mi campo de estudio, dado quemi interés es sobre todo cualitativo. Bajo estas circunstancias, una de las estrategias alter-nativas para localizar a mis informantes es a partir de las instituciones gallegas en las quese agrupan. En el caso de Argentina también es más complejo dado que, mientras que enMontevideo hay unas once sociedades, en Buenos Aires existen más de cuarenta, hechoque se agrava además por la gran dispersión de las mismas
Como punto de partida, me dirigí al Consulado General de España en BuenosAires, que me facilitó varios datos de interés‚ además de la lista de instituciones gallegas.En el siguiente paso, tomé contacto con informantes claves para esta etapa, quienes meintrodujeron en las distintas asociaciones, me proporcionaron material pertinente y mepresentaron a personas de interés para mi tarea.
Para el trabajo de campo en Buenos Aires, al igual que en Montevideo, conjuguédistintas herramientas de trabajo de campo, para crear una metodología propia y acorde
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con esa nueva realidad a estudiar. Las premisas básicas fueron las mismas: personas deambos sexos que hayan realizado su proceso de socialización en Galicia, tomando comoedad límite de arribo los quince años. Establecí los mismos marcos de referencia, y tam-bién un corpus de preguntas cerradas y abiertas. La diferencia radicó en que, con la expe-riencia adquirida en los trabajos anteriores, efectué una encuesta mucho más elaboradadonde, además de los aspectos puntuales, dejaba que los entrevistados se expresaranlibremente. Igual que en Uruguay, al cuestionario base agregué el dedicado a los descen-dientes, uno por cada hijo. En esta etapa también trabajé interdisciplinariamente con untécnico estadístico, que luego se encargó de procesar los datos de las preguntas cerradas
Para obtener los informantes, primero me dirigí al Hogar Gallego para Ancianos,pero al tomar contacto y al efectuar algunas entrevistas, me encontré con personas muyancianas, con los problemas propios de esas edades y alejadas de aquellos puntos de inte-rés que quería tratar.
Pensé, entonces, en el Centro Gallego de Buenos Aires. Realicé algunas entrevis-tas en el hospital a enfermos leves e incluso a familiares, muchos de los cuales no eransocios de dicha entidad. Estas entrevistas tenían el inconveniente propio de las circuns-tancias que rodean a un centro médico, donde muchas veces se tiene poca presencia deánimo para acceder a una entrevista.
Por último, opté por otra alternativa: en el Centro Gallego funciona la oficina derepresentación de la Xunta de Galicia y a ella acuden los gallegos y sus descendientespara pedir información sobre ayudas, becas y viajes a Galicia; muchos de ellos ni siquie-ra se habían acercado antes a estas entidades.
Otro de los problemas que afronté fue la falta de medios y gente que se encarga-ra de las encuestas, por lo que tuve que encargarme personalmente. Realicé la encuestaestructurada pero además usé el grabador, para que dicha entrevista se convirtiera en unacharla distendida, de la que podía sacar más provecho. Efectué cien entrevistas a hom-bres y mujeres en igual número.
Respecto a los hijos de gallegos, encontré una dificultad añadida: la colectividadgallega de Buenos Aires es más antigua que la de Montevideo, y por ello era más fácilencontrar nietos que hijos. Por otro lado, tampoco quise basarme exclusivamente en losjóvenes de las entidades juveniles.
Finalmente, efectué treinta y ocho entrevistas, dentro y fuera del ámbito organi-zado y de la misma forma ya descrita: preguntas cerradas y abiertas, hechas con grabador,en las que dejé que se expresaran libremente.
A estas entrevistas individuales añadí la labor efectuada con la Comisión Juvenildel Centro Galicia de Buenos Aires, y con la Universidad de Belgrano.
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Primero daba una charla y luego establecíamos un coloquio con algunos puntosde interés para discutir. En esas conversaciones distendidas encontré aspectos muy inte-resantes, que reflejaban muchas veces la problemática de una forma más clara. Estosencuentros se realizaron en varias sesiones.
A la encuesta estadística agregué el análisis de historias de vida. Trabajé con dosmujeres que por sus características me parecieron de interés y me centré en sus vicisitu-des personales y sus antecedentes en Galicia.
Paralelamente a la tarea desempeñada en Montevideo con Manuel Meilán, bus-qué personas que hubieran vivido por esa misma época. Inmediatamente pensé enRicardo Flores, nacido en Sada-Coruña en el año 1903 y que emigró a Buenos Aires enel año 1929, donde reside y sigue en activo. Participó intensamente en todo el movi-miento político de la época: integrante de la Sociedade Nacionalista Pondal, de línea inde-pendentista. Para su historia de vida seguimos el mismo tipo de trabajo que con Meilán :un guión y grabador, también en lengua gallega.
Fue otra tarea de rescate interesante, dado que ideológicamente representaba unade las posturas políticas de la época: Meilán como paradigma de los autonomistas y Floresde los independentistas. Un trabajo que me permitió profundizar sobre una época másallá de los documentos y rescatar la historia reciente a través de sus protagonistas.
1.5.5. QUINTA ETAPA : REDACCIÓN (1995-1999)
En el año 1995 regresé a España. En esta última etapa procedí a la redacción demi tesis. A todo el material obtenido en el trabajo de campo añadí nueva bibliografía quesalió a la luz en los últimos tiempos, y agregué datos proporcionados por algunos colegas,tanto a través del contacto epistolar como mediante la entrevista personal con investi-gadores rioplatenses, españoles y de otras partes de Europa. Por último, mi viaje (1998-1999) al Río de la Plata me permitió actualizar, confrontar y profundizar en los distintosaspectos de mi estudio, y así concluir la redacción de esta tesis sobre”La emigración galle-ga al Río de la Plata”.
1.6. ASPECTOS EPISTEMOLÓGICOS
Como base de mi estudio, establecí algunos rasgos que caracterizan la emigracióngallega : -La emigración gallega proviene en su mayoría (80%) del medio rural, y com-parte las características de las sociedades rurales: conservadoras, cerradas y volcadashacia su comunidad.
Este análisis pretende integrar varios aspectos de la vida del gallego en América‚para los que he manejado una serie de hipótesis de trabajo que giran en torno a diferen-tes niveles de integración.
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Previamente debemos definir el término “integración”, sobre el que existen dis-cusiones a nivel teórico. Mi planteamiento se basa en la línea que sigue el Prof.Tomás Calvo Buezas, quien nos hace sospechar sobre las políticas de integración “dondese intenta ocultar a los individuos en las pautas y valores de la sociedad dominante,aunque respetando ciertas peculiaridades culturales y folklóricas de las minorías que,poco a poco, irían desapareciendo dentro del melting pot de la sociedad global”. (CalvoT., 1993:49)
Como señala el Prof. Calvo, las sociedades no funcionan como una licuadoradonde se funden las diversidades culturales, sino que las minorías étnicas son resistentes ala fusión, sugiriendo conflictos sociales y movimientos de revitalización étnica, ha naci-do el nuevo paradigma de pluralismo cultural, que asume como un bien la persisten-cia de las minorías étnicas, sostiene que la diversidad cultural de los grupos minorita-rios es una riqueza común de toda la sociedad global, y reclama una política de pro-tección a las minorías étnicas”. (Calvo, T., 1993:50).
“El proceso de aculturación no es un proceso unilineal, que termine en lafusión o asimilación a la cultura dominante; sino que existen procesos diferenciadospara las distintas minorías‚ étnicas, según los diversos factores demográficos, ecológi-cos, económicos, políticos y culturales, pudiendo producirse fenómenos de mestizaje ysincretismo que terminan en una posible recreación cultural o transfiguración étni-ca”. (Calvo, T., 1993, 50).
Estos aspectos teóricos debemos tenerlos en cuenta en nuestro tema de estudio alhablar de discriminación de los gallegos que, si bien no han sido objeto de prejuicios porfactores étnicos, sí lo han sido en base a un estereotipo cultural creado sobre el gallegoen el Río de la Plata.
Por ultimo, el Prof. Calvo sigue enfatizando que, “cada cultura transmite para-digmas y valores de solidaridad e igualdad humana, así como estereotipados patronesde rechazo y recelo ante los extraños y los otros, estableciendo baremos diferenciadosde afecto-rechazo, según los grupos nacionales étnicos a los que pertenezcan los indi-viduos. En este sentido cada cultura nos enseña no sólo a respetar y a rechazar, sinoa quiénes‚ y en qué‚ grado debemos hacerlo, y todo ello a través de esa red semiocul-ta, pero eficaz que son los prejuicios y los estereotipos”. (Calvo T.,1993:51).
La discusión teórica me hace reflexionar sobre el término más adecuado: asimila-ción, integración y pluralismo cultural. Comparto la postura del Prof. Calvo al preferir laesencia del pluralismo cultural, pero a efectos operacionales escojo la palabra “integra-ción”. Así, defino integración como incorporación al medio sin pérdida de ciertas carac-terísticas de identificación dado que, como afirma Renzo Pi (1997), “. el inmigrante noabandona nunca por completo los fundamentos de su cultura original”. Por ello “es preferi-ble que sea considerada como integrada que como asimilada, porque así se estaría
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admitiendo que el grupo perdió su identidad mientras que la integración presuponeuna diversidad cultural dentro de una unidad social”. (Leal Braga, C., 1992:184).
En mi investigación he partido de una hipótesis general, sobre la cual gira todo eltrabajo:
El gallego en el Río de la Plata se integra a la dinámica de su sociedad(en mayor o menor medida) sin mayores dificultades, pero mantieneciertos rasgos y costumbres características que le identifican con su ori-gen.
Pretendí analizar varios aspectos de la vida del gallego en el Río de la Plata, paralo que incorporé a esta hipótesis básica otro corpus de hipótesis de apoyo a la misma, quegira en torno a diferentes niveles de integración. A partir de ellos, podremos conocer algallego rioplatense.
La integración a nivel económico es completa, y en general se han incor-porado al sector servicios.
La integración económica y el acceso al mercado laboral es básico para la subsis-tencia del grupo como tal, pero en cambio los otros niveles de integración no son tanclaros ni tan homogéneos. Para ellos, definiré los factores que intervienen, y hablaréentonces de grados de integración. Influyen aspectos previos, como por ejemplo:
- Si emigró solo o con el grupo familiar. Los que llegan solos, al desgarro de la emi-gración se sumará el desapego afectivo y familiar.
- El grado de parentesco que tenía con la familia que quedaba en Galicia.
- La edad a la que emigró, puesto que los más jóvenes son más permeables almedio.
- Sus circunstancias previas. Por ejemplo, cómo era su situación económica,social, familiar, política, etc.
También intervienen otros factores como:
- El tipo de actividades que han desempeñado y desempeñan y sus vinculacionescotidianas, es decir, si en su lugar de trabajo está relacionado con personas de sumismo origen.
- La manera en que ha constituido su pareja: si es endogámica (o sea, con una per-sona de su mismo origen) o exogámica (de origen diferente). La constitución desu pareja tiene especial relevancia como factor de permanencia de rasgos deidentificación con la cultura de origen y a la hora de transmitirlos a los descen-dientes
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Estos son algunos de los factores que han influido en el grado de integración, en losque tienen suma relevancia los lazos afectivos y familiares que coadyuvan o retardan laintegración al medio. Si bien los factores mencionados son bastante genéricos, también nospodemos encontrar con otros no considerados e incluso con hechos fortuitos e imprevistosque intervienen en el grado de integración.
En todo el proceso hay que tener en cuenta, por un lado, el país de acogida y sugente, y por otro, el lugar de origen, y su vinculación con él a través del tiempo.
Para nuestro grupo de entrevistados, además de la hipótesis central, manejamosotros presupuestos:
- Desde el punto de vista familiar, los emigrantes tienen preferencia por pare-jas endogámicas, aunque no existen proscripciones ni restricciones en la elec-ción de parejas exogámicas, que de hecho se han dado A nivel de las relacio-nes intergrupales, también se dan preferencias endogrupales y se preservanmuchas de las amistades gallegas de un principio, aunque tampoco existenproblemas de integración con la gente del país de acogida.
- El gallego en América trata de unirse a sus paisanos desarrollando a veces fuer-tes lazos de solidaridad y sistemas formales e informales de ayuda mutua.
- El relacionamiento del gallego, en general, se reduce al ámbito familiar y alde sus relaciones personales y como medio de vinculación social, las institu-ciones españolas.
- En los gallegos existen ciertas preferencias que, aún hoy día, les vinculan consu tierra de origen: la música y la cocina han sido las formas de recrearGalicia en América.
- La lengua gallega se mantiene como segunda lengua de relación a nivel fami-liar y con los paisanos más allegados, pero no se transmite a las nuevas gene-raciones.
- La integración política y sindical del inmigrante es baja. La participación realen el país de acogida es escasa, hecho que se refleja en el bajo número de nacio-nalizados entre los inmigrantes, lo que no impide que se interese por lo quesucede en su país de adopción. La integración en la política de su lugar de ori-gen también es baja y, cuando ésta se da, se debe, más que a su conciencia cívi-ca, a un hecho afectivo
- Las instituciones gallegas, tradicionalmente, han actuado como factores decohesión y vínculo del inmigrante con Galicia; pero en la actualidad, pordiversas circunstancias, la situación ha variado. Por lo tanto, para observarlos rasgos que se han mantenido, debemos ahondar en los aspectos informa-les, donde se dan las manifestaciones de la cultura tradicional: el ámbito coti-
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diano y familiar. En ellos se manifestará la permanencia de dichos rasgos y latransmisión a las nuevas generaciones.
Respecto a los hijos de gallegos, he manejado otra serie de presupuestos:
- En general, los descendientes de gallegos están plenamente incorporados a losdiferentes niveles de integración, y actúan como importante factor de cambioy ayuda a la plena integración de sus padres.
- A nivel económico, lo que sucede con los hijos de gallegos es similar a lo quepasa con el resto de los jóvenes rioplatenses que viven las vicisitudes y fluc-tuaciones socioeconómicas de la región.
- Los medios de socialización de los descendientes son netamente rioplatensesy las instituciones españolas no tendrán para éstos la significación que hantenido para sus padres. El nivel de integración a las mismas es bajo
En cuanto a la vinculación afectiva de los jóvenes con Galicia, intervienen unaserie de factores:
- La forma en que está constituida su familia: si ambos padres son gallegos o sólouno de ellos, y cómo es la situación de los mismos: la edad a la que arribaron alpaís, cómo se han incorporado al medio, vínculos afectivos que mantienen conGalicia, etc. Todos factores que van a influir en las nuevas generaciones.
Para valorar la actitud que tienen los hijos de gallegos hacia la tierra de sus padres,debemos tener en cuenta que influye la realidad socioeconómica que vive la región rio-platense, contrapuesta al progreso y cambio de imagen que ha tenido España en generaly Galicia en particular en los últimos años.
Finalmente he observado que:
- Los jóvenes descendientes de gallegos se sienten, a nivel afectivo, estrecha-mente vinculados con Galicia, pero sin embargo el nivel de galleguidad esvariable. Entendemos por galleguidad la exaltación y fomento de valores cul-turales de identidad gallega.
- La identificación de las nuevas generaciones con la tierra de origen familiarno tendrá los mismos puntos de referencia que para sus padres. La lengua nose mantendrá y la integración al ámbito institucional tampoco será válida paraanalizar la permanencia de rasgos culturales de identificación étnica.
- La identificación cultural de las nuevas generaciones con Galicia tambiéndebemos rastrearla en el ámbito cotidiano y familiar, donde se transmiten ras-gos culturales, debido más a un proceso inconsciente que a una tarea volun-taria y estructurada de transmisión.
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El presente trabajo gira en torno a varios temas que siguen un cierto orden tem-poral: los antecedentes, es decir su vida en Galicia, y los factores por los cuales debióemigrar al Río de la Plata. La llegada y los primeros años en la región. Su permanenciae integración y, por ultimo, su situación actual y las perspectivas de futuro. Dentro deesas perspectivas, introducimos el análisis de los descendientes de gallegos de primerageneración porque, a través de los mismos, podremos evaluar cómo se identifican lasnuevas generaciones con la cultura familiar y si ésta se mantiene en el tiempo
Esta investigación pretende dar a conocer la comunidad emigrada, tanto a laregión de acogida como a Galicia: para que la primera tome conciencia de los diferentesaportes recibidos y que sepan que su esencia está conformada por un mosaico de inmi-grantes que gestaron una nueva vida en la región; y para que la segunda no pierda lamemoria, y recuerde que es un país de emigrantes en el que las bases están asentadas alotro lado del océano.
Las conclusiones del presente trabajo las considero válidas para mi investigación,dado que pienso que no existen conclusiones definitivas, sino que siempre tienen queestar abiertas a ser corroboradas o refutadas en nuevos estudios.
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2.1. LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA EN GENERAL Y GALLEGA ENPARTICULAR(*)
La emigración propiamente dicha comienza en el siglo XVIII: primero hacia otraspartes de España, como Andalucía y Castilla; más tarde a Portugal y posteriormentehacia América. Desde el punto de vista legal, se crearon disposiciones que permitían ofrenaban la emigración, acordes con las realidades vividas tanto en el país emisor comoen los receptores
Hasta el siglo XIX, se tomaron medidas legales para frenar la emigración, pero apartir del año 1850 comenzó la política emigratoria del Estado español, levantándose asílas prohibiciones. Por su parte, los estados americanos liberalizaron sus constituciones,facilitando la entrada de inmigrantes.
Los desplazamientos se han dado en tres direcciones:hacia el Norte de África,desde 1830 hasta finales de siglo; a ultramar, de finales del siglo XIX a mediados del XXy, por último, la corriente europea. Hasta el año 60, fue Portugal el principal destino, yluego los países industrializados de la Europa occidental.
2.1.1. LA EMIGRACIÓN HACIA EL NORTE DE ÁFRICA
La emigración hacia el Norte de África fue fundamentalmente hacia Argelia. Losresidentes españoles aumentaron con el transcurso del siglo:
En 1841 había 10.000 personas en 1881 unas 115.000 y hacia1900, 160.000 (Puyol Antolín, R., 56:1990)
La emigración hacia Argelia fue exclusivamente mediterránea de alicantinos,murcianos, almerienses y de las islas Baleares. Sus puntos de destino, Oran y Argel. Es
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CAPÍTULO 2
LA EMIGRACIÓN GALLEGA
(*) La Población de Rafael Puyol Antolín.Editorial Síntesis. Madrid, año 1990.
una emigración de hombres jóvenes, dedicados fundamentalmente a la agricultura. Unavez en el lugar de acogida, desempeñarán las tareas más duras: los hombres en el campo,y las mujeres en el servicio doméstico. Pocos pudieron acceder a la propiedad de la tie-rra; en su mayor parte, estaba constituida por peones mal remunerados. Por ello, la emi-gración argelina tuvo poca importancia como factor de desarrollo de las áreas emisoras.
2.1.2. LA EMIGRACIÓN HACIA ULTRAMAR
Podemos distinguir tres etapas:
A) De 1853 a 1940
B) De 1940 a 1960
C) De 1960 a 1985.
A) Primera Etapa (1853-1940)
Si bien la emigración de estos años fue abundante, es difícil de cuantificar. “Entre1882 y 1896 se registraron 360.000 emigrantes; luego los retornos provocados por la pérdidade las colonias (unos 150.000 registrados) redujeron el saldo negativo de 1882-1900 a unas216.000 personas”. ( Puyol Antolín, R., 58: 1990).
En el siglo XIX comienza la salida masiva hacia América, especialmente haciaCuba, donde la presencia gallega tuvo su máximo esplendor. La emigración de este perí-odo fue de hombres jóvenes, circunstancia favorable para la zona receptora, porque querepresentó un aporte demográfico y una fuerza laboral de gran relevancia. En cambio,para Galicia, si bien tuvo un aspecto positivo, que fue la posibilidad de tener metálicopara comprar sus tierras,( y así hacer realidad la Ley de Redención de Foros, promulgadapor Primo de Rivera en 1926), representó una verdadera sangría de sus hombres jóvenes,hizo descender la natalidad y conllevó al envejecimiento de la población. La poetisagallega Rosalía de Castro (Santiago, 1837 +Padrón 1885) en su poema ¡Pra Habana!refleja la situación del pueblo gallego ante la realidad de la emigración:
“Galicia, sen homes quedasque te poidan traballar.Tés, en cambio, orfos e orfase campos de soledad,e nais que non teñen fillose fillos que non teñen pais.E tés corazóns que sufrenlongas ausencias mortais.Viudas de vivos e mortosque ninguén consolará “.
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A principios del siglo XX, la emigración tomó otros derroteros, ya que aumentóla salida hacia América del Sur. Sin embargo, pocas veces se habla de la emigraciónhacia Nueva York, lugar codiciado entonces por la fortaleza de su moneda, pero descar-tado también por las dificultades que debían sortear.
“Era unha aventura ser emigrante. En Fontán, todos os homeseran, de cincuenta anos para arriba, e de vinte para abaixo. Osdemáis todos emigraban. Non había homes para ir o mar. Habíacasas onde iba a muller a pescar. En Carnuedo, unha aldea depescadores, era o sitio onde máis luto se vestía, e máis viudashabía, dos homes que iban a Nova York, e morrían alá, ou viñanenfermos a morir na terra. Polos anos vinte, a explotación foi bru-tal. Voltaban tuberculosos, e como non había medios para comba-tir a enfermedade, chegaban a Galicia e barrían tamén coa fami-lia”. (Entrevista a Ricardo Flores. Buenos Aires, marzo 1994.)
A partir del siglo XX, crece substancialmente el número de emigrantes hasta laPrimera Guerra Mundial, periodo en que aumentan los retornos. Por esos años, los emi-grantes salían sobre todo hacia Francia. La emigración volvió a tener su auge en los añosveinte, hasta la crisis del 29, y después de ésta, hasta la guerra civil española
A consecuencia de la crisis, los países americanos frenan sus entradas; así en elaño 1932 se publican disposiciones legales restringiendo la entrada.
En Uruguay, por ejemplo, se impone la “Ley de Indeseables”, que marcó un perío-do de recelo oficial hacia los inmigrantes, consecuencia de la crisis y de los “criterios xenó-fobos que los gobiernos autoritarios de la década de los 30 expresaron en el Río de la Plata”.(Zubillaga, C., 1993). Ese mismo año, otros países siguen la misma política: Perú,Venezuela y Bolivia. En 1933, El Salvador y Colombia y al año siguiente, Honduras yBrasil. A pesar de esto, la recepción de emigrantes gallegos no se cortó totalmente: sibien las medidas restrictivas detuvieron la entrada masiva, siempre contemplaron la deagricultores que, con su trabajo, ayudaran a superar la crisis.
En esta primera etapa, los emigrantes se dirigen fundamentalmente haciaArgentina, Cuba, Brasil, México y Uruguay. Es una corriente eminentemente atlánticaconstituida por: gallegos, asturianos y canarios. En la emigración hacia ultramar tambiénpredominan varones dedicados fundamentalmente a faenas agrarias, pero su carácterestable y sus mayores posibilidades económicas incrementan la salida de mujeres.
B) Segunda Etapa (1940-1960)
Hacia los años 1934 y 1935 el flujo migratorio retomó fuerzas, pero nuevamente secortó con la Guerra Civil española (1936-1939) y durante la Segunda Guerra Mundial(1940-1945). Los emigrantes que salieron por esos años fueron los exiliados políticos,
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quienes escogerían destinos provisorios en otros países europeos, como Francia, para luegosalir hacia América, especialmente a México, Argentina y posteriormente hacia Uruguay.
La llegada a México de un gran grupo de exiliados políticos marcó su impronta en lasociedad y cultura mexicanas, que hoy día cuenta con una población de 32.342 españoles.
Después de la segunda Guerra Mundial se reinicia la emigración. En el año 1946se restablece la ley que promulgaba la salida libre del país. Pero el auge emigratorio ven-drá en la década del cincuenta. A partir de esos años, con el cambio de actitud de losEstados Unidos y la revocación de los acuerdos de la ONU, la situación varía substan-cialmente. Las salidas serán menores. Ya no serán corrientes pobladoras sino que consti-tuirá una emigración económica. “Los países Iberoamericanos introdujeron cambios sustan-ciales en su política inmigratoria, reduciendo el número de entradas y seleccionando aquellaspersonas cuyos oficios o especial calificación contribuyesen mejor al desarrollo económico ysocial de los países que los acogían. En esta línea se inscriben las leyes sobre la emigración deBrasil, Uruguay, Colombia, Ecuador, Paraguay., Venezuela, Argentina, etc.; y fue precisa-mente este carácter selectivo de la inmigración lo que motivó la reducción numérica de lacorriente española”. (Puyol Antolín,R., 62:1990).
C) Tercera Etapa (1961-1985)
Durante este período, la emigración a ultramar se reducesignificativamente.También se experimentan cambios en los sitios de destino y los luga-res de origen, así como en la estructura demográfica y profesional de los emigrantes.Adquiere importancia la emigración hacia Australia, EE.UU y Canadá.
La emigración hacia Australia comienza a principios del siglo XX, pero tiene suauge a partir de 1958. “Entre 1945 y 1985 acudieron unos 25.000 emigrantes, en su mayo-ría obreros agrícolas, trabajadores industriales y empleados para los servicios urbanos o domés-ticos”. (Puyol Antolín, R., 64:1990).
Respecto a EEUU, siempre ha sido una emigración modesta, en favor de los paíseslatinoamericanos. Primero, por las restricciones impuestas por las leyes de “quotas” y luegopor el sistema de los “certificados de trabajo” (1965). En total entre 1962 y 1985, salieronhacia los Estados Unidos más o menos unos10.000 españoles. Algo similar sucede con laemigración hacia el Canadá “La preferencia por los anglosajones o franceses, el carácter selec-tivo de la inmigración (profesionales ‚ técnicos, trabajadores especializados), y el desconocimien-to de las posibilidades que ofrece el país, junto con la escasa tradición anterior, han reducido lacorriente de los últimos 35 años a poco más de 9.000 emigrantes con una media anual de unas265 personas (menos de 100 a finales de los años setenta). (Puyol Antolín., 64:1990).
Hacia la segunda mitad de los años setenta, algunos emigrantes eligieron comodestino los países árabes exportadores de petróleo. Se trata de una emigración no muycuantiosa, pero con cierto nivel de calificación. Durante los primeros cinco años de la
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década de los ochenta, partieron hacia Argelia, Arabia Saudita, Iraq y Libia unos quin-ce mil españoles.
Galicia sigue siendo la principal región de salida de emigrantes, seguida deCanarias. Por estos años Asturias pierde importancia y la ganan Madrid y Barcelona.
Las características de la emigración de estos años ha tenido algunas variaciones:como consecuencia de la reagrupación familiar aumenta la presencia de la mujer y deniños menores de 15 años. Disminuye sensiblemente la población agrícola, que es supe-rada por los trabajadores industriales, por los profesionales y técnicos.
En los años sesenta, la decadencia de los Estados americanos hizo que la emigra-ción hacia esos países descendiera hasta hacerse nula, a excepción de Venezuela, quetuvo su auge en la década del setenta como consecuencia del boom del petróleo.
A partir de los años sesenta, la situación de España en general y de Galicia en par-ticular no había mejorado lo suficiente como para que su gente tuviera buenas perspec-tivas. Por ese entonces, los emigrantes emprendieron viaje hacia otros países europeos.
Hacia finales de los años setenta y principios de los ochenta, las características semodifican y se vuelve a acentuar el carácter económico de la emigración. Entre 1980-1985, vuelven a predominar los varones en edades activas. “Se trata fundamentalmente detrabajadores industriales especializados y de profesionales y ‚ técnicos de elevado nivel deCualificación”. (Puyol Antolín, R., 1990).
2.1.3. LA CORRIENTE EUROPEA
Hacia finales de la década de los cincuenta, las repúblicas americanas, focos demayor inmigración, comienzan su decadencia. A consecuencia, se convertirán en cen-tros de expulsión de gente, en vez de ser (como en décadas anteriores) núcleos de atrac-ción. “Hacer la América” sólo era una utopía que pertenecía al pasado
Las condiciones de España eran difíciles. La victoria de los aliados de la SegundaGuerra Mundial y el bloqueo decretado por la O.N.U. (1946) a España acarrean conse-cuencias negativas: incremento del paro, inflación, depreciación de la peseta, etc.
Hasta después de la Segunda Guerra Mundial, la emigración española se dirigehacia Francia y Portugal. “El censo francés de 1851 contabiliza unos 30.000 españoles, queaumentan a más de 80.000 en el de 1901 debido a la pérdida de las colonias.”.” desde comien-zos de 1916 a marzo de 1918, el saldo neto de emigrantes españoles fue de casi 115.000 per-sonas (sin contar la emigración clandestina)”. Los emigrantes de esta época corresponden aagricultores levantinos, que no sólo se instalaron en las zonas fronterizas, sino en otrasregiones del país. (Puyol Antolín, R.,1990:67.)
Después de la Primera Guerra Mundial, se producen numerosos retornos, peroposteriormente se reanudan las salidas. En consonancia con algunos acontecimientos
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generales, como la crisis del 29, y la Guerra Civil española, las salidas disminuyen oaumentan. Luego, llegarán los refugiados de la posguerra. En 1936 había unos 250.000españoles en Francia; después de la contienda fratricida, esta cifra se elevó a 800.000 per-sonas. Durante la Segunda Guerra Mundial, la emigración se corta y se reanudará a par-tir del año 1952.
Durante la posguerra mundial, la situación económica de Europa es crítica.Comienza un período de reconstrucción con el apoyo de Estados Unidos, que generó unafuerte expansión económica y un sensible aumento de los empleos.”Sin embargo, las posi-bilidades de cubrirlos en cada país con trabajadores nacionales eran escasas debido a dos cir-cunstancias: el débil crecimiento que la población europea había experimentado durante las déca-das de los treinta y cuarenta y la pérdida de vidas humanas que la guerra había ocasionado. Eldesequilibrio entre la oferta y la demanda de empleo hizo necesario recurrir a una mano de obraextranjera para cubrir los puestos de trabajo que, por su mayor dureza, peligrosidad o peor remu-neración, no eran ocupados por los trabajadores autóctonos. Los trabajadores reclutados fueroncasi exclusivamente de países mediterrráneos, donde el crecimiento demográfico era mayor, laindustrialización más reducida y la situación agraria de muchas regiones lamentable”. (PuyolAntolín, R., 68:1990).
Respecto a España, a esos factores de atracción se sumaron otros de expulsióncomo el fuerte crecimiento demográfico, el exceso de población agraria, y las conse-cuencias del Plan de Estabilización Agraria de 1959. La emigración de estos años tam-bién es una emigración agraria, pero se diferencia de las anteriores porque afecta a casitodo el país.
La emigración hacia Europa tiene sus altibajos: tiene un carácter alcista hasta1964; luego se ve afectada por la crisis europea, y aumentan los retornos. Se reanudahacia el año 1968, y vuelve a bajar a partir de 1974, como consecuencia de los desajus-tes económicos provocados por la crisis energética.
La emigración española hacia Europa es de tres clases:
- permanente- emigrantes con contratos por un año o más
- temporal- emigrantes con contratos superiores a tres meses e inferiores a unaño
- de temporada- con contratos iguales o inferiores a tres meses
En general, toda España ha participado en mayor o menor medida de la emigra-ción permanente. Andalucía y Galicia son las que ocupan el primer puesto, seguidas amayor distancia por Castilla-León, la Comunidad Valenciana y Extremadura.
“Por países de destino, Francia, Alemania y Suiza absorbieron la mayoría. Entre 1957 y1964, Francia, hacia donde la emigración clandestina se realiza con más facilidad, recibió elmayor volumen de emigrantes. Posteriormente, durante el resto de los años sesenta, se intensificó
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la emigración hacia Suiza y, sobre todo, Alemania, que se convirtió en el principal país receptor.A partir de los años setenta, Alemania es desbancada por Suiza, que desde entonces se ha man-tenido como principal destino de la emigración permanente y, sobre todo, de latemporal”.”Naturalmente, si la emigración permanente y temporal añadimos la de temporada,Francia pasa a ocupar el primer lugar como país de acogida de emigrantes españoles”. (PuyolAntolín, R., 72-73: 1990).
La emigración permanente a Europa se ha caracterizado por estar compuesta en sumayoría por varones adultos jóvenes, que antes de su salida integraba el peonaje agrario,industrial y de la construcción, y con un marcado carácter laboral.
Si hacemos un balance sobre la participación de las distintas comunidades autóno-mas, nos encontramos con que las de mayor emigración son: Andalucía, Galicia, Castilla-León, Extremadura y Castilla-La Mancha. En cambio, en otras zonas como Cataluña,Madrid y la Comunidad Valenciana el saldo es positivo. Por lo general, los emigrantesretornan a aquellas comunidades donde están las ciudades importantes y poseen los nive-les de industrialización más altos y un gran desarrollo turístico. En un primer momento, elemigrante elige aquellos lugares donde puede encontrar con mayor facilidad trabajo oinvertir mejor sus ahorros. Más adelante, sí retornan a sus lugares de procedencia. Lo ante-riormente expuesto, más el hecho de que las remesas de los emigrantes no se invertían enlos lugares de origen, también reforzó los desequilibrios económicos interregionales.
2.2 LA EMIGRACIÓN HACIA AMÉRICA Y HACIA EUROPA. CASO ESPECIFICO: GALICIA.
La emigración hacia Europa y América tiene causas comunes pero aspectos quelas diferencian. En primer lugar, la emigración americana es mucho más antigua y demayor duración en el tiempo, mientras que la europea es más reciente y breve.
Francisco Durán Villa distingue dos etapas de la emigración gallega hacia Europa:la primera, desde el año 1962 hasta la crisis de 1973; y la segunda desde 1973 hasta el 1de enero de 1986, con la incorporación de España en la Comunidad Económica Europea,en base a la libre movilidad de mano de obra, como se establece el Tratado de Roma.
Otro factor que las diferencia son los Acuerdos bilaterales que se establecen con elresto de Europa. “.nos encontramos a partir de estos momentos con un movimiento dirigido deno-minado en términos legales “emigración asistida”. También por primera vez el Derecho Migratoriose antepone a las salidas masivas y no ser codificado a posteriori como ocurrió durante la etapa ame-ricana”. (Durán Villa, F.R., 186:1989).
Si observamos los diferentes elementos que intervinieron en la integración de losgallegos, tanto en Europa como en América, nos encontramos con un punto en común:era gente de origen rural que, tanto en América como en Europa, se instalan en zonas
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urbanas, con estrategias y medios de subsistencia opuestos a los de su lugar natal. Sinembargo, la situación para ambas emigraciones en los hechos fue muy diferente: los queemigraron a América se encontraron con rasgos culturales compartidos, unas sólidas raí-ces españolas, con las mismas diferencias que podía haber en Galicia, y su eterna dico-tomía gallego-española. Si bien en América emigraban a zonas urbanas, éstas eran sub-desarrolladas, lo que hacía que el impacto no fuera tan brusco, y la integración más fácil.Los que salieron hacia Europa, se toparon con barreras culturales e idiomáticas que con-dicionaron duramente su inserción
A su vez, debemos evaluar la forma de acogida. En el caso de América, la apertu-ra hacia el inmigrante ha sido mayor, con algunas restricciones, como las vividas a con-secuencia de la crisis del 29, pero no cerraron totalmente sus puertas. Las poblacionesamericanas, y sobretodo las rioplatenses, están formadas por inmigrantes, y sus gobiernosserán flexibles a la hora de acoger gente del otro lado del mar. Una vez que el emigran-te se establecía en América‚ por los sistemas informales de empleo establecidos por lospropios gallegos, llegaban con grandes perspectivas de integrarse al mercado laboral: contotal movilidad, y posibilidades de ascenso económico. Como veremos más adelante, elemigrante llegaba mediante el reclamo de un familiar o un vecino que le consigue unpuesto de trabajo; con los años, pasa de empleado a poder independizarse y ser dueño deun negocio propio y, a su vez, reinicia la cadena: reclama a Galicia, o busca en América‚otros paisanos que le ayuden con su trabajo.
Los gallegos que emigraron a Europa encontraron grandes dificultades para inte-grarse con igualdad de condiciones que los nativos en el mercado laboral, sobre todo,antes que España se integrara a la Comunidad Económica Europea. Los emigrantes nocomunitarios tenían un estatus diferente al resto de los trabajadores: contratación por unaño, renovable o no, de acuerdo con las necesidades del país; leyes de deportación indis-criminadas; formación de ghettos laborales; negación al derecho de asociación; exclusiónen la vida política del país de acogida; policía de extranjeros; falta de acuerdos bilatera-les de seguridad social; hostilidad en periodos de crisis. (Mondéjar‚ P.,1977).
Bajo estas circunstancias, los inmigrantes, considerados como ciudadanos desegunda, quedaban abandonados al mercado negro de trabajo, desasistidos y explotados.Ejemplo claro de esta realidad es el caso de Inglaterra, país que se ha caracterizado por laclandestinidad de sus inmigrantes: “A partir de 1961 se registran cifras de entrada de 8.000y hasta 11.000 españoles anuales, mientras que la emigración asistida por las autoridades espa-ñolas era de 732 o 1.968 anuales. El resto llegaba a Inglaterra absolutamente desasistida.” “Elemigrante español en el Reino Unido ha vivido siempre aislado, desinformado, desasistido,explotado, pluriempleado y solo”. (Monasor, P. 1988)
El emigrante en Europa debió superar muchas barreras: el enfrentamiento cultu-ral, la discriminación laboral y, como consecuencia de ésta última, la socioeconómica. Aestas problemáticas se sumaron las acciones concretas. En los años setenta, los países
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europeos comienzan a atravesar dificultades económicas, y ante el fantasma del desem-pleo, se promulgan nuevas leyes de inmigración, como la Inmigration Act.1971 enInglaterra, la Ley Bonet en Francia (1980), la Rolin en Bélgica y la Ley de trabajos de obre-ros extranjeros en Holanda, ambas del mismo año, (1980).
La situación fue simplificada: la salida estaba en reducir la presencia de extranje-ros. Algunos grupos y políticos esgrimieron este manido argumento demagógico paraobtener votos: podemos destacar los intentos del Partido Acción Nacional, que ha lle-vado a referéndum la propuesta de reducir la presencia extranjera en Suiza, o el caso enFrancia de Jacques Chirac, o el Ministro del Interior de la antigua Alemania Federal,Friedrich Zimmermann (1984), quien intentó rebajar la tasa de edad de la reagrupaciónfamiliar de los hijos de emigrantes,de los 16 a 6 años de edad. (Esteller,J.,1985).
En la década de los sesenta la reagrupación familiar fue muy difícil, por una seriede trabas impuestas tanto por los países emisores como por los receptores. “Para los pri-meros la marcha de la familia suponía el cese del envío del denominado “giro del emigrante” ypor consiguiente un descenso de las reservas de divisas. En el otro extremo, los países recepto-res lo impedían con el fin de evitar el establecimiento definitivo sobre sus territorios de los tra-bajadores extranjeros, debido al elevado costo económico y social que ello suponía”.(Durán Villa, F., 189: 1989).
La situación de los gallegos que emigraron a Europa fue mucho más dura que aque-lla vivida por los que emigraron hacia América: la disparidad cultural, la discriminaciónde que fueron objeto, las disposiciones legales que hacían difícil la reagrupación familiarllevaban al emigrante a vivir aislado y solo. Como consecuencia, se crearon barrios deespañoles y otros extranjeros, ghettos que, junto con las instituciones españolas, constitu-yeron un refugio donde mitigar la morriña.
Tradicionalmente, tanto la emigración gallega que fue hacia América como aEuropa, fue de mano de obra. Una vez establecidos en el lugar de acogida se incorpora-ron al área de servicios: bares, restaurantes, panaderías, hostelería que, junto con el ser-vicio doméstico para la mujer, son las tareas más frecuentes. En este punto, debemos con-siderar un hecho diferencial importante: en Europa el inmigrante llega para cubrir lanecesidad de mano de obra; en cambio en América‚ al ser las legislaciones mucho másflexibles, se les permite acceder a la propiedad de inmuebles. Con esto no queremos decirque en los países europeos los gallegos no hayan tenido acceso a la compra de inmueblescomerciales, sino que al ser las legislaciones más estrictas, el éxito comercial fue más difí-cil. Como consecuencia padeció una marginación socioeconómica, que en el caso de lamujer será mayor, ya que a las circunstancias vividas por el hombre se suma la discrimi-nación de género.
“El choque cultural, el desconocimiento de la lengua y la hostilidad ambiental, llevan alas mujeres a encerrarse aún más, a mantener contra viento y marea las costumbres, las for-
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mas de pensar españolas. En ese afán de mantener íntegramente los valores aprendidos, educaa sus hijos convencida de que la estancia en el extranjero va a ser por pocos años. No se preo-cupa de conocer la sociedad en que está, y sobre todo, en la que sus hijos se están educando.Por otra parte, las ideas a las que la mujer se siente atada han cambiado también, en muchoscasos en España. La distancia no le ha permitido vivir esa evolución y en la emigración la rela-ción padres hijos es especialmente dura por la mentalidad excesivamente conservadora de lospadres, mentalidad que ya ha dejado de existir en España”. (Portero, B., 1985).
Estas circunstancias hacen muy difícil la incorporación a la nueva sociedad.Además, la cercanía de España hace que se tenga un contacto mayor y más directo consu lugar de origen. Por otra parte, la evolución y popularización de los medios de comu-nicación ha permitido una mayor fluidez en los contactos.
La situación de los hijos de emigrantes europeos es más compleja que la de los queemigraron hacia América. En el caso de los que salieron hacia Europa, hubo dos situa-ciones distintas: por una parte, aquellos cuyos hijos nacieron en Galicia y decidieronemigrar solos; esos niños quedaron, muchas veces, al cuidado de sus abuelos, y permane-cieron en Galicia por muchos años. Un segundo grupo es aquel que nació en el país deacogida. Estos niños se incorporaron al medio con una perfecta competencia socio-lin-güística, siendo los intermediarios entre sus padres y el nuevo medio.
El emigrante europeo tiene un fuerte deseo de volver. La idea básica es emigrar,obtener dinero y retornar. Aquellos cuyos hijos nacieron en Galicia lo tienen más fácilque aquellos otros que nacieron en el nuevo país. La solución es retornar antes de quesea demasiado tarde. En general, los hijos de emigrantes actúan como intermediarios yayudan a sus padres a la integración al medio. Pero a su vez, como los lazos de estos sonmás fuertes con la nueva tierra, “atan” a sus padres y hacen más difícil el retorno, situa-ción que en el caso de los que están en América es muy clara.
Las circunstancias vividas por los gallegos que emigraron a Europa influyeron deforma negativa en su integración. En la actualidad, con la incorporación de España a laComunidad Económica Europea con plenos derechos, ha mejorado la situación de susemigrantes, pero tuvieron que pasar dos décadas para que se contemplaran aspectos bási-cos como las pensiones y la seguridad social. Con el paso del tiempo, España le fueganando terreno a Europa, con hechos como la firma del Acta Única Europea (1987) ;a partir de 1992 se llegó a una Europa sin fronteras. Esta igualdad se ha concretado, porejemplo, con el acuerdo que se firmó con Suiza, en el que se contempla la situación delos 120.000 españoles que viven allí (en su mayoría gallegos), o las mejoras que se tra-ducen en la reducción de diez a cinco años para la obtención del permiso de residentedefinitivo, permiso que posibilita el cambio de residencia, empresa, profesión. Tambiénse contempla la posibilidad de ser un trabajador independiente, hecho que permite lamovilidad laboral y el ascenso económico. Respecto a la reagrupación familiar se pasa de18 a 20 años. (Piera y Ortega, 1989).
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Si bien las circunstancias han mejorado, la idea del retorno siempre está presen-te; ejemplo claro es la inversión en propiedades y las remesas de dinero con miras alregreso. En el año 1985, la empresa DATA hizo una encuesta entre dos mil españolesresidentes en Alemania, Bélgica, Francia, Holanda y Reino Unido, de la que se obtu-vieron algunos datos reveladores: “. el 64% piensa volver definitivamente; de ellos, un 50%tiene ya piso en España, y un 44% envía dinero habitualmente con la idea de retornar”.(Portero, B.,1986). En el caso de los que emigraron hacia América‚ si bien se han dadoretornos, en su mayoría han permanecido en el lugar de acogida y ya no piensan volver.
Por último, debemos señalar que “ Desde un punto de vista demográfico, la emigra-ción gallega a Europa supuso una pérdida poblacional de 333.588 personas entre 1962 y 1985(valor que casi se duplicaría si pudiésemos, contabilizar la emigración clandestina.)”(Durán Villa, F, 190:1989).
En el caso de la emigración gallega hacia América‚ esto se acentúa por la pro-longación en el tiempo: entre 1860 y 1970, emigraron 1.200.000 personas. En ambasemigraciones salían adultos jóvenes, “contribuyendo decisivamente al incremento del índicede envejecimiento en Galicia, privándola al mismo tiempo de una población potencialmenteactiva que hubiese sido necesaria para dinamizar su desarrollo”(Durán Villa, F., 1989).
En los años sesenta, la emigración gallega ha sido considerada el Plan Marshall dela economía española. Las remesas enviadas por los emigrantes han contribuido al desa-rrollo del país.”Sin embargo, al haber sido los grandes bancos españoles con sede en Madrid yen el País Vasco los canalizadores de estas transferencias, este capital fue drenado hacia los polosmás desarrollados del Estado en busca de unos mayores beneficios. Actualmente a pesar de lalabor efectuada por la Xunta de Galicia y de las tentativas de las entidades bancarias gallegaspara poder captar el ahorro del emigrante, los resultados no son satisfactorios (refiriéndose a losde Europa,) debido al alto grado de consolidación de estas comunidades en los países de aco-gida”. (Durán Villa, F., 191:1989). Por último debemos señalar que la emigracióngallega, en general, tanto hacia América como hacia Europa, no sólo tiene consecuen-cias en el terreno socioeconómico. Si evaluamos la diáspora a ambos continentes, ade-más de los aspectos señalados, nos encontramos con que la americana constituye unfenómeno de características peculiares por su duración, intensidad e impacto en el tiem-po: quizá un fenómeno sin precedentes el que debemos tener en cuenta a la hora del aná-lisis antropológico, antes de que se transforme definitivamente en un hecho histórico.
Durante dos siglos, el sino de los españoles ha sido emigrar. Partían con la idea dehacer dinero y volver. Los menos, lo consiguieron; en su mayoría han permanecido ensus lugares de acogida.
La emigración conlleva una serie de peripecias personales, y todas esas historiasindividuales importan porque sin ellas, no podríamos explicar lo que es España hoy día.Tanto los países receptores como el emisor, tienen una deuda histórica con ellos. Desde
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los primeros “aventureros” que iban a “hacer la América” a aquellos otros que eligieronEuropa como destino, todos tienen una historia que contar. A través de los propios pro-tagonistas, podremos desentrañar el hecho antropológico de la emigración.
Dentro de los pueblos de España, Galicia es la región emigrante por excelencia.Gallegos hay en todas partes del mundo. La “morriña” que siente todo emigrante es galle-ga. Prácticamente,no existe en Galicia quien no tenga, o haya tenido, familia enAmérica, en algún lugar de Europa o quizás disperso por España. Trataremos de desen-trañar la emigración gallega mediante el doble ejercicio de entendimiento a través de larutina científica y el sentimiento que conlleva participar del fenómeno a estudiar.
EMIGRACIÓN ESPAÑOLADISTRIBUCIÓN POR CONTINENTES DE DESTINO
AÑOS 1900-1990
AÑOS EMIGRACIÓN AMÉRICA EUROPA ÁFRICA ASIA - TOTAL PERÍODO OCEANÍA
1900 396.183 276.839 7.257 81.300 30.787
1910 713.055 586.934 11.938 110.059 4.124
1920 433.878 401.069 11.499 40.011 1.299
1930 376.340 302.725 8.328 64.253 1.034
1940 33.099 18.516 5.210 9.238 135
1945 66.242 16.040 660 49.542 —
1950 191.075 135.487 7.457 47.902 228
1955 379.089 272.782 6.894 99.216 197
1960 269.950 226.338 30.132 11.753 1.727
1965 518.873 125.445 384.632 1.235 7.561
1970 400.280 48.457 347.455 102 4.266
1975 412.039 21.497 385.220 67 4.255
1980 80.251 11.364 62.537 1.525 4.825
1990 78.925 3.924 71.156 2.645 1.200
Fuente: INE Inst. Geográfico, Ministerio de Trabajo y SS.(Elabora la D.G. deMigraciones).Anuario de Migraciones. 1995. Ministerio de Asuntos SocialesDirección General de Migraciones. España, 1996.
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POBLACIÓN ESPAÑOLA EN EL MUNDORESUMEN GENERAL POR CONTINENTES
EUROPA Comunidad Económica Europea .....................................647.489Resto de Europa ...............................................................137.443 Total : ...............................................................................784.932
AMÉRICA América del Norte ...........................................................163.202 América Central ................................................................40.901América del Sur ...............................................................721.473 Total: ................................................................................925.576
ÁFRICA Total: ..................................................................................17.523
ASIA Total: ....................................................................................5.040
OCEANÍA Total: ..................................................................................15.213
TOTAL GENERAL .........................................................................1.748.284
Los datos corresponden a los residentes españoles que, tanto como trabajadores o población noactiva, viven habitualmente en países extranjeros. Fuente: Instituto Español deEmigración.Agenda 1990. Edición Decimocuarta. Ministerio deTrabajo y Seguridad Social.Dirección General del Instituto Español de Emigración. Madrid, 1990.
España y sus Comunidades Autónomas. Durante dos siglos el sino de los españoles fue emigrar.En la etapa del Descubrimiento, Conquista y Colonización, el primer puesto lo ocuparon anda-luces y extremeños. Cuando comienza la emigración los gallegos fueron los protagonistas
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Galicia es la comunidad emigrante porexcelencia. Entre 1860 y 1970, salieron1.200.000 personas.
2.3. CARACTERES GENERALES DE GALICIA Y SU PUEBLO.
Galicia debe su nombre a los romanos ( del latín “La Gallaetia”) ; está situada alNoroeste de España y la componen cuatro provincias: la Coruña, Lugo, Orense yPontevedra. Ocupa una extensión de 29.575 Km2. Su clima húmedo y la riqueza de su tie-rra propician una gran variedad en especies vegetales.
Entre su gran diversidad vegetal podemos citar algunas a las que el hombregallego da varios usos: como plantas medicinales la ruda, carqueja, hierbabuena; paracondimentar el perejil y el orégano. También son importantes sus árboles de preciadasmaderas como el, roble, castaño, pino laurel, etc. Dentro de las plantas alimenticias elmijo, el centeno, las patatas, las berzas, los nabos y la coliflor. Respecto a las frutas,aunque abundantes, se les da escasa consideración, exceptuando las castañas. La varie-dad y riqueza de los vegetales tiene su correspondencia en el mundo animal. (MariñoFerro, R.,1985.)
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Geográficamente, podemos distinguir dos Galicias: una interior, básicamente labra-dora y otra exterior, la marinera, que también cultiva la tierra. La relación hombre-mediotiene para el gallego un significado especial, como en todos los pueblos de origen rural. Peropara nuestro caso, tiene gran relevancia porque es en este medio donde se desarrolló la cul-tura tradicional gallega que llegó a América.
Para la alimentación se aprovecha la sardina, el jurel, la merluza, el bacalao. Secazan conejos, liebres y perdices. A estas fuentes de alimentos incorporamos otra funda-mental, la cría de animales, dentro de los cuales destacamos en primer lugar el ganadovacuno, que es muy abundante y al que se tiene gran aprecio. Las cortes del ganado por logeneral, están dentro de las casas. Se pastorean por las mañanas y por las tardes. En las cor-tes se les da hierba, paja, tojo, mazorcas de maíz, etc. De las vacas se aprovecha la carne, laleche, su estiércol para abonar las tierras y su cornamenta para tocar, guardar las piedras deafilar y para la defensa contra las brujas y el mal de ojo. (Mariño Ferro, X.R., 1985).
El cerdo es un animal muy importante, tanto por su cantidad como por su apro-vechamiento. Es la fuente básica de alimentación, ya que la carne de vaca o gallina seconsume fundamentalmente para las fiestas. La matanza del cerdo es una verdadera fies-ta, a la que se invita a los parientes y vecinos. Este ritual se repite en América. Muchasveces entre varios paisanos compran un cerdo, lo crían, y cuando se hace la matanza serecrea el ambiente vivido en su tierra. Se hacen también filloas y morcillas con la san-gre, y se extraen todos los productos que a lo largo del año se emplean en las comidastípicas del lugar de origen.
Por último, mencionaremos el grupo de animales que tiene menor relevancia yrequiere menos cuidados que los anteriores: las ovejas, cuya carne que por lo general sevende, y cuya piel se utiliza para alfombras. Los caballos son empleados como animalesde carga y transporte. De las cabras se aprovecha la carne que se vende en las ciudades.(Mariño Ferro X.R.,1985.)
Las aves de corral son animales familiares en la mayor parte de las cacasas. De estas,las más preciadas son los capones, gallos castrados que se ceban especialmente paraNavidad. Los campesinos no comen gallinas y tampoco sus huevos (*), sino que se vendeno se regalan para compromisos muy especiales con el médico o el sacerdote de la parroquia.
El tipo de alimentación básica gallega es la siguiente: al levantarse de madrugada,los hombres toman una copa de aguardiente con pan (a parva) y las mujeres leche conpan. Al salir el sol se hace “el almorzo”; si se hace en el campo, se come pan y tocino, obien chorizo, o jamón y vino. Si se va a la casa se toma caldo o leche con pan. Alrededorde las doce se almuerza (xantar); por lo general se toma caldo o sopa, y luego “cachelos”(patatas cocidas con la piel); fabas con unto, castañas, empanada, potaje, cocido. En lazona costera, se consumen pescados. Por la tarde se merienda pan con jamón, chorizo o
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(*) Debemos recordar que esta es la situación vivida tradicionalmente por los gallegos.
tocino. Para cenar, se aprovechan las sobras del mediodía y, en el caso de los niños y losancianos, es común tomar leche con sopas de pan. (Ibídem).
Al hacer referencia a la alimentación, no podemos olvidar que en los años de granescasez no se hacían completas todas las comidas anteriormente señaladas, e incluso(como veremos a través de nuestros testimonios) a veces los niños no tomaban leche ymucho menos huevos. Las comidas básicas del gallego son el caldo y el pan (en tiempospasados, pan de maíz ) y sus bebidas, el agua y el vino. El vino, por lo general no falta enninguna casa, costumbre que en muchos casos también trasladó a América.
Otro aspecto importante a tener en cuenta dentro de la cultura tradicional gallegason las tareas desempeñadas por los gallegos en su lugar de origen. Mariño Ferro nos hablade que una manera de repartir el trabajo es de acuerdo con la edad y el sexo. “Los hombreshacen los trabajos más duros: aran, cavan el monte para la estibada, siegan la hierba seca, mallan,cogen el tojo. Los hombres de la costa hacen esos trabajos aunque en en menor cantidad, y pes-can. Por otra parte las mujeres hacen la comida para la gente y para el ganado, lavan, cosen, cui-dan los niños, y ayudan en los trabajos de la tierra.Además, una mujer como un hombre, siesie-ga el trigo o el centeno, siega los cultivos y la hierba verde, etc.En resumen no parece que ningu-no de los dos sexos trabaje más que el otro”. (Mariño Ferro, X.R., 70:1985).
Esta última afirmación de Mariño Ferro nos parece un tanto simplista, dado queel trabajo de la mujer gallega campesina y marinera es igual que el del hombre, a lo quehay que sumar la tarea dentro de su hogar, descontando la labor que desempeñó duran-te los años de gran emigración cuando quedaba a cargo de su casa o aquellas que empren-dían la aventura hacia América.
Otra división del trabajo que distingue Mariño Ferro es por grupos de edad. Los niñosde tres o cuatro años acompañaban a los mayores a cuidar el ganado, y las niñas también enlas tareas domésticas. A partir de los cuatro o cinco años van delante de los carros o aradosy comienzan a ir al monte con el ganado; los jóvenes hacen los mismos trabajos que los losadultos. El niño gallego era una importante fuerza de trabajo y, como más adelante veremos,eso acarreará como consecuencia un elevado ausentismo escolar. A diferencia de la largaadolescencia que pasan los jóvenes hoy día, en la Galicia de aquellos años, a la hora de tra-bajar y ayudar en las casas, no se distinguían edades ni sexos y trabajaban todos a la par, asícomo también salían muy jóvenes a trabajar fuera de sus casas o rumbo a América.
En el trabajo participaban los miembros de una misma familia y casa, pero paratareas como segar el trigo o el centeno se llamaban a otros parientes e incluso vecinos.El vecino beneficiado queda obligado a dedevolver el favor con trabajo o con una comi-da. A veces se compensa con ambas cosas. Si esta costumbre la trasladamos a Américase puede observar como trabajo colectivo, la matanza del cerdo, para hacer vino, o cons-truir una casa.
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Hombres y mujeres comparten las fae-nas del campo, en una aldea ponteve-dresa de los años cuarenta.
2.3.1. GALICIA Y SUS REALIDADES
Un elemento que puede definir a Galicia es su continuo divorcio entre la realidadvivida por su pueblo y su situación respecto al resto de España. Podemos destacar que siem-pre ha habido un desconocimiento y falta de reconocimiento hacia la cultura tradicionalgallega, hecho que ha calado hondo en su pueblo. Para comprender esta situación, creo con-veniente efectuar un análisis sobre los diferentes aspectos que conforman la realidad gallega.
“Galicia es campesina y minifundista. Se calcula con razonable aproximación que400.000 familias agricultoras con un total de 2.200.000 almas trabajan en más de 15 millo-nes de pequeñas parcelas o leiras. El hijo mayor es el que hereda; los otros tienen por delante laalternativa del éxodo a la ciudado de la emigración transatlántica. Cada propietario es dueño deuna extensión promedial de 3 hectáreas y media. Y esta pequeña superficie no es unitaria; sehaya pulverizada en minúsculos predios, a veces bastante alejados los unos de los otros y sepa-rados celosamente por anchos límites de piedra. (Vidart,D., 26:1961). (*)
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(*) Estas afirmaciones son válidas para la época que reflejamos al describir los años de augeemigratorio. En la actualidad la situación ha cambiado. Según el Censo de 1991, la poblaciónrural apenas sobrepasa el 50%. Galicia deja de ser rural, para concentrarse en las zonas urba-nas, proceso que tender a intensificarse. (Fernández, M., 1998).
Ante esta situación se han buscado algunas soluciones: el Prof. Lisón Tolosana ensus investigaciones ha observado que “Desde antiguo se ha pretendido hacer frente a esta situa-ción a través de la millora: uno de los hijos hereda el tercio y el quinto, es decir siete quinceavosde todos los bienes paternos y maternos, hoy recibe el millorado aproximadamente 2/3 del habertotal. El 1/3 restante en el que también entra a partes iguales el millorado o casado en casa, sedivide entre los hermanos. Estos se ven obligados a emigrar o tomar un oficio y con frecuencia ven-den o arriendan su pequeño predio al casado en casa. Así el patrimonio familiar pasa muchas vecesintacto al millorado. Los derechos, deberes y tensiones que esta forma de herencia origina entrepadres e hijos por una parte y entre hermanos por otra, son la clave para entender ciertos com-portamientos en las aldeas gallegas. La tierra, sus usos y abusos, aflora una y otra vez en la estruc-tura social y en el sistema de valores y creencias.”(Lisón Tolosana, 21:1983).
Si hacemos un recorrido por el mundo rural gallego nos encontramos con que supoblación está bastante dispersa: no existen grandes concentraciones, sino varios gruposde casas, unas muy cerca de las otras. La casa gallega tiene una significación especial yalejada de nuestra realidad: es la unidad socioeconómica básica. Es, ante todo, una explo-tación agraria familiar, donde la fuerza de trabajo la compone la familia y la producciónestá orientada al autoconsumo. (Orjales Pita, M.,1975.) El grupo de parientes queviven en una misma casa forman una unidad; familia y casa pueden ser utilizados comosinónimos. La casa siempre se identifica con un nombre y, en general, llevará el del lina-je del dueño, que va a ser transmitido de generación en generación aunque aquella cam-bie de propietario. El gallego, en sus interrelaciones sociales con sus paisanos, se identi-fica por pertenecer a tal o cual casa y no por su nombre y apellido como sucede en lasáreas urbanas.
Un grupo importante de casas constituye una aldea, y un grupo de aldeas confor-man una parroquia. La parroquia es una unidad geográfica que, por su importancia, seconvierte en una unidad social; tiene dos denominaciones: una religiosa y otra secular.Se rige por consejos integrados por los cabezas de familias y en ella se desarrolla toda lavida social y religiosa del gallego. Toda aldea tiene su iglesia, su centro de reunión socialy su cementerio. En ella se nace, se crece y se muere. Las uniones matrimoniales se dancon una fuerte endogamia parroquial, lo que refuerza los lazos de vecindad. (MariñoFerro. X.R.,1985).
Toda parroquia tiene su santo patrón con su corrrespondiente fiesta patronal. Laparroquia tiene una dimensión muy importante, lo que Lisón Tolosana denomina su“principio integrador religioso”. “Parroquia equivale a territorio incluido bajo la jurisdicciónespiritual del sacerdote en su ministerio pastoral. Todos los feligreses oyen la voz del mismo pas-tor, se congregan y reciben los sacramentos en la misma iglesia, celebran las mismas fiestas
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patronales y reciben sepultura en el mismo cementerio.” Y respecto al sacerdote, la primeraautoridad de la parroquia nos dice: “A él acuden en sus enfermedades espirituales y a vecescorporales, le piden consejo, le consultan problemas y lo tienen como intermediario entre laparroquia y el mundo exterior. La representación colectiva negativa del mismo es fácilmentedetectable no sólo en el folklore, historietas y chistes, sino también, en la ordinaria conversa-ción. Pero aún en estos casos su palabra y consejo pesan”. (Lisón Tolosana C.,86-87:1983).
Las fiestas patronales, conjuntamente con la misa dominical, son las formas dedistracción del campesino gallego. En esas oportunidades se visten las mejores galas ytodos participan ; incluso por el hecho tradicional de construir la iglesia con su cemen-terio junto a los centros de reunión, los que ya no están entre los vivos son mudos testi-gos de las venturas y desventuras de la parroquia.
La importancia de la parroquia y la aldea trascienden el ámbito administrativodado que “La parroquia y la aldea no sólo tienen una dimensión geográfica sino que poseen unadimensión más profunda que refuerza las ligazones interiores de sus miembros: es el sentido decomunidad”. (La Voz de Galicia 4 de julio de 1981)
El sentido de vecindad tampoco es valorado de la misma forma, pues trasciende elámbito geográfico. Los lazos que los unen son muy estrechos- incluso los familiares- y semanifiestan en las tareas cotidianas, en los trabajos colectivos, ya sea para el bien comúno a favor de algún vecino que como ya hemos mencionado, luego retribuirá el favor.
A pesar de esta realidad, el Estado español no reconocía jurídicamente estas for-mas de autoadministración, generando una de las mayores disyuntivas que enfrentó elpueblo gallego: el divorcio entre la situación de hecho y la de derecho. Desde el puntode vista legal, reconocía el Ayuntamiento, el conjunto de parroquias, en cuya sede geo-gráfica se radican el médico, el farmaceútico‚ el veterinario y el secretario delAyuntamiento, grupo de hombres de cierta relevancia social y que, en general, no cuen-tan con la simpatía popular.
En los últimos años, a esta dualidad se suma otra problemática a nivel adminis-trativo nacional: la introducción de técnicos enviados por el Estado español. Estos téc-nicos, que trascienden el ámbito municipal, son personas que vienen de fuera y, por lotanto, no están consustanciadas con la realidad local. Como consecuencia, el mundorural tendrá tres tipos de administraciones: la espontánea de los vecinos, la municipal yla estatal a nivel local. Esto dificulta una buena acción administrativa porque, aunquelos objetivos pueden ser similares, se dispersan esfuerzos y provocan la desorientación deladministrado. (Nogueira, C.,1975).
Establecidos en este punto, podremos analizar la situación global gallega. SegúnXosé Manuel Beiras, hay dos realidades que se condicionan recíprocamente: la sociedadcampesina precapitalista y la sociedad industrial capitalista.
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La sociedad campesina precapitalista es la población mayoritaria gallega (80%),vive en el medio rural y es el sector productivo de la sociedad, pero es la consecuencia delas reglas de juego de la sociedad industrial capitalista. Esta última es un sector minoritariode la población gallega, vive el medio urbano, surge y subsiste por la sociedad campesina.
Tradicionalmente, Galicia careció de una fuerte burguesía que defendiera susintereses de clase. Los burgueses gallegos no estaban dentro de Galicia: su papel fuecubierto por europeos y por españoles de otras regiones que, como es lógico, no miraronpor los intereses de Galicia y su gente. El grupo social dominante, que vive en el mediourbano y marca las reglas de juego, da la espalda a la realidad gallega, con una falta totalde solidaridad para con el campesino y dependiendo absolutamente del poder centralespañol. Las relaciones no son bilaterales sino triangulares:
sociedad campesina- sociedad urbana- poder central
La función social de las clases localmente dominantes se ve mediatizada por esarelación global de dependencia que caracteriza la realidad socioeconómica de la Galiciade la Edad Moderna.
Otra de las disyuntivas que ha enfrentado el pueblo gallego es la oposición entrela educación formal y la no formal y el ámbito sociolingüístico.
En cuanto a la educación formal, es decir, la que se imparte de forma organizadapor los centros de enseñanza, era un tipo de enseñanza desajustada con su realidad. Notenía un fin educativo sino de simple instrucción, y transmitía valores que no correspon-dían al mundo rural gallego. En el niño, entonces, se producía una especie de frustración,porque, le enseñaban cosas que no eran útiles para su vida cotidiana y porque además, laenseñanza era en castellano, con libros de texto que no se ajustaban a sus intereses, lo cualproducía un desajuste sociolingüístico muy grande. Esto creaba en los niños un senti-miento de inseguridad hacia su propia cultura, reforzado por el hecho de que el maestro,cuya opinión es valorada y muy tenida en cuenta, le transmitía valores ajenos, que direc-ta o indirectamente le mostraban como únicamente válida la cultura urbana, y como len-gua socialmente reconocida, el castellano. A esto debemos sumar que en Galicia los niñoseran una importante fuerza de trabajo, causa principal del alto ausentismo escolar, lo queaunado a una mala alimentación se conjugó para que la instrucción formal del pueblogallego fuera ineficaz para el desarrollo de sus potencialidades. La situación actual de lalengua gallega es diferente a la vivida por sus inmigrantes: hoy día existe un plan de nor-malización lingüística y la enseñanza es bilingüe. Antes la realidad era otra pues había enGalicia dos mundos bien diferenciados: uno de origen rural, mayoritario, de habla gallegay otro minoritario, asentado en el medio urbano, de habla castellana La clase social domi-nante era la que imponía los valores culturales, lo socialmente bueno. Como consecuen-cia, la lengua gallega quedó relegada al uso doméstico‚ y fue una lengua de transmisiónoral, con una total falta de apoyo a nivel institucional. A pesar de esto, siempre fue la len-
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gua del pueblo gallego; pero con una mala instrucción en castellano es fácil prever la inco-rrecta competencia lingüística en ambas.
Para un pueblo al que le dicen que su lengua no vale, que su sistema administra-tivo no es reconocido, que no tiene quien defienda sus intereses y que viven tan aisladoy disperso como para tomar conciencia de su situación, la salida va a ser confiar su des-tino a fuerzas sobrenaturales que resuelvan sus problemas; mas sus urgencias cotidianastendrán como única salida la emigración.
2.3.2. EL SER GALLEGO
Para definir al gallego podemos recurrir al diccionario, donde se le cita como“natural de Galicia”. Pero esto, evidentemente, no alcanza para desentrañar al “ ser galle-go”, y para ello nos basaremos en el estudio efectuado por el Prof. Daniel Vidart sobre “elalma gallega”(Vidart,D.,1961).
Si cada uno de nosotros tuviera que describir al “ser gallego”, lo haría en base a tópi-cos creados por la sociedad en la que estamos inmersos, que a veces entran dentro de losestereotipos sociales, pero que muchas otras perfilan a un pueblo.
“No todos los gallegos son pasivos, quejumbrosos, irónicos, ni en todos predomina ladolencia metafísica de la morriña. Pero hay un modo de ser genérico reconocido tradicional-mente, una conducta promedial que nos permite manejar una serie de datos notorios que sir-ven, a la postre, como pautas de conducta aceptadas por todos los gallegos, como un estilo devida practicado por una comunidad”. Ese modo de ser genérico según Vidart es el “almagallega”. De acuerdo con este autor, esta “alma gallega” tiene un “repertorio provisional derasgos: tolerancia, ternura, panteísmo, pasividad, ironía, sentimentalidad quejumbrosa y pate-tismo nostálgico “. “esquemas tan manoseados y subjetivizados”, que le llevan a realizar unexamen, ajustándolos y rectificándolos, para clarificarlos. (Ibídem:) Tomamos a continua-ción los que consideramos puntos esenciales:
La Tolerancia:Galicia tiene una larga tradición histórica, a lo largo de la cual hatomado contacto con diversos pueblos que le permitieron.”aceptar sin extrañezas ni pro-vincialismo las costumbres distintas a las suyas. “.”La tolerancia enseñó así un arte de vivir yde convivir, originó una infusa sabiduría de raigambre popular y esencia democrática”. (Vidart,D., 1961).
La Ternura: “La ternura del alma gallega es un rasgo positivo: permite penetrar sinresistencias en el medio social y adaptarse al tiempo que vencen sus prevenciones”. (Ibídem:).
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Estrechamente relacionada con la tolerancia y la ternura tenemos La Civilidad.“El alma gallega, civilizada desde sus raíces, sin ningún destello de barbarie y menos aun de sal-vajismo posee una instintiva sabiduría coexistencial. El gallego es respetuoso, enemigo de la vio-lencia.” “.El más remoto montañés exhibe aptitudes que le permiten mimetizarse con cualquiergrupo social. Sale de su aldea y cae como un viviente aerolito sobre una ciudad, y no le cuestamucho adaptarse al nuevo ambiente cultural y humano”. (Ibídem).
La Pasividad: “.viene a significar carencia de iniciativas, de activismo colectivo, deafán progresista. La pasividad hace contemplar el pasado como el único y perdido bien. Pero depaso convierte al presente en una materia neutra, en un tiempo desvalido, sin gravidez creadoraque apunta hacia el futuro”. (Ibídem:) Esta característica muchas veces ha conspirado con-tra el pueblo gallego, que era visto como un pueblo poco apto e inhibido. Pero, en lugarde hacer generalizaciones, habría -según Vidart- que precisar los términos y hablar másbien de “receptividad” en lugar de “pasividad” “.el gallego es un ser consustanciado con el pulsodel mundo. No se opone a la naturaleza con el espíritu sino que lo instala en aquella. De ahí sudevoción paisajística, en tanto que constructor de una geografía humana”. (Vidart, D., 1961).
El Panteísmo: “El hombre gallego ve a la naturaleza como una actividad viviente a lacual se le rinde devoción popular”.”El gallego al deificar el mundo, al volcar las almas de losmuertos en el vivo regazo de la tierra, al sentir la naturaleza llena de poderes, acata sumisa-mente la gran voz que brota de los paisajes animados. No se opone al contorno sino que cola-bora con él”. (Ibídem).
La modalidad quejumbrosa también define el “Alma gallega” “. Dice Vidart: “Se quejasiempre, con razón o sin razón, como una gaita plañidera. Si ha llegado a la meta ansiada aguar-da sin sorpresa pagar un usuario derecho de peaje. La vida es esto: un vaivén entre la plenitud yla desdicha”. “En el gallego el pesimismo del agricultor ha ganado el espíritu general de la cultu-ra”.”Piensan ellos que el destino de los mortales es menguado; que los instantes de felicidad sonuna breve sonrisa en un largo infortunio. Vivir por lo tanto, es padecer, es acatar a cada paso eloscuro e inevitable imperio de la enfermedad, de la vejez, de la muerte. Surge nuevamente la cons-telación de valores pesimistas: el mucho comprender - consecuencia del mucho vivir a través de lavigilante conciencia de una cultura- ciega las fuentes de la alegría irresponsable y hacen al hombrefilósofo a costa de su capacidad para disfrutar de la euforia vital”.(Vidart, D., 1961).
Como marco de toda esta caracterización del alma gallega, Vidart nos habla de losdos grandes estilos del alma gallega: la ironía, relacionada con un aspecto intelectual, yla saudade, vinculada al aspecto espiritual. En cuanto a la ironía, podemos definir algallego como un ser irónico “el gallego, relativista, urbanizado, civilizado en grado sumo, esun ser irónico”.”Pero al ironizar de continuo cae herido por su propia ironía” y “aparece lasaciedad que desemboca en el tedio”. Sobreviene “.el deseo de huir, de dejar el lugar donde vive,de buscar otros horizontes, de emigrar, en fin”. (Ibídem).
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El Patetismo Nostálgico: Respecto a la saudade, podemos afirmar que es un términode difícil definición, y “aunque la mayoría de los autores coinciden en calificar a la saudadecomo un mal metafísico, como una enfermedad del alma gallega, no hay dos opiniones coinci-dentes sobre aquella. Se confunden causas con consecuencias; se mezcla lo psíquico con lo onto-lógico; se encalla en el determinismo geográfico o en la psicopatología étnica”. (Ibídem).
En cuanto a la relación morriña-saudade, Vidart nos dice que : “Morriña y sauda-de se emplean a menudo en Galicia como sinónimos; no lo son, sin embargo. La morriña es unestado de depresión vital acompañado por un sentimiento de tristeza. Su polo positivo es la eufo-ria, circundada por un sentimiento de alegría”. “La morriña se distingue por su tristeza depre-siva; la saudade, por su carencia de significación psicológica”.(Vidart., D., 1961).
La morriña, que nace con el alejamiento de la tierra, quizá sea el carácter del almagallega más identificable con el gallego. La relación entre éste y su medio es muy estre-cha y la identificación es total, hasta tal punto que, aún hoy día, a pesar del tiempo y lalejanía, ese vínculo afectivo con la tierra de origen no ha desaparecido.
2.4. CAUSAS DE LA EMIGRACIÓN (*)
La emigración gallega a América es un fenómeno que no podemos sólo atribuira razones económicas sino que es el resultado de una serie de factores, que englobamosdentro de las categorías clásicas de:
FACTORES DE EXPULSIÓNMECANISMOS POSIBILITADORES DE LA EMIGRACIÓN FACTORES DE ATRACCIÓN
Algunos de los mecanismos posibilitadores de la emigración son al mismo tiempofactores de expulsión y atracción. “Por lo que los mecanismos posibilitadores, en general, ofre-cen además una vertiente de atracción nada desdeñable, de forma que la emigración a América tuvoun componente autorreproductivo productivo importante”. (Vázquez González, A.,17: 1989).
2.4.1. FACTORES DE EXPULSIÓN
Al analizar la realidad gallega, observamos que a lo largo de su historia han exis-tido una serie de Factores de Expulsión, que les llevaron a salir primero hacia otras par-tes de España, luego hacia América y, en los últimos años, hacia el resto de Europa y nue-vamente hacia otras regiones más desarrolladas de España.
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(*)Alejandro Vázquez González: “ Coordenadas de la emigración gallega a América (1850-1930): un estudio comparativo”. En: Revista da Comisión Galega do Quinto Centenario, N.4.Coruña, 1989. Y Las dimensiones Microsociales de la emigración gallega a América: la fun-ción de las redes sociales informales”. En: Revista de Estudios Migratorios Latinoamericanos.Año 7 Diciembre, 1992. N.22. Buenos Aires, Argentina.
La emigración no ha sido constante: está estrechamente relacionada con las situa-ciones vividas tanto en Galicia como en los lugares de destino, según lo indican las cifrasde población y emigración en las distintas épocas.
Hasta el siglo XVIII, la población gallega tenía un buen ritmo de creci-miento que comenzó a bajar con la emigración; en la primera mitad delsiglo XX creció, pasando de 1.980.515 habitantes en 1900, a2.604.200 en 1950, año en que empieza un estancamiento ocasionadotambién por la emigración. En 1970 había 2.583.674 habitantes. Entre1860 y 1970, sin contar las personas que volvieron, emigraron1.200.000 gallegos, es decir, uno de cada cuatro. (Mariño Ferro, X.R.,17:1985).
Estas cifras son alarmantes y, en los hechos, la emigración ha tenido significativasconsecuencias, tanto para los países receptores como para los emisores. Analicemos quéfactores determinaron la salida masiva de la población gallega.
Galicia no siempre fue atrasada y pobre, en comparación con otras zonas deEspaña. Hacia los siglos XII y XIII, época del auge del camino de Santiago, tuvo unempuje cultural y económico que la situó en un puesto privilegiado
Pasado el tiempo, la situación cambió. Hacia el siglo XV, las revueltas“Irmandiñas” (movimientos populares contra los privilegios feudales) y el conflicto entrelos partidarios de Isabel la Católica y Juana la Beltraneja por el derecho al trono deEspaña (con el consabido fracaso de los nobles gallegos partidarios de esta última), hacenque Galicia muera desde el punto de vista social: los Reyes Católicos actuaron enérgica-mente y apartaron a sus nobles de la región. Como consecuencia, en Galicia nohabrá una nobleza local que defienda sus intereses puesto que, en general, los nobles quehabitaron en adelante esta región provendrán de otras partes de España o de otros paí-ses europeos: una burguesía que dio la espalda a la realidad gallega, totalmente sometidaal poder central. Desde el punto de vista económico esto fue nefasto pues en lugar dereinvertirse en Galicia, el dinero salía de ella en forma de rentas. Como marco de estasituación, nos encontramos con lo que Xosé Manuel Beiras llama la “insolidaridad ins-titucional” hacia el campesino gallego. Éste soportó una superexplotación: la del poderfeudal, la de la burguesía local y la de las instituciones centralistas; cuando esta situaciónse hizo irresistible, sólo le quedaba emigrar. “Para la sociedad gallega, sobreviene elestancamiento: el excedente económico se consume, o se va para afuera, el exceden-te demográfico se liquida, no progresan las técnicas, se congela la cultura autóctona,se mantiene a distancia la cultura europea se provincializa en relación con la socie-dad española, se convierte al país en lo que es ya físicamente, en un finisterre.”(Beiras, X.M.,35:1972)
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A estos hechos hay que agregar que, a diferencia de lo que sucede en otras zonas,en Galicia, a pesar de que el sistema feudal estaba en decadencia, se mantuvieron lasrelaciones feudales, sobre todo por la perpetuación del régimen foral hasta el siglo XX.
El foro es un contrato de cesión de tierra por parte de un grupo de rentistas a cam-pesinos o sectores más o menos privilegiados. En el contrato se establecía el tiempo deduración del mismo y las condiciones que fijaban el beneficio del forero en una partici-pación proporcional de la cosecha o una renta fija. También se determinaban otras car-gas anexas o privilegios para el forero -contratista-, como el caso del laudemio o derechoa percibir por éste una parte de los bienes que fueran sometidos a transferencia. (PérezGarcía, X.M., 1981).
Si bien en un comienzo este sistema parecía beneficioso para el campesino galle-go, porque le permitía tener sus propias tierras para la labranza, más adelante la situacióncambió por abusos en el subarriendo, hecho que encarecía la propiedad de la tierra y con-tribuía cada vez más a la subdivisión, origen del minifundio. A esto se sumaban los fuer-tes impuestos estatales que soportaba el campesino gallego.
El sistema de foros tuvo importante gravitación en la vida del pueblo, debido a sularga duración: desde su creación, entre los siglos XII y XIII, hasta la Ley de Redención deForos de Primo de Rivera en el año 1926. Pero esta disposición legal no hubiera tenidoéxito si no fuera por las remesas de dinero enviadas por los emigrantes, que les permitie-ron a los campesinos comprar sus tierras.
La perpetuación del sistema de relaciones feudales hizo que Galicia
quedara aislada y no se percibieran en ella las consecuencias de las dosRevoluciones Industriales que conmocionaron el resto del mundo
La economía gallega campesina tradicional ha sido de autoconsumo, es decir, noproduce para el mercado sino para atender sus propias necesidades. Otra de las conse-cuencias negativas del sistema económico tradicional es la escasa acumulación y la faltade dinero disponible para la inversión. A esto hay que sumar la carga que significaban lasvillas que vivían a expensas del medio rural, que Beiras denomina ”colonialismo interior”
MUNDO SOCIEDAD
PRECAPITALISTA INDUSTRIAL ESPAÑA
(A) (B) (C)
(Beiras, X.M., 1972:159)
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La forma de actuar B sobre A siempre se manifiesta por medio de un un conflic-to de intereses generalizado, y ese conflicto se resuelve con la aniquilación de la econo-mía tradicional.
A toda esta situación debemos agregar que la economía gallega era una economíaaislada:no tenía mercados donde vender y las comunicaciones eran malas. Respecto aesto último, basta citar un ejemplo: el ferrocarril entró en España en 1860 y en Galiciaen 1873. Lo mismo sucedió con las carreteras y autopistas. También los adelantos tec-nológicos (maquinaria motorizada y fertilizantes químicos, por ejemplo), llegaron enforma tardía; aún a fines de los años ochenta del siglo veinte, en algunas zonas se veíanlos típicos arados romanos, recuerdo nostálgico y romántico, pero testimonio fiel de lasituación de atraso vivida en la región.
Todo lo anterior se sumaba al problema tradicional de la falta de tierras suficien-tes para producir un excedente que pudieran comercializar. El régimen de propiedad ytenencia de la tierra en Galicia consolidó una estructura agraria minifundista, que hizoinviable su modernización.
Vázquez González señala como factor expulsivo la estructura de la propiedad dela tierra. Marca algunos aspectos, con los que coincido. “La distinta estructura de la pro-piedad y las formas de cesión del dominio útil de la tierra en cada región de unas pautas emi-gratorias diferenciales, ligadas a la densidad de población de dicha región y a los tipos de heren-cia practicados. Existe una relación directa entre pequeña propiedad y emigración, que derivano tanto del tipo de herencia como de la relativa mayor disponibilidad de medios del pequeñocampesino para efectuar su emigración, respecto a otros tipos de trabajadores del campo.”(Vázquez González, A., 19:1989).
Si bien la pequeña propiedad fue insuficiente para atender sus necesidades ymejorar su forma de vida, sí facilita en cambio “la financiación del viaje de algunos miem-bros de la familia a América y la manutención de los restantes.” Las circunstancias del peque-ño campesino fueron mejores que las del jornalero, por lo que este último tendría unamayor necesidad de emigrar, “.pero generalmente la emigración no fue un proceso asumiblepor los que menos tenían, sino por aquellos que alcanzaran algún medio parafinanciarla”(Vázquez González, A.: 1989).
Por último, el autor señala otros tres factores de expulsión:
1- Bajo Grado de Movilidad Social,
2- Crecimiento Demográfico y Alta Densidad de Población Relativa
3- Problemas derivados de la lllamada a filas militares.
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1- Bajo Grado de Movilidad Social.
La población gallega en su mayoría es de origen rural (80%), con bajos niveles deinstrucción y una mínima industrialización ; tenían limitadas oportunidades de movili-dad social ascendente. Lo podemos corroborar a través de nuestros entrevistados que, alhablarnos de sus circunstancias, nos han dicho que una de las causas por las que salíanera para poder “superarse”, y no sólo para satisfacer las necesidades básicas porque “ ham-bre, no pasábamos “. También hacen referencia a poder dar educación superior a sus hijos:la instrucción como herramienta para el ascenso social.
2) Crecimiento Demográfico y Alta Densidad de Población.
Los cambios que se dan dentro de las estructuras demográficas de una región pro-vocan desequilibrios entre sus habitantes y los recursos. La alta densidad de población noes, en sí misma, un factor de expulsión, “ni un aumento en la misma conlleva una tendencia ala emigración si no se ve ligada a un mantenimiento o retroceso de la capacidad de generar recur-sos”. “Una alta densidad de población relativa a los recursos disponibles es un factor de expulsiónimportante, como lo es toda situación de crisis económica” (Vázquez González, A., 21: 1989).
3)Problemas derivados de la llamada a filas militares.
Finalmente, el autor aduce como factor de expulsión los problemas derivados delas llamadas a filas militares, es decir, aquellos que deciden emigrar para evitar el servi-cio militar. Este factor de expulsión tuvo gran influencia, sobre todo, en los períodos béli-cos, por el riesgo que ello implicaba y las pérdidas económicas que acarreaba para sus par-ticipantes. Sin embargo, en los años cincuenta, en algunos casos, el servicio militar lesposibilitaba salir de su medio habitual y adquirir conocimientos y aptitudes nuevas
La problemática que expulsa a la gente de Galicia llega hasta nuestros días.Implantar las medidas adecuadas ha sido muy difícil por sus propias características: unaalta densidad de población y un acusado ruralismo. Hacia el año 1960 todavía contabacon una población urbana del 17%, rural del 77% y en zonas intermedias del 6%: unapoblación que estaba muy dispersa geográficamente. A consecuencia del gran volumende la emigración, vivía por ese tiempo en Galicia una población envejecida.(Beiras,X.M., 72:1972)
Los niveles de renta per cápita siempre fueron en Galicia más bajos que en el restode España, una tercera parte menos:
Media Nacional. 65.134 ptas.
Media Gallega. 48.490 ptas
(Datos para 1971)
Galicia 16.644 ptas menos por habitante que la media española.
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En el año 1971, la población agraria tenía una renta media de 17.728 ptas, mien-tras que en los otros sectores era de 66.000 ptas. por habitante. Esto recayó sobre muje-res, ancianos, niños y hombres jóvenes, que encontraron como única solución emigrar.(Pousa Antelo, A.,327:1975)
El aislamiento de Galicia, su cierre al exterior y el acusado ruralismo, entre otrosaspectos, conforman el atraso económico gallego lo que, sumado a una política regionalinadecuada para Galicia, hizo que hasta los últimos veinte años no pudieran salir ade-lante.
2.4.2. MECANISMOS POSIBILITADORES DE LA EMIGRACIÓN
Vázquez González señala los siguientes “Mecanismos Posibilitadores de laEmigración”:
1- La Financiación del Desplazamiento a América.
El pago del pasaje, a veces, era efectuado por la familia desde Galicia o por losfamiliares o paisanos desde el país de acogida, pero muchas otras lo hacían efectivo aque-llos que los contrataban para trabajar. La devolución del importe del pasaje se transfor-maba en la primera meta del emigrante. Si se lo habían pagado familiares o vecinos desdeGalicia o desde América, los primeros sueldos eran destinados para la devolución dedicho importe; si el mismo era pagado por sus empleadores, la devolución se hacía deforma compulsiva a través del descuento mes a mes del salario del inmigrante.
El emigrante gallego contó con un factor a su favor ya que, al ser pequeños pro-pietarios, cuentan con bienes para financiar su emigración e, incluso, si no los pierden,cuentan con ellos para un posible retorno.
Por último, mencionaremos el resto de factores que posibilitan la emigración:
2- La Adquisición de Información,
3) Las Cadenas Emigratorias Constituídas.
4) La Proximidad y Oferta de los Puertos Emigratorio
5) La Existencia de Redes de Reclutamiento de Emigrantes.
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2) La Adquisición de Información y
3) Las Cadenas Emigratorias Constituidas.
La llegada del gallego al Río de la Plata, generalmente, se consigue por medio deuna carta de reclamación: una persona se hacía cargo del reclamado, que llegaba siem-pre con un contrato de trabajo.
El reclamo era efectuado por la familia o por otros paisanos que estaban enAmérica y la tramitación estaba a cargo de ellos; pero para hacer efectivos los contratosde trabajo se recurría a terceros, que eran personas que oficialmente “se comprometían” adar ocupación a los recién llegados.
Era frecuente que un paisano emigrara primero y, a posteriori, reclamara a su fami-lia, amigos y vecinos. Eran los mismos que se encargaban de la tramitación del reclamoy de ponerse en contacto con aquellas personas que, formalmente pudieran acoger a losrecién llegados. Una vez en América, también trataban de socorrerlos y, a veces, inclu-so los cobijaban en sus casas mientras no conseguían trabajo.
En los años de la posguerra mundial, la llegada de gallegos a América era unaconstante: “era como una cadena” nos han dicho. Ese sistema es el que realimenta el pro-ceso emigratorio, ya que “las cadenas funcionan como factores positivos de información, definanciación y de inserción del emigrante en el nuevo país”. (Vázquez González, A., 1989)
Lo que aún no se sabe a ciencia cierta es la incidencia de esta emigración en cade-na a nivel estadístico. Sin embargo, ésta es de gran importancia en lo que se refiere a lareagrupación familiar. Por último, podemos señalar que, en el caso de nuestro trabajo decampo, es un tipo de emigración de gran significación.
4- La Proximidad y Oferta de los Puertos Emigratorios.
Este factor tiene dos aspectos a tener en cuenta :
a) favorece la emigración, ya que reduce los costes totales del desplazamiento alminimizarse el coste de la primera fase del trayecto a América (llegar al puer-to en que ha de embarcarse.)
b) el segundo deriva de la oferta de transporte generada en cada puerto emigra-torio. La oferta de los puertos en cuanto a destinos ofrecidos no fue uniformeen toda la geografía española, hecho que contribuyó a condicionar los destinosque escogieron los emigrantes
“Para el caso gallego se advierte que los puertos de las Rías Altas ofrecieron desde loscomienzos del ciclo emigratorio una mayor proporción de pasajes hacia el Seno Antillano, que losde las Rías Bajas, relativamente más orientados hacia Brasil y Río de la Plata, lo que contribu-yó a decantar las tradiciones migratorias de las provincias del norte y del sur de Galicia. Mientrasque La Coruña y Lugo tuvieron una tradición migratoria más próxima a la de la cornisa cantá-
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brica, Orense y Pontevedra, ayudadas por su amplia y permeable frontera con Portugal com-partieron en parte su tradición emigratoria”. (Vázquez González, A., 29:1989).
5- La Existencia de Redes de Reclutamiento de Emigrantes
Estas redes tienen su origen en la demanda potencial de emigración, y a la vez con-tribuyeron a realimentarla, porque facilitaban información, financiación y “dotar al procesoemigratorio de unos mecanismos legales o clandestinos de encauzamiento del flujo emigratorio indis-pensables en toda emigración masiva a larga distancia”. (Vázquez González, A., 30: 1989).
La presencia de los agentes de emigración tuvo gran relevancia desde su consti-tución (en Galicia hacia el año 1840), época en que los primeros emigrantes necesita-ban canales de acceso a diferentes países. Con el paso del tiempo, esas vías de acceso, lasredes de información y la forma de llegar fue de manera espontánea a través de los meca-nismos informales establecidos por el propio emigrante.
2.4.3. FACTORES DE ATRACCIÓN
Si analizamos nuestros grupos de trabajo, tanto en Argentina como enUruguay,nos encontramos que a través del análisis del discurso del emigrante, se obser-van múltiples factores que coadyuvan a interpretar las causas desde el punto de vista delos propios involucrados y la racionalización del fenómeno y su explicación ante sí y losdemás. En base a los diferentes tipos de respuestas que nos han dado nos encontramoscon aquellos que combinan factores de expulsión y factores de atracción.
Dentro de los factores de expulsión hacen referencia a tres tipos :
- Económicos
- Sociopolíticos
- Personales-Familiares.
Entre los factores de atracción, hay que considerar la idea que se tiene del paísreceptor. Analizar estos aspectos es fundamental dado que, en su mayoría, atribuyen aesta atracción, la causa determinante de su emigración
Observamos que, en general, se hace una idealización de “La América”, reforzadapor la gente que retornaba a su aldea natal después de haber logrado un éxito socioeconó-mico importante, como fue el caso de los “Indianos” del siglo XIX. Esa idea se gestaba tam-bién a través de la correspondencia que se mantenía con la familia y amigos, creándose asícierta imagen de “La América”. Se observa en los testimonios de algunos de nuestros entre-vistados, como esta mujer emigrada al Uruguay a mediados de los años cincuenta:
“A mí desde muy chica me llamó mucho la atención ver laAmérica, me llamaba la atención cuando iba gente de Buenos
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Aires y la Habana y siempre pensaba en esa gente que llegaba”.(Montevideo, 1986).
Junto a esa idealización que se hizo de América, surge la idea, muy arraigada enla conciencia colectiva, de “emigrar por tradición”, como algo inherente al gallego, casicomo una condición innata del mismo. Como este gallego que llegó al Río de la Plata aprincipios de los cincuenta:
“En realidad es una cosa un poco complicada, uno en ese enton-ces no decidía, sino que era una tradición; era casi una obliga-ción emigrar” (Montevideo, año 1987).
A este respecto, Vázquez González señala algo significativo : “La difusión de la infor-mación relativa a la emigración, los lazos sociales que provocan la emigración encadenada, loscondicionamientos económicos y sociales actuantes en un área donde la emigración es un hechohabitual, provocan la generación de lo que muchos autores han convenido en denominar “men-talidad emigratoria”, que llegó a calificarse como una característica innata de algunos pueblos, yque “en muchas ocasiones ha sido sublimada de forma no consciente e indirecta por la presenciaocasional o definitiva del que ya había emigrado y vivido el periplo de la emigración americana”.Esta tradición o mentalidad emigratoria conforman lo que se ha calificado de “espíritu imitativo”o “causas psicológicas” de la emigración; lo que para muchos autores se convierte en un impor-tante factor generador de la emigración.” (Vázquez González, 501:1992).
Dentro de la racionalización que hace el emigrante, también nos encontramos conotra idea bastante arraigada, que es el hecho de emigrar por por un “afán de aventura”. Así,esta mujer que llegó al puerto de Montevideo a a mediados de los años cincuenta nos dice:
“Me parecía que venir a América. A mí no me faltaba quécomer ni qué vestir. Al contrario; me causaba angustiaque nos dijeran “gallegos muertos de hambre”. A mí esome dolía mucho. Porque yo no vine por muerta de hambre,sino por una aventura como tiene toda la muchachada joven”.(Montevideo, año 1990).
Los factores de atracción y de expulsión se dan de forma separada o conjunta, yasí nos introducimos en el tercer gran grupo: hace referencia a factores de expulsión con-jugados con los de atracción. Como bien nos comenta esta gallega arribada al Uruguayde los años cincuenta cuando apenas tenía quince años:
“Mis padres no vienen, siempre tuve alma de emigrante yla que decidí venirme fui yo. Vine a América porque lagente comentaba mucho, y los que volvían venían muybien vestidos, con su coche, y con la pobreza que nosotrosteníamos eso nos deslumbraba.Yo quería estar bien, que
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mis padres estuvieran bien y reclamarlos. Además, pensa-ba que la América sería otra cosa que después me encon-tré‚ que no.” (Montevideo, año 1986).
El fenómeno emigratorio es muy complejo porque en él intervienen una granmultiplicidad de factores. Al estudiar sus causas, para facilitar nuestra tarea, intentamoshacer clasificaciones. Atribuir la emigración a causas estrictamente socio-económicas essimplificar la cuestión: es un proceso muy diverso y para el que está inmerso en él es toda-vía más complejo de racionalizar.
2.5. LA IMAGEN DE AMÉRICA EN ESPAÑA
Siempre que se habla de América nos referimos a “colonizadores “ y “colonizados”,pero en este caso nos ocuparemos de esos otros “descubridores” que pocas veces se mencio-nan: los emigrantes. Hombres y mujeres que salieron de la península, pero no esgrimíanni la espada ni la cruz, sino que salieron para buscar un lugar bajo el sol y que, con el pasodel tiempo, pasaron a formar parte de esa América tan cercana pero tan desconocida.
Al hablar de la imagen de América en España, debemos tener en cuenta que nova a ser uniforme para todo el país, sino que dependerá de las propias circunstancias quevivieron las diferentes regiones españolas: la situación no es la misma en aquellas zonasque no fueron afectadas por la emigración que en otras que sí se vieron involucradas;como es el caso específico y significativo de Galicia. La región gallega ha sido fuerte-mente influida por la emigración, hasta tal punto que, hoy día, no se puede explicar suhistoria, desarrollo cultural y político sin tener en cuenta la diáspora americana.
A través de la historia, se ha visto al Continente americano como la tierra pro-metida de fáciles riquezas. De esas épocas permanecerán en la memoria colectiva los ecosy leyendas de “La América”, pero quien realmente reforzará esa imagen idealizada seránlos “indianos”, que como su propia definición indica: “dícese del que vuelve rico deAmérica”. Estos personajes dieron un nuevo empuje al estereotipo ideal en sus viajes devuelta al terruño original, cuando relataban sus heroicas aventuras. La figura del india-no ha sido reflejada en la literatura y el cine, pero también la podemos rescatar a travésdel testimonio de este gallego que llegó a Montevideo en los años treinta:
“Los que sobresalían eran los que emigraron a Cuba a fines delsiglo XIX y regresaban haciendo ostentación de ricos. Eso des-pertaba los deseos de otros de hacerse ricos también Sobre todo,se distinguían por su apariencia: volvían en su coche, ves-tidos como “los señoritos” y luciendo muchas cosas de oro.Eso deslumbraba, y así los que salían pensaban que América erala viña, pero después se encontraban con que no era así”.(Montevideo, 1991).
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Durante el siglo XIX, la figura del indiano tuvo un papel relevante como factorde atracción, que contribuyó a afianzar la imagen idealizada de América. En el siglo XX,a esas viejas leyendas se suman las relaciones epistolares y la presencia de aquellos emi-grantes que retornan a visitar a sus familias. Así, en los emigrantes de los últimos añospermanecerá aún la idealización de la América.
Sin lugar a dudas, cuando nos referimos a América se da un fenómeno especial,ya que fue un foco de atracción emigratorio de gran impacto que no ha tenido ni tieneparangón.
2.6.IMAGEN DE LOS EMIGRANTES SOBRE AMÉRICA.
A partir de este momento tendremos en cuenta, además de la imagen previa delos emigrantes, como fue el contacto de estos con la nueva realidad y su gente.
En algunos casos, la imagen idealizada se vio contrastada con una situación dife-rente, como la vivida por esta gallega que llega al Uruguay de los años cincuenta.
“Sufres, porque llegas y no conoces a nadie. Te enfrentas a unmundo desconocido sin tener mucha visión de estudio. Vienes sinsaber cómo vienes, porque piensas que “la América” es como tedicen todos”. (Montevideo, 1986)
Dentro de la realidad a la que se vieron enfrentados, hay que tener en cuenta quenuestros informantes son emigrantes que llegaron cuando América comenzó a sentir lasprimeras señales de la crisis económica, que se agudizó con el tiempo.
Además de la obligada integración económica, a medida que pasa el tiempo ven-drá la integración gradual con el medio y su gente. Previamente, debemos tener en cuen-ta que en la sociedad rioplatense el aporte inmigratorio de origen europeo, y sobre todoespañol, es de suma relevancia
Si bien esto es cierto, también lo es el hecho de que en el Río de la Plata, el mode-lo a seguir por las clases sociales más relevantes es la tradición cultural francesa e ingle-sa, en las que las diversidades regionales no tienen cabida. En los años de auge inmigra-torio ingresaron gallegos del medio rural, con una cultura y lengua diferentes a la oficial,lo que debió producir un gran impacto que se manifestó a través de la imagen estereoti-pada de este grupo inmigratorio; indirectamente influyó en la imagen que, por esos añosse tenía de España en los países de acogida.
Dentro de la visión que se tenía de España, obsevamos un fenómeno que lo pode-mos extender a todo el Río de la Plata: la identificación de lo español con lo gallego. Esdecir, para el rioplatense gallego significa no sólo el oriundo de Galicia, sino que corres-ponde al español en general, sin importar de dónde proceda. Esto obedece a una reali-dad concreta : la importancia numérica de esta corriente inmigratoria. Sin embargo, esta
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simplificación en las denominaciones no sólo se dieron con los españoles, sino tambiéncon las otras comunidades inmigradas: a los italianos, se les dicen “tanos”, a todos losjudíos “rusos”, a los árabes, sirios y libaneses, “turcos”. y en los últimos años, para deno-minar a los inmigrantes bolivianos y paraguayos, “boliguayos”. Estos hechos reflejan untotal desconocimiento de las comunidades que están insertadas dentro de la región.
También debemos señalar otros factores a tener en cuenta a la hora de tratar larelación de los inmigrantes con los nacionales, lo que nos puede ayudar a desentrañar laimagen de España y su gente para América.
El emigrante español que se dirige a América y, específicamente, a la zona del Ríode la Plata, se va a encontrar con mayores facilidades, por ser una importante fuerza detrabajo que estos países necesitaba. Este hecho contrasta claramente (como ya hemosvisto) con lo que sucedió luego con la emigración española en la Europa comunitaria ycomo contrapartida a los emigrantes latinoamericanos en España.
En el conjunto de la sociedad rioplatense, los gallegos gozan de muy buena fama.Las mujeres eran muy apreciadas dentro del servicio doméstico‚ por su fidelidad y hon-radez, y los hombres, dentro del sector servicios, gozaron de fama de trabajadores. Ahorabien, toda esta situación, en apariencia idílica, se rompe al analizar el discurso de nues-tros informantes. Si bien cuando preguntamos directamente”si alguna vez se han sentidodiscriminados” la respuesta consciente y estructurada es, generalmente, negativa, pode-mos observar indirectamente que sí hubo una serie de reservas por parte de los naciona-les hacia el inmigrante gallego, que analizaremos con mayor detalle más adelante
Desde los primeros contactos hasta la actualidad, las realidades de América yEspaña han tenido cambios sustanciales. Los factores socioeconómicos que viven los paí-ses son los que contribuyen fundamentalmente a crear estereotipos e imágenes, tantopositivas como negativas. En nuestro caso, el cambio favorable que ha tenido España ypor contrapartida el desfavorable que ha sufrido América, ha hecho que la situación sehaya invertido y por lo tanto la “imagen” que se tenía ha variado profundamente. En estepunto, también debemos hacer la distinción que hicimos en un principio, cuando dife-renciamos aquellas zonas de España de gran emigración de otras que no la han padecido,como es el caso específico de la Comunidad de Madrid.
Para Galicia, Buenos Aires o Montevideo tienen un significado especial y sonpuntos de referencia cotidianos, porque al Sur emigró algún amigo o un pariente; escurioso cómo,muchas veces, en las grandes ciudades, incluso personas de apariencia ilus-trada suelen confundir ambas capitales rioplatenses.
En Galicia, la visión actual que se tiene de América ha sufrido una transforma-ción, que pasa de la idealización de un principio a la visión actual de “los americanos”como esos típicos parientes ricos venidos a menos, pero todavía con un fuerte vinculoafectivo estrechamente relacionado con los lazos que aún mantienen con América
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En cambio, en otras regiones españolas donde no ha habido un vínculo tan fuer-te y estrecho con América, la situación es otra y la visión que se tiene de este continen-te y su gente es muy diferente. En la actualidad, España se ha transformado de un paísemigrante a un receptor de inmigrantes. De esa inmigración debemos tener en cuenta alos hijos de aquellos españoles que emigraron hacia América y que ahora vuelven a latierra de sus padres, produciéndose así el fenómeno de la contraemigración. Pero a su vez,España es un país especialmente escogido por los latinoamericanos, por tener raíces cul-turales comunes y como puente hacia el resto de la Europa Comunitaria.
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3.1. GALLEGOS EN AMÉRICA: PRINCIPALES DESTINOS
En el mes de marzo de 1493, siete meses después del inicio del viaje de CristóbalColón, la Pinta, comandada por Martín Alonso Pinzón, traía a las costas de Baiona, enPontevedra, la primera noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo. Ese fue el primercontacto de Galicia con América. La nao con que Colón había cruzado el océano tuvocomo nombre original “La Gallega” y gallega también fue una de las naves que fueroncon el almirante en su segundo viaje y en el último del año 1502.
De acuerdo con los datos estadísticos que se disponen sobre los españoles quemarcharon hacia el Nuevo Mundo, durante el siglo SXVI la participación de los galle-gos ( a excepción de algunos nombres ilustres) fue muy escasa. Esto se debía a que, poresas épocas, los puertos de embarque estaban alejados de la región gallega; se situaron enla zona de Andalucía, por lo que el protagonismo lo tuvieron andaluces y extremeños.Fue en los siglos posteriores cuando se hizo sentir la presencia gallega en América. Detodas formas, durante el proceso del “Descubrimiento”, “Conquista “ y “Colonización” nose puede hablar de “emigración” propiamente dicha, dado que los contingentes que arri-baban formaban parte de la empresa colonizadora española.
Los gallegos que pasaron a las Indias, desde el Descubrimiento hasta el siglo XIX,lo hicieron siempre a título personal, reflejo de intereses económicos, administrativos,políticos o religiosos.
La emigración gallega hacia América constituye un hecho que no tiene paralelopor su duración, intensidad e impacto en el tiempo. El éxodo hacia el Río de la Plata nofue un fenómeno aislado, sino que formó parte de todo el proceso americano. La vincu-lación entre España y América (como ya hemos visto) tiene sus orígenes en elDescubrimiento, pero en esos comienzos el protagonismo lo tuvieron españoles de otrasregiones: andaluces, extremeños y canarios. Pasados los años salieron gallegos enviadospor la Corona española, pero no constituyeron un verdadero contingente inmigratorio.Fue hacia fines del siglo XIX y principios del XX cuando comenzó su afluencia masiva.
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CAPÍTULO 3
LA EMIGRACIÓN GALLEGA HACIA AMÉRICA
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El flujo hacia América no ha sido constante: tuvo épocas de auge y momentos dedecadencia, dependientes de las circunstancias generales que afectaban tanto al paísemisor como a los receptores.
Durante el siglo XIX, la emigración gallega tuvo cuatro países básicos de destino:en primer lugar Cuba (39%), Argentina (37%), Brasil (15%) y por último Uruguay(5%). Sólo Puerto Rico recibió unos cuatro o cinco mil gallegos oriundos, en su mayo-ría, de La Coruña y Pontevedra. Hacia los años sesenta y setenta, varios centenares degallegos partieron hacia el Perú, y en los últimos años del siglo no llegan a un centenar.A finales de siglo van hacia México algunos centenares de coruñeses y otros tantos detodas las provincias para Chile, ignorando los países centroamericanos, (salvo un redu-cido grupo de dos docenas de emigrantes que se establecieron en Colombia). (EirasRoel, A., y Rey Castelao, O., 231-265:1992).
En cuanto a las provincias de origen, los oriundos de La Coruña emigraron prin-cipalmente a Cuba, a excepción de las comarcas de Bergantiños y El Ferrol, que esco-gieron Montevideo y los de la comarca compostelana y los valles contiguos, que eligie-ron Buenos Aires. En cambio, los pontevedreses prefirieron Argentina (53%) y Brasil(24%) más que Cuba y Uruguay. Hacia el año 1870, Buenos Aires fue sustituyendo pro-gresivamente a Montevideo como foco de atracción de la inmigración gallega. Las pro-vincias interiores de Lugo y Orense se incorporan a la emigración ultramarina hacia finesdel siglo, cuando los orensanos tendrán como destino principal Brasil (46%), seguido deCuba (33%) y la Argentina (15%); en cambio los lucenses escogerán principalmenteCuba (70%) y en segundo término la Argentina (22%) (Ibídem).
Hasta mediados del siglo XIX, en la provincia de Lugo sigue predominando laemigración intrapeninsular: en la zona norte, las tres cuartas partes escogían Madrid yCastilla; el resto, emigraba a Francia, Cuba, Puerto Rico, Montevideo y, en menor, medi-da hacia Portugal. En el sector Sur, también las tres cuartas partes se dirigían haciaMadrid y Castilla, y el resto hacia Portugal y residualmente (10%), hacia Cádiz y Cuba.(Eiras Roel, A., y Rey Castelao, O., 1992.)
La provincia de Lugo emigró predominantemente hacia Madrid y Castilla hastael último tercio del siglo XIX en cambio, la emigración lucense hacia América siguiósiendo reducida hasta fines de siglo. Durante el primer tercio del siglo XX, los lucensessustituirán la emigración intrapeninsular por la americana, y escogerán principalmenteCuba y Argentina. En el primer tercio de este siglo, la emigración española en general,y gallega en particular, alcanzó sus máximas cotas, figurando las tres provincias gallegas:La Coruña, Pontevedra y Lugo, en el primer puesto de la emigración general por pro-vincias. (Eiras Roel, A., y Rey Castelao, O., 1992).
Tras un receso, hacia el año 1830 se reanuda la emigración en las zonas litoralesde las Rías Bajas y en los valles prelitorales densamente poblados así como en las propias
ciudades de la Galicia occidental. La mayor parte se dirige a Cuba, pero tampoco se des-deñan otros destinos, como es el caso del Río de la Plata, sobre todo Buenos Aires.
El bastión fundamental de la emigración gallega en el siglo XIX, sin lugar a dudas,fue Cuba. En ello tuvo gran influencia el hecho de que, a diferencia del resto de las colo-nias americanas que se independizaron entre los años 1808 y 1824, Cuba siguió bajo tute-la de España hasta el año 1899.
A lo largo del siglo XIX, la República Argentina ocupó el segundo puesto comolugar escogido para emigrar. De acuerdo con los datos oficiales argentinos, del año 1870a 1886 emigraron a este país 80.942 españoles, de los cuales el 58% eran de origen galle-go (especialmente de La Coruña y Pontevedra) y en el período que va desde 1885-1895,los gallegos representan el 44% de la emigración española en Argentina. De acuerdo conestos datos, los gallegos constituían la mitad, seguidos por catalanes, asturianos, andalu-ces, vascos y leoneses. Como en otros países de América, los gallegos se asentaron en lacapital y las principales ciudades dedicados al pequeño comercio, artesanado y serviciosurbanos. (Eiras Roel, Rey Castelao, O.,1992).
Cuando en el año 1853, la peste y el hambre asolaron Galicia, desde América lle-garon las ayudas de los gallegos del otro lado del mar. En este ambiente surgió desde laHabana un proyecto de emigración con la idea lado de aliviar las circunstancias deGalicia, pero con el objetivo real de que estos emigrantes sustituyeran poco a poco a lapoblación esclava. La ejecución del proyecto fue muy difícil, e incluso muchos de ellospagaron con sus propias vidas. Ante esta circunstancia, las Cortes tomaron cartas en elasunto y, a partir de la resolución del año 1855, comienza a regularse el tráfico de emi-grantes a América. (Navarro Azcue, C.,1987).
El predominio de la isla de Cuba a lo largo del siglo XIX es claro, pero a finalesde la década de los ochenta comienza el flujo hacia el Río de la Plata. Sin embargo, haciala década del 90 la corriente vuelva a cambiar, a consecuencia de la crisis económicaargentina tras la quiebra de la Banca Bahring, lo que provocó un aumento de la emigra-ción hacia Cuba y Brasil. Durante los años 1891-1895, las salidas mayoritarias son haciaCuba, que posteriormente se detienen como consecuencia de la guerra de Cuba, pero sereanudan a partir del mismo mes de diciembre de 1898. (Eiras Roel, A., y ReyCastelao, O., 1992).
Dentro del marco general de la emigración nos encontramos con que, si bienUruguay fue, junto con Venezuela, el primer país sudamericano que recibió emigrantessepués de la emancipación, pierde importancia a favor de Argentina y Brasil, hecho queparece coincidir con el asentamiento (1870) de la Agencia de Inmigración argentina enLa Coruña. (Eiras Roel,A.Rey Castelao,.O.,1992).
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A comienzos del siglo XX, la emigración hacia el Río de la Plata se recupera yocupan los primeros puestos de la emigración española en general y general y gallega enparticular.
La época de gran esplendor de la emigración gallega hacia América, fue desdecomienzos del siglo veinte hasta la década del treinta; se reanudó en las posguerras civilespañola y mundial, especialmente en la década de los cincuenta, cuando comienza ladecadencia americana, hasta los años sesenta que se detiene y los gallegos inician su sali-da hacia la Europa Comunitaria. Las circunstancias de los países americanos durante lasdécadas de los cuarenta y cincuenta del siglo XX cambiaron, hecho que se plasmó en suslegislaciones que reflejaron una actitud más defensiva hacia los trabajadores nacionalesy más selectiva hacia los extranjeros que en años anteriores. Este carácter selectivo seacentuó aun más después de la Segunda Guerra Mundial, llegando a ser un movimientosocial planificado con fuerte intervención estatal. A modo de ejemplo, podemos citar lacreación, en el año 1951, del Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas(C.I.M.E), que tenía como objetivo organizar una cooperación internacional entre lospueblos de emigración e inmigración. España se integró al mismo en el año 1956, y secentró básicamente en un plan de reagrupación familiar que contribuyó al manteni-miento de la corriente ultramarina. Este plan tuvo su auge durante los tres primeros añosde su puesta en marcha, pero a partir de 1964 comienza su decadencia hasta su prácticaextinción. (Hernández Borge, J., 635-655:1992).
Dentro de una migración selectiva están enmarcados los diversos convenios deemigración firmados entre las Repúblicas iberoamericanas con España, como es el casode los establecidos con Argentina en 1948 y 1960, con Brasil en 1960 o el ya tardío conVenezuela del año 1979. También en el año 1965, a pesar de que la corriente españolahacia América era bastante reducida, el Consejo del CIME aprobó un programa deMigración Selectiva para América Latina, con el Objetivo de contribuir eficazmente asu desarrollo. En aquellos momentos se puso especial énfasis en la necesidad de planifi-car una migración selectiva, dado que era la única que podían recibir; los gobiernos euro-peos miembros del CIME crearon un fondo de compensación para darle a dichos migran-tes cualificados que se trasladaran a América Latina una cierta seguridad y para ayudar-los a adaptarse rápidamente en los países de acogida. (Hernández Borge, J.,1992)
Por su parte, las medidas adoptadas por los países receptores son un reflejo de suspropias circunstancias socioeconómicas. Pasada la crisis del año 29, comienza paraAmérica Latina un período de bonanza económica que se deteriora hacia los años cin-cuenta. Por esos años cambian las circunstancias favorables del comercio exterior lati-noamericano (tras el fin de la guerra de Corea y con la recuperación económica deEuropa), lo que sumado al continuo deterioro en los términos de intercambio, repercu-tió en una gran penetración de capitales estadounidenses, configurando una clara situa-ción de dependencia. Al deterioro económico se sumó la inestabilidad política latinoa-
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mericana, circunstancias poco propicias para atraer nuevos contingentes de inmigranteseuropeos. Por otra parte, Europa demandaba mano de obra no cualificada y a cambioofrecía un mayor nivel de vida, una situación política estable y una mayor cercanía de sulugar de origen. (Ibídem:.).
PRINCIPALES CORRIENTES EMIGRATORIAS
3.2. GALLEGOS EN AMÉRICA CENTRAL
3.2.1. MAYOR FOCO DE ATRACCIÓN EN EL CARIBE: LA ISLA DE CUBA
El contingente humano que salía rumbo a la isla estaba compuesto, en su mayo-ría, por hombres muy jóvenes, que a veces no llegaban a la mayoría de edad. Las cir-cunstancias vividas por estos primeros emigrantes eran muy difíciles, sobre todo por lasduras condiciones socio–laborales a las que se tuvieron que enfrentar- por lo regular tra-bajaron como braceros en el corte de la caña, en las labores tabaqueras y como bode-gueros -. También llegaron a la isla canteros que trabajaron en las obras públicas, y fue-ron artesanos gallegos los que labraron las piedras del Centro Gallego de la Habana. Otrosmuchos tenían el oficio de carpinteros; en un principio trabajaban en fábricas de mue-bles para luego instalarse por cuenta propia. Alfareros de diferentes zonas se hicieron pre-sentes en la isla aportando e intercambiando sus conocimientos, lo que dio en muchoscasos estilos muy interesantes. (García Alén, L., 1992)
A medida que los emigrantes fueron llegando al país, organizaron sus propiosmecanismos de autoayuda y se fueron integrando en la nueva sociedad, dedicados en sumayoría a oficios urbanos, al artesanado y a la construcción, y sobre todo dentro del sec-tor servicios y en el pequeño comercio.
La presencia gallega a nivel empresarial fue muy relevante en la isla. Pero esteesplendor tuvo su auge hasta principios del presente siglo. Sin embargo, podemos citar
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el caso atípico del orensano Eduardo Barreiros, quien previamente consolidó su posiciónen la industria automotriz en España durante los años 1960-1970, y en los ochenta ven-dió sus empresas y se trasladó a la isla, donde participó activamente en el desarrollo dela industria mecánica. (Losada Álvarez, A., 1992)
Los gallegos emigrados a Cuba fundaron una serie de instituciones con el objeto deproteger al inmigrante. La primera entidad que de la que se tiene noticia es la denomina-da Apóstol Santiago, nacida en el año 1804. Años más tarde, en 1871, se fundó la Sociedadde Beneficencia de Naturales de Galicia, con el objeto de proteger a los gallegos y sus fami-liares; su órgano social se llamó “Vida Gallega”. Un año más tarde nace la Sociedad CoralEcos de Galicia. El objetivo de estas instituciones era amparar a los inmigrantes ante la ine-xistencia de una legislación laboral que les protegiera. Por esta época comienzan a crear-se hospitales y casas de salud donde sus asociados tenían derecho a asistencia y medica-mentos tras presentar el recibo al día de la sociedad a la que pertenecían. (NaranjoOrovio, C., 1988).
Un hecho de gran relevancia en la vida de los gallegos asentados en Cuba fue lafundación, en el año 1879, de su Centro Gallego. La finalidad primaria del Centro Gallegode La Habana fue la instrucción de los contingentes de inmigrantes que llegaban sin losconocimientos básicos que les permitieran abrirse camino dignamente. A su vez, elCentro nombraba una Comisión investigadora que se hacía presente en el puerto de laHabana y controlaba el desembarco de los jóvenes inmigrantes, evitándose así muchosabusos. (González Tosar, L.,1992)
El Centro Gallego contaba con una sección de inmigración cuyo objetivo eraencargarse de forma directa de las condiciones del inmigrante desde que salía de su lugarde origen. Se instalaron delegaciones del Centro en Galicia para para informar sobre lascondiciones de vida, ofertas de trabajo, gestiones con las compañías navieras, solicitudesde empleo en la isla, facilitar el desembarco en la Habana, la salida del campamentoLazareto de Triscornia(*) etc. (Naranjo Orovio, C., 1988)
Con el transcurso del tiempo (1888), comienzan las gestiones para incluir los ser-vicios sanitarios. A lo largo de la trayectoria del Centro Gallego debemos destacar suconstante preocupación no sólo por los gallegos en Cuba, sino por los que quedaban en
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(*) “El campamento de Triscornia fue establecido en 1900 por el General Leonard Wood bajoel nombre de “Estación de Inmigrantes de Triscornia” para acoger a todo inmigrante que nofuera inmune a la fiebre amarilla o que no tuviera ni persona ni institución que respondiera porél. En este último caso, el inmigrante permanecía en el campamento hasta que el gobierno cuba-no le proporcionase un trabajo o bien alguna institución española, familiar o amigo le reclama-se bajo su responsabilidad. Triscornia mantuvo su función de campamento de inmigrantes hasta1959. Albergues con similares características fueron establecidos en otros puntos de la isla prin-cipalmente en Cienfuegos y Santiago de Cuba. (Naranjo Orovio, C., 1988:83-84).
Galicia. Podemos citar, sólo a modo de ejemplo, las ayudas enviadas a Rosalía de Castroen su lecho de muerte, o las que enviaron a los campesinos cuando las malas épocas hací-an perder las cosechas
Las dos primeras décadas del siglo XX fueron las del auge y esplendor de la emi-gración gallega en Cuba y de su Centro Gallego. En el año 1907 se coloca la primera pie-dra de lo que será el Palacio del Centro Gallego, que alberga en su interior el TeatroNacional, acabado en 1915 y que estuvo siempre administrado por el Centro Gallego.(González Tosar., L, 1992)
Al igual que en otras zonas de América, también los gallegos asentados en Cubatuvieron una Caja de Ahorros de los Socios del Centro Gallego (1906), que a los pocos añostendrá una vida independiente hasta llegar a ser una poderosa entidad bancaria bajo elnombre de Caja de Ahorros y Banco Gallego. (Ibídem:)
Después de la guerra de la Independencia, la emigración hacia Cuba se recuperó,coincidiendo con el auge del azúcar cubano. En estos años se gesta el fenómeno de laemigración golondrina, que consiste en una estancia de pocos meses para participar enla zafra del azúcar. En esta emigración participaron muchos braceros gallegos, pero tras laGuerra Europea se hunden los precios del azúcar cubano y los embarques hacia la isladescienden a la mitad; en algunos casos, los retornos superan las salidas. (Eiras Roel, A.,Rey Castelao, O., 1992).
Si bien las instituciones tuvieron una importante labor, cabe destacar que, por esosaños, estaba ausente la mujer, que no sólo no tenía participación en su gobierno sino quese les negaba el derecho a la asistencia. Ante esa situación, surgió en el año 1917 la SociedadHijas de Galicia, cuyo objetivo fue “promocionar la asistencia sanitaria, auxilio y amparo de lamujer, especialmente a las naturales de la Región Gallega”. (Naranjo Orovio, C.,1988)
Los gallegos asentados en Cuba generaron paralelamente otra serie de asociacio-nes de gran variedad: podemos citar a modo de ejemplo la Asociación Naturales deOrtigueira (1928) y la Unión Mugardesa de Beneficencia y Recreo (1926), entre otras.
A lo largo del tiempo surgió una gran cantidad de sociedades de ámbito menorque tenían como objetivo el desarrollo cultural y económico de Galicia, como la SociedadAurora de Somozas, la de Instrucción y Beneficencia de Vivero y su Comarca o la SociedadProgreso de Lousada, fundadas con el mismo carácter benéfico, orientado a sus lugares deorigen y, en especial, a la dotación de escuelas. (Naranjo Orovio, C.,1988).
Los emigrantes gallegos en Cuba colaboraron activamente en la creación de escue-las en Galicia. Ejemplo de esa intensa labor es un artículo editado en la revista “LaborGallega” que hace referencia a sesenta y cuatro sociedades gallegas en Cuba destinadas alfomento de la instrucción. Reflejo también de la vida intensa de la colonia gallega en la
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isla es el gran número (127) de Sociedades de beneficencia, recreo e instrucción.(Naranjo Orovio, C., 1988)
Entre el gran contingente inmigratorio destacaron algunas personalidades de granprestigio cultural; una de las figuras de mayor relieve fue Manuel Curros Enríquez, falle-cido en La Habana en el año 1908. Entre sus obras teatrales se encuentran: “Aires daMiña Terra”, “O Divino Sainete” y “Poemas Castellanos”, entre otros. También bajo suiniciativa se fundó el semanario bilingüe “Tierra Gallega” (1894). (Ibídem:)
Sin lugar a dudas, Cuba marcó un hito dentro de la emigración gallega: en LaHabana nació el primer órgano de prensa gallego en la emigración, “La Gaita Gallega”,fundado en el año 1872; en la misma década salieron “El avisador Galaico” y “El Eco deGalicia”, periódico que denunció sin tregua las malas condiciones de vida padecidas por losinmigrantes gallegos, además de difundir los temas vinculados a Galicia y ser el cauce parala propaganda de los negocios de los gallegos asentados en la isla. (Cagiao Vila, P., 1992)
Otra figura destacada es Ramón Armada Teijeiro, que fundó junto con ManuelLugris Freire el periódico “A Gaita Gallega” (1885-1889), el primero escrito en gallegofuera de Galicia. Por estos años podemos añadir otras publicaciones en la misma lengua,como: “Tierra Gallega” (1894) y “Eco de Galicia” (1917). También destacó FucoG.Gómez, fundador y director del periódico “Patria Gallega”, con sus escritos en gallegoorientados a la concienciaciónde los emigrantes sobre los problemas de Galicia y la sig-nificación de su cultura. Otro intelectual importante fue el ferrolano Adelardo Novo,director del “Almanaque Gallego” y del “Diario Español”. Regresó a España en 1936 parapelear en el bando republicano y falleció en el año 1939. (Cagiao Vila, P.,1992)
También residió en la isla, desde 1833 a 1871, la escritora coruñesa VirginiaAuber Noya, novelista, ensayista y dramaturga; colaboró con diversos periódicos como“La Gaceta de La Habana” y “El Diario de La Marina”. Otro destacado intelectual galle-go fue Manuel Vázquez Castro -Manuel Barros - quien, a mediados del siglo XIX, llegó aCuba, donde combinó el trabajo administrativo con la literatura y el periodismo. A prin-cipios de nuestro siglo llega a la isla Carlos Montenegro, escritor de vida agitada, consi-derado por los intelectuales cubanos como un innovador del cuento realista de confro-tación social. Entre sus sus obras se encuentran El Renuevo y 0tros cuentos (1929) DosBarcos (1934), entre otros. Fundó la Revista “Gente” y en 1959 sale para Miami, dondemuere en el año 1983. Por la misma época también arriba el lucense Lino Novás Calvo,quien forma parte del grupo de escritores latinoamericanos que sientan las bases e inno-van las técnicas del cuento latinoamericano. A finales de los años veinte emigra a Cubaotro lucense, Ramón Ferreira, quien escribe para revistas y gana varios concursos litera-rios. Después de la Revolución cubana sale de la isla. (Martul Tobío, L., 1992).
Por último, debemos destacar al escritor Xosé Neira Vilas, nacido en Gres, en elConsello de Vila de Cruces (1928). Hijo de labradores, trabaja en el campo hasta que emi-
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gra a la Argentina en el año 1949 y posteriormente se marcha a Cuba, donde vive en laactualidad. Como escritor se dio a conocer con “Memorias dun neno labrego” (1961), al quele siguieron varios libros fundamentalmente de narrativa
En La Habana residieron poetas como Ramón Cabanillas, Manuel Lugrís Freire yAntón Vilar Ponte. Junto a la obra literaria de este último cabe mencionar la creaciónde “Alma Gallega” (1910), “A Gaita Gallega” y “El Centro”, boletín del Centro Gallego.
La preocupación por el fomento cultural entre los emigrantes fue constante.Ejemplo de ello fue la creación de la Asociación Iniciadora de la Real Academia de laLengua Gallega y la Asociación de Amigos de la Cultura Gallega. En ese proceso de difusiónde la cultura gallega incluimos la edición de publicaciones como “Aires da Miña Terra”(1892), “el Aresano” (1917), el “Avisador Galaico” (1878), “Cenit” (1937), “Rosalía”(1937), “Curros Enríquez” (1944) y “Cospeito” (1980). Estas sólo son algunas de laspublicaciones propiciadas por los gallegos emigrados. (Naranjo Orovio, 1988). SegúnNeira Vilas, se tienen catalogadas en Cuba unas setenta y una publicaciones periódicas.La mayoría de ellas bilingües, pero algunas de ellas escritas totalmente en gallego.
También en la música los gallegos emigrados están presentes. La más popular delas obras corales gallegas, “Negra Sombra”, está ligada a la “Sociedad Aires da Miña Terra”de La Habana, que organizó un concurso de composición sinfónica con motivo de lacelebración del IV Centenario del Descubrimiento de América, ganado por Juan MontesCapón. Dentro de esta manifestación cultural, la familia Faílde está muy presente a tra-vés de su orquesta (1871), integrada por Cándido Faílde junto con sus hijos y varios dis-cípulos. Su director, Miguel Faílde, es el creador del danzón cubano y entre sus obras másconocidas están “Antón Pirulero”, “A La Habana me voy” y “Cuba libre”. Otra figura adestacar es la de José Castro González “Chan”. En el año 1875 se radica en La Coruña yes designado profesor de la Escuela de Bellas Artes, y años más tarde obtiene en Parísgran éxito dirigiendo el orfeón coruñés. A fines del XIX se marcha a La Habana comocompositor para la escena y organiza varios orfeones gallegos; colabora con CurrosEnríquez en la formación de la Real Academia Gallega. (Careira, X.M., 1992)
La emigración gallega en Cuba, de la misma forma que en el resto de América,siempre estuvo vinculada a los acontecimientos que se vivían en España. Los años de laguerra Civil española y la posguerra fueron muy agitados. Por esos años llegaron exilia-dos como el periodista Manuel Millares Vázquez y los profesores María Arauxo yFrancisco Rey Balbís. En la isla aparece, en el año 1940, el primer original literario publi-cado por exiliados españoles: “Tres en uno”, de Juan Bartolomé de Roxas, ( seudónimo,de José Rubia Barcia). (Díaz Pardo, I., 1992)
Durante la década de los cincuenta, la colectividad gallega en Cuba sigue su acti-vidades, entre las que destacamos la labor del Plantel de Enseñanza Concepción Arenal delCentro Gallego, donde se impartía a los socios y sus descendientes enseñanza primaria
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completa. En el mismo edificio, funcionaba la Academia de Bellas Artes del Centro Gallegoy la Academia de Música con rango de Conservatorio Nacional. (González Tosar,L.1992). A esa intensa actividad cultural le acompaña la labor sanitaria que llega a supunto álgido en el año 42 con la apertura de la Casa de Salud del Centro
El triunfo de la Revolución Cubana (1959) marca el inicio de la etapa final delCentro Gallego de la Habana, momento en que tiene unos cincuenta y cinco mil socios. Enel año 1961, el gobierno revolucionario se hace cargo del Palacio Social; treinta años des-pués (1991), con la visita del presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne, ala isla se abre un nuevo capítulo para el Centro Gallego de la Habana. (Ibídem:)
La emigración gallega a Cuba forma parte de un pasado cercano en el tiempo,donde hoy queda una población española de 7025 personas. Sin embargo, nos puedehacer pensar que esa presencia gallega ha sido borrada con el transcurso del tiempo: porlo cual apelaremos a las palabras del escritor gallego Xosé Neira Vilas que a través de suexperiencia de vida tiene una comprensión más clara y nos dice:
“Quedan los apellidos; quedan tal vez unos cuatro o cinco mil hombres y mujeresde avanzada edad; quedan unas pequeñas sociedades comarcales que van desapa-reciendo por ley biológica, y otras algo mayores, animadas por hijos y nietos deinmigrantes; quedan, curiosamente, muchas voces gallegas incorporadas al hablacotidiana de Cuba; quedan utensilios diversos, artes de pesca, comidas que sedesignan con voces gallegas; quedan obras monumentales como el Palacio delCentro Gallego, algunos panteones en el cementerio de La Habana, que dan fe dela pasada pujanza de nuestra colectividad emigrante; queda una forma de ser y deactuar, una filosofía, por así decir expresada en cuartetas, décimas, refranes ynarraciones populares. Queda un legítimo orgullo de ancestros, una evocación deabuelos y de lejanos topónimos que se mencionan con auténtica emoción en refe-rencias familiares de padres a hijos”. (Neira Vilas, X., 163-164:1992).
América Central y el Caribe. Durante el Siglo XIX, Cuba fue el principal foco de atracción.
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3.2.2. LA EMIGRACIÓN GALLEGA EN OTROS PAÍSES DEL CARIBE:
GALLEGOS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
Si bien el núcleo más importante de la región es Cuba, también hubo gallegos enotros países. Uno de los destinos de la emigración gallega fue la República Dominicana(*). El auge de desplazamientos de españoles a esta isla se sitúa en las dos primeras déca-das del siglo XX. Por esas fechas, los españoles constituían el cuarto grupo en importan-cia numérica dentro de los inmigrantes en general, y el primero entre los inmigranteseuropeos.
La inmigración española por estos años estaba compuesta en su mayoría por hom-bres jóvenes, oriundos de Galicia y Asturias, que habían llegado al país desde PuertoRico y Cuba, dedicados principalmente al comercio.
La importancia numérica y socioeconómica de los inmigrantes españoles tambiénse cristaliza en entidades como el Centro Benéfico Español (1894) y la Sociedad BenéficaEspañola(1908). En el año 1917, se fundó la Casa de España, en San Pedro de Macorís,el Centro Español y la Sociedad Española Mutua de Beneficencia (1922), y en Santiago sefundó el Casino Español en el año 1927.
Durante la época de Trujillo (1930-1961) se dio un nuevo impulso a la inmigra-ción europea, con dos propósitos fundamentales: el aprovechamiento de los suelos férti-les improductivos y, al igual que en Cuba, “renovar” con población blanca el gran con-tingente de población negra. A pesar de ello, no se puede afirmar que se beneficiaradirectamente al comercio español, dado el monopolio empresarial ejercido por Trujillo ysu familia, que compitió directamente con los negocios establecidos.
Después de la guerra civil española, arribaron a la República (1939-1940) ungrupo de entre tres a cuatro mil refugiados políticos, que pronto hicieron notar suinfluencia cultural en el nuevo país. Entre ellos podemos destacar al escritor y y perio-dista Julio Sanz Sáinz y a José Almoina Mateos, escritor y poeta, que fue secretario per-sonal de Trujillo y luego se exilió a México, donde muere víctima del propio Trujillo.(Díaz Pardo, I., 1992).
Sin embargo, la mayoría de exiliados se dirigieron hacia otros países, comoMéxico, Estados Unidos, Venezuela o Puerto Rico, que presentaban unas condicionespolíticas más afines a las suyas. Así en el año 1943, sólo quedaba una tercera parte de esainmigración.
En años posteriores ingresa una corriente, parte de la cual estuvo vinculada a laestrategia de Trujillo en los años cincuenta, que se concretó en un tratado con el gene-
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(*) Manuel Antonio García Arévalo: “Inmigración española a Santo Domingo: Presenciagallega”. Pgs. 337-372:1987.
ral Franco. Por dicho tratado, arribaron al país sucesivos contingentes de españoles a lolargo del año 1955.
En la actualidad, la comunidad española en Santo Domingo cuenta con 930miembros, de los cuales, los gallegos son el segundo grupo en importancia numérica des-pués de los asturianos.
La emigración gallega a Santo Domingo comparte las características de la emi-gración en general: en su mayoría eran labradores, que en algunos casos permanecieronen las áreas agrícolas, pero a su vez, un numeroso grupo se decantó hacia el sector de ser-vicios, estableciéndose con el tiempo por cuenta propia. También, como en otras partes,movilizaron cadenas de paisanaje importantes, como es el caso de los inmigrantes pro-cedentes de La Guardia (Pontevedra) que comparten entre este país y Puerto Rico supreferencia a la hora de emigrar a América. (Cagiao Vila, P., 1992).
3.2.3 GALLEGOS EN PUERTO RICO
Con respecto a la emigración gallega hacia Puerto Rico, los datos de que se dis-ponen también son escasos dado que, por lo general, las investigaciones se centran enotros países donde la emigración gallega fue mayor.
Dentro de los investigadores que trabajan sobre el tema cabe citar al guardés J.Miguel Villa Álvarez (*), quien trabaja sobre la emigración guardesa a Puerto Rico, y nosproporciona un análisis de gran interés.
El trabajo de Villa Alvarez trata de un grupo de emigrantes oriundos de LaGuardia (Provincia de Pontevedra) que emigraron a mediados del siglo XIX y principiosdel XX hacia Puerto Rico. Dicha emigración tuvo como primer foco de atracciónMéxico, pero a partir de su independencia de España, tuvieron que dejar el país como elresto de los españoles. A consecuencia, buscaron otros destinos: primero Cuba, donde noles fue demasiado bien y más tarde Puerto Rico, donde se establecieron una serie de guar-deses pioneros que se beneficiaron de la coyuntura económica favorable de mediados delsiglo pasado y, una vez asentados en la economía y la sociedad de acogida, comenzarona ejercer su atracción sobre una gran mayoría de inmigrantes guardeses.
Puerto Rico era un destino apetecible, dado que los guardeses pioneros se habíanasentado con éxito en el negocio del comercio. Sus actividades se centran en los pro-ductos de primera necesidad: alimentos básicos y productos manufacturados. La activi-dad mercantil de los guardeses es la misma que desarrollaron los demás comerciantes delpaís desde mediados del siglo XIX: proveer a los cultivadores de caña y de café de todos
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(*) VILLA ALVAREZ, J.M. “El hombre de negocios guardés en Puerto Rico (1880-1930).(Pgs.1-20) Vicerectorado de Asuntos Exteriores de la Universidad de Santiago de Compostela,año 1996. En Prensa.
los productos necesarios para el funcionamiento de las haciendas. Debemos destacar que,sobre todo entre los guardeses, predominan los comerciantes de compra-venta al pormayor, que tienen como centro de sus negocios el almacén y en otros casos también pose-en tiendas de venta directa.
Para llevar a cabo este tipo de actividad, estos inmigrantes siguieron el modeloempresarial de la Sociedad Mercantil, en donde se puede reunir el capital de varias per-sonas para afrontar sus obligaciones comerciales. “De esta forma, las Sociedades permitíanque se pudiera establecer una cadena de paisanaje bajo un sistema de tipo comanditario endonde los ya asentados en el comercio ponían el negocio y los recién llegados la industria. Deesta forma, los inmigrantes encontraban rápidamente trabajo; en el caso de Puerto Rico, casisiempre garantizado desde el momento de su salida de España gracias a las “cartas de llamada”y a las recomendaciones. Y por otro lado, los empresarios estaban en disposición de disfrutar demano de obra de confianza y bien dispuesta al sacrificio. Pasado el tiempo, el empleado “se esta-blece”, convirtiéndose en empleador de otros paisanos suyos, en muchos casos familiares direc-tos, y así sucesivamente, perpetuándose la relación en cadena, y por tanto su incidencia en losorígenes geográficos y en los destinos laborales laborales comunes, por medio de la estratifica-ción.”(Villa Alvarez, J.M.,12:1996)
La forma de acceso y el ascenso dentro del mercado laboral es similar al de otros emi-grantes gallegos: los recién llegados, reclamados por los mismos comerciantes, ingresaban atrabajar como dependientes, con el tiempo y a fuerza de no conocer horarios ni descanso, seganaban un lugar en la empresa y a base de ahorro podrán llegar a independizarse.
El caso de las Sociedades Comanditarias es un poco más complejo: cuando eldependiente mostraba interés y cualidades especiales para el negocio, se le otorgabanmayores poderes y se le nombraba Apoderado, paso previo al cargo de ApoderadoGeneral de la empresa. El escalafón seguía con la categoría de Socio Gestor, quien seencargaba de dirigir la Sociedad durante unos diez a quince años, finalizados los cuales ytras asegurar la continuidad de la Sociedad en otros hombres de confianza (por lo gene-ral familiares o paisanos), se retiraba, pasando a la categoría de Socio Comanditario oSocio Capitalista. (Villa Alvarez, J.M. :1996)
De acuerdo con este estudio, estos pioneros sentaron sus bases como verdaderoshombres de negocios, estableciendo una red que atrajo a otros emigrantes. Los recién lle-gados eran hombres muy jóvenes, que antes de arribar se preparaban a conciencia en sulugar de origen; o bien quienes los reclamaban les proporcionaban dicha preparación enla isla o enviándolos a Estados Unidos. Con los años, se convirtieron en importanteshombres de negocios cuyo aporte fundamental al país de acogida fue la creación de unagran infraestructura comercial, colaborando con sus negocios al progreso material ysocioeconómico de la isla.
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Si hacemos un análisis más general sobre la emigración gallega a Puerto Rico nosencontramos con que, de acuerdo con la información de que se dispone, antes de la incor-poración de la isla a los Estados Unidos, los gallegos representan una inmigración pocoimportante. En el siglo pasado ingresaron inmigrantes gallegos, mayoritariamente de LaCoruña y Pontevedra. Predominaron en el sector comercial de ciudades como Ponce oSan Juan; fueron pequeños comerciantes, dependientes de comercio e incluso se integra-ron dentro de los oficios industriales. Muchos de ellos alcanzaron un importante statussocial, llegando a ser dueños de haciendas y comerciantes de alto nivel. En cambio, otrossiguieron diferentes derroteros, como es el caso atípico del coruñés Santiago IglesiasPantín, que en el siglo XIX trabajó primero como carpintero y luego se convirtió en unode los líderes obreros más importantes del país, bajo cuya iniciativa se creó la FederaciónLibre de Trabajadores (1909) que años después se reorganiza en el Partido Socialista, porel que fue senador entre los años 1917 y 1932. (Cagiao Vila, P.,1992)
En la isla también se asentaron pequeños grupos de intelectuales gallegos, ya fuerapor poco tiempo, o definitivamente. A modo de ejemplo podemos mencionar aSebastián González García-Paz, miembro secretario del Seminario de Estudios Galegos,quien llegó a ser Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de PuertoRico (Díaz Pardo, I., 1992); al pintor Angel Botello, que se estableció primero enSanto Domingo y Haití y luego se instaló en San Juan de Puerto Rico, donde abrió unagalería de arte; escultores como Francisco Vázquez Díaz, exiliado primero en SantoDomingo y luego en Puerto Rico; otro escultor importante fue Compostela, quien fueprofesor de la Escuela de Artes y Oficios de la Universidad de Puerto Rico. (Ron Pereirode, X., 1992).
3.2.4 PRESENCIA GALLEGA EN OTROS PAÍSES CENTROÁMERICANOS
A mediados del siglo XX salieron algunos contingentes de españoles rumbo aCosta Rica,que en la actualidad cuenta con unos 2.500 bien asentados con un nivelsocioeconómico considerable. En cambio, en otros países como el caso de El Salvador(606 españoles), Guatemala (1.476), Honduras (618) y Nicaragua (800), existe una bajapoblación española, que en algunos casos es el reflejo o el puente de aquellos contin-gentes que emigraron hacia países vecinos.
Finalmente, citaremos el caso de Panamá, donde está presente una prestigiosacolonia española de unos 12.000 miembros que poseen importantes entidades que desa-rrollan intensas actividades sociales y deportivas. El español emigrado a Panamá se haintegrado fundamentalmente en el sector industrial y comercial.
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3.3 EMIGRANTES EN AMÉRICA DEL SUR(*)
3.3.1.GALLEGOS EN BRASIL
Brasil fue otro foco de atracción de la emigración europea, en la que destaca, enprimer lugar, la corriente portuguesa, seguida por la italiana y española. Dentro de estaúltima, la gallega ocupa el primer puesto
La emigración gallega al Brasil comienza a cobrar importancia a partir de la últi-ma década del siglo XIX. La abolición de la esclavitud (1888) provocó una gran crisis demano de obra, y a nivel estatal comienzan las estrategias que abrieran las puertas a dichainmigración. Por ese entonces la máxima de las políticas inmigratorias fue: “brazos parael café”. (Cagiao Vila, P., 1992)
Entre los años 1880 y 1930 salen del puerto de Vigo aproximadamente 500.000gallegos rumbo a Brasil. En cambio, la emigración gallega hacia Brasil en las décadas cen-trales del siglo XX fue menos importante, como consecuencia de una política restrictivaque se reflejó en un sistema de cupos establecido en la Constitución de 1934 y que semantuvo hasta el año 1937. Hacia los años cuarenta, comienza una época aperturista ala inmigración con el fin de potenciar el desarrollo económico. Dentro de esta políticasituamos la ley de inmigración y colonización (1945) que, aunque no suprimió el siste-ma de cuotas, sí dio mayores facilidades para el ingreso de extranjeros. Al año siguiente,una nueva constitución suprimió los cupos de inmigrantes y liberalizó el acceso al país.Años después, Brasil se integra en el CIME y estableció convenios con países europeosentre los cuales cabe destacar España, que pasó de 438 inmigrantes en 1946 a 3.269 en1950 y 14.384 en 1952. Después de la Segunda Guerra Mundial, llegaron años de expan-sión económica y la inmigración tuvo un carácter más masivo. Paralelamente al desa-rrollo económico, se registró una fuerte inflación, lo que acarreó la devaluación del cru-zeiro, crisis económica e inestabilidad social y política; esta situación no era nada atrac-tiva para la recepción de extranjeros, hecho que se refleja en las cifras (menos de 2.000personas anuales desde el año 1964). En los años 70 se produjo el “milagro económico bra-sileño”, pero este se basó en la sobreexplotación de las clases populares, en la congela-ción salarial y el paro forzoso, a la vez que acrecentó las desigualdades sociales con unapoblación que seguía un intenso ritmo de crecimiento, por lo cual tuvo poco eco en lainmigración exterior. (Hernández Borge, J.,1992).
La emigración gallega a Brasil se distribuyó a lo largo de su geografía y, de lamisma forma que en La Habana, Buenos Aires o Montevideo, se asentaron en las ciuda-des más importantes y se dedicaron al sector terciario. Muchos de ellos procedían decomarcas con gran tradición de oficios especializados, como los carpinteros y canteros,hecho que les permitió integrarse inmediatamente en la construcción urbana y en las
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(*) En este capítulo exceptuamos Argentina y Uruguay, objetivo central de nuestro trabajo.
obras públicas, como en las carreteras y ferrocarriles en Sao Paulo, Santos y Río deJaneiro. Los más afortunados llegaron a ser propietarios en el ramo de la hostelería. Enel caso de las mujeres trabajaban como costureras, lavanderas y, al igual que en otros paí-ses de América, en el servicio doméstico.
En la actualidad, el hombre de negocios gallego paradigma del éxito comercial enBrasil es Chico Recarey. Sus empresas abarcan un amplio espectro que se extiende desdela hostelería al mundo del espectáculo y continúa por las empresas de transporte y la dis-tribución comercial.
La emigración gallega se asentó en diversos estados del extenso país sudamericano.En el siglo XIX se estableció un gran contingente de gallegos en el norte del país, másexactamente el estado de Pará. Llegaron para trabajar en colonias agrícolas, pero final-mente se establecieron en la ciudad de Belén y se dedicaron a actividades dentro del sec-tor terciario; hacia la década del treinta fundaron un Centro Galaico. También en otrosestados hubo presencia gallega: en el de Amazonas participaron en la construcción de lalínea férrea Madeira-Mamoré. En el estado de Río de Janeiro fundaron en 1900 un CentroGallego, y constituyeron una colonia numerosa, de pontevedreses, en su mayoría, dedica-dos sobre todo al comercio y negocios de hostelería. En Santos o Campinas, los gallegostambién fueron mayoría; en el único en el que no lo fueron fue el de Sao Paulo pero, apesar de ello, en el año 1902 fundaron un Centro Gallego, que se mantuvo hasta 1970.Todavía en la actualidad se estima que los gallegos en Sao Paulo alcanzan unas 45.000 per-sonas. (Leal Braga, C., 1992). Debemos destacar que en el Estado de Sao Paulo se diouna profusa e intensa actividad periodística. A modo de ejemplo podemos citar “LaIberia” (1895), primer periódico español fundado en Brasil. Años más tarde (1899) sefunda “El Diario Español”, editado por el gallego José Eiras García, importante comer-ciante de Sao Paulo. A principios del siglo XX (1922), aparece en la ciudad de Santos larevista artística “Brisas de España” y en esa misma ciudad, al año siguiente, surge el sema-nario independiente “La Península ibérica”; se mantuvo durante cinco años con el obje-tivo primordial de defender los intereses de España y de sus hijos. Pero el periódico espa-ñol más moderno del Brasil y más leído fue “La Nación”, editado también en la ciudad deSantos, cuya vida se extiende desde el año 1931 hasta 1940. (Dos Santos, E., 1989).
Presencia gallega, hubo también en los estados del sur, como en Porto Alegre que,aunque no es comparable a la de Salvador, Río de Janeiro o Sao Paulo, fue significativadado su carácter fronterizo con Argentina y Uruguay, países de gran recepción de inmi-grantes gallegos; su colectividad posee un carácter peculiar, dado que fueron Estados deasentamiento clandestino como consecuencia de las políticas inmigratorias de sus paísesvecinos. (Leal Braga, C., 1992)
Pero, sin lugar a dudas una presencia gallega singular es la de Salvador, capital delEstado de Bahía. La corriente migratoria comienza a partir del año 1880, y se extiendehasta la década del sesenta del presente siglo. Se establecieron en su mayoría en la ciu-
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dad, dedicándose fundamentalmente al comercio en pequeños almacenes de ultramari-nos. En Bahía, las cadenas de paisanaje, han actuado con gran intensidad, propiciandoel ascenso económico y el monopolio del sector comercial.
Con el paso del tiempo fundaron pequeñas sociedades:”los filhos de Antas”, “losamigos de Moscoso”, “Los Amigos de Gajate”, entre otras. Más adelante, y a medida quesurgían nuevas necesidades, se crea la “Real Sociedad Española de Beneficencia de la Bahía”,de carácter sanitario, el “Centro Español Recreativo” y el “Galicia Esporte Club” con unafinalidad deportiva. (Leal Braga, C., 1992)
El sistema de reclutamiento de los emigrantes era similar al de otras partes: cuan-do el comerciante se establecía mandaba buscar parientes o vecinos para que le ayuda-ran y así se formaba una población predominantemente de una parroquia. En el caso deSalvador, en su mayoría provienen de la provincia de Pontevedra, del municipio dePontecaldelas. Se trata de una inmigración masculina joven, con las consecuenciasnefastas que ello acarreaba para Galicia. (Leal Braga, C.,1992)
Si bien en un principio fue un grupo bastante retraído, a medida que nacen lasnuevas generaciones en el país hacen que estos estudien para no tuvieran que pasar lasmismas dificultades de sus progenitores, y en definitiva facilitar la total integración. A suvez, las pequeñas instituciones de un principio dejan paso a proyectos más ambiciosos,como el “Sanatorio Español”, “El Centro Español” “los Caballeros de Santiago” entre otros
En la década de los cincuenta, cuando la emigración marcha rumbo a Europa, elcomercio de utramarinos se transforma con la apertura de supermercados. Los pequeñosalmacenes, ante la competencia cierran sus puertas, y entonces los gallegos invierten susahorros en otras actividades. Los propietarios de almacenes se convierten en dueños de res-taurantes, hoteles gasolineras, ferreterías, casas de muebles etc También surgieron una seriede empresas de mayor relevancia: transporte, agropecuarias y cadenas de pastelerías. (LealBraga, C., 1992)
Por último, debemos decir que los emigrantes gallegos en Salvador no tuvieronuna vida fácil, pero “la comunidad gallega que hoy vive en Salvador puede ser consideradacomo victoriosa y totalmente integrada en la sociedad bahiana. Y es preferible que sea conside-rada como integrada que como asimilada, porque así se estaría admitiendo que el grupo perdiósu identidad, mientras que la integración presupone una diversidad cultural dentro de una uni-dad social.”.(Leal Braga, C., 184:1992)
En la actualidad, en Bahía los gallegos constituyen la mayoría (96%) de la emi-gración española (15.000) y, dentro de estos, los pontevedreses ocupan el primer lugar.A nivel general, constituyen un grupo importante y bien integrado en la sociedad brasi-leña, a pesar de que, al igual que en otros lugares de América, no todos los inmigranteshan obtenido el éxito económico deseado, lo que sumado al lógico envejecimiento,genera serios problemas psicosociales. (Cagiao Vila, P., 1992)
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Gallegos hubo en otros lugares, no tan relevantes como los anteriores, y de loscuales se sabe muy poco, debido a la escasez de estudios, pero que de todas formas debe-mos mencionar.
América del Sur: principal destino de laemigración gallega durante el siglo XX.
3.3.2 EMIGRANTES GALLEGOS EN VENEZUELA
Si seguimos el derrotero de la emigración gallega, nos encontramos con países deemigración reciente, como es el caso de Venezuela. La emigración hacia este país cobrasu auge a partir de la guerra civil española y, sobre todo, desde el boom del petróleo dela década del 70. De esta manera, se trata de una emigración gallega muy joven de granempuje, casi mimetizada con el medio receptor.
En el contexto americano, la emigración gallega hacia Venezuela es tardía. Estose debe por un lado a la guerra civil española y por otro a la crisis vivida en la isla deCuba, de donde procedía la mayor parte de los inmigrantes gallegos de esos años.
Venezuela es el país de América hispana que recibió la inmigración española másnumerosa en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Es un caso atípico, dadoque en los momentos de decadencia generalizada de la emigración gallega hacia América,siguió en auge como consecuencia del descubrimiento y explotación masiva de yacimien-tos petrolíferos. Desde el segundo decenio del siglo XX, se dieron relevantes modificacio-nes en su estructura económica, lo que repercutió en un cambio de actitud de los poderespúblicos respecto a la admisión de población extranjera. (Hernández Borge, J., 1992).
Hacia los años cuarenta, un grupo de gallegos residentes en Venezuela se separande la Casa de España y fundan el Lar Gallego (1945), que se convierte en el centro madrede las instituciones gallegas en Venezuela. Años más tarde (1948), un grupo de disiden-
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tes del Lar Gallego fundan el Centro Gallego, con un carácter más popular y menos polí-tico que el Lar Gallego, que se mantiene como lugar de reunión de los gallegos antifran-quistas. (Hernández Arvelo, M.A., 1992)
Durante la posguerra civil española llegaron a Venezuela un grupo de exiliados,quienes realizaron una gran labor cultural sobre todo en el terreno literario; entre los exi-liados podemos destacar al extraordinario orador Xosé Velo, al profesor Mario FernándezGranell (+Vigo 1991), al oceanógrafo e ictiólogo José María Mosqueira Manso(+Caracas 1968), al médico y diputado a Cortes José Pardo Gayoso, el jurisconsultoAlberto Paz y Mateos y su hijo Alberto Paz y Mateos, director de teatro y creador de lasala teatral que lleva su nombre en Caracas; Silvio Santiago empresario y escritor falle-cido en Santiago de Compostela en el 74; el dibujante Xosé Sexto, Jesús VázquezGayoso, abogado y profesor; Xosé Velo Mosquera, político y escritor y el médico LeoncioJaso- Roldán. (Díaz Pardo, I.,1992). Años después llega el destacado escritor gallegoCelso Emilio Ferreiro, nacido en Celanova, en el año 1912; estuvo en Venezuela desdeel año 1966 a 1973. Cursó estudios de Derecho y, por los años treinta participó en la fun-dación de la Federación de Mocedades Galeguistas y digirió su publicación, “Guieiro”.Participó de la dura experiencia de la guerra civil española. Después de la guerra fratri-cida, fue redactor jefe de la revista “Finisterre”. En el año 1966 emigró a Venezuela; eneste país fue orientador de las actividades culturales de la “Hermandad Gallega” y estuvoa cargo de la publicación “Irmandade”, de una emisión semanal de radio y digirió laEscuela Castelao. En el año 1973 regresó a Galicia. Entre sus obras podemos destacar:“Castrafol de poesía”, “O soño sulagado”, “Longa noite de pedra”, “Viaxe ao país dos ena-nos”, “Terra de ningures”, “Ceminterio privado” y “Onde o mundo se chama Celanova”,entre otras. Falleció en Vigo en el año 1979.
El gran auge de la emigración gallega hacia Venezuela comenzó a partir delgobierno del general Pérez Jiménez (1953), y su política de puertas abiertas a la inmigra-ción influyó hasta tal punto que, entre los años 1953 a 1958, salieron hacia este país unos150.000 españoles. El desarrollo del sector secundario y la industrialización a gran esca-la exigía mano de obra barata. Simultáneamente con la creación de los consulados vene-zolanos en Santa Cruz de Tenerife y A Coruña y el ingreso de España en el CIME (1955),se produce una gran oleada de inmigrantes españoles al país, principalmente gallegos ycanarios. (Hernández Arvelo, M.A.,1992).
Hacia la década de los sesenta, la emigración gallega a Venezuela se reduce con-siderablemente, como consecuencia de los cambios políticos producidos a raíz del derro-camiento de Pérez Jiménez. Sin embargo, a partir del año 1964 la situación vuelve a cam-biar. A los años de recesión se abre un breve período (1964-1965) de cierta prosperidad,en los que llegan algunos contingentes de gallegos. Finalmente hacia los años setenta sereabre el flujo inmigratorio como consecuencia de la bonanza petrolera. (HernándezArvelo, M.A., 1992)
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En la década de los setenta la crisis política, social y económica convulsiona elCono Sur de América, ingresando a Venezuela una gran inmigración latinoamericanacon la que también llegaron algunos gallegos residentes de esos países. “Sin embargo, esde destacar que desde 1975 hasta nuestros días, la inmigración gallega, si bien tuvo un signifi-cativo repunte, solo llega a un centenar anual y, a raíz de la crisis económicos en el país, la ten-dencia al retorno se hace cada más evidente.” (Hernández Arvelo M.A., 177:1992)
La trayectoria y circunstancias vividas por los gallegos de Venezuela son similaresa la del resto de América. En su mayoría provienen del medio rural y se integraron enmedios urbanos, donde trabajaron como peones de la construcción, conserjes y en el ser-vicio doméstico sin conocer horarios de descanso ni días de fiesta. Gracias su gran esfuer-zo y ahorro se forjaron un lugar en la nueva sociedad de acogida
A modo de ejemplo podemos citar a Benito Alvarez Nieto, oriundo de Celanova(Orense), dedicado a la distribución comercial, específicamente dentro del campo de laelectrónica. A su intensa actividad debemos sumar su participación en los quehaceres desu comunidad, integrándose como presidente del Centro Gallego de Caracas, además demantener estrechos vínculos con las asociaciones de empresarios en Galicia. (LosadaAlvarez, A., 1992)
Al igual que en otros lugares, fundaron entidades sociales y mutuales como es elcaso del Centro Amigos de Santiago (1956) y la Hermandad Gallega, fundada en el año1960 como resultado de la fusión de tres instituciones: el Lar Gallego, Centro Gallego yCasa de Galicia. (Hernández Arvelo, M.A., 1992)
En la actualidad, Venezuela cuenta con unos 144.505 inmigrantes españoles, dentrode los cuales los gallegos y canarios son los más numerosos y prósperos de sus integrantes.
3.3.3. OTROS DESTINOS DE EMIGRACIÓN MENOS FRECUENTES EN AMÉRICA
DEL SUR: GALLEGOS EN CHILE
Dentro del proceso de la inmigración gallega hacia América, Chile es un país atí-pico: nunca ha sido centro de inmigración masiva a consecuencia, sobre todo, de su ubi-cación geográfica. Aunque el aporte ha sido bajo, va a ser significativo en el terreno delas actividades comerciales e industriales. (Norabuena Carrasco, C., 1987).
La inmigración española en Chile pasó por varios períodos: entre 1884 y 1910,ingresaron españoles en su mayoría; entre 1939 y 1942, llegaron por motivos políticosunos 3.000 españoles y por último, entre 1946 y 1964 arribó un total de 2.833 españo-les. La mayoría de estos españoles provenían de Cataluña (17,73%), Castilla-León(17,12%) y Andalucía (11,14%,); en cambio el grupo procedente de Galicia era franca-mente bajo (7,89%). (Norambuena Carrasco, C., 1987)
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En otros casos, los gallegos que se asentaban en Chile procedían de países vecinos:(Argentina o Brasil), que se radicaban en las zonas urbanas y una vez que afianzaban susituación económica, establecían las cadenas de paisanaje.(Cagiao Vila, P., 1992)
Este país andino a principios de siglo tenía una red importante de entidades espa-ñolas dado que la comunidad española ascendía hacia el año 1910 a unas quince mil per-sonas, en su mayoría oriundos de Galicia. A medida que se diversificaba la colectividad,también surgió la especificidad regional, y así nació el Centro Gallego (1915) que, al igualque en otras zonas de América, conciliaba las actividades asistenciales con las recreati-vas y culturales. (Fernández, A. E., 1992).
En el año 1920 estaban censados en Chile unos 25.000 españoles, de los cualesaproximadamente 2.000 eran gallegos que se establecieron no sólo en la capital, sino enValparaíso y Concepción, en centros salitreros como Iquique y Antofagasta y hasta enla austral Punta Arenas. (Eiras Roel, Rey Castelao 1992)
Las cadenas de paisanaje influyeron en la presencia en ciertos sectores de la eco-nomía como en negocios comerciales, algunos tipos de industria, hostelería, y empresasganaderas, madereras y siderúrgicas. (CagiaoVila,P., 1987).
También debemos mencionar la presencia gallega en la industria del salitre en elnorte de Chile, cuyo exponente mayor fue Ramón Nieto Otero, propietario a principiosdel siglo XX de la compañía salitrera Galicia. De la misma forma que otros paisanos suyosdesde Buenos Aires o La Habana, Nieto Otero posibilitó la construcción de varias escue-las en Galicia que llevaron su nombre. (Norambuena C., 1987).
Al igual que sucede en el resto de América, hacia la década del sesenta la inmi-gración gallega y española en general tampoco llegó a Chile. En la actualidad, la presen-cia española en Chile asciende a unos 30.000 integrantes; efímera si la comparamos consus vecinos sudamericanos. De esta colonia, el grupo de gallegos se reúne en torno al LarGallego de Santiago, fundado hacia el año 1915 y que aún resiste el paso del tiempo.
GALLEGOS EN PERÚ
A lo largo de la historia, los gallegos han emigrado a diversos puntos del conti-nente americano, algunos de ellos de larga tradición y otros más eventuales. Dentro deestos últimos está Perú. Este país cuenta, según el Instituto Español de Emigración, conunos 8.045 españoles. A esta escasez numérica debemos incluir la de investigadores quese dedican a tratar el tema.
En el conjunto de países americanos, Perú nunca ofreció las condiciones idóneaspara atraer una inmigración en masa. La emigración gallega a este país está íntimamen-te vinculada al auge de la pesca que vivió Perú en la segunda mitad del siglo XX. Lainvestigadora Ma. Teresa García Domínguez (1992) afirma que, a pesar de que los galle-
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gos en el Perú no han tenido una importancia a nivel cuantitativo, sí lo han tenido anivel cualitativo en el progreso técnico de la industria pesquera y conservera peruana.
Hasta los años 30, Perú vivía de la agricultura y la minería, y sobre todo de laexportación del guano*. Después de la Segunda Guerra Mundial decae esta exportación,pero comienzan a explotar su riqueza pesquera, convirtiéndose en una potencia hasta ladécada del sesenta. Uno de los pioneros del boom pesquero fue Benigno Lago Estévez,un gallego de la Costa de la Muerte que emigró hacia Argentina en los años 20 y tras unaserie de reveses económicos, se marchó a Perú en busca de mejores oportunidades. Suactividad central fue la pesquera: primero en la captura de lobos de mar para la industriapeletera y, más adelante en la exportación de hígado de bonito hacia Estados Unidos; ypor último montó una fábrica de conservas. Con socios peruanos y capital norteameri-cano, creó una de las primeras fábricas pesqueras del país. Tomó contacto con un grupode marineros que vivían exiliados en Chile y los llevó a trabajar a sus fábricas; con eltiempo, se fueron independizando y organizaron sus propias fábricas. (GarcíaDomínguez, T., 1992)
El auge de la pesca atrajo inmigrantes de Corcubión, Finisterre y Muros, entreotros. Fue una emigración de tipo familiar, constituida en su mayoría por pescadores,pero entre los que también había constructores de barco, buzos mecánicos y por lo gene-ral, personal cualificado, que se integró a la vida peruana sin perder sus costumbres deorigen. (Ibídem:)
A diferencia de lo que sucede en el resto de los países donde existe emigracióngallega, no existen para los siglos XIX y XX registros sobre asociaciones específicamentegallegas. Dentro de las instituciones españolas, la más importante fue el Casino Españolen Lima, encargado de mantener unas mínimas relaciones culturales con España. A suvez existieron varias Sociedades de Beneficencia situadas en los principales enclaves deespañoles en el país (Lima, Callao, Iquitos y Cerro de Pasco), cuya función era ayudar alos emigrantes cuando su situación era desesperada; pero poco se sabe de las actividadesespecíficas que desempeñaron.
Los gallegos se asentaron en Pisco, Piura, Puerto Samanco, y también algunos deellos en su capital, Lima. Pero uno de los lugares de asentamiento preferido fueChimbote, que en la década de los sesenta fue uno de los principales puertos pesquerosdel país. La zona contaba en 1960 con unos 200.000 habitantes, de los cuales 2.000 erangallegos que tenían intereses económicos en la región. (García Domínguez, T., 1992)
En los años sesenta sobreviene la crisis económica a consecuencia de la compe-tencia de los productos pesqueros provenientes de otros países como Corea, de costesmás bajos; a esto se añade la desaparición de peces por una mala práctica sin regulación
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* Substancia excrementicia de aves marinas utilizada como abono
oficial, así como por la corriente de Humboldt. La crisis se acentuó, además, por los pro-blemas políticos y el terremoto del año 70, lo que hizo que muchos gallegos retornaran,pero otros aún permanecen y siguen sufriendo los diversos avatares que padece el país.
EMIGRANTES EN: BOLIVIA, PARAGUAY, COLOMBIA Y ECUADOR.
En América del Sur existe un grupo de países que tiene una escasa población emi-grada. Por lo general, tienen una baja e incluso escasísima población española de la quepoco se sabe y, como consecuencia, tampoco se tienen referencias, hasta el momento, dela incidencia de los gallegos dentro de esas poblaciones.
A modo de ejemplo podemos citar, en el corazón de Sudamérica, a Bolivia paísandino dedicado a la agricultura, de un alto porcentaje de población indígena y escasaindustrialización, que no ha tenido suficiente atractivo para incorporar al país contin-gentes extranjeros. Cuenta con una población de 3.201 españoles situados en su mayorparte en su capital, la ciudad de La Paz. Al sur de Bolivia nos encontramos con Paraguay,país con una fuerte presencia indígena, en el que también la emigración española ha sidobreve y muy desigual. Cabe destacar que los emigrantes que allí acudieron provienen depaíses limítrofes (Argentina y Brasil) en busca de nuevas oportunidades. Por las condi-ciones sociopolíticas de su breve historia, hubo pocos incentivos para la emigración.Cuenta con una población de 3.000 españoles asentados en su capital, Asunción.
Para cerrar esta breve reseña, nos referiremos a Colombia y Ecuador, situados res-pectivamente al norte y noroeste de América del Sur. La emigración española a Colombiaha sido de pequeños grupos, que por lo general accedieron a una buena posición socioe-conómica. Dentro de ellos destacan grupos de profesionales liberales e intelectuales quese integraron en el ámbito universitario y empresarial del país. En la actualidad residen enColombia unos 19.621 españoles. También a Ecuador emigraron pequeños contingentesaislados. Cuenta con unos 3.280 españoles dedicados a la industria, el comercio y diver-sas empresas, situados, al igual que en la mayor parte de América, en su capital, Quito.
3.4. LA EMIGRACIÓN GALLEGA EN AMÉRICA DEL NORTE.
3.4.1 GALLEGOS EN MÉXICO
La emigración gallega a México se remonta a principios del siglo XX. Procedía ensu mayoría de la costa cantábrica lucense y del interior pontevedrés. Hasta la SegundaGuerra Mundial la mayor parte eran coruñeses y lucenses, sustituidos más tarde por pon-tevedreses y orensanos; entre estos últimos el grupo más representativo es el del munici-pio orensano de Avión. Las relaciones de paisanaje hicieron que esta emigración se pro-longara en el tiempo e influyera también en la inserción laboral de los inmigrantes. Asílos avionenses se introdujeron en determinados ramos del comercio y servicios. (CagiaoVila, P., 1992)
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México ha quedado en la imagen colectiva de Galicia, al igual que sucedió conCuba a principios de siglo, como un país con grandes posibilidades de enriquecimiento.A modo de ejemplo podemos mencionar el caso de los hermanos Vázquez Raña, tambiénavionenses, dedicados al mundo de la comunicación; llegaron a ser propietarios de laAgencia United Press International, que luego vendieron, pero siguen en el ramo conuna cadena de periódicos y una emisora de televisión. Llegaron a construir un grupo eco-nómico atípico dentro de la emigración gallega, y se han convertido en uno de los gru-pos empresariales más influyentes del país de acogida. Por otro lado, otro orensano, RaúlGarcía Sánchez se convirtió en importante hombre de negocios en el ramo de la elec-trónica y la distribución comercial. (Losada Alvarez, A., 1992)
La emigración gallega en México se ha destacado en diversas manifestaciones cul-turales. En la música tiene dos figuras notables: Luis Taibo y Jesús Bal y Gay. El primero,oriundo de Santiago de Compostela (1877- +México 1954), estudió en Santiago lascarreras de cura y médico y aprendió música en el Seminario. A principios de siglo emi-gró a México, donde lleva a la par su profesión de médico y su pasión por la música. Esautor de música litúrgica, coral y de diversa música de cámara. En los años treinta publi-ca tres melodías gallegas: “O Sacreto”, “Campanas de Bastabales” y “Adiós ríos, adiósfontes”. Jesús Bal y Gay (Lugo, 1905), cursó sus estudios musicales en su ciudad natal,donde también fundó la revista Ronsel (1924); en la que se estrena como crítico musi-cal. Es autor del libro “Hacia el Ballet gallego” (1924), colabora en el Seminario deEstudios Gallegos y lleva a cabo la recopilación del Cancionero Gallego. En el año 1938se exilia a México, donde se desempeña como docente, periodista musical y musicólogoentre otros. (Carreira,X.M., 1992).
México también contó con destacadísimas figuras gallegas del cine. Una de ellasfue Carlos Velo, importante documentalista del cine español. Llegó al país en el año1938 y se integró plenamente en la cinematografía mexicana como “Torero” en el año56, o “Pedro Páramo”, diez años después. Otra personalidad destacada fue el ferrolanoJuan Oriol García, productor, actor, guionista y director. Iniciador del melodrama tropi-cal delirante, sus películas tuvieron un gran éxito en todos los países americanos. Entresus películas destacan: “Madre querida” (1935), “Siboney”(1958) y “Los misterios delhampa” entre otras. (González Alvarez, M., 1992)
Este país también contó con artistas plásticos gallegos, como el pintor Arturo Soutoquien, después de recorrer Cuba y Estados Unidos, se establece definitivamente en México.Otra figura destacada es el arquitecto coruñés Caridad Mateo. Trabajó en ConstructoresHispano-Mexicanos y ejecutó gran variedad de proyectos; realizó junto con Félix Candelala bóveda del salón del Centro Gallego de México. (Ron Pereiro de, X.,1992)
Después de la guerra civil española, llegó un significativo grupo de exiliados polí-ticos, muchos de ellos destacados intelectuales. Algunos ya los hemos mencionado, peropodemos incluir otros, como el maestro y autor de libros de texto Jesús Bernárdez Gómez,
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médicos como José Bernárdez Gómez y Antonio Encinas Rodríguez. También hubo poe-tas y escritores, entre los que destacan Alejandro Campos Ramírez, Florencio DelgadoGurriarán, Manuel Domínguez Benavides, Fernando Rico Galán, Víctor Rico Galán,Julio Sesto y el editor José María González Porto. Periodistas como Luis Soto Fernández.Hubo artistas entre los que se encuentran los pintores José Frau, Arturo Souto Feijóo, elescultor Uxío Souto y el crítico de arte Víctor Rico González. Otras disciplinas tambiéntuvieron sus representantes; como es el caso del catedrático de Ciencias NaturalesBibiano Fenández-Osorio Tafall; Juan Viqueira filósofo y secretario del seminario deEstudios Galegos, o el arquitecto José Caridad Mateos y el cineasta Demetrio BilbatúaRodríguez. Políticos como el diputado de la República Alejandro Vian Esperón y eldiplomático Salvador Etchevarría Brañas, quien fue Cónsul en Veracruz, Embajador enGuatemala y México y Ministro de Información y Propaganda y Archivos en París.(Díaz Pardo, I., 1992.)
Los exiliados gallegos en México realizaron una labor destacada en el área cultu-ral y, más específicamente, dentro de la literatura. Entre ellas: “El Cancioneiro da Loitagalega” (1943), un volumen que recoge la poesía antifranquista escrita en gallego; la obrade Florencio Delgado Gurriarán y la revista “Vieiros”. A su vez, incluimos la labor edi-torial llevada a cabo por el Patronato da Cultura Galega de México, que publicó obras deNeira Vilas, Núñez Búa, Manuel María y Méndez Ferrín. (Alonso Montero, X., 1992).
De acuerdo con el Censo mexicano de 1970, había en Puebla un 20% de galle-gos, segundo grupo de españoles tras los asturianos. Este grupo de gallegos de Pueblaintentaron en la década de los sesenta (del siglo XX) fundar un centro regional que tuvocorta existencia. En esta región mexicana, la inmigración gallega provenía principal-mente de Pontevedra y Orense; en cambio en Veracruz, el predominio lo tuvo la pro-vincia de A Coruña.
Por lo regular, las instituciones regionales gallegas tuvieron una vida efímera, aexcepción del Centro Gallego del Distrito Federal, fundado en 1949 sobre la base de otrasdos instituciones: del Orfeón Gallego (1911) y de la Unión Cultural Gallega (1939).(Cagiao Vila, P., 1992)
Según el Instituto Español de Emigración, México cuenta en la actualidad con32.342 españoles, que marcan aún hoy día su impronta en la sociedad y cultura mexicanas.
3.4.2 GALLEGOS EN ESTADOS UNIDOS
Al hacer referencia a la emigración gallega hacia Estados Unidos, observamos quelas investigaciones son muy escasas. A principios de siglo, Estados Unidos era un sitioapetecible, dada la fortaleza de su moneda. En su mayoría estaba constituida por inmi-grantes de la costa. Así en las dos primeras primeras décadas del siglo XX, salían gallegosa trabajar como jornaleros en las plantaciones y en los barcos de carga, e incluso algunos
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fueron contratados para las minas de carbón o en granjas agrícolas; pero las difíciles con-diciones laborales acarreaban bien pronto bajas laborales, y el inevitable regreso aGalicia, donde remataban sus días y, en algunos casos, por vía del contagio, los de susfamilias. Otro factor que frenó la emigración hacia América del Norte fue la “ley de cuo-tas” de 1921, que asignaba a España una cantidad anual de inmigrantes muy pequeña,aproximadamente unas 250 personas, cantidad cubierta por pastores vascos contratadospor la California Ranger Asociation. (Hernández Borge, J.,1992).
Estas circunstancias condujeron la emigración hacia otros derroteros más seguros,abiertos y de mayor tradición : Cuba, Argentina, Brasil, Uruguay.
En la actualidad, la comunidad gallega en Nueva York, que reside en el distrito deQueens, cuenta con unas 12.000 personas, en su mayoría de Orense y A Coruña. Estegrupo se aglutinaba en dos centros: la Casa Galicia de Unidad Gallega (1940) y el Centro deNew Jersey. Este último está en proceso de liquidación, en gran parte por la presión fiscalque el Estado americano ejerce sobre este tipo de asociaciones. En el caso de la Casa deGalicia, tampoco ha corrido mejor suerte. En su momento de mayor apogeo llegó a tener5.000 socios, pero luego se estabilizó en unos quinientos, que disfrutaban de un espléndi-do edificio estilo colonial en el 119-125 East 11 Street, de Manhattan. Con el paso deltiempo, el esplendor decae por la presión fiscal y la decadencia socioeconómica de la zonadonde estaba ubicada la institución. Venden su edificio a una compañía canadiense y, pro-visionalmente, se alojaron en la sede del Círculo Español en Astoria (Queens), institucióncon la que quizá en un futuro podrían llegar a fusionarse. (Castro, X., 1994).
A pesar de las restricciones impuestas a nivel oficial, en Estados Unidos existeuna presencia española que, de acuerdo con el Instituto Español de Emigración, cuentacon unos 44.701 españoles que aun conservan la nacionalidad española y han nacido enEspaña; pero en los hechos quizá exista un número similar de tantos otros españoles queno integran esas estadísticas.
Cabe destacar la labor que algunos artistas gallegos llevaron a cabo en el gran paísdel norte. Algunos permanecieron cortas temporadas en América y otros se establecie-ron allí definitivamente. A modo de ejemplo podemos mencionar a Máximo Ramos,quien recorrió Estados Unidos para luego seguir hacia México y Guatemala. Otro artis-ta destacado fue Roberto González del Blanco, quien primero recaló en Cuba (1919) yluego celebró varias exposiciones en Boston y Nueva York con gran éxito. Podemos citartambién al pintor Arturo Souto, quien se exilia en Cuba en el 39 y viaja a los EstadosUnidos donde expone en Nueva York, Los Angeles y Filadelfia para establecerse por finen México. Y por último, el escritor, músico y pintor Eugenio Fernández Granell, quiensale de Francia y recorre varios países del Caribe, instalándose definitivamente enEstados Unidos en el año 1957. Algunos de estos artistas ( y otros que no hemos men-cionado) ejercían también la docencia, llegando a tener un reconocimento a nivel ofi-cial. (Ron Pereiro de, X., 1992).
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Parte del exilio gallego en Estados Unidos estuvo vinculado a la enseñanza: tal esel caso de Juan García Durán, exiliado primero en Australia y luego en Estados Unidos,donde trabaja de bibliotecario en la Universidad de Houston; en el año 1979 vuelve aEspaña. Emilio González López, político y Catedrático de Derecho y profesor deLiteratura de España en la Universidad de Nueva York, donde fallece en el año 1991;también fue profesor de la Universidad de Nueva York durante su exilio Ernesto Guerrada Cal. Otros profesores gallegos destacados son: Ramón Iglesia Parga (+1948), historia-dor y profesor de varias universidades americanas; Ramón Martínez López, Catedráticode Filología Española de la Universidad de Texas (+Santiago de Compostela, 1989);Carlos Peregrín Otero, profesor de Lingüística en la Universidad de California y JoséRubia Barcia Catedrático de español y portugués de la Universidad de California y losprofesores José Otero Espasandín y Hernán Poza Juncal. (Díaz Pardo, I.,1992)
La comunidad española en Estados Unidos está compuesta principalmente porgallegos, asturianos y catalanes. Por lo general, se dedican al comercio y a la pequeña indus-tria independiente o están integrados dentro de grandes fábricas. Se trata de una emigra-ción estable aglutinadora de intelectuales, profesionales y comerciantes de todo tipo.
3.4.3. GALLEGOS EN CANADÁ
Canadá es una nación poco conocida como foco de atracción inmigratoria espa-ñola, ya que prefirió inmigrantes de habla inglesa o francesa. Como consecuencia, nosencontramos con una débil corriente inmigratoria española y por lo tanto nos enfrenta-mos a la misma problemática de ausencia de trabajos sobre el tema
Los gallegos están presentes en ciudades como Montreal o Toronto, pero pocosabemos de ellos. En la década de los cincuenta, el gobierno canadiense levanta las res-tricciones y concreta con el Instituto Español de Emigración dos operaciones:el “arce”de operarios y la “Operación Bisonte”, protagonizada por matrimonios de agricultoresgallegos. El objetivo del gobierno canadiense fue el asentamiento en determinadas zonasagrícolas y ganaderas, pero terminaron por radicarse en la ciudad de Montreal así comoen otras zonas urbanas concretas. Hacia fines de los años sesenta se fundó el CentroGallego de Montreal, con el fin de asistir a los gallegos en la búsqueda de trabajo y orien-tación general en su arribo, aunque sobre todo destacan sus actividades de carácter recre-ativo. (Cagiao Vila, P.,1992)
Los emigrantes, por lo general, se asentaron en las grandes ciudades, desdeQuebec o Halifax a Ottawa y Montreal. Su integración laboral es muy diversa, desde elsector universitario constituido por prestigiosos profesionales al ramo de servicios (sobretodo dentro de la hostelería y el pequeño comercio)
En algunos casos los emigrantes gallegos obtuvieron notables éxitos económicos,como el coruñés Ricardo López, que constituyó un grupo empresarial en los sectores de
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transporte inmobiliario dando trabajo a unos mil setecientos empleados. Su actividadcesó a partir del año 1984, para dedicarse a su carrera política como diputado en el par-lamento de Canadá. (Losada Alvarez, A.,1992).
México fue destino de un importante grupo de exiliados españoles que dejaron su huella en lavida y cultura mexicanas. En cambio, Estados Unidos y Canadá fueron focos de atracciónmenores debido tanto a las barreras legales como culturales.
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4.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La colonización de el Río de la Plata fue un proceso diferente al resto de América.Mesoamérica y Andes fueron los mayores centros coloniales del continente americano,a consecuencia de sus riquezas minerales y la abundancia de productos vegetales. Laleyenda de “El Dorado” atraía a los aventureros.
La perspectiva de esa vida pródiga de las colonias por un lado, y por otro la estre-chez económica y la opresión del absolutismo real en España, llevaron a dichos virrei-natos una densa corriente inmigratoria.
En cambio, el Río de la Plata ofrece caracteres distintos: no había minas de oro ni platani abundantes productos vegetales. Sólo grandes llanuras sin riqueza natural que explotar, sur-cadas por tribus montoneras y errantes con las que había que mantener constantes luchas.
Las tierras del Plata no ofrecían lo que los colonos querían: un rápido enriqueci-miento y prestigio. Lo que buscaban por esas tierras era un camino hacia el Alto Perú.Así, Gaboto (1527), Irala (1538) y Zárate (1569) fundaron establecimientos que tuvie-ron que abandonar por la hostilidad indígena. Asunción y Santa Fe fueron fundadas paralograr el camino al Perú, y la misma fundación de Montevideo fue una operación deíndole militar, cuyo objeto era contrarrestar los avances de los portugueses. Pero en estazona aparece una nueva riqueza: la ganadera. En el año 1591, es elegido gobernador deAsunción Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, quien fue elprimer criollo* elegido para tan alto cargo. A este gobernador se debe la introducción delganado en la Banda Oriental del Río de la Plata.
Previamente a la introducción del ganado, la Banda Oriental era una región quehabía quedado relegada en favor de otras zonas de América. Una vez que irrumpe elganado, se va a transformar en centro de interés para el entrerriano, el santafesino, elindio misionero, el lusitano y el español. El ganado se va a constituir, además, en la base
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CAPÍTULO 4
EL RÍO DE LA PLATA
* Criollo: Nacido de españoles en América.
de subsistencia del indígena, quien ve en él una nueva, mejor y más eficaz forma de caza.Esta nueva riqueza va a traer una segunda inmigración española de caracteres muy dis-tintos a la anterior: ya no eran guerreros ni sacerdotes, sino que era gente dedicada alcomercio y la industria. El proceso colonizador se dividió en tres etapas:Descubrimiento, Conquista y Colonización.
En la etapa del Descubrimiento situamos las expediciones de Solís, que en 1516descubre la cuenca del Plata y el territorio del Uruguay, pero muere a mano de los cha-rrúas. Los sobrevivientes bautizan el anchuroso río que Solís llamó “Mar Dulce” y losindígenas “Paraná -Guazú” (río grande como mar) nombrándolo, en honor de su descu-bridor,”Río de Solís”. No tardó en ser cambiado por el de Río de la Plata, por la falsa cre-encia que allí se encontraba la mítica “Sierra de la Plata”. Magallanes sigue los pasos deSolís y llega al Río de la Plata (1520), fondeando en su bahía y dice la crónica que, a lavista de su cerro, el vigía exclamó: “Monte vide eu” (un monte vi yo ) en donde años mástarde se emplazaría dicha capital. Por último, Gaboto (1527), y la expedición portugue-sa de Pero Lope de Souza, en 1531, cierran este primer período.
Dando comienzo a la etapa de Conquista, ingresa al Río de la Plata Pedro deMendoza en 1535. Funda “Santa María del Buen Aire “ - Buenos Aires- pero, a consecuen-cia del ataque de los indígenas querandíes aliados con guaraníes y charrúas, fracasa. En 1552tampoco tiene éxito el intento de Irala de fundar una factoría en las costas platenses, comolugar de aprovisionamiento para quienes se dirigían a Asunción. Hacia el año 1573 llega ala Isla de San Gabriel la expedición de Juan Ortiz de Zárate. Hasta ese momento las rela-ciones entre los indígenas del lugar (charrúas) y los españoles son amistosas, pero pronto cesala amistad, porque los charrúas dieron asilo a un marinero desertor y a, consecuencia, se vana dar los combates de San Gabriel y San Salvador (1574). Después del triunfo de Zárate, seestablece en el lugar de combate la población de San Salvador, que sobrevive un año.Después de la segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay en 1580, la BandaOriental es visitada por leñadores y carboneros en busca de materia prima para sus activi-dades. Aparentemente no tienen problemas con los indígenas del lugar; sin embargo, todoslos intentos de reducción de estos fracasan a diferencia del éxito que tienen los Jesuitas conlas misiones guaraníticas, “baluarte en la guerra contra los Charrúas y muro que contuvo a losportugueses hasta la segunda mitad del siglo XVIII”. (Acosta y Lara, 15:1961).
Motivo por el cual los portugueses van a tratar de ganarse la amistad de charrúasy minuanes, para contrarrestar así la acción de los guaraníesmisioneros a favor de los espa-ñoles. Con el paso del tiempo, el Gobierno español decide dividir en dos la Gobernacióndel Río de la Plata, creando en 1617 la Provincia del Río de la Plata, que comprendía losterritorios de Buenos Aires, Banda Oriental, Santa Fé, Patagonia, el Gran Chaco, y añosmás tarde incluiría a las Misiones Jesuíticas del Paraná y Uruguay, y la Provincia delGuairá, que abarcaba la actual República del Paraguay. A partir de entonces, la civiliza-
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ción rioplatense se sitúa en las márgenes del Plata, quedando así el Paraguay relegado aun segundo plano.
La Banda Oriental del Río de la Plata permaneció bajo dominio de los charrúas,mientras que en la Banda opuesta se levantaba la ciudad de Buenos Aires, extendiéndo-se sobre los ríos Paraná y Paraguay la colonización europea que poco a poco gana terre-no a la población autóctona. Como antecedente a lo que fue la emigración posterior,podemos mencionar que en el año 1725 se propone enviar a Montevideo un grupo decincuenta familias, veinticinco canarias y otras tantas gallegas. Finalmente solo fueroncanarias. Más adelante (1773), se llevó a cabo la expedición de varios grupos de familiasgallegas y leonesas a la Patagonia. El artífice de esta empresa fue Carlos III, quien decre-tó que dichas familias se instalaran en las costas de la Patagonia con el objetivo de colo-nizar aquella región rioplatense y servir de barrera ante la ocupación de los ingleses de laGran Malviva. Estos asentimientos fueron muy dificultosos y, ante la falta de apoyo ofi-cial, fueron abandonados. Las familias allí establecidas se fueron hacia la Banda Orientaldel Río de la Plata. Hacia el año 1781, a iniciativa del Ministro de Indias José Galvez,comienzan a llegar nuevas expediciones de familias, esta vez hacia Montevideo. Este fueel inicio de la emigración gallega al Río de la Plata.
4.2. ANTECEDENTES GEOGRÁFICOS
En la zona meridional de América del Sur se encuentran los dos estados que nosocupan: Argentina y Uruguay. Argentina limita al norte con Bolivia y Paraguay, al estecon Paraguay, Brasil, Uruguay y el Atlántico; y al sudoeste, con Chile. La RepúblicaOriental del Uruguay, limita al norte con Brasil, al este con el océano Atlántico, al surcon el Río de la Plata y al oeste con la Argentina.
Desde el punto de vista geográfico, Argentina y Uruguay se diferencian básica-mente por su dimensión: Argentina posee una extensión de 3.761.274 Km., y en cambioUruguay cuenta con unos 178.000 Km2.; pero ambos estados tienen una baja densidadde población: en los años noventa, cerca de 30 millones y 3 millones, respectivamente.
El territorio oriental se caracteriza por la suavidad de sus formas, ligeramenteondulado, ajeno a los grandes accidentes naturales que ofrece el continente americano.En cambio, Argentina presenta un territorio mucho más accidentado, con la impresio-nante cordillera de los Andes, presidida por el Aconcagua, con 6.959 metros, máximaaltitud del continente americano. Uruguay posee una mayor uniformidad geográfica queArgentina; es el final del macizo brasileño y anuncia con gran suavidad la cercanía de lallanura pampeana. Junto a las llanuras platenses y atlánticas nos brindan 650 Km. decosta dotada de cierta diversidad. Argentina tiene varias regiones naturales:
La andina, que comprende todas las montañas del oeste argentino (desde Bolivia hastael Canal de Beagle) caracterizado por sus escasas lluvias. La de las llanuras pampeanas, sin acci-
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dentes orográficos; comprende el Chaco y la Pampa, que alternan la primera bosques con pra-deras arboladas, y la segunda, pastizales. La mesopotámica, entre los ríos Paraná y Uruguay, detierras fértiles, temperaturas altas y abundantes lluvias, bosques y valles fértiles. Por último, laMeseta Patagónica, de temperaturas bajas, fuertes y frecuentes vientos y La Tierra del Fuego,donde abundan praderas y pastos buenos en el norte y montañas cubiertas de bosques en elsur. Por su gran extensión, Argentina ofrece variedad de paisajes y climas; en cambio, aUruguay le define en sus aspectos geomorfológicos y climáticos su carácter de transición delos climas tropicales que caracterizan a Brasil y Paraguay, y a los templados que dominan enla parte sur del continente. El fértil suelo argentino produce vegetales en todas las zonas y laganadería representa una explotación de gran importancia, ocupando tanto Argentina comoUruguay los primeros lugares del mundo en ganado bovino y ovino. Recorrer el interior delterritorio platense implica conocer una suave monotonía, donde reinan exclusivamente losverdes pastizales, y los únicos interlocutores son millones de reses vacunas que pacen sinmayores sobresaltos. “La cuenca del Plata comprende, aproximadamente, 4.300.000 kilómetroscuadrados y reúne cursos que vienen incluso desde zonas tropicales, entre ellos algunos de enormesdimensiones: Paraná, Uruguay y Paraguay. El río principal que da su nombre al sistema, destacacaracterísticas singulares. Es una especie de embudo receptor de un ancho notable -220Km- en sudesembocadura en el océano Atlántico, entre Punta del Este y Argentina. Su ensanche paulatinoarranca desde su nacimiento en el lugar de encuentro de la ría del Uruguay, el delta del Paraná. Suforma particular se advierte si tenemos en cuenta que sólo tiene un largo de 290 Km y cubre unasuperficie de 35.000 Km2. Las crecidas de sus ríos tributarios se diluyen en tan amplio espejo deagua; pero, en cambio, son llamativas las influencias de las mareas y de los vientos (pampero y sudes-tada), ya que ‚ estos, por su violencia, provocan a veces bajantes e inundaciones que crean seriosproblemas a las poblaciones ribereñas.” (Zamorano Díez, 34: 1988).
El Río de la Plata es muy relevante, tanto por su posición como arteria de accesoa los países conectados a las vías fluviales más importantes, como por ser eje para elmovimiento comercial; no en vano en sus márgenes se han instalado las capitales nacio-nales, Buenos Aires y Montevideo. (Ibídem:)
El Río de la Plata, lugar preferente dela emigración Española en general ygallega en particular.
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4.2.1. BUENOS AIRES
Buenos Aires está situada en la margen derecha del Río de la Plata; cuenta conuna superficie de 200 Km2 y con una población aproximada de tres millones de habi-tantes. Su clima no es demasiado favorable, pues es muy húmedo y afectado por una graninestabilidad climática.
”Ciudad-puerto por excelencia que domina la red fluvial formada por los ríos Paraná yUruguay, y punto de confluencia de las principales carreteras y líneas férreas del país, BuenosAires, que monopoliza el comercio exterior, está emplazada en un emplazamiento mediocre.Argentina no dispone de puertos naturales de gran calado, como lo exigiría su comercio y eltonelaje de sus barcos”.(AGUILAR, 255-256:1990).
Es muy difícil definir brevemente la complejidad y riqueza de una ciudad comoBuenos Aires. No obstante trataremos de hacer una escueta reseña de sus aspectos mássobresalientes.
El punto neurálgico de la historia del país se sitúa en la Plaza de Mayo, caja deresonancia y escenario donde se definen los triunfos y derrotas de las armas o la política.Al SO de la Plaza se encuentra el Cabildo, que evoca a aquel que fue el centro de laRevolución de Mayo, aunque hoy día poco queda queda del original.
Al otro lado de la Avenida de Mayo se sitúa el Palacio Municipal, sede de laMunicipalidad de Buenos Aires y sobre el lado norte de la Plaza, se observa la fachada dela Catedral Metropolitana. Hacia el este se erige la Casa de Gobierno o Casa Rosada, “edi-ficio que comparte con casi todos los demás que se asoma a la Plaza una historia de demolicionesy reconstrucciones, autorías diversas y mezcla de estilos”. (Bigongiari, D., 67:1993).
La parte inmediata a Plaza de Mayo hacia el norte, antes conocida como barriode “Catedral al Norte”, hoy es denominada por todos “La City”, compuesta por cuaren-ta manzanas en la que se encuentra la mayor concentración de entidades bancarias deAmérica en el Hemisferio Sur.
Uno de los primeros ademanes que hizo el siglo XIX fue trazar la Avenida deMayo. “Planeada por argentinos que copiaban a los franceses, la Avenida fue construida poritalianos y habitada por españoles. Con sus hoteles, bares y confiterías que evocaban aquellosde Madrid o París, Avenida de Mayo fue durante las primeras décadas del siglo el eje central dela vida porteña”.(Bigongiari, D., 81: 1993).
La zona de la Plaza San Martín y Retiro es una de las más bonitas de la ciudad,gracias a sus espacios verdes y sus elegantes edificaciones. En el siglo XVII, la zona fueconocida como el Retiro, porque allí había una ermita; luego hubo una casa de campo yhacia el XVIII se convirtió en mercado y depósito de esclavos, hasta que es confiscada ydemolida por el Cabildo. En el año 1800, se construyó la segunda y última plaza de Torosque tuvo la ciudad. Cuando casi veinte años después las corridas fueron prohibidas, la
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construcción también desapareció. Por aquellos años, se la conocía con el nombre de los“Campos de la Gloria” porque allí, durante las segundas invasiones inglesas, los nativostriunfaron sobre los británicos. Durante los años de la Revolución de Mayo fue el lugarescogido por José de San Martín, y allí organizó el Regimiento de Granaderos a caballo.
Hasta hace poco más de un siglo, la plaza no existía. A principios del siglo XX, seedificaron la mayor parte de los edificios que la circundan y, con el transcurso del tiem-po, siguió adornándose con varias piezas arquitectónicas, algunas de las cuales son lasmás interesantes de la ciudad, como es el caso de la Torre de los Ingleses y la Estacióndel Retiro entre otras.
Desde la Plaza San Martín se pueden seguir varias direcciones: hacia la zona portua-ria, hacia la City y Plaza de Mayo; por Florida hacia el centro, hacia Recoleta y Barrio Norte.
La manera más representativa de “ir al centro” es seguir la dirección que sigue laespina dorsal del Buenos Aires nocturno: la Avenida Corrientes en dirección alObelisco. El tramo que va desde Corrientes hasta Esmeralda “. fue un territorio míticocompartido por bohemios y tangueros, admiradores de vedettes y de coristas, gente de teatro yde la danza, psicoanalistas mucho antes que existiera Villa Freud, estudiantes e intelectualesexistencialistas y de izquierda, noctámbulos y amantes del buen cine de autor o de los libros. Enlas mesas de los cafés La Paz, Ramos y La Giralda se discutieron las ideas de Sartre, Marcuse,Lacan, Chomsky o Eco a veces mucho antes que en Europa Norteamérica salieran de los cír-culos académicos, y aunque Bergman o Antonioni todavía lo ignoren, es poco probable quehaya otro rincón del Universo donde sus films hayan sido tan intensamente examinados comoaquí.” (Bigongiari, D., 113: 1993). Si seguimos la Avenida Corrientes, se divisa lasilueta del Obelisco, así como la Avenida 9 de Julio, “la más ancha del mundo”. Desdeel Obelisco podemos seguir tres direcciones: la calle Lavalle, calle de cines y restauran-tes, la Avenida Corrientes o la Diagonal Norte.
Otro núcleo de importancia es la zona de Recoleta y Barrio Norte. A la Recoletase le puede definir así: “Hace falta esa compleja actitud porteña hacia la muerte para agluti-nar en torno a un camposanto a departamentos lujosos, locales nocturnos, restaurantes, hela-derías y bares, un cine, un centro cultural, un palacio de exposiciones, un museo de bellas artes,una feria artesanal y espectáculos tan espontáneos como la gente tomando sol en traje de baño,además de algunos hoteles alojamiento.Aunque parezca extraño al forastero, hay pocos lugaresen la ciudad mejores que estos alrededores de un cementerio, para apreciar la vitalidad de la cul-tura porteña en todas sus manifestaciones”(Bigongiari, D., 127: 1993).
Otro barrio característico del Gran Buenos Aires es San Telmo. Los orígenes seremontan a Garay, y pronto se le dio nombre a los dos primeros barrios, Catedral al Nortey Catedral al Sur. Años más tarde, a Catedral al Sur se llamó Montserrat y San Telmo.Hasta la epidemia de fiebre amarilla (1871), las calles de Catedral al Sur eran donde viví-an las familias patricias pero, a consecuencia de la misma, se trasladaron al otro lado de
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la Catedral, hacia la calle Florida, Plaza de San Martín y Palermo. Paralelamente,comienza a llegar el gran aluvión inmigratorio con el auge de los conventillos, las viejascasonas abandonadas, que los patricios rioplatenses hacían rentables alquilando sus habi-taciones por separado, destinadas como viviendas para grandes contingentes de italianosy españoles.”San Telmo, más que un auténtico barrio colonial, es el resultado de los furoresconstructivos de la modernidad sobre la trama de un barrio colonial que a pesar de todo afloratodavía aquí y allá “. (Bigongiari, 141:1993).
Sobre su base colonial se superponen construcciones y ruinas del siglo XIX, y con-viven con los edificios y oficinas que se construyeron en el siglo XX. En este ambientese respira un aire nostálgico, que conforma el tipismo de ciertos barrios de Buenos Aires,como San Telmo, La Boca y Barracas, donde el tango tiene su refugio.
El único amparo que tenían las naves era el tramo de la costa pampeana bañadapor el Riachuelo. “La Boca del Riachuelo fue haciéndose de grúas, silos, talleres, y aquellosdepósitos y barracas que acabaron dando nombre al barrio contiguo al de La Boca”.(Ibídem:233). A esta zona llegaron sobre todo italianos, en su mayoría ligures y genoveses quetenían oficios del mar: marineros, contramaestres, maestres, entre otros. Muchos de ellosprefirieron las orillas fangosas del Plata a la precariedad de las hermosas costas de Liguria.Estos inmigrantes fueron los artífices de la esencia de “La Boca”, el barrio más pintores-co de Buenos Aires.
Otra zona de gran importancia es la de los Tres Palermos. A raíz de la fiebre ama-rilla, y luego por una gran prosperidad económica, las familias bonaerenses acomodadasse mudaron hacia las zonas residenciales de Recoleta y Palermo. Así, entre las AvenidasSanta Fé, Libertador (antigua Alvear) y la de Figueroa Alcorta (antes conocida como delos Alamos) se organizó una zona residencial, que dio lugar a los tres Palermos: PalermoChico, Palermo Viejo, y Palermo propiamente dicho. En sus comienzos, era una zona dequintas en las que se construyeron grandes casonas y mansiones y luego edificios másmodernos. En la actualidad está totalmente integrado es entramado urbano, con carac-terísticas esencialmente barriales: en Palermo Chico, se encuentra la mayor concentra-ción de diplomáticos por metro cuadrado del país, y en Palermo Viejo, la mayor densi-dad de psicoanalistas del mundo, sobre todo en torno al sub-barrio de Villa Freud.(Bigongiari, D., 1993).
Poco a poco nos vamos a ir alejando de las zonas más residenciales, para hacer unescueto recorrido por los barrios más populares. Ejemplo son Belgrano y Flores, dos pue-blos bonaerenses que terminaron siendo barrios porteños. Belgrano fue hasta fines desiglo pasado, igual que San José de Flores, un poblado en el que las familias patriciasbonaerenses pasaban sus vacaciones de verano. Núñez por aquellos tiempos no existía,pues aun corrían por allí las aguas del Río de la Plata. Las vías férreas terminaron de unireste pueblo con la ciudad de Buenos Aires, pero antes de que ello sucediera, Belgrano fueciudad por pocos años y en un lapso mucho más breve, fue capital del país; quizá por ello,
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después de un siglo de hecha la anexión de Belgrano a Buenos Aires, aun se mantiene elespíritu barrial, que les lleva a sus habitantes a llamar a Belgrano “un país” (Ibídem:)
Seguimos recorriendo Buenos Aires hacia el Puerto y la Costanera Sur; observa-mos que el perfil de Buenos Aires, vista desde el río, es “una línea confusa de chimeneas yedificios, apenas dibujada bajo la infinidad del cielo pampeano: difícilmente podía imaginarse unpanorama menos alentador para quienes llegaban desde Europa a “hacerse la América”.(Bigongiari,D.,219: 1993).
Sin embargo, lo que es hoy la Argentina, se debe, en buena parte al gran aluviónde inmigrantes que llegó en estos barcos.
Con el transcurso del tiempo, la frontera de Buenos Aires siguió avanzando haciael Sur, haciéndola poco a poco parte de la ciudad. Entre Parque Patricios, ParqueAvellaneda y la República de Mataderos hay muchos rincones agradables, ocultos a lavista de los porteños. Hacia el otro lado del riachuelo, Buenos Aires sigue expandiéndo-se en vastos suburbios anónimos, entre los cuales se esconden hermosas zonas residen-ciales especialmente en torno a Quilmes y Adrogué.
Otra zona que es obligado mencionar es la de La Chacarita y sus barrios aledaños.Hace poco más de un siglo, era una zona de chacras y quintas. Hasta la epidemia de fie-bre amarilla (1871), la zona se llamaba La Chacra o Chacrita de los Colegiales, pues lle-vaba el nombre de sus usuarios más numerosos: los alumnos del actual Colegio Nacionalde Buenos Aires.
La epidemia desbordó el Cementerio Sur, y hubo que inaugurar el Cementerio delOeste, donde fueron a dar muchos miles de emigrantes, la mayoría de los cuales eran ita-lianos a los que la palabra chacra o chacrita, se hacía muy difícil pronunciar; por ello pron-to la zona pasó a ser conocida como “La Chacarita”, un fenómeno de arquitectura funera-ria impresionante. No muy lejos del río estaba la llamada Calle de Las Torres, que dejabala aldea y nos acercaba al Camino Real del Oeste. “Como una vía latina, este camino fuela espina dorsal del desarrollo de una nueva colonia.Por aquí se iba a Chile, a Córdoba y alTucumán, al Alto Perú; por aquí bajaron al puerto miles de toneladas de plata potosina, y fue-ron y vinieron los ejércitos y sus caudillos, a dominar el interior o a controlar la capital”.(Bigongiari, D., 295:1993).
En la actualidad se la conoce como Avenida Rivadavia que “.es como un corte geo-lógico a través de todos los estratos que componen Buenos Aires, desde los más antiguos juntoal puerto y el Río, a través de los barrios y suburbios hasta el primigenio verdor de las pampas,hoy a diez leguas del Kilómetro Cero.” (Ibídem:295) Recorrer Avenida Rivadavia nospuede ayudar a vislumbrar otra dimensión de la ciudad de Buenos Aires.
Por último, haremos referencia a la Ribera Norte de la ciudad: los suburbios delNorte, uno llamado del Alto, al que se llega siguiendo las Avenidas Santa Fé, Cabildo y
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Maipú y otro llamado del Bajo, para el que hay que seguir la Avenida el Libertador. Esteúltimo camino es la salida más agradable de la ciudad, gracias a una hermosa arquitectu-ra y grandes espacios verdes que recorren bonitas zonas como: Vicente López, Martínez,Olivos, La Lucila y San Isidro.
Buenos Aires y los porteños viven a espaldas del río de la Plata, así a diferencia delo que sucede en la otra orilla, a lo largo de este recorrido no se ve mucho el río, aunquela Avenida del Libertador no se aleja más de tres o cuatro calles de la orilla. En cambio severán magníficas mansiones, callejuelas tranquilas, su prestigioso hipódromo y el cascoantiguo del pueblo de San Isidro (la zona más bonita de los alrededores de Buenos Aires).
El crecimiento de Buenos Aires, su infraestructura y sus edificios reflejan la eufo-ria económica vivida en el país hasta la crisis del 30. Para llevar a cabo sus ambiciososproyectos, los administradores de la época trajeron de Europa a grandes y pretigiadosespecialistas. Al recorrer la ciudad, se observa el lujo de los palacetes y edificios cons-truidos a fines del siglo, símbolo inequívoco del espíritu de la elite positivista de 1880,que quiso imponer a toda costa la civilización europea sobre la barbarie americana.
El área urbana se fue extendiendo alrededor del centro colonial, tomando el ríocomo eje, a lo largo de avenidas radiales con edificios modernos que seguían los caminosde la Pampa unidos por vías de circulación.
Buenos Aires se caracteriza por su cosmopolitismo; los primeros inmigrantes sefueron agrupando en determinados barrios: los italianos se establecieron en el barrio depescadores de la Boca, los siriolibaneses en los alrededores del puerto, los rusos cerca dela estación del Once; los ingleses, alemanes y franceses, casi todos empresarios y terrate-nientes, prefirieron Belgrano y la zona Norte, donde se encuentran los barrios residen-ciales; en cambio los inmigrantes proletarios residían en los barrios obreros del Sur.(AGUILAR, 1990).
4.2.2. MONTEVIDEO
En la orilla izquierda del Río de la Plata se encuentra la República Oriental delUruguay, que toma su nombre de la ubicación de su territorio, al oriente del RíoUruguay; por ello, a sus habitantes se les llama “orientales”. Uruguay, del guaraní “ríodonde vive el pájaro”, se divide en 19 departamentos, siendo Montevideo su capitallevantada sobre la bahía del Río de la Plata. Montevideo, centro vital de la nación con1.200.000 habitantes, aproximadamente, es uno de los centros urbanos y culturales derelevancia de América del Sur. Posee grandes edificios y paseos, reflejo también de suépoca de esplendor. Se encuentra junto al único buen puerto natural del Río de la Plata,a los pies del Cerro que le dio nombre.
La ciudad tiene tres ejes básicos: el primero que abarca la Ciudad Vieja, que es elnúcleo fundacional, construida sobre la península rocosa que cierra la Bahía desde el
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este. Allí está emplazada la Plaza Matriz, la antigua plaza Mayor a la que se asoma laCatedral. La Ciudad Vieja es el núcleo financiero: allí se encuentran el Banco Central yel de La República, además de Bancos privados y otras entidades financieras. Coincidentambién varios museos y edificios de interés histórico. (Bigongiari, D., :1993).
En la Plaza Independencia comienza la parte nueva de la ciudad. La preside lapuerta de la Ciudadela, símbolo histórico de la ciudad. En esta Plaza empieza el centrode Montevideo, que se extiende hasta el Palacio Municipal. En ella tiene su punto departida la arteria principal de la ciudad: la Avenida 18 de Julio, que termina en elObelisco de los Constituyentes.
El segundo eje de la ciudad es el que va desde la Avenida Agraciada, o del generalLavalleja, al Cerro de Montevideo. La Avenida es una edificación que data de 1830, conel objeto de dar una perspectiva monumental al recién construido Palacio Legislativo. Lazona cercana a dicho palacio aún conserva el antiguo nombre de La Aguada, en recuerdode los pozos de agua potable que eran utilizados por los habitantes de la ciudadela. Por laAv. Agraciada, hacia el NO, se va hacia el Parque del Prado, proyectado en el siglo XIXpor un paisajista francés. Lugar obligado de los emigrantes, que sacaban sus primeras foto-grafías en el país delante del monumento a la diligencia de José Belloni. El Prado fue lazona residencial hasta principios de siglo, las propias aguas de la bahía de Montevideoeran usadas como balneario. Desde el Prado tenemos vía de acceso hacia el Cerro deMontevideo. Barrio predominantemente obrero, que acogió a numerosos inmigrantes devarias nacionalidades, hecho que recuerdan los nombres de diferentes países de las callesque cruzan su Avenida Carlos M Ramírez. (Bigongiari, D., 1993).
El tercer eje va desde la Ciudad Vieja por las ramblas hasta el Barrio Residencialde Carrasco. El punto de partida, es la Escollera Sarandí o la Punta de Santa de Teresa,donde comienza la Rambla Francia. Al comienzo de la Rambla República Argentina sedivisa el Cementerio Central; cerca de allí se encuentra la popular calle Carlos Gardel,centro del Barrio negro de Montevideo, lugar álgido durante los carnavales.
La primera playa de la costa, es Playa Ramírez, en el pasado lugar favorito de losmontevideanos adinerados; pasados los años, fue desplazada primero por Pocitos y luegopor Carrasco. Hoy día es la playa más popular y populosa de Montevideo; allí confluyenlos acalorados habitantes de los barrios cercanos a mitigar el sol de la época estival.También es la playa elegida por los que practican el culto Umbanda: a lo largo del añose pueden observar restos de trabajos rituales, pero más específicamente el 2 de Febrero,día de la Virgen del Mar (Iemanjá ), fecha en la que en la playa hay una manifestaciónmultitudinaria de los seguidores del culto afrobrasileño en Uruguay.
A un paso de la Playa Ramírez se encuentra el Parque Rodó, el parque de atraccio-nes de la ciudad, que se proyecta hacia el Río en Punta Carretas. Si seguimos por la costa,llegamos a la Playa Pocitos, uno de los sitios residenciales de Montevideo. Hacia el inte-
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rior del barrio se pueden observar construcciones entre los años veinte y cincuenta, querecuerdan las villas italianas del Mediterráneo. Si continuamos el recorrido por la costa seencuentra la Playa del Buceo. En sus calles aun perdura alguna casa de chapa y maderacomo las que rodeaban el puerto local a principios de siglo. Má s adelante se sitúa la playaMalvin, lugar de famosos por los años 20’. A partir de esta zona, la costa de Montevideorecuerda más la de un balneario que las de una capital. (Bigongiari, D., 1993).
A unos pasos de Playa Honda se encuentra un molino de agua (1840), cuya noriaes la única que existe en el Río de la Plata. Otra zona residencial es la de Punta Gorda,con hermosas vistas, pero la zona residencial por excelencia es la de playa Carrasco, quele debe su nombre al porteño Sebastián Carrasco, propietario de una chacra en la zona.Su desarrollo comenzó a principios del siglo actual, y el arquitecto Charles Thays fuequien diseñó el trazado de la ciudad jardín. Sin embargo, como sucedía también enBuenos Aires, estas zonas residenciales no son las de los emigrantes, sino que hay quebuscarlos en el interior de todos los barrios de Montevideo; nuestros protagonistas, losgallegos, se sitúan en las cercanías de la calle que años más tarde llevaría su denomina-ción “calle Galicia”. En los comienzos vivían en los conventillos, casas comunales dondeconvivían gentes de diversos orígenes, y más tarde en casas más o menos modestas, peroen lo posible con una pequeña parcela donde cultivar productos de la tierra.
Si nos situamos dentro de la realidad global de Mesoamérica, Andes y el resto deAmérica del Sur, Buenos Aires,”la reina del Plata” y Montevideo, “la Suiza de América”,se presentan como ciudades hermanas. En cambio se puede hilar más fino y descubrir uninteresante juego de semejanzas y diferencias muy enriquecedoras.
Desde los orígenes se han establecido acuerdos y diferencias. Durante las invasio-nes inglesas, desde Montevideo se enviaron las fuerzas que evitaron la caída de BuenosAires; por ello la pequeña capital ganó el título de “Muy Fiel y Reconquistadora”.También fue un uruguayo, José Gervasio Artigas, quien le dio a su gran hermano la formade Estado Federal. Pero a su vez, gracias a muchos argentinos Uruguay obtuvo su defini-tiva independencia.
El centro neurálgico de la rivalidad a nivel histórico se dio por la pugna entreambos puertos, lo que generó grandes conflictos. Montevideo, mejor dotado como puer-to natural, tuvo en algunos casos mayores privilegios; como ejemplo, podemos citar laReal Cédula de 1791 en la que Montevideo es declarado puerto único de entrada deesclavos en la zona sur del continente. Más allá de las viejas rivalidades históricas, nosencontramos con dos ciudades que han seguido desde sus orígenes historias comunes yen muchos casos paralelas, que comparten y se disputan muchas cosas. Tienen en comúnla cultura del mate, pero la forma del ritual es diferente. El porteño, como es conocidopopularmente el habitante de Buenos Aires, lo toma por lo regular en un sitio específi-co “cebado” (servido) con su “pava” (caldera) y es símbolo del pueblo llano. En cambio,para los orientales (uruguayos) el mate forma parte del paisaje montevideano. Se puede
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ver en cualquier parte de la ciudad a gente con el termo bajo el brazo y el mate en la
mano, sin distinguir orígenes ni clases. Incluso en las décadas de los setenta y ochenta
del siglo XX, cuando la crisis se generalizó y se tomó conciencia de la situación real, el
mate se convirtió en símbolo de luchas y reclamos.
También el tango tiene sus puntos de discusión desde la reivindicación de la
nacionalidad de Gardel, que ambas orillas reclaman para sí, hasta la identificación del
propio tango, en una u otra orilla. Por lo general, se habla del tango argentino, pero el
tango más representativo, “la cumparsita” fue compuesto por el uruguayo Matos
Rodríguez, como tantos otros que componían e interpretaban pero debían cruzar “el
charco”, ya que al otro lado del río tenían más oportunidades de éxito. Por ello, deberí-
amos hablar del tango rioplatense.
Con el transcurso del tiempo, las viejas disputas se disolvieron y sólo se enciende
la llama de la discordia ante un partido de futbol, pasión de masas compartida. Buenos
Aires y Montevideo han tenido una historia común y paralela, a la vez que un presente
y futuro compartidos.
Quizá para el que está inmerso en la realidad rioplatense la relación es tan estre-
cha que no note grandes diferencias, pero sí podemos distinguir dos estereotipos condi-
cionados, tal vez, por procesos políticos diferentes. Si tuviéramos que definir ambos este-
reotipos, a simple vista el bonaerense es más extrovertido, quizá por influencia del ita-
liano, más bullicioso y gesticulante. En cambio, el montevideano es más introvertido y
meticuloso, tal vez por la presencia gallega. Argentina es más conservadora y religiosa,
así como más apasionada y fanática a la hora de exaltar a sus líderes políticos; en cam-
bio, Uruguay tiene una trayectoria liberal y laica mucho más descafeinada en lo que a
amor-odio se refiere y más desconfiados de los líderes políticos que sus vecinos, que les
exaltan en muchos casos hasta la idolatría; Perón y Evita son claros ejemplos de ello.
Montevideo y Buenos Aires, las dos ciudades más europeas de América del Sur,
hermanadas por una próspera historia común, un condicionamiento recíproco y un deseo
de hacer saber al mundo que el Sur también existe.
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Montevideo bañado por el Río de la Plata.
4.3. ASPECTOS DEMOGRÁFICOS
Al analizar la población del Río de la Plata nos encontramos con que la de ori-gen europeo es mayoritaria. A diferencia de lo que sucede en el resto de América, el mes-tizaje fue menor. La población de origen indígena en Argentina tiene mucho menos inci-dencia que la europea, y en el Uruguay es nula.
En el río de la Plata no existían las grandes civilizaciones de Mesoamérica y Andes.Por el contrario, habitaban en estas tierras aborígenes con un nivel cultural diverso, desdelos cazadores recolectores de vida nómada de la Banda Oriental, hasta aquellos de la otraorilla que tenían una organización política y económica un poco más compleja, pero quenunca alcanzaron el grado de desarrollo de las otras zonas mencionadas.
El componente de la población rioplatense es producto de un proceso de sustituciónde la población indígena. La primera fase de sustitución comienza con los aportes de loseuropeos de origen mediterráneo y sus descendientes, en un principio españoles, que llega-ron a colonizar las nuevas tierras. Otro flujo externo con destino a las tierras del Plata fue laconstituida por los esclavos negros procedentes de África aunque su incidencia posterior fueescasa. Finalmente, se integra el tercer componente, formado por el aluvión de inmigranteseuropeos en general, pero en particular de España e Italia. De esta forma, la población rio-platense es predominantemente de origen europeo, con un bajo grado de mestizaje.
Como punto de partida, analizaremos la población originaria del río de la Plata. Paraanalizar este sustrato básico debemos considerar ambas orillas del Plata por separado, dadoque en Argentina las culturas indígenas aun sobreviven como grupos étnicos diferenciadosdel resto de la población; en cambio, en el Uruguay forman parte de sus raíces históricas.
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4.3.1. LAS CULTURAS INDÍGENAS EN LA BANDA OCCIDENTAL DEL PLATA
Los colonizadores europeos se encontraron en la gran extensión de la actualRepública Argentina aproximadamente unos veinte pueblos que llegaban a constituiruna población; según los diferentes autores, oscilaba entre los 300.000 y los 900.000 indí-genas, instalados en su amplia mayoría en el Noroeste montañoso (62%), el Chaco(15%) y en menor cantidad en La Pampa (9%), Mesopotamia (6%) y por último en laPatagonia (3%). (Zamorano Díez, M., 54:1988).
Los indígenas de las planicies tienen un estilo de vida primitivo y nómada. Losyámanas y alacalufes del extremo Sur, en las adyacencias del estrecho de Magallanes,aprovechaban los recursos del mar, y los tehuelches, que vivían en las actuales provin-cias de Santa Cruz y Chubut, subsistían de la recolección y la caza. Rasgos compartidos,en general, por los patagones del norte, (grupo puelche-guénaken) y de los pampas quedeambulaban por la actual provincia de Buenos Aires y por el Sur de las de Córdoba, SanLuis y Santa Fe. (Zamorano Díez, M. (I), 1988).
Los grupos indígenas que se asentaron sobre los ríos de la Mesopotamia (Paraná,Uruguay y sus afluentes), mepenes, mocoretaes, chanaes, corondas, quiloazas, etc. tam-bién eran cazadores, recolectores y pescadores. En algunos casos practicaron una agri-cultura incipiente (timbúes), que se hace más ostensible en los guaraníes de las Misionesy el Norte de Corrientes. Esta mayor complejidad se compagina con diversas formas dehábitat, desde las chozas rectangulares vegetales a las casas comunales, e incluso aldeasque organizaron los guaraníes. (Zamorano Díez, M., (I)., 1988).
En la zona occidental, sobre todo en la montaña, había en el siglo XVI varios gru-pos de influencia andina que eran cazadores y recolectores, pero también hubo otros devida sedentaria y mayor avance técnico-cultural (tonocotés). Eran grupos agricultores,aunque también vivían de la caza, pesca y recolección. Debemos destacar el uso que estasetnias le dieron al árbol del algarrobo, que aprovechaban en su totalidad, tanto por sumadera como por su fruto en pasta y bebida. Junto con la agricultura, poseían otros ade-lantos, como el manejo de las aguas; utilizaron la irrigación para el cultivo del maíz, lapatata y el poroto con una organización de canales y acequias. (Ibídem.)
Los indígenas más representativos del noroeste argentino son los diaguitas, conuna cultura más elevada dado que criaron la llama, construyeron fortificaciones y fueronbuenos ceramistas, tejedores y orfebres. Estos progresos culturales del noroeste se deben,en parte, a la afluencia incaica, que desde el siglo XV se produjo a través del llamadocamino del Inca que llegaba hasta Mendoza.
Sin embargo, en términos generales, debemos insistir en el desperdigamiento pro-vocado por el predominio de la organización tribal, sin grandes conjuntos coherentes, aexcepción de los diaguitas y los grupos araucanos que adquirieron cohesión y se opusie-ron sistemáticamente al avance blanco. (Zamorano, Díez, M., 1988).
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En la Argentina, el tratamiento dado a las poblaciones indígenas pasa por dosmomentos:
- Una primera etapa de enfrentamiento frontal y un proyecto de aniquilación.
- Una segunda etapa de sometimiento político y militar. Entonces, el indígena esnegado como grupo étnico.
En el país se crea un mecanismo mediante el cual se considera que gran parte dela población indígena es “extranjera”: los mapuches son migrantes chilenos, y los indí-genas chaqueños, paraguayos y por tanto sus problemas no atañen directamente al país.(Juliano, D., 1987).
Además de este desconocimiento institucionalizado de la realidad indígena, for-talecido por programas educativos acordes con esta ideología, la opinión pública ha desa-rrollado una serie de ideas estereotipadas respecto a los grupos étnicos que ya formanparte del sentido común. Así surgen las siguientes afirmaciones:
- No hay indios en la Argentina, o si los hay su cantidad no resulta significativa.
- Los indios no fueron eliminados,sino que se integraron en la población porque“nunca fuimos racistas”.
- Los indígenas de esta área tenían muy bajo nivel cultural. (Juliano, D., 1987).
Esta desvalorización sirve para legitimar el tratamiento de su especificidad a par-tir de cero. Como el indígena no posee ningún patrimonio cultural, se procede a “civili-zarlo” individualmente y/o integrarlo como elemento diferenciado pero subalterno en lasociedad global. Política sin duda eficaz para frustrar los intentos de cualquier grupo étni-co de mantenerse como tal.
4.3.2. LAS CULTURAS INDÍGENAS EN LA BANDA ORIENTAL DEL PLATA
La Banda Oriental era una área de escasa presencia indígena y de culturas de bajonivel tecnológico. El territorio estaba habitado por varios miles de indígenas, de los cua-les los más numerosos y característicos fueron la nación charrúa.
Los charrúas habitaban las márgenes del río Uruguay desde la latitud del Yapeyú.“Hacia el oriente se extendía por casi todo el territorio uruguayo, las tierras del Estado de RíoGrande al sur del río Ybicuy y del Camacuán”. (Serrano, 59,1955).
La ubicación geográfica del complejo charrúa no se va a mantener a lo largo de lahistoria, puesto que al ser indígenas cazadores-recolectores van a tener un tipo de vidanómada y por lo tanto su ubicación va a cambiar constantemente.
La nación charrúa estaba constituida por los guenoas en el norte; los yaros en ellitoral oriental del Uruguay y la costa occidental hasta Yapeyú; los bohanes ocupaban la
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costa oriental al sur de los guenoas y al norte de los yaros y los minuanes al sur de EntreRíos. A partir del siglo XVII, los minuanes se desplazan hacia la costa este del Uruguay,ocupando la región riograndense. Una vez establecidos en ese territorio (al sur delIbicuy) se fusionan con los guenoas y se los engloba a ambos como minuanes.Posteriormente hacen alianza con los charrúas. Hacia fines del siglo XVIII las dos par-cialidades sobrevivientes van a ser charrúas y minuanes, y poco a poco se van a ir fusio-nando hasta que, a principios del siglo XIX, constituyen un solo y único grupo.
La región de la Banda Oriental se caracteriza por tener un clima templado peromuy variable, lo cual va a influir directamente en la diversidad de la vegetación. Así, loscharrúas tenían a su alcance especies como el algarrobo, el espinillo y el tala; recolecta-ban el fruto del arazá, del guayabo y el butiá. Integrando este ecosistema, había una pro-fusa fauna autóctona que les ofrecía alimento y materia prima para sus necesidades ele-mentales: abrigo, confección de armas, utilaje de uso familiar, etc. Entre dichos anima-les destacamos el ciervo de los pantanos, el venado de campo, la nutria, el carpincho, lamulita y el apereá. También fue importante la caza del puma y el jaguar. Cazaron avescomo la perdiz, las palomas, los patos y el ñandú, este último muy preciado por su carne,sus huevos y sus plumas. Otra fuente alimenticia importante fue la pesca, al igual que larecolección de crustáceos en las lagunas y bañados y la caza de yacarés y lobos marinos,típicos en las islas del océano. Este tipo de subsistencia depredadora tiene como conse-cuencia que el grupo dependa de los recursos del medio, y eso les va a llevar a migracio-nes estacionales, dándoles un carácter de poblaciones móviles y poco densas.
Un hecho trascendente desde el punto de vista cultural y ambiental fue la intro-ducción del ganado, que produjo varios cambios fundamentales, sobre todo en la dieta:al tener mayores recursos alimenticios, se va a dar un florecimiento charrúa que les va apermitir un reacondicionamiento para poder afrontar con éxito los embates colonizado-res. También van a modificar su vestimenta, con el cuero como materia prima, que usa-rán además en la vivienda. La introducción del equino va a traer consecuencias directassobre los tipos de armas, puesto que con él se deja paso a la lanza. El caballo va a ser muysignificativo porque les va a otorgar una gran movilidad y les va a permitir mantener enjaque a todo aquel que intentara reducirlos.
A lo largo de la breve historia de la Banda Oriental, hubo varios intentos dereducción de los charrúas; en principio estuvieron a cargo de religiosos que fracasaron, yluego se emprendieron diversas campañas militares que, gracias a la gran destreza, cono-cimiento del terreno y movilidad de los charrúas tampoco tuvieron gran éxito.
En ambas márgenes del Plata se planteaba el mismo problema: los nuevos estadosnecesitaban fijar sus límites definitivos, establecer las bases de su nacionalidad y superarel escollo indígena.
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En la banda occidental del Río de la Plata “Desde comienzos del siglo XVIII sobre-viene un período de grandes invasiones, de correrías devastadoras, afectaban a las poblacionesde los blancos y ponían en jaque al gobierno. De todos modos, el poder de las autoridades noavanzaba, en la Provincia de Buenos Aires, sino hasta una línea de fuertes y fortines.y se dete-nía igualmente en el sur de Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza prácticamente en el cen-tro de la jurisdicción nacional- hasta donde proporcionaban seguridad los reductos militarizadosde Melincué, Río Cuarto, Fuerte Constitucional (hoy villa Mercedes) y San Rafael. Junto conla Fortaleza Protectora Argentina (Bahía Blanca), en la provincia bonaerense, era los asenta-mientos más australes de la efectiva dominación por parte del gobierno centrado en BuenosAires”. (Zamorano Díez, M., 69:1988).
Entre los años 1879 y 1883 se llevó a cabo la llamada “conquista del desierto”,campaña en la que el ejército, a las órdenes del general Julio A. Roca, futuro presidente,destruyó toda la fuerza organizada por los grupos indígenas y los obligó a replegarse diez-mados, a los rincones cordilleranos. Similar fue el proceso seguido en el Chaco desde elaño 1884.(Ibídem).
En la Banda Oriental del Río de la Plata, cuando Fructuoso Rivera asume la pre-sidencia (1830), se va a ver enfrentado a una serie de problemas: grandes dificultadeseconómicas, rivalidades entre caudillos en pugna por el poder, y la acción de corambre-ros, cuatreros, matreros, contrabandistas e indígenas, que luchaban entre sí o a veces seunían para un fin común. A todos estos problemas debemos agregar que el Uruguay nacea la independencia bajo la tutela política de Argentina y Brasil que, por medio de laConvención Preliminar de Paz (1828), se habían adjudicado el derecho de intervenir sino se lograba la pacificación. Poco a poco, la capital logra organizarse, pero en la cam-paña el caos era total.
Otro hecho que debemos considerar es que las tierras, poco a poco, iban siendoocupadas por sus nuevos dueños, lo que exigía que no estuvieran pobladas por indígenas.Los nuevos pobladores presionan a Rivera para que estos salieran de sus tierras. Riverapensó que al tratar de reducir a los charrúas, estos en rechazo, integrarían cualquiermovimiento que intentara derrocarlo. Entonces consideró que la única forma de “pacifi-car” y dar solución a todos sus problemas era exterminándolos.
Se emprenden dos campañas básicas contra los indígenas; la primera es la embos-cada que les tiende en Salsipuedes; cerca del río Queguay (N), y la otra es un enfrenta-miento armado en la barra del Mataojo en el Arapey (N). A partir del año 34, lo pocoque se sabe de los charrúas es a través de hechos aislados: en ese mismo año, apoyan aLavalleja en el combate del Yarao y, posiblemente participa en la guerra de los farraposcon los brasileños. Otros grupos de charrúas van a seguir luchando por cuenta propia yel resto se integran a partidas sueltas que se dedican al robo y al pillaje, como única formade subsistencia posible.
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Los sobrevivientes de las campañas de Rivera fueron repartidos entre familias adi-neradas de la ciudad y de los distintos puntos del país; van a ser utilizados para el servi-cio personal de las mismas, incorporándose así a los niveles más bajos de la sociedad.
Muchos de estos indígenas apresados fueron entregados a capitanes de ultramar,pero no sabemos nada de la lista de esos charrúas, ni tampoco que sucedió con los pri-sioneros que, en junio de 1832, fueron entregados al jefe político de Montevideo.
El destino de las mujeres repartidas no fue mucho mejor, puesto que a muchas deellas les quitaban sus hijos para repartirlos, originándoles una situación sumamente penosa.
Del grupo de charrúas llevados a Francia es de quienes se tiene más noticias.Estaba constituido por Vaimaca-Perú, Senaqué, Tacuabé y Guyunusa y fueron traslada-dos a Francia con el objeto de hacer estudios científicos (1833). Después de finalizadoslos estudios, se convirtieron en una molestia, y fueron vendidos a un empresario de nove-dades. Sufren toda clase de ultrajes, puesto que eran obligados a realizar cualquier actoque llamara la atención a los que visitaban la barraca donde vivían en Champs-Elysées.
Cuando las autoridades se hacen responsables, ya habían muerto Senaqué yVaimaca Perú. Guyunusa tiene una niña en 1833 y en 1834 fallece. Tacuabé escapa conla hija de ambos y no se supo más de él. Los repartos efectuados por Rivera después desus campañas obligaban al individuo a “integrarse” a la familia que había sido adjudica-do, impartiéndose por parte del gobierno severas medidas que prohibían todo trato consus connacionales. Este va a ser el fin del charrúa como grupo étnico.
“Pero algunos de sus restos se refugiaron en Corrientes, donde quizás subsisten unidos,los últimos miembros de un clan charrúa, que se cree prolonga acaso allí la vida de su idioma,en la zona de la Laguna Iberá; otros se fueron para el sur del Brasil, donde todavía los ubicabaun mapa en 1893. Y en el propio Uruguay aun quedaba en 1863, en Tacuarembó, el caciqueSepé‚ con su toldería, que acabó por diezmar la viruela. Con todo, un largo centenar de muje-res capturadas en 1831 fueron traídas para el servicio doméstico en Montevideo. Y, sin contarlos descendientes de éstas, que andarán esparcidos por todos los barrios de la gran ciudad, buenaparte de la población del país, especialmente en campaña, bastante difícil de identificar para elprofano, bajo las ropas y los hábitos de la civilización guarda en sus venas, y hasta suele mos-trar en sus rostros, sus últimos vestigios vivientes”. (Petit Muñoz, 19:1968).
4.3.3 BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL EXTERMINIO DE LOS INDÍGENAS
EN EL RÍO DE LA PLATA.
Los indígenas de las planicies rioplatenses tenían una vida primitiva y nómada;mepenes, mocoretaes, chanaes, corondas y quiloazes en una banda, y charrúas en la otra,eran grupos con una economía depredadora, dependientes de los recursos que les ofrecíael medio. Diferente es lo que ocurre con los grupos que desarrollan una economía de pro-ducción, que hace que tengan patrones culturales totalmente diferentes a los anteriores,
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pero que a su vez son compartidos por otros indígenas agricultores. Con el transcurso deltiempo, a medida que los nuevos estados rioplatenses se forjan, las grandes extensiones detierra comienzan a tener dueño. Entonces el indio, al igual que sucedió con el gaucho*,comienza a ser un marginado. De ahora en adelante, la única forma de subsistencia posi-ble será el robo y el pillaje. El indio tenía dos alternativas: se adaptaba a la vida sedenta-ria de la estancia* y perdía los valores de su cultura nómada y cazadora, o debía sucumbir.
En el momento en que los estados americanos comienzan a independizarse de laCorona española, los indígenas serán dejados de lado, puesto que su destreza en el arreodel ganado, usada tanto por portugueses como por españoles, ya no sirve en las nuevasestancias. Murieron también en las luchas por la independencia, en las que indígenas ygauchos fueron utilizados primero por los europeos y luego por los criollos. A medida quela civilización avanza arrasa con el indígena, que no tiene cabida en esta nueva sociedadque él también ayudó a forjar.
Cuando el europeo se enfrenta a los agricultores de Mesoamérica y Andes,tendrá frente a él grupos que poseen una estructura social más fácil de asimilar a la europeaque la que presentarán los cazadores recolectores. Además van a representar una importantefuerza de trabajo por tener una alta densidad de población y ser grupos productores a los quepor, medio del régimen de encomiendas, el europeo va a regular y administrar. En el caso delos indígenas de selva tropical, también conocían el cultivo, lo que hace que los misionerospudieran incorporarlos a sus reducciones sin mayores problemas. En oposición a éstos, el colo-nizador se enfrenta con tribus cazadoras recolectoras que, salvo excepciones, desconocían lastécnicas agrícolas, con una organización sociopolítica mucho más simple: las institucionesmáximas son la banda y la familia, no existe una estratificación social y la jefatura es defini-da por liderazgo. A consecuencia, van a ser muy difíciles de asimilar al grupo dominante.Acostumbrados a su vida nómada y los valores y pautas culturales, que están implícitos en elethos de estos grupos, no van a poder ni querer incorporarse a una población estable.
Lo sucedido en ambas márgenes del Plata fue compartido, independientementedel espacio y el tiempo, por otros pueblos que, al resistirse a ser reducidos, son extermi-nados. Aun hoy en día, que se realizan estudios antropológicos, y a pesar de lamentarnosdel pasado, cometemos los mismos errores: se siguen exterminando las culturas indígenascon total impunidad.
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* Estancia: Hacienda de campo.
* Gaucho: Nacido de indígena y español, con un estilo de vida propio.
4.3.4 EL APORTE AFRICANO A LA POBLACIÓN RIOPLATENSE.
Otra corriente demográfica externa, con destino al Río de la Plata, es la formadapor la población negra de origen africano.
La llegada de los primeros africanos al continente americano data de los años dela Conquista, y su aumento se relaciona con la merma de las poblaciones autóctonas aconsecuencia de las condiciones infrahumanas de trabajo y de las nuevas enfermedadesintroducidas por los europeos.
España pretendió, desde un principio, mantener el monopolio de la introducciónde esclavos, restringiendo su propiedad a particulares. Pronto, las presiones llegaron y así,en 1513, la corona española tuvo que tomar medidas respecto a la importación de escla-vos, necesarios para el fomento de la producción de las colonias, y usados como recom-pensas personales; pero tampoco era ajeno el interés fiscal, lo que significó el comienzode la trata a gran escala. (Pi Hugarte, R., 1969).
Desde mediados del siglo XV hasta el siglo XVII, Portugal dominó los principalespuntos de provisión de esclavos, trayendo al Río de la Plata veinte mil esclavos.Posteriormente, la importancia económica de la trata de esclavos provocó la disputa dediversas potencias por obtener el monopolio. Hacia el año 1700, Felipe V concedió la exclu-sividad a los franceses, quienes, hasta el año 1712, introdujeron unos tres mil quinientosesclavos. A partir de entonces, y por un cuarto de siglo, la corona española cedió este privi-legio a los ingleses. En el año 1789 se liberaliza el tráfico. (Bigongiari, D., 96:1993).
A pesar de los controles y prohibiciones, hubo una trata clandestina, por lo quees muy difícil saber la cifra exacta de esclavos negros introducidos en América a lo largode los tres siglos que duró la trata. Du Bois considera que, hasta finales del siglo XIX, apesar de que la trata ya estaba prohibida, siguieron llegando esclavos, y situó el totalentre unos quince y veinte millones. (Pi Hugarte, R., 1969).
El Río de la Plata tuvo un importante trasiego de esclavos negros; Buenos Airesy Montevideo, en un principio, y luego este último en exclusiva eran puertos de entradaal continente, desde donde eran redistribuidos como mano de obra para las grandes plan-taciones o explotaciones mineras. En cambio, las actividades ganaderas rioplatenses noexigían mano de obra esclava. En la banda Occidental, de acuerdo al Censo de CarlosIII (1778), se registraban 68.551 negros y mulatos, o sea el 37% de la población censa-da. Su mayor cantidad estaba en las provincias del norte, sobre todo en la campaña,donde trabajaban en la cosecha del algodón y tareas ganaderas e industriales. Los negrosy mulatos constituían el 64% de la población en Tucumán, el 59% en Catamarca, el 54%en Santiago del Estero y el 46% en Salta. (Comadrán Ruiz, 36-40:1969). En cambio,en la Banda Oriental, la mayor parte de los negros se quedaban en Montevideo, desem-peñando tareas dentro del servicio doméstico. “El Censo de 1778, daba una población enla ciudad de Montevideo de 9.350 habitantes, de los cuales unos 1940 eran negros (esclavos o
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libres), unos 170 indios sometidos, 6.690 españoles y el resto lo componían los denominados“pardos libres”. (García Alvarado, J.M., 54:1989).
El proceso hacia la abolición de la esclavitud fue muy largo. Se inicia en 1813,con la “libertad de vientres”. Sin embargo, estas normas carecieron de aplicación y laintroducción de esclavos, por la vía del contrabando, continuó en el Río de la Plata hastael año 1839, cuando Argentina y Uruguay firman sendos tratados con Gran Bretaña porlos que se prohibe el tráfico y se establece el derecho de la marina inglesa a inspeccionarlas naves sospechosas de cumplirlo. (Pi Hugarte, R., 24:1969).
Las luchas por la independencia y las pugnas internas de ambas márgenes delPlata efectivizaron una liberación burlada y postergada; la sujeción al amo fue sustituidapor la obediencia a los jefes militares, y pagaron un alto precio en vidas por la supuestalibertad otorgada. Por otra parte, dado que en Brasil aun se mantenía la esclavitud, lospropósitos abolicionistas fueron burlados a menudo, ya que muchos propietarios brasile-ños radicados en el Plata utilizaban negros libres en apariencia, pero registrados comoesclavos en Brasil. (Ibídem: 24-25).
Con la abolición de la esclavitud, su población decreció rápidamente como gruporacial por diversos motivos: su elevada mortandad ante enfermedades contagiosas, su altay activa participación en las guerras de la independencia y su mezcla con la poblacióngeneral, evidenciada por un alto índice de mulatos. Por otra parte, sus índices de natali-dad eran bajos, como consecuencia de sus condiciones sociales y laborales. Además conel aluvión de la inmigración europea la incidencia de los africanos en el conjunto de lapoblación se redujo considerablemente.
La existencia de las comunidades negras en la sociedad rioplatense, al ser un fenó-meno provocado por el instituto de la esclavitud, influyó en la desintegración del patri-monio cultural de origen africano, pero además, aun en libertad, debieron sobrellevar lasecuela de la inferioridad social. (Pi Hugarte, R., 25:1969).
No es necesario abundar sobre las condiciones infrahumanas a las que eran some-tidos los esclavos desde que eran apresados en su lugar de origen. En el río de la Plata fue-ron asignados a los saladeros, labores agrícolas y, en algunos casos, ganaderas. Pero en suamplia mayoría ejercieron labores en el servicio doméstico, hecho que a los patricios rio-platenses les proporcionaba prestigio social.
Al declararse la libertad de vientres, muchos esclavos dejaron de serlo, ingresan-do a la categoría de libertos. Sin embargo, pesaban sobre ellos una serie de cargas, y limi-taciones inherentes a su status inferior. Como consecuencia, desempeñaron los oficiosmás humildes y peor remunerados. (Pi Hugarte, R., 1969).
Sin embargo, nada impidió que los tres matices raciales se mezclaran de maneracompleja. A comienzos del siglo XVII, la sociedad colonial presentaba una gran variedad
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de mestizajes; los blancos estaban en la cúspide, y los diversos tintes de piel definían la posi-ción que se ocupaba en la pirámide social. “Una terminología complicada, caprichosa y varia-ble de una región a otra, se impuso para designar las distintas mezclas y sus grados. Las coloniasamericanas constituyen entonces verdaderas sociedades de castas, en las que, para mantener lasprerrogativas del blanco, los límites de acción de aquellos de color quebrado, fueron definidos contoda precisión, llegándose incluso a prescribirse el traje que debían llevar”. (Ibídem:27:).
Desde la gestación misma de la sociedad rioplatense, se acentúan las contradic-ciones reales, producto de la “ambigüedad moral inherente a la sociedad colonial - esclavistay cristiana -” A lo largo del tiempo quedan ciertos resabios de esa antigua estratificación que semuestran “a través de prejuicios que vedan posibilidades y niegan el igualitarismo pregonado porla doctrina política prevaleciente, aunque en verdad, y a causa de la distinta naturaleza de losvalores inherentes a la nueva estructura social, ahora la “línea de colores más que nada unalínea de discriminación económica”. (Pi Hugarte, R., 27:1969).
En cuanto al aporte africano a la sociedad rioplatense, debemos señalar que “EnAmérica el africano se vio sometido a un tremendo proceso de deculturación compulsivamentecumplido; arrancado de su lugar de origen, se vio inmerso en una sociedad extraña, de la que erasimplemente la fuerza de trabajo y que no le ofrecía posibilidades de rehacer su sistema familiar,su gobierno, su religión, sus creencias y su lengua. Este proceso general de deculturación presentóno obstante modalidades diferenciales en los países en los cuales la plantación se erigió en insti-tución económica y social básica, y en aquellos que la misma no estuvo presente. En los prime-ros, los esclavos, tanto por su mayor número como por la vida en común en los campos de labory en los barracones y senzalas, pudieron conservar mejor muchos elementos originales integrar-los en el cuadro de una cultura nueva, a cuya formación contribuyeron. En las zonas donde laactividad económica fundamental- en nuestro caso la ganadería- no era apta para la utilizacióndel trabajo esclavo, los individuos de un común origen africano permanecieron relativamenteseparados y se vieron obligados a adoptar, de modo creciente, la cultura de sus amos. Es pues laparticular estructura económica y social de nuestra sociedad colonial - continuada luego por larepública- la responsable de la escasez de legados africanos a la cultura nacional”. (Ibídem: 34).
Si observamos la realidad demográfica rioplatense, por todos los antecedentesexpuestos, observamos que la injerencia étnica africana es muy baja y en Argentinamucho más diluida que en Uruguay. En este último la presencia es mayor y más obvia,dado que desde sus orígenes se asentaron en la capital del nuevo estado. Al respecto pode-mos destacar que: “Es un hecho evidente que la población de color en el Uruguay ocupa un sta-tus social inferior y que, aparentemente, los canales de ascenso social han sido, justamente, depreferencia la cancha de fútbol, el cuadrilátero de box y el tablado escénico. Pocos de sus miem-bros - y en algunos casos ninguno- han logrado ocupar cargos relevantes en la vida política, admi-nistrativa y diplomática, en el ejército, en el clero, en las profesiones universitarias, en el magis-terio y en el profesorado. En otras actividades de menor prestigio social llama también la aten-ción el escaso número, cuando no la ausencia, de negros que trabajen en ellas, como por ejem-
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plo en el transporte colectivo y en el comercio de la zona del centro. Ante estos hechos muchosse han preguntado si en nuestra sociedad tienen también reflejo los prejuicios segregacionistas queavergüenzan a otras naciones y, al plantear el problema, han chocado frecuentemente con estearraigado prejuicio nacional: “En el Uruguay no hay prejuicios”. (Pi Hugarte, R., 35:1969).Como vemos, las situaciones se repiten independientemente de los lugares y del tiempo.En general, no podemos hablar de segregación al estilo del apartheid sudafricano, pero noson ajenas las actitudes prejuiciosas discriminatorias: la línea de color se traza, en realidad,en el límite de los bajos ingresos económicos. “Deberíamos conocer mejor en que medida elnegro es considerado prejuiciosamente por ser negro, y en que‚ medida por ser pobre. Ésta es ladesastrosa herencia del pasado servil.” (Pi Hugarte, R., 37:1969).
Las raíces africanas en Uruguay están latentes tanto demográfica como cultural-mente. En cambio, en la Argentina la desaparición del negro de su composición demo-gráfica es una de sus facetas más llamativas.
Por el contrario, en la zona oriental del Río de la Plata, el indígena a partir delsiglo XIX (1830), fue exterminado como grupo étnico. En la banda occidental del Plata,el elemento indígena está presente. Los grupos más importantes lo componen los arau-canos o mapuches (60.000), que viven en el oeste de las provincias patagónicas deNeuquén, Río Negro y Chubut y en algunos casos en la Pampa. En el noroeste, los collas(40.000), en Formosa y el Chaco, los tobas (30.000), los matacos (20.000) en el Chaco,Salta y Formosa y por último los chiriguanos (20.000) en Jujuy y Salta. Estos grupos indí-genas no sólo constituyen una presencia física, sino que tienen una vigencia cultural enla sociedad argentina. (Zamorano Díez, M., 1988).
La mezcla de la base indígena con el europeo durante el período hispánico fuemuy intensa. Los mestizos en el siglo XIX constituyeron una casta que tuvo un papeldesatacado en la sociedad. A medida que se incrementa la inmigración europea, el lugardel mestizo se difumina poco a poco hasta nuestros días, en que en Argentina constitu-yen el 5 % de la población y en la otra orilla, a nivel estadístico, no existen.
Bajo estas circunstancias étnicas, el Río de la Plata, a diferencia de lo que ocurrecon el resto de Latinoamérica, está conformado por diversas corrientes inmigratorias deorigen europeo.
4.3.5. EL APORTE EUROPEO
El Río de la Plata sentó las bases de su estructura económica en un sistema detenencia de la tierra orientado hacia la acumulación en pocas manos de enormes terri-torios. El principal beneficio económico que obtenía esta clase propietaria estaba cons-tituido por la comercialización del ganado. Una vez afianzado este tipo de explotación,que les permitía obtener grandes beneficios con escaso esfuerzo, las pocas familias terra-tenientes buscaron nuevas formas de enriquecimiento utilizando para ello su poder polí-
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tico. Desde el punto de vista de este grupo, una solución a sus intereses fue la implanta-ción de colonos europeos que, entre otros beneficios, aseguraban la defensa y ocupaciónde tierras de frontera con indios y neutralizaban los reclamos de propiedad de la tierra desus anteriores ocupantes reales. (Juliano, D., 1987).
A partir de los intereses y en provecho de los sectores latifundistas se genera unapolítica inmigracionista, pero para imponerla y transformarla en un proyecto nacionalera necesario legitimarla. La ideología partió desde la orilla bonaerense, y fueron losmiembros de la llamada “generación del ochenta” los encargados de esta tarea a travésde dos líneas de argumentación, lideradas por Sarmiento y Alberdi. Para el primero, elproyecto de incorporación de colonos podía justificarse, ya que éstos eran más “civiliza-dos” que la población nativa. Para Alberdi, el problema a solucionar no es la mala cali-dad, sino la escasez de la población; de allí su lema “gobernar es poblar”. Ambas pro-puestas, sin embargo, son una legitimación de un proyecto existente, y se apartan consi-derablemente de lo que podría ser una descripción de la realidad.
La propuesta de Sarmiento de “mejorar la población” se compagina mal con elhecho de que los inmigrantes tuvieran un nivel inferior a los nativos.
En cuanto a la segunda razón, “poblar un país desierto”, debemos tener en cuen-ta que el país contaba con un contingente humano suficiente para el tipo de explotacióneconómica que se realizaba, e incluso había una población “sobrante”, constituida gene-ralmente por indios y gauchos, a quienes se trataba de eliminar porque competían por losmismos recursos y acarreaban problemas sociales.
La mayor parte de los medios del estado se pusieron al servicio de este proyecto. Porun lado, los países emisores hacían propaganda de esta política y por otro, se preparaba enel país una legislación y un sistema escolar que complementaran la tarea de captación.
La emigración europea tuvo su auge a partir del siglo XIX, y se estima que, desdeentonces hasta la Segunda Guerra Mundial, salieron aproximadamente unos 60 millonesde personas. El destino principal fue América.
El Río de la Plata ofrecía posibilidades de ascenso económico y social, tierrasaccesibles, fuentes de trabajo y legislaciones abiertas al extranjero. A su vez, Europa esta-ba aquejada por la superpoblación, míseras condiciones de vida en el medio rural y uninjusto régimen de propiedad de la tierra, que expulsaban a sus trabajadores en busca demejores condiciones de vida.
A lo largo de la historia, la afluencia de emigrantes ha variado de acuerdo con lascircunstancias vividas tanto en los países emisores como en la zona receptora. A grandesrasgos, podemos establecer varios períodos: El primero es el que va desde la independen-cia a fines del siglo XIX.
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La mayor parte de los emigrantes en el Río de la Plata son de origen latino. EnArgentina, a partir de 1857, se oficializaron los registros de inmigrantes de ultramar queproporcionan los siguientes datos:
Hasta 1943 entraron en Argentina 6.628.506 extranjeros, de los cuales 3.476.392se incorporaron definitivamente al país.
44% eran italianos 2.974.00031% españoles 2.086.000 3,6% franceses 242.000
De los otros países europeos ingresaron polacos, rusos, alemanes y austríacos; tam-bién arribaron de forma continuada, aunque no cuantiosa, árabes en su mayoría sirioli-baneses. Otro aspecto a destacar es que Argentina es el país latinoamericano con mayornúmero de judíos. (Zamorano Díez,M., 1988).
Durante estos años la inmigración fue muy intensa, aunque hay que considerar queentonces se practicaba la “migración golondrina”, trabajadores que viajaban alternativa-mente a la Argentina y al sur de Europa para las respectivas cosechas, partiendo nueva-mente al fin de la estación. También es cierto que un grupo importante de estos trabaja-dores, se radicaba definitivamente. En cambio, hubo épocas en que la inmigración sefrenó, como sucedió durante la epidemia de fiebre amarilla que asoló Buenos Aires (1870-1871), la crisis financiera de 1890 y especialmente durante la primera guerra mundial.
En el Uruguay, la inmigración se hace intensa a partir de 1835, compuesta principal-mente por españoles: canarios, vascos y navarros, a los que se integrarían luego franceses,ingleses, italianos y más españoles- gallegos, vascos, canarios-. (García Alvarado, J., 1989).
Un segundo período se inicia durante el primer tercio del siglo XX. Después de laPrimera Guerra Mundial, la emigración en los años 1914 y 1919, repunta hasta la crisisgeneralizada del año 29. Durante estos años, en Uruguay desciende la natalidad y tam-bién baja la mortalidad. Sólo la intensidad de la inmigración mitiga en cierta forma estedescenso. “Así de 1904 a 1930, el crecimiento vegetativo ha dado lugar a 577.000 nuevosuruguayos, y el saldo migratorio positivo se estima en unos 435.000 inmigrantes” (GarcíaAlvarado, J., 59: 1989).
La crisis económica de los años treinta tiene sus repercusiones negativas. Prontose dictaron leyes restrictivas hacia el ingreso de inmigrantes. Hacia fines de los años cua-renta e inicios de los cincuenta se da un repunte, como resonancia del fin de la SegundaGuerra Mundial. Entre los años 1947 y 1952, en Argentina, los italianos representaronel 36 por ciento del total de ingresados. En la década de los cincuenta se produce la últi-ma gran aportación hasta su amortiguación definitiva. (Zamorano Díez, M., 1988).
En la década de los sesenta, la inmigración europea cesa. En estos años Uruguayya no cuenta con la inmigración como paliativo a su débil crecimiento natural y, por el
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contrario, pierde efectivos humanos. De país de inmigración se convierte en nación deemigración, hacia estados vecinos y Europa. “ En el período 1980-85, el crecimiento anualmedio es de 0,7 (CEPAL) de manera que actualmente Uruguay, junto a Cuba, es el país demenor crecimiento del subcontinente iberoamericano. En lo que va de siglo, ha caminado haciaun estancamiento demográfico que se traduce en un envejecimiento de la población y desnivelde su composición por sexos”. (García Alvarado, J., 59-631989.)
Por su parte, Argentina tuvo un incremento de las corrientes migratorias de lospaíses vecinos. Estos nuevos inmigrantes, provenientes de Chile, Paraguay, Uruguay yBolivia ingresan en un período de reducción del caudal inmigratorio, aunque los saldosentre 1955 y 1975 dan unos 55.000 ingresados al año, con predominio de los paragua-yos. Como causa de estos ingresos, debemos considerar las razones de índole política. Lapreferencia de estos nuevos inmigrantes se sitúa en Buenos Aires y la Pampa Húmeda, aligual que sucedía con los inmigrantes europeos. (Zamorano Díez, M., 1988). La evo-lución de la población de Argentina y del Uruguay es diferente:
Evolución Demográfica del Uruguay
P O B L A C I Ó N
1825 1850 1900 1950 1985
74.000 132.000 916.000 2.400.000 2.990.000
(Pi Hugarte, R., 15:1969)
En la corta historia de la República Oriental del Uruguay, su crecimiento demo-gráfico ha sido muy lento. En un principio se vio paliado por los grandes aportes inmi-gratorios: sangre nueva, joven y en edad fértil, lo que contribuyó a renovar su población.
Con el paso del tiempo la inmigración cesa definitivamente e incluso pasa a serun país expulsor de gente. Como consecuencia, se produce un estancamiento en su cre-cimiento y el consabido envejecimiento de su población.
En cambio, en la otra orilla del Plata, aunque su crecimiento también es bajo, noestá estancado como en Uruguay y su población sigue su crecimiento, gracias además alcontinuo aporte de las migraciones de los países vecinos. La situación es diferente a ladel anterior, según lo podemos observar a través de su evolución demográfica.
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Evolución demográfica de la Argentina:
AÑO CENSO HABITANTES 1797 Azara 310.6281809 Diego G. De la Fuente 406.0001819 Brackenridge 523.0001837 Woodbine Parish 675.0001860 Martin de Moussy 1.737.0761869 I censo nacional 1.210.0001895 II censo nacional 3.945.9111914 III censo nacional 7.885.2371947 IV censo nacional 15.893.827 1960 V censo nacional 20.008.9451970 VI censo nacional 23.364.4311980 VII censo nacional 27.947.4461985 Estimación 30.564.000
(Zamorano Díez, M., 111:1988).
Si observamos la composición de la población rioplatense, tanto Argentina como
Uruguay tienen una fuerte influencia de los diferentes aportes inmigratorios, como así lo
expresan los siguientes datos:
POBLACIÓN RESIDENTE EN URUGUAY, NACIDA EN EL EXTRANJERO (en miles)
LUGAR DE NACIMIENTO TOTAL HOMBRES MUJERES TOTAL 102,3 47,4 54,9
AMÉRICA 37,9 16,0 22,0 ARGENTINA 19,7 8,5 11,2
BRASIL 12,2 5,0 7,3 OTROS 6,0 2,5 3,5 EUROPA 61,7 30,0 31,6 ESPAÑA 31,2 14,9 16,4 ITALIA 14,7 7,7 7,0
ALEMANIA 2,7 1,2 1,5 OTROS 13,0 6,3 6,7
MEDIO ORIENTE 1,09 1,0 0,9 OTROS 0,8 0,5 0,3
Datos Obtenidos de la Dirección General de Estadística y Censos (Uruguay)
Último Censo Nacional: año 1985
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A través de las cifras vemos que en Uruguay existe una fuerte influencia europea, sobretodo española. En cambio, la situación en la República Argentina es más compleja, dado quela inmigración es mucho más variada, lo que queda expresado a través de los siguientes datos:
POBLACIÓN NACIDA EN EL EXTRANJERO QUE RESIDE HABITUALMENTE EN LA ARGENTINA
PAÍS DE POBLACIÓN NACIDA
NACIMIENTO EN EL EXTRANJERO VARONES MUJERES
TOTAL 1.903.159 947.382 955.777 AMÉRICA 782.781 393.503 389.278 BOLIVIA 118.141 65.730 52.411 BRASIL 42.757 19.718 23.039 CHILE 215.623 115.184 100.439 PARAGUAY 262.799 121.196 141.601 URUGUAY 114.108 55.662 58.446 EE.UU AMÉRICA 9.785 4.787 4.998 PERÚ 8.561 5.688 2.873 RESTO DEL CONTINENTE AMERICANO 11.007 5.536 5.471 EUROPA 1.075.801 530.292 545.509 ALEMANIA 24.381 11.732 12.649 ESPAÑA 373.984 171.461 202.523FRANCIA 9.608 4.409 5.399ITALIA 488.271 251.804 236.467POLONIA 57.480 30.202 27.278PORTUGAL 20.740 11.377 9.363 RUSIA 18.452 8.210 10.242 UCRANIA 5.091 2.572 2.519YUGOSLAVIA 22.904 12.295 10.609 AUSTRIA 9.085 4.131 4.954 CHECOSLOVAQUIA 7.497 3.295 4.202 GRAN BRETAÑA 4.573 2.251 2.322 GRECIA 4.944 2.755 2.189 HUNGRIA 5.398 2.460 2.936SUIZA 3.031 1.684 1.347 RUMANIA 6.939 3.248 3.691LITUANIA 4.479 1.785 2.694 RESTO DEL CONTINENTE EUROPEO 8.744 4.621 4.123 CERCANO Y MEDIO ORIENTE 23.014 12.400 10.614LÍBANO 5.356 2.960 2.396SIRIA 9.302 5.462 3.840RESTO DEL CERCANO Y MEDIO ORIENTE 8.356 3.978 4.378LEJANO ORIENTE 18.544 9.739 8.805JAPÓN 7.755 4.157 3.596RESTO DE PAÍSES DEL LEJANO ORIENTE 10.789 5.582 5.207RESTO DEL MUNDO 3.019 1.448 1.571
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De acuerdo con estos datos que nos proporciona el Instituto Nacional de Estadísticay Censos (Argentina) para el año 1980, observamos un fuerte aporte de los países vecinos,sobre todo paraguayos, chilenos y uruguayos. Existe gran variedad y diversidad de extran-jeros, que sin lugar a dudas han dejado su impronta en la sociedad argentina.
La inmigración europea al Río de la Plata es muy antigua, está vinculada a sus orí-genes y, por lo tanto, tiene una larga tradición y relevancia. Sin embargo, entre ambospaíses del Plata existen diferencias: en Uruguay, la inmigración más antigua, importantey numerosa es la española; en cambio en Argentina, al hablar de inmigración propia-mente dicha, la italiana es más antigua y superior en número. De todas formas, podemosafirmar que en el Río de la Plata la emigración española es de suma relevancia, y dentrode ésta la de origen gallego ocupa el primer puesto.
4.4 SITUACIÓN SOCIOCULTURAL DEL RÍO DE LA PLATA
Si analizamos ambos países rioplatenses en el conjunto sudamericano, nos encon-tramos con rasgos que comparten y a su vez les diferencian del resto de países de laregión. Para ello consideraremos algunos datos sobre el perfil sociocultural deSudamérica.
PERFIL SOCIOCULTURAL SUDAMERICANO
ANALFABETISMO NATALIDAD MORTALIDAD
ARGENTINA - 4,7% 20,3% 8,6% BOLIVIA- 22,5% 34,4% 9,3% BRASIL- 18,9% 27,0% 7,0% CHILE - 5,6% 22,5% 6,4% COLOMBIA- 13,3% 25,8% 5,9% ECUADOR- 14,2% 30,9% 6,9% PARAGUAY- 9,9% 34,9% 6,4% PERÚ- 10,7% 29,0% 7,6% URUGUAY- 3,8% 17,1% 10,3% VENEZUELA 11,9% 28,3% 5,4%
(Agenda BANESTO, Montevideo, año 1995).
Otro índice indicativo de la situación sociocultural de un país es la mortalidadinfantil y el número de médicos por habitantes. De acuerdo con los países los valores sonlos siguientes:
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MORTALIDAD INFANTIL HABITANTES POR MÉDICO
ARGENTINA 28,8% 333BOLIVIA 84,8% 1540BRASIL 57,0% 685CHILE 16,9% 913COLOMBIA 37,0% 1.079ECUADOR 57,4% 826PARAGUAY 47,0% 1.593PERÚ 75,8% 1.040URUGUAY 20,0% 344VENEZUELA 33,2% 595
(Agenda BANESTO. Montevideo, año 1995.)
Al analizar estos datos indicativos del grado de desarrollo sociocultural, observa-mos que Uruguay, Argentina y Chile (en ese orden), son los países de América del Surcon el índice de alfabetización más elevado. Situado a la cabeza, Uruguay, reflejo fiel desu sistema educativo “laico, gratuito y obligatorio” que popularizó desde el siglo XIX laenseñanza básica.
A su vez también Uruguay, seguido de Argentina y Chile, lideran la baja tasa denatalidad. La evolución demográfica del Uruguay le ha llevado a un envejecimiento de lapoblación, hecho paradójico dado que es un país muy joven que se aleja de los demás paí-ses iberoamericanos, y tiene un comportamiento demográfico similar al continente euro-peo. Como consecuencia de este envejecimiento de su población el índice de mortalidadse eleva hacia un 10%, el más alto de América del Sur. Al observar los dos últimos valo-res (la tasa de mortalidad infantil, y el número de médicos por habitantes), una vez másel Río de la Plata refleja un mayor status respecto al resto de los países del continente.
A “La reina del Plata” y la “Suiza de América”, por sus circunstancias socioeconó-micas, demográficas y culturales, se las ha comparado con la vieja Europa, espejo al que,sin duda, les agrada más mirarse que a la depauperada hermana sudamericana.
El aluvión inmigratorio contribuye a reafirmar esas raíces. Un rioplatense se iden-tifica más como latino-europeo que con sus raíces autóctonas, porque su historia perso-nal se vincula con Europa. La sabiduría popular lo refleja al decir: “los mejicanos des-cienden de los aztecas, los peruanos de los incas, y los rioplatenses de los barcos.”
El Río de la Plata siempre ha mirado hacia Europa y en los últimos años, a con-secuencia de sus crisis socioeconómicas, lo hacen con más fuerza. Tradicionalmente haquerido verse reflejada en la bella e ilustrada Francia, la de las costumbres refinadas.Nadie quería parecerse a la analfabeta de la raída maleta que llegó al Río de la Plata avivir y malvivir en los conventillos en busca de un lugar bajo el sol. En los últimos años,
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a raíz de las mejoras vividas en el viejo continente y el consabido deterioro americano,incluso se ve con simpatía a los abuelos “tanos” y “gayegos”.
Pero en definitiva, ¿cómo es el rioplatense?. Sin lugar a dudas, podemos apelar aJorge Luis Borges cuando al ser preguntado ¿cómo es el argentino? lo definió claramen-te, ( en nuestro caso, lo podemos ampliar al rioplatense):
¿Cómo somos? Diría que somos cosmopolitas pero ¿realmente lo somos?. Hace muchotiempo que vivo en este barrio y sé por referencias que viven (más que otra cosa) árabes y arme-nios. Pero no hay mezquitas, la arquitectura es similar a la de cualquier barrio de Buenos Aires.Aquí todo se ha hecho para que, fundamentalmente la gente se olvide de donde viene y se haganarmenio-argentinos, interesados en el fútbol, en el tango.”.
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Después de describir el medio de origen del gallego y la zona a donde emigraron,analizaremos al propio emigrante, sus características generales y cómo fueron sus prime-ros años en el Río de la Plata. La emigración gallega proviene en su mayoría del mediorural; tendremos entonces un grupo inmigratorio de origen rural, que arriba a áreas urba-nas y se establece en medios con caracteres y estrategias de subsistencia diametralmenteopuestos a los de Galicia. Nuestro análisis pretende integrar varios aspectos de la vida delgallego en el Río de la Plata, a partir de los cuáles podremos conocer al gallego riopla-tense. Para ello, seguimos un criterio evolutivo:
ANTECEDENTESLLEGADA Y ASENTAMIENTO PERMANENCIA E INTEGRACIÓN SITUACIÓN ACTUAL PERSPECTIVAS DE FUTURO.
5.1. ANTECEDENTES
5.1.1 CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL EMIGRANTE GALLEGO EN EL RÍO DE LA
PLATA.
El grupo de gallegos encuestados se distribuyen por provincias de origen de lasiguiente forma:
Gallegos de Argentina Gallegos de Uruguay
La Coruña .............35% La Coruña .............49% Pontevedra ............28% Pontevedra ............24% Lugo.......................20% Lugo.......................17% Orense ...................17% Orense ...................10%
Respecto a la provincia de origen, nos encontramos con que en su mayoría pro-ceden de La Coruña, seguida de Pontevedra, Lugo y por último Orense. Esta realidad,que observamos para nuestra encuesta, se confirma para todo el universo de gallegos queestán inscritos en el Registro de Matrícula de los Consulados:
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CAPÍTULO 5
LA EMIGRACIÓN GALLEGA AL RÍO DE LA PLATA
Gallegos de Argentina Gallegos de Uruguay
La Coruña .............35% La Coruña .............53%Pontevedra ............28% Pontevedra ............29%Lugo.......................19% Lugo.......................10%Orense ...................18% Orense .....................8%
Incluso, se confirma para todo el fenómeno emigratorio. Por ejemplo, para elperiodo 1911-1935 se observa la prevalencia de Coruña y Pontevedra, que también semantendrá años más tarde.
Años 1911-1935 Años 1949-1950
La Coruña ........30.20% La Coruña ........26.35%Pontevedra .......26.18% Pontevedra .......30.07%Lugo..................21.58% Lugo..................19.06%Orense ..............22.14% Orense .............19.52%
(Hernández Borge,J.,52-57:1990).
En cuanto al área de origen, la población gallega proviene en su mayoría (80%)del medio rural, hecho que se refleja en su emigración, y circunstancia que también seobserva en nuestro grupo de estudio.
Al ser una población rural, van a compartir las características de las sociedadesrurales: conservadoras, cerradas y volcadas hacia su comunidad.
Áreas de origen -
Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
Asentados en aldeas........88% Asentados en aldeas .......65% Poblaciones mayores .........4% Poblaciones mayores.......24% Medio urbano....................8% Medio urbano .................11%
El tipo de asentamiento está en estrecha relación con la actividad que desempe-ñaban antes de arribar al Río de la Plata.
Tipo de actividad en Galicia Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
Labradores 70% 53% Oficios 10% 7% Pequeño comercio 6% 5% Pescadores 2% 3%Pastores 3% 2%Marineros 1% 1%Otros 7% 20% Sin datos 1% 9%
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Para poder evaluar la situación real del inmigrante, creemos indispensable ir másallá de la frialdad de los datos, y apelar al testimonio de los propios protagonistas. Comoesta gallega emigrada en los años cincuenta que, sobre su infancia en la Galicia de la pos-guerra, nos dice:
“A partir de los tres o cuatro años ya se empezaba a trabajar, a cuidar las vacas; tra-bajaba a la par de mi madre en el campo.Nos levantábamos temprano, al mediodía tomábamosuna taza de caldo del día anterior, con un trozo de pan de maíz; si había leche, se tomaba, sino, no. Se trabajaba todo el día, y de noche cuando cuando regresábamos había que darle debeber a los animales y preparar todo lo de la casa para el otro día”.
“A los cinco años cargué el primer carro de tojo. Mi mamá me puso arriba del carro, tira-ba el tojo y yo lo iba cargando. Trabajar, se trabajaba todo el año; había épocas más fuertes queotras, como cuando se plantaba el maíz, en abril. En marzo se trabajaba la tierra para sembrar,después se plantaban papas (patatas) en distintas épocas del año, se cultivaba además centeno,porotos (judías) y zapallo (calabaza). Teníamos cuatro vacas, gallinas, una chiva, una oveja parahacer las medias y combinaciones de lana. A los nueve años aprendí a tejer. También sembrába-mos lino para hilar, tejer y hacer las mantas, chaquetas y faldas. Matábamos un cerdo al año, queno nos daba para consumir todo el año, pero cuando se terminaba, no se comía más. El arroz secomía durante las fiestas, los huevos por pascuas, porque por lo regular se vendían para pagar losimpuestos y para ropa. Además vendíamos porotos y patatas y a veces algún cerdito o un terne-ro. La carne de vaca sólo se comía para la fiesta patronal”. (Buenos Aires, agosto 1994).
De este testimonio, destacamos varios aspectos, como es la extrema dureza de la vidaen el campo gallego de la época, que no distinguía sexo ni edad, dado que los niños eran unapieza básica en el engranaje económico gallego. También refleja el sistema económico tra-dicional gallego, que se basa en el autoconsumo, es decir, que su producción está orientadaa atender sus propias necesidades y en el que el dinero no es más que un medio de cambio.Sin lugar a dudas, este sistema es insuficiente para acceder a una buena calidad de vida.
Para seguir evaluando el perfil y las circunstancias generales en que llega el emi-grante, analizamos su nivel educativo. La situación educativa es similar, tanto en losgallegos de Argentina como los de Uruguay. El nivel de analfabetismo es muy bajo (5%)y éste coincide con personas de avanzada edad y sólo lo observamos en Argentina. En suamplia mayoría (entre un 80 y 90% respectivamente) acceden a niveles primarios de ins-trucción y sólo un reducido grupo accede a una enseñanza media.
Sin embargo, aunque accedieran a la enseñanza básica, las propias condiciones devida del niño rural gallego hacían que ese acceso fuera de forma muy irregular, como bienlo señalan nuestros informantes.
Por ejemplo, una inmigrante que llegó con trece años al próspero Uruguay de losaños cincuenta nos dice:
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“Eramos muy pobres, por eso tenía ganas de ayudar a mis padres que iban con os zocossin medias en pleno invierno. Por eso, decidí ir con las vacas otra gente que me pagaba. Laescuela no la hice toda.Iba de mañana y no enseñaban nada, sólo a rezar. De la escuela tengorecuerdos desagradables”. (Montevideo, año 1987).
También otra informante llegada por la misma época a la Argentina reafirma alrespecto:
“Por un tiempo no hubo escuela en la parroquia, entonces íbamos con un maestro par-ticular. Después estaba la maestra de la escuela oficial, de la que tengo buenos y malos recuer-dos. La maestra, lo único que nos enseñaba era a rezar. Los chicos de las familias más pudien-tes iban doble escolaridad y de esos sí se ocupaba porque aprendieran, pero de los demás no sepreocupaba mucho, sólo le interesaban las cosas de la iglesia. Yo iba todo lo que podía, iba delmonte de cortar tojo, con los zuecos, sin comer ni nada. En invierno complementábamos conel maestro, que sí nos enseñaba a leer y escribir y cuentas. Fui de los ocho hasta los catorceaños, pero no iba todos los días, alguna semana iba un día o dos, otras quizá toda, pero no podíaporque tenía que ir a trabajar. La enseñanza era toda en castellano, con los dos maestros. Losmaestros por lo general no eran de Galicia”. (Buenos Aires, agosto 1994).
En cuanto a la instrucción formal, nuestros entrevistados en general coinciden: “Ala escuela, fui más o menos porque había que ir a trabajar” o “Iba al colegio cuando nevaba”.
También se dan los casos de aquellos que no culminan su ciclo escolar por su con-dición sexual “por ser la única mujer en casa, tenía que ayudar” o por su situación familiar“por ser el mayor tenía que hacerme cargo de la casa”. Otros aducen causas externas: “por-que cerraron la escuela” o porque “quedaba muy lejos”.
Todos estos testimonios traducen la mala situación general de la instrucción for-mal (*). El gallego recibía un tipo de enseñanza desajustada con su realidad, que no teníaun fin educativo sino de simple instrucción y que transmitía valores que no correspon-dían al mundo rural gallego. Así recuerda un emigrante nacido en el año 1903 y emi-grado a la Argentina en el año 1929:
“Los libros que usábamos eran el “Silabario”, segundo el “Catón”, tercero“Manuscrito”, cuarto “Guía del artesano” y quinto, “El Mosaico”. La “Guía del artesano”,era el modelo para hacer una carta, todo en letra manuscrita. Era para dirigirse al Papa, al Reyo a un amigo. Nos llamaba la atención, que las cartas nunca iban dirigidas a alguien en Galicia,todas eran de Salamanca, Toledo, Guadalajara, pero nunca a nadie de Ferrol o de la Coruña.Entonces decíamos ¨Es que nosotros no somos importantes?.”(Buenos Aires, abril 1994).
En el niño, entonces, se producía una especie de frustración, porque le enseñabancosas que no eran útiles para su vida cotidiana y porque la enseñanza era en castellano -
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(*) La que se imparte de forma organizada por los centros de enseñanza.
con libros de texto que no se ajustaban a sus intereses- lo cual producía un desajustesociolingüístico muy grande. Esa situación generaba un sentimiento de inferioridad einseguridad hacia su propia cultura, que Valentín Años López resume muy bien:
“O rapaz rural galego que atopa nos seus libros escolares como imaxe paterna a dunseñor acomodado a descansar nun bon sillón goretando a lectura dun libro groso, está adepren-dendo nelo que o seu pai labrego, que gasta o mellor de seu tempo emporcado polas cortes a aco-modar o gando, o seu pai mariñeiro, que bota meses a mancheas embarcado a milleiros de qui-lómetros sin case comunicar cos seus, non son merecentes de ser chamados pais”. (En: GarcíaSabell, Beiras, X.M y otros, 1975).
La instrucción, era un valor secundario y devaluado, “no se le daba importancia”,nos han dicho. Debemos tener en cuenta que como además los niños eran una impor-tante fuerza de trabajo, el ausentismo escolar era muy elevado; lo que sumado a las pro-pias condiciones de su mala alimentación, y una enseñanza desajustada a su realidad eintereses, hacen prever un claro resultado final. Por lo tanto, aunque la escolarizaciónfuera “completa”, ésta tenía grandes carencias.
Situados en América, en su mayoría tampoco completarán sus estudios, porqueuna vez más se le dio lógica prioridad a las necesidades básicas de subsistencia que a lasde una formación más completa.
A pesar de estos déficits de instrucción formal, desarrollaron los conocimientosprácticos básicos para desempeñarse competentemente en sus actividades.
Respecto a la situación en que salían, la mayoría emigra sólo y a edades muy jóvenes.
Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
15-19 años ............23% 15-19 años....................27%20-24 años. ...........32% 20-24 años....................27% 25-29 años. ...........27% 25-29 años....................24%30-34 años. ...........13% 30-34 años....................12% 35-39 años. .............3% 35-39 años......................7%40-44 años. .............2% 40-44 años......................3%
Como podemos observar en nuestros grupos de estudio, la mayor emigración sesitúan entre los 15 y 35 años, edad en la que empieza a descender. Si estos datos los extra-polamos para todo el fenómeno emigratorio, nos encontramos con que tendrá un dobleefecto: para los países de acogida, consecuencias positivas, porque significó nueva fuerzade trabajo, incremento de la población joven y en edad fértil, lo cual dinamizó su pobla-ción. En cambio, para Galicia, esta realidad se tradujo en consecuencias negativas, dadoque quedó sin su población joven, lo que acarreó un estancamiento y envejecimiento desu población. En resumen, el perfil del inmigrante gallego está dado por una poblaciónjoven de origen rural, de baja instrucción formal pero con una gran destreza en conoci-
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mientos básicos de subsistencia. Al igual que sucede con las culturas indígenas, en elmedio rural gallego se pasa de niño a la categoría de adulto, sin el camino intermedio deuna larga adolescencia como experimentan las sociedades urbanas.
La corriente inmigratoria más representativa en la actualidad es la de los años cin-cuenta:
Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
Hasta 1940 .......... 21% Hasta 1940.....................5%De 1940 a 1949....32% De 1940 a 1949 ...........12% De 1950 a 1959....44% De 1950 a 1959 ...........66% De 1960 a 1961......3% De 1960 a 1966 ...........17%
Si bien en ambos países el grupo mayoritario de inmigración se sitúa en los añoscincuenta, observamos que en Argentina hay un grupo (21%) que llega antes de los añoscuarenta. Este se distribuye de la siguiente forma:
Hasta el año 1924...7% De 1925- a 1929.....8% Emigrantes en Argentina De 1930- a 1934.....5% previos a 1940. De 1925- a 1939.....1%
En cambio, en Uruguay los emigrantes más antiguos se sitúan entre el año 1935a 1940 (5%). Si observamos los datos de ambas emigraciones, se aprecia que la mayor omenor presencia está vinculada a las diferentes viscisitudes a nivel internacional que hanfrenado o favorecido la emigración. Como ya hemos analizado en capítulos anteriores,hasta los años cuarenta diferentes sucesos frenaron el proceso emigratorio: la crisis eco-nómica del año 1929, la Guerra Civil española (1936-1939) y la Segunda GuerraMundial (1940-1945) cerrarán el proceso de merma de emigración europea haciaAmérica.
En la década de los cincuenta tendremos una importante reactivación provocadapor una posguerra favorable a los países americanos, pero que irá disminuyendo haciafines de los cincuenta y se detendrá en la década de los sesenta, porque las circunstan-cias socioeconómicas vividas en América harán que la emigración gallega cambie derumbo y se dirija hacia la Europa comunitaria.
En la actualidad, nos encontramos en el Río de la Plata con una inmigraciónrepresentativa de esta última corriente, donde la mayoría de sus exponentes se encuen-tran en una franja etaria muy elevada. En Argentina la franja de edad es mayor que enUruguay. En la primera, el 71% se sitúa entre los 65 y 85 años mientras que en el segun-do, el mismo porcentaje se encuentra entre los 50 y 70 años. A pesar de esas diferencias,está claro que nos encontramos ante una población envejecida, situación que podemoscomparar con lo que sucede en el resto de América donde, en general, se trata de una
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inmigración muy antigua que no ha sido renovada, a excepción del caso de Venezuela,que cuenta con una inmigración de los años 70. Esta realidad nos debe hacer reflexionarsobre la urgencia de realizar un análisis antropológico sobre la emigración, antes de quese pierda para esta ciencia y pase a ser un fenómeno histórico.
5.2. LOS PRIMEROS TIEMPOS
5.2.1. LLEGADA Y ASENTAMIENTO
“La épica colectiva del pueblo gallego es la emigración que todavía está por contar.Recuerdo a mi abuelo Saturno sentado en su vieja silla de la casa “do Rouco”, en Pontevedra,hablando de Buenos Aires. Allá marchó, como tantos otros, en los primeros años del siglo. Echómi abuelo once años en Argentina. Después regresó a Pontevedra. Pero nunca volvió a ser elmismo. Desfallecía de saudades, y hablaba a sus hijos y a sus nietos de aquellas avenidas, losautomóviles, los grandes edificios, la vida, como quien habla de otra dimensión, otro mundo:fantástico, excitante. Buenos Aires era el París de América. Para cientos de miles de gallegos,durante mucho tiempo, Buenos Aires y Montevideo fueron el único horizonte, un sueño dejuventud, una esperanza, también un salto en el vacío, el miedo - la misma íntima sospecha- deacaso no volver nunca más.
Quizás por eso muchos de ellos fueron contruyendo allí la Tierra que aquí no lograron:un sueño, un ideal”. (*)
Por lo general, el inmigrante elige el Río de la Plata porque en la región estánradicados familiares o amigos, amén de la buena situación general que vive la zona poraquellos años. El Plata siempre ha sido un foco de atracción para la emigración y por ellofue un sitio de gran tradición emigratoria española, en general, y gallega en particular.Así nos dice este hombre emigrado a la Argentina a mediados de los años cincuenta:
“Había venido mi abuelo y mi tío y siempre me decían: de la Argentina al cielo.”(Buenos Aires, marzo 1994)
El Río de la Plata cuenta además con otras circunstancias favorables, como biendestaca esta mujer que arribó con su familia a la otra orilla, también por la década de loscincuenta.
“Elegimos Uruguay porque el clima era muy lindo. Nos invitaron para ir a Venezuela,pero aquí el clima era mejor, el país era lindo, la moneda valía, por eso elegimos Uruguay”.(Montevideo, septiembre 1986)
A través de lo que expresa esta informante observamos la conjunción de factoresque rodean al país, pero siempre con los pies en la tierra. El emigrante de la última gene-
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(*) ( Víctor Freixanes en: Samuelle, C.,8-9: 1993).
ración no da un salto en el vacío como los históricos descubridores, sino que sabe deantemano las posibilidades ciertas con las que cuenta. Con respecto a la forma llegada,los pioneros que arribaron en las primeras décadas del siglo XX lo hacían de forma libre,como nos cuenta este emigrante que llegó a Buenos Aires a fines de los años veinte:
“Llegué a Argentina en el año veintinueve. Aquí tenía primos nada más; pero de aque-lla todavía no era necesario tener gente en América que se hiciera cargo, ni que nos respaldara,ni reclamara. Se podía venir libremente. Esa disposición vino después, cuando el gobierno dePerón”. (Buenos Aires, marzo 1994).
Pero la mayor parte de nuestros entrevistados que emigraron más tarde, general-mente llegan mediante una carta de reclamación. En dicha carta, una persona se hacíacargo del reclamado quien debía llegar con un contrato de trabajo.
En Argentina debía efectuar la reclamación un familiar directo; en cambio enUruguay podía ser efectuada por la familia o por otras personas desde América. La tra-mitación del reclamo estaba a cargo de éstos, pero como debían venir con contrato detrabajo, se recurría a terceros que eran las personas que oficialmente “se comprometían”a darles trabajo a los recién llegados. Diversos testimonios, como el de esta emigrantearribada en los años cincuenta, dan fe de lo que pasaba por aquellos años.
“Una amiga me escribe y me dice que había una familia que me pagaba el pasaje paravenir, pero mi amiga se hizo responsable de mí porque yo era menor de edad. La casa de miamiga fue mi segundo hogar, allí comía y dormía”. (Montevideo, año 1988).
El emigrante era contratado para las tareas donde hacía falta mano de obra: loshombres para trabajar en el campo o en la construcción y las mujeres para el serviciodoméstico. Estos contratos, muchas veces ficticios, eran subterfugios para lograr el per-miso de entrada al país receptor, aunque es frecuente en el caso de las mujeres que sehicieran efectivos dichos contratos laborales. También debemos destacar la presencia deaquellos gallegos que, al no tener contactos personales en la zona de acogida, ingresabanal Río de la Plata clandestinamente a través del Brasil, primero como turistas, para luegocruzar la frontera y establecerse defitivamente al otro lado. Pasados los años, aun recuer-dan las diversas vicisitudes que debieron pasar para arribar al destino deseado. Así estegallego, emigrado al Uruguay de los años cincuenta, nos cuenta:
“Preparé los papeles para ir a Venezuela, pero me echazaron por descalcificación y enBrasil me aceptaban sin problemas, porque allí no necesitaba contrato de trabajo ni nada.Estuveun año. A Uruguay llegué clandestinamente, por la frontera de Río de Janeiro en tren, hastaSantana do Livramento, y allí nos pasaban unas personas que se dedicaban a eso; luego el restose hacía en ómnibus (autobús) y taxi”. (Montevideo, septiembre 1988).
Al observar las condiciones generales en que llegaba el inmigrante, evaluamos eltipo de ayuda recibida. A nivel institucional la ayuda es esporádica: cabe mencionar el
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auxilio de algunas instituciones gallegas a principios de siglo; en algunos casos la Iglesiaespañola, a través de Cáritas, financiaba parte del pasaje y en otras ocasiones aisladasintervenía el gobierno argentino en la repatriación de gallegos hijos de argentinos. Porúltimo, debemos citar que, hacia fines de la década del cincuenta y principios del sesen-ta, un organismo llamado C.I.M.E. (Comisión Intergubernamental para las MigracionesEuropeas), que tenía como propósito reunir a las familias, financiaba los pasajes. Perouna vez en el lugar de destino, no obtenían ningún otro tipo de ayuda formal. Todo elapoyo provenía de la familia o de los propios paisanos.
Ante la pregunta ¿qué tipo de ayudas recibió? por lo general nos dicen que no tuvie-ron ningún tipo de ayuda. Indagando más, observamos que sí obtuvieron algunas ayudasconcretas. La más inmediata es el pago del pasaje, que a veces era efectuado por la fami-lia desde Galicia, o por los familiares o paisanos desde el país de acogida y, en otros casos,lo hacían efectivo aquellos que los contrataban para trabajar. En algunas ocasiones esteera pagado a través de las agencias de reclutamiento, que recuperaban el importe delpasaje en el momento de firmar el contrato. Incluso, algunos bancos ofertaron préstamospara financiar dichos costes. (López Taboada, A., 1992).
La devolución del importe del pasaje se transformaba en la primera meta delinmigrante: si se lo habían pagado familiares o vecinos desde Galicia o desde América,los primeros sueldos eran destinados para la devolución de dicho importe. De esas prio-ridades nos habla este emigrante gallego que llegó a Buenos Aires a principios de los añoscincuenta:
“El dinero del pasaje es lo primero que tenemos en mente para devolver. El pasaje melo pagó mi padre buscando el dinero prestado. Antes del año, mandé el dinero. Yo no me com-praba nada hasta que quedé libre, siempre le mandaba el dinero”. (Buenos Aires, marzo 1994)
Si el pasaje era pagado por sus empleadores, la devolución del mismo se hacía enforma compulsiva a través del descuento mes a mes del salario del inmigrante. Esta rea-lidad la vemos reflejada en diversos testimonios, como el de esta mujer que llegó aUruguay a fines de los años cincuenta y que, aún hoy día (a fines de los años noventa delsiglo XX) y con más de sesenta años, sigue en activo.
“El pasaje me lo iban descontando todos los meses del sueldo, y me daba para vivir.Pagaba Casa de Galicia y me quedaba con $7. Muchas veces me venía caminando desdePocitos al Centro a la casa de mi amiga: gastaba más en “chapitas”(tapas) que en tranvía”.(Montevideo, año 1988).
Otro de nuestros informantes, llegado al Uruguay a mediados de los cincuenta,nos dice algo muy significativo respecto a la situación a la que se enfrentaban:
“a muchos le pagaban el pasaje, pero se lo cobraban bastante bien, cuando uno se dabacuenta pagaba cuatro o cinco pasajes juntos, ese era el trato que uno recibía, yo no puedo que-
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jarme en ese sentido, porque eran familiares, pero igual no fui ningún privilegiado, y tuve quetrabajar como el que más porque sino la cosa no marchaba.” (Montevideo, octubre 1986)
En cuanto a otro tipo de ayuda, otros gallegos emigrados a la Argentina por lamisma época nos han dicho:
“Ayudas, de nadie. Lo único un hermano de mi marido nos prestó dinero para comprarlas primeras cosas y eso fue lo primero que tuvimos que pagar, antes que el pasaje” (BuenosAires, marzo 1994)
Ante la falta de ayuda formal, los propios inmigrantes generaron sistemas infor-males de ayuda mutua, recreando así los sistemas tradicionales de ayuda de Galicia.Como es el caso de este gallego que llegó a la Argentina a finales de los años cuarenta:
“Entre los paisanos nos ayudábamos. Nosotros ayudábamos y luego nos ayudaban anosotros como en España. Tener un vecino español es como tener un pariente” (Buenos Aires,marzo 1994)
O esta emigrante que llegó a Uruguay a principios de los cincuenta:
“Con los gallegos siempre nos seguimos tratando, porque en ese sentido somos muy uni-dos. Cuando uno precisa, cuando hay alguien enfermo, en los velorios, cuando se hacen lascasas, todos vienen a ayudar sin interés alguno y luego, si los otros precisan, allá vamos.”(Montevideo, septiembre 1986).
Otro informante que llegó a Buenos Aires por los años cuarenta nos comenta alrespecto:
“Me ayudó un paisano que me fiaba la comida hasta que trabajé. Vine con una pesetay en el puerto me compré una ensaimada y me quedé con la ensaimada y veinte centavos”.(Buenos Aires, mayo 1994).
Exceptuando el auxilio que les brindaban inicialmente la familia y otros paisanos,nos dicen: “ayudas, ninguna, sólo con el esfuerzo de mi trabajo”. Incluso, observamos quehabía como una especie de amor propio reflejado en ciertas afirmaciones: “el dinero delpasaje me lo prestaron, pero lo pagué yo”. Ese amor propio era el que les impulsaba a salirsolos adelante, una autodeterminación que los llevaba a no pedir ayuda y un fuerte sen-tido del sacrificio. Por ejemplo, este inmigrante que arriba a Buenos Aires a fines de ladécada de los veinte nos cuenta:
“…o galego emigraba para xuntar cartos, e tiña que ser amarrete a forza. Polo xeneralviña a América para casar, para botar tres ou catro anos e voltar. Os galegos notábanse polacoor, sempre pálidos por adicar o seu tempo o traballo detrás do mostrador” (Ricardo Flores,Buenos Aires 1994.)
Los primeros años del emigrante son muy duros, como bien refleja este informan-te arribado al próspero Uruguay de los años cincuenta.
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“Fui a trabajar a un bar, desde las cinco de la mañana a las nueve de la noche, descansandomedio día por semana y una hora para comer y otra para cenar”. ( Montevideo, agosto 1988)
Al rigor de la vida del inmigrante debemos sumar el hecho de desempeñar tareasy estrategias diferentes a las de su lugar de origen. El siguiente testimonio de esta galle-ga emigrada a principios de los cincuenta, refleja esa situación:
“Mi tía me colocó en una casa de familia. No sabía nada y sufrí mucho. Me hacíanlavar los suelos de rodillas. Al principio me arrepentí de haber venido, pero luego de un tiempoya me sentí mejor”. (Montevideo, año 1989).
O esta otra gallega, fallecida en la actualidad, pero que nos hacía ver a través desu testimonio el esfuerzo llevado adelante para tener una vida digna.
“A la buena vida, poco le tenemos que agradecer; dormía quizá cuatro horas, porque elbar nunca cerraba. No podemos salir mucho porque todos trabajamos, pero si hay un día librevamos a lo de algún amigo. Ahora, más que antes, porque antes mi marido trabajaba de die-ciocho a veinte horas y ahora trabaja ocho horas, con sus setenta años, que todavía trabaja”.(Montevideo, agosto 1989).
El emigrante lleva una vida de sacrificios, condición necesaria para salir adelan-te, junto con un fuerte sentido del ahorro. Sobre el tipo de vida que hacen los gallegosfuera de su tierra, este gallego en Buenos Aires recuerda aún cómo era la vida del emi-grante en las primeras décadas del siglo XX.
“A maior parte da xente era de fóra, que viñan facer cartos, a face-la América. Eutamén, porque eu non pensei botar eiquí máis de catro anos, pensaba voltar enseguida. Tiña oexemplo de meus irmáns, que foran para Norteamérica. Facían outra vida, unha vida de pri-vacións. Había cousas que non podían comer. A roupa non era moita. Facían o equipo candofacían unha viaxe a Galicia. Sempre os que iban levaban o baúl e a maleta con roupa nova.Porque tamén levaban roupa para a familia. Pero mentras estaban na América, todo era afo-rrar. Era unha vida distinta”. (Buenos Aires, febrero 1994).
El sentido del ahorro tiene un finalidad muy clara para el inmigrante. Como biennos cuenta esta mujer gallega que llegó con su familia a Montevideo a mediados de losaños cincuenta.
“La gente de allá (de Galicia) gasta, pero acá no gastas, porque vienes sin nada y lo queganas no lo gastas porque estás sin nada y en un país extraño. Pero aquí uno está con miedo,porque es triste estar en un país ajeno y sin un peso. Porque allá tenés algún pariente que tesocorre, pero acá, a no ser algún paisano, no tenés nada”.
Mi marido allá iba al café y acá no va, una porque allá tenía a los amigos, y con quienva si no tiene conocidos. Los emigrantes hacen otra vida, porque se encuentran insegu-ros, cuando se está en el país de uno es distinto.”(Montevideo, septiembre 1986).
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Ahorrar era un medio de sentirse seguros ante las eventualidades que le podíadeparar el destino en un lugar desconocido. Por ello, el emigrante es más conservadorque los nacionales, e incluso más conservador que en su lugar de origen.
En los años que arriban nuestros entrevistados, la llegada de gallegos a Américaera una constante: “era como una cadena”, nos han dicho. Como bien nos dice esteinformante, reclamado en el año 53 por sus tíos, que llegó para trabajar en el negociofamiliar. Con los años se independizó y montó su propio negocio.
“El que más o el que menos tenía aquí parientes, y en ese momento la emigración eraabundante y se necesitaba mucha gente para trabajar, y ellos creo que era así, creían que si tra-ían a los parientes de España que le iban a responder en el trabajo mejor que si consiguieranempleados de aquí en ese momento”. (Montevideo, octubre 1986)
Para reflejar el fenómeno que se daba en quellos años y la situación vivida por elinmigrante una vez en América, transcribimos el editorial de la audición gallega“Sempre en Galicia”.
“Centos de miles de galegos inda non se sabe con exactitude, porque nin número eranpara as estadísticas, atravesan o Océano acorralados pola fame, para formar un fogar decentee con aspiración dun mañán ventureiro Dempois, traballo e mais traballo, silenciosa aventura.”
Lonxe da sua terra o primeiro que procuran ‚ buscar algún veciño repitindo eiquí o mini-fundio de alá, e así fundan pequenos centros sociaes.
O que tivo algún éxito volta a terra e trae a outros veciños os que coloca nalgún nego-cio. Así os panadeiros son dunha comarca, os albañiles doutra, os taxistas de Chantada, ostaberneiros de Ourense., os choferes de Bergantiños, os carniceiros do Val Miñor.”(Montevideo, 10 de octubre 1986).
Una vez en el país de acogida, en ambas orillas del Plata, los inmigrantes en sumayoría coinciden que en un principio se sintieron mal. La tristeza, la soledad y la morri-ña les invadían porque echaban de menos sus afectos y costumbres. Para reflejar estasituación de los primeros tiempos apelamos a Rosalía de Castro cuando dice:
“-Adiós, groria! _Adiós contento!Deixo a casa onde nascín,deixo a aldea que conoço,por un mundo que non vin! Deixo amigos por extraños,deixo a veiga pol-o mar;deixo, en fin, canto ben quero.Quén puidera non deixar!.”
Una vez que el inmigrante arriba a su nuevo destino se encuentra con un mundoque le es ajeno, diferente al que había soñado desde su aldea, y entonces sufre. En los diver-sos testimonios hemos recogido la dramática experiencia de vida que significa la emigra-
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ción, salir de un lugar conocido a algo nuevo, dejar todo lo cotidiano por lo ignorado. Asínos ha dicho este emigrante que llegó a fines de los años treinta al gran Buenos Aires:
“Me sentía muy mal.Extrañaba todo, pero más que nada los afectos. Hasta elcielo y la tierra te parecen al revés” (Buenos Aires, abril 1994).
Este testimonio refleja muy bien el dolor que siente el inmigrante, verse lejos desus seres queridos y sus afectos; todo era tan diferente que el inmigrante pierde sus pun-tos de referencia.
Otras personas, emigradas a la otra orilla del Plata dos décadas más tarde, tambiénnos han dicho:
“Sufrís porque llegas acá y no conoces a nadie, te enfrentas a un mundo desconocido sintener mucha visión de estudio, eso es lo que más te duele. Venís sin saber cómo venís, porquepensás que la América es como te dicen todos” (Montevideo, junio 1986) (*).
Los recuerdos afloran tan claramente que, aunque reviven circunstancias pasadas,la emoción aún les embarga:
“El primer año, iba al puerto y lloraba. Yo no tenía nada más que ganas de llorar, oíalos barcos y me quería morir.” (Buenos Aires, agosto 1994).
O este otro testimonio de un gallego emigrado a fines de los años veinte, pero queaún revive con gran nitidez los primeros años en Buenos Aires:
“Había veces, cando iba para casa, me lembraba cando na terra saía do taller, e ibachorando. Non me adaptaba. Extrañaba todo, hasta as pedras dos camiños.”(Ricardo Flores,Buenos Aires 1994).
Los primeros tiempos son los más difíciles. Hasta que no se asientan y reconstru-yen una rutina de vida, se sienten perdidos. A unos les costó más que a otros, como estamujer que llegó a mediados de los cincuenta, que en Galicia siempre se desempeñó ensus labores de su casa, pero una vez en América su situación cambió diametralmente:
“Cuando llegué estuve un año sin trabajar, y después fui a limpiar una casa. Fue comosi esta casa se me cayera encima. Luego me fui adaptando, no me gustaba la comida, no megustaba la gente, no me gustaba nada”. (Montevideo, septiembre 1990)
Este impacto de los primeros tiempos no es igual para todos, sino que va a depen-der de las diferentes circunstancias, que influyen en la forma como permanezca el inmi-grante y cómo se vaya integrando al nuevo medio. Por ejemplo, esta mujer que desde quellegó a mediados de los cincuenta a la Argentina, y que trabaja en tareas muy duras a lapar de cualquier hombre:
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(*) Los testimonios textuales de nuestros informantes, reflejan en algunos casos, la forma dehablar rioplatense que convive con la el español ibérico y con el gallego.
“Desde un principio, ayudé a mi padre que construía casas y yo trabajaba como peón dealbañil. A los tres meses de estar en Argentina, gracias a una vecina de allá conseguí mi primerempleo fuera, porque de aquella tampoco era fácil conseguir trabajo. De mañana, trabajaba enuna fábrica textil, y por la tarde ayudaba a mi padre. Recuerdo que cuando llegó el sábado luegoque salí de la fábrica y vi el sol, me dio una gran alegría: porque había trabajado toda la maña-na ayudando a mi padre, por la tarde gané el día, _ y todavía me quedaba día para ganar otrojornal! Tener tiempo libre, que en Galicia no teníamos.” (Buenos Aires, agosto 1994).
O este otro testimonio de Pepe Fechoría, llegado a la Argentina en el año 49, queen la actualidad es el dueño de un importante y famoso restaurante de Buenos Aires.
“Recuerdo como si fuese hoy mi primer desayuno en este país; fue en casa de mi tío.Como en un sueño, me encontré ahí, adelante mío, una enorme montaña de panes con man-teca (mantequilla) y una taza enorme de porcelana, toda trabajada,llena de chocolate.Entonces pensé: “Este es el mejor país del mundo”. (*)
En todo este proceso debemos considerar cómo era la situación general del inmi-grante antes de su arribo, puesto que aquellos que viven una circunstancia económicaextrema, tienen una mayor apertura hacia el país receptor. Hay que tener en cuenta, ade-más, si emigró solo o con el grupo familiar, y el grado de parentesco que tenían con laspersonas que dejó en Galicia, puesto que los que dejaban su familia atrás viven una expe-riencia más dramática que aquellos que emigran con todo el grupo familiar. Estos son fac-tores que, sin duda, influyen en la forma y en el grado de integración a la nueva sociedad.
La mayor parte de nuestros entrevistados ( un 65% para Argentina y un 60% paraUruguay) emigran solos y, si bien era frecuente que tuvieran familia en América, por logeneral se trataba de vínculos parentales indirectos. En cambio, el que sale o se encuen-tra en América con su núcleo familiar directo, tendrá las dificultades lógicas de apren-der las estrategias de subsistencia y el código de la sociedad en cuestión, pero en su casapuede reproducir su medio familiar de origen y sus rutinas cotidianas: tipo de alimenta-ción, costumbres, lengua, etc. Para éstos su casa será su escudo de defensa contra el exte-rior. En cambio, para el se encuentra alejado de su núcleo familiar directo, aunque seajoven, todo su sistema se verá alterado. Al desgarro de la nostalgia por la tierra madre sesumarán las ausencias de familiares y amigos.
Para completar la evaluación personal del inmigrante, hemos observado si hahabido o no reagrupaciones familiares. En la mayor parte (un 69% para Argentina y un73% para Uruguay) no existe reagrupación familiar. Así es que, en un principio, se tratade personas que emigraron solas, sin su familia nuclear y permanecieron sin ella, incor-porándose a una realidad ajena a su mundo cotidiano y familiar de Galicia. Esta situa-
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(*)(Entrevista al restaurador Pepe Fechoría. Revista “Caras” Año XVII N. 638. BuenosAires, 7 de abril de 1994).
ción que estamos exponiendo la podemos ilustrar con un diálogo entre dos mujeres, emi-gradas en los años cincuenta al Uruguay, y a través del cual se manejan las diferentesvariables que hemos tenido en cuenta:
a) “Dijimos todas las que pasamos acá lo que llorábamos.
b) No, yo nunca lloré. Yo acá en Uruguay fui feliz.
a) Yo los primeros años fue espantoso porque venían las cartas de allá y lloraba y lloraba.
b) Porque tenías a tu papá y tu hermano allá.
a) ¨Y ¿ para qué salí de mi casa y después tener que limpiar una casa ajena? ¿¨Te pare-ce que no era para ponerse a llorar?
b) Cae pesado ir de sirvienta, cae pesado.
a) Te cae horrible, y más yo que nunca había salido de mi casa.
a) Bueno, ahora ya pasó. Todos los países debían tener a su gente ahí que nadie tuvie-ra que ir a penar por el mundo adelante.
b) Y más cuando uno no está preparado. Con escuela primaria va a lavar pisos.
a) Porque siempre, aunque se esté preparada, se choca con dificultades. Así que yosiempre maldigo al país que no mantiene a la gente que tiene en él”. (Montevideo,octubre 1986)
A través del diálogo de estas dos personas, fuera de la entrevista estructurada,observamos algunos aspectos de interés: por un lado, la importancia de haber emigradocon el grupo familiar, puesto que el desarraigo de la tierra se agraba con el familiar; porotra parte, el hecho de tener que aprender a desempeñar tareas y estrategias alejadas y eninferioridad de condiciones de lo que era la realidad de la Galicia rural de aquellos años.El discurso de nuestras informantes es muy significativo, porque a través de él podemosdetectar la influencia que tiene la situación personal y familiar del recién llegado, quesin duda le facilitará en mayor o en menor medida la integración al nuevo medio.
Los primeros años son muy difíciles, pero con el tiempo las circunstancias vancambiando y encuentran un medio digno de subsistencia para salir adelante, lo que lespermitirá hallar su lugar en la nueva sociedad. El emigrante, entonces, se siente a gustocon su nueva vida y logra poco a poco adaptarse para, posteriormente, integrarse alnuevo medio.
5.2.2 RELACIONES INTERPERSONALES: CON LOS PAISANOS Y
CON LOS RIOPLATENSES.
Al analizar las circunstancias del inmigrante durante los primeros tiempos, debe-mos evaluar dos aspectos:
La emigración gallega al Río de la Plata
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- las relaciones que mantienen con su lugar de origen,
- las que experimentan con el país de acogida y su gente.
Para ello, observamos las relaciones interpersonales con sus paisanos por un lado,y por otro con la gente del país de acogida. Ante las circunstancias con las que se enfren-ta, el inmigrante trata de vincularse con sus pares. Como es el caso de este gallego, emi-grado al Uruguay en los años cincuenta:
“Cuando tenía un día de asueto buscaba al amigo, al vecino, para que la morriña fueramás suave, la morriña, lo que uno añora, la familia, la tierra” (Montevideo, octubre 1986)
En esos primeros años, reunirse con sus paisanos era muy importante, porque erauna forma de “combatir la morriña”. Esa preferencia radicaba en la necesidad de estar congente que experimentara los mismos problemas y vivencias y que compartiera los mismoscódigos culturales. Además de la atracción lógica hacia sus paisanos, debemos señalarque, ante la falta de ayuda formal hacia el recién llegado, se organizan entre los propiospaisanos sistemas informales de ayuda mutua, muy efectivos.
Era frecuente que un paisano o paisana emigrara primero y reclamara a su fami-lia, amigos y vecinos. Eran los mismos que se encargaban de la tramitación del reclamoy de contactarse con aquellas personas que, formalmente, pudieran encargarse de losrecién llegados. Una vez en el lugar de destino también trataban de socorrerlos, e inclu-so los acogían en sus casas mientras no conseguían independizarse. Esta situación se dabacon bastante frecuencia: como por ejemplo esta emigrante que, por los años cincuenta,tenía su casa familiar como punto de encuentro.
“Mucha gente iba a parar a la casa de mi madre, porque los reclamaba, y muchos viví-an transitoriamente en la casa de mi madre.”(Montevideo, agosto 1986).
Cuando tenían tiempo libre, esas casas se convertían en el punto de encuentro.Allí se reunían en torno a un café y el juego de cartas; y entre partida y partida, reme-moraban los tiempos en la tierra o comentaban la correspondencia que eventualmentellegaba: ésta era el único punto de contacto con el lugar de origen.
Entre el paisano que reclamaba y el reclamado, se establecía una estrecha relaciónque perdura incluso con el paso del tiempo. Esa relación de paisanaje la observamos másacentuada en los gallegos de Uruguay, quizá porque en este país no existía la prescripciónde ser familiar directo a la hora de reclamar al inmigrante. Por ello, al ser más libre elreclamo, permitió estrechar vínculos entre paisanos aunque no fuesen familiares direc-tos. Otro aspecto diferencial entre ambas orillas es que Montevideo es una ciudad muchomás pequeña, con trayectos cortos que se pueden recorrer a pie; en cambio, Buenos Airestiene una superficie mucho mayor que dificulta los contactos. Estas circunstancias quizáhan influído en la relación entre los paisanos. Así, hemos observado al efectuar las entre-vistas ciertos matices diferenciales entre Argentina y Uruguay.
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Según nuestros entrevistados, las relaciones con los paisanos son:
para los gallegos de la Argentina: y para los de Uruguay:
Muy buenas..........................20% Muy buenas ....................43% Buenas .................................51% Buenas ............................49% Buenas pero poco frecuentes...8%Varió con el tiempo.................3% Varió con el tiempo. ..........1% Poca relación. .......................14%Regular...................................1% Regular .............................4% Sólo nos relacionábamos con nuestra familia .................3% No sabe/no contesta. .........3%
Respecto a sus relaciones interpersonales nos dice esta gallega emigrada a fines delos cincuenta:
“Las relaciones eran un poco más que en España. Tú en tu tierra no te das cuenta por-que ves a tus vecinos todos los días, pero cuando te vas de tu tierra y ves a una persona que esespañola, te sientes más atraída porque es española; eso te pasa los primeros años, después yano” (Montevideo, octubre 1988).
O este otro emigrante que llega por los mismos años:
“Al principio, trataba más con los paisanos. Siempre con los paisanos uno se sientemejor, hay más cosas en común, más que contarse. Ir a la casa de un paisano era como unafiesta.”(Buenos Aires, julio 1994). Para evaluar las relaciones de los inmigrantes, no sólodebemos tener en cuenta sus preferencias, porque estas eran claras, sino que hay que ana-lizar otros factores que intervienen. Como bien expresa este gallego arribado al Uruguayen el año 1954.
“En un principio el problema era económico, uno tiene prioridades.uno tiene que comer;ahora, cuando uno ya tiene para comer, uno ya puede pensar en otras cosas. En aquel momen-to había que formarse, había que comer, pagar los pasajes.” (Montevideo, octubre 1986)
O esta otra mujer llegada a la otra orilla por la misma época:
“Al principio había que trabajar, y ni con la familia nos veíamos.” (Buenos Aires, abril 1994)
Como bien expresan estos inmigrantes, primero había que cubrir las necesidadesbásicas, por lo que poco tiempo les quedaba para relacionarse más allá de sus vínculosmás próximos. El sistema de trabajo de la época era muy duro: en el caso de los hombres,que por lo general llegaban a trabajar en el sector servicios, tenían asueto el día de cie-rre, pero quizá no lo tomaban para hacer algún dinero extra; y las mujeres que trabaja-ban en el servicio doméstico, en los primeros tiempos, su día de salida era una tarde dedomingo cada quince días.
La emigración gallega al Río de la Plata
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Por lo regular, las preferencias de estar con gente de su mismo origen eran claras,pero a su vez se dio otra realidad: la explotación por parte de aquellos gallegos que tení-an una posición socioeconómica más ventajosa de otros que no estaban en las mismascondiciones. Esta realidad la podemos observar a través de lo que dice este informanteemigrado a la Argentina en los años veinte, quien setenta años después aún recuerda esasituación vivida por algunos emigrantes.
“Respecto a explotación, se falaba dun galego que tiña unha cadea de paderías, e tiñacarriños tirados por persoas para repartir o pan. Cando lle aconsellaron porqué non facía oscarros para que os tiraran cabalos, contestou que mentras houbera galegos, os carriños delnon iban ser tirados por cabalos.” (Ricardo Flores, Buenos Aires 1994).
Otra de nuestras entrevistadas, llegada tres décadas más tarde al Uruguay, nos dicelo siguiente:
“Fui a lo de una gallega a limpiar que era de lo más repugnante, que me con-taba que allá juntaba leña, y acá me mandaba. ¡Tenía unas ganas de agarrar el cepi-llo y mandárselo a la gallega por la cabeza! (Montevideo, agosto 1986).
A veces, el abuso trascendía la relación de paisanaje e incluso se dio a nivel paren-tal, como bien refleja esta mujer emigrada a Buenos Aires a fines de los años cuarenta:
“Las relaciones con los paisanos siempre fueron buenas, pero fun a vivir a casa dunhacuñada e as pasei negras, me tiñan de muchacha”.(*) (Buenos Aires, julio 1994).
En algunos casos, el inmigrante que se integra con éxito a la nueva sociedad trata deborrar su pasado inmigrante y para ello evita el contacto con sus paisanos que le recuerdan esepasado inmediato. Así lo rememora esta gallega llegada a la Argentina de los años cincuenta:
“Con los paisanos no me visitaba mucho, mi familia despreciaba a los paisanos de allá.”(Buenos Aires, agosto 1994)
En realidad, debemos destacar que este último testimonio es un tanto excepcio-nal. Cuando los emigrantes hacen referencia a dificultades en el trato con sus connacio-nales, si lo hacen, remarcan las diferencias que surgían en las relaciones laborales, perono por su origen gallego. Por ejemplo así lo recuerda este hombre que arriba al Uruguayen el año cincuenta:
“Los hermanos(*) que explotaban bastante a los mozos (*) me dí cuenta más tarde”.(Montevideo, agoto 1986).
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(*) Muchacha- asistenta.
En cuanto a la lengua empleada, se da también el uso indistinto del castellano y el gallego.
(*)(hermanos=gallegos)
(*)(Mozos=camareros),
Para analizar este testimonio, también debemos evaluar que, al efectuar la entrevis-ta, recrean una situación pasada con una perspectiva actual. Como bien nos dice este inmi-grante, “me dí cuenta más tarde”, pero en su momento, no lo consideró así ; e incluso, aun-que menciona la explotación, se refiere a sus “hermanos” para hablar de sus paisanos.
Los gallegos establecieron un sistema de asignación laboral en el cual un inmi-grante establecido procuraba que su empleado fuera de su propia familia, en su defecto,de su mismo origen y en lo posible, conocido de su pueblo. Así se organizó un sistemainformal de asignación laboral, en el que el recién llegado tenía su puesto asegurado, peroéste a su vez sabía que debía responder con una mayor lealtad a esa confianza deposita-da. Por ello, no se habla de explotación laboral, sino por el contrario hay un reconoci-miento general, de que ese extra es la base de la integración económica. Por otra parte,la disposición de su empleador también era atípica y, por lo regular, trabajaba a la par delrecién llegado, situación que éste le reafirmaba en su actitud.
Por último, debemos destacar que, si bien se han dado situaciones conflictivasentre los propios paisanos que no podemos pasar por alto, tampoco podemos tomarlascomo regla general. Más bien sucede lo que ya hemos mencionado: ante la nueva expe-riencia de enfrentarse a lo desconocido, se aferran a sus raíces y buscan estar con perso-nas de su mismo origen y problemáticas para “combatir la morriña”.
Hay que tener en cuenta que, durante los primeros tiempos, el deseo lógico delinmigrante es estar con sus pares. Sin embargo, los deseos no se corresponden con la rea-lidad. Así, el día a día les lleva a relacionarse con la gente del país.
Observamos la relación con los rioplatenses en los primeros tiempos:
Relación con los argentinos Relación con los uruguayos
Muy buena. ..........................18% Muy buena......................35% Buena...................................78% Buena .............................56% Regular...................................1% Varió con el tiempo ...........7% Mala .......................................1% No sabe/ No contesta .......2%No se relacionaba. ..................2%
Cuando analizamos las respuestas sobre cómo era su relación con la gente del paísde acogida, nos encontramos que en su mayoría las considera buenas. Quizá debemosmatizar que para los entrevistados en Uruguay se dan valoraciones más favorables, dadoque este grupo que las considera “muy buenas” es mayor (35%) que el de Argentina(18%). Otra diferencia entre ambos grupos de inmigrantes es que en Argentina se danrespuestas que afirman que las relaciones con los Argentinos no existían y en Uruguayse señala que estas relaciones han variado con el tiempo.
En cuanto a las relaciones con la gente del país nos dice este inmigrante que llegaa la Argentina de fines de los años cuarenta:
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“Las relaciones con la gente del país eran buenas. Los domingos nos reuníamos con losgallegos, y en la empresa había de todo” (Buenos Aires, agosto 1994)
A medida que pasan los años, el medio y la propia evolución temporal hace queel inmigrante se vincule con su gente: “Nos reunimos con gente uruguaya y gallega”, peroa su vez nos encontramos con otros testimonios, como el de esta mujer que llega alUruguay en el año 54, que nos dice:
“Cuando estás con un uruguayo tenés que hablar de otra manera, tratás de corregirtemuchas cosas,estar atenta porque no te van a entender
Con las amistades uruguayas, la amistad no es tan abierta. Cuando te reunís con unespañol, estás como en tu casa, te sentís como en tu patria, porque charlás de allá siempre.Siempre hay un tema de allá y contás tus cosas”.(Montevideo, mayo 1987).
Este testimonio deja entrever la inseguridad hacia la propia cultura a la que hací-amos referencia en un principio; cuando dice “tenés que hablar de otra manera”, o “tratásde corregirte”, sigue reproduciéndose el mismo modelo vivido en Galicia: la oposición dela cultura propia devaluada, ante la cultura nacional sobrevaluada.
Ahora bien, si simplemente observamos los vínculos interpersonales con la gentedel país, a través de encuestas y preguntas cerradas, no llegaremos a evaluar la situaciónen toda su amplitud. Por ello para analizar actitudes y sentimientos prestamos más aten-ción a las historias de vida, a la observación en el trabajo de campo y las reflexiones quehacen los informantes fuera de la entrevista estructurada.
En los años de gran auge inmigratorio ingresaron grandes contingentes de inmi-grantes, que debieron producir un gran impacto que se plasmó a través de la imagen quese creó de este grupo inmigrante.
Si analizamos la inmigración gallega desde el punto de vista de la sociedad recep-tora observamos que, hasta el día de hoy, se identifica lo español con lo gallego. Es decir,para el rioplatense gallego no sólo significa el oriundo de Galicia, sino que correspondeal español en general, sin importar de donde proceda. Esto obedece a una realidad muyconcreta: la importancia numérica de esta corriente inmigratoria; pero a su vez refleja elgran desconocimiento que se tenía de España en general y Galicia en particular.
A través de la propia visión de nuestros entrevistados podemos observar la situa-ción que deja entrever este gallego emigrado a la Argentina en los años veinte, y que amediados de los noventa(S.XX) recuerda:
“Para os arxentinos, o galego non era o natural de Galicia,non concebían o xentilicio “gale-go” como o fillo de Galicia, senón que eran tódolos españois. Para eles, decirlle “gallegos” os espa-ñois era como os italianos lle decían “tanos”. Cando se decataron que a os galegos dábanosorgulo que nos chamaran galegos, entón buscaron outra palabra que nos molestara, echamáronnos “gaitas”.(Entrevista con Ricardo Flores, Buenos Aires año 1994).
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Burlarse del gallego por su forma de hablar y en base a un estereotipo creado escomún desde el teatro español del siglo XIX a nuestros días, en que se mantienen losciclos de chistes de gallegos, donde como dice Rafael Ninyoles “ siempre vemos las cul-turas regionales reducidas a caricatura estúpida y espectáculo exótico, halagando laactitud de superioridad del observador ajeno”.(Ninyoles, R.,180: 1977).
Esta situación se aprecia a través de algunos testimonios como el de ManuelMeilán, galleguista comprometido que emigró al Río de la Plata en el año veintidós, yque por la década de los noventa del siglo XX. rememoraba:
“A imaxe do galego era, efectivamente, a dunha persoa pouco cultivada, aíndaque iso si, moi traballadora. Nós fixemos un grande labor de dignificación da nosa lingua,no xornalismo, nas publicacións, dentro e fora da colectividade. Nas tertulias do café sem-pre falábamos en galego e a xente sorprendíase de que nós, os galegos, tivésemos idio-ma propio. Recordo a burla que se facía daquela dos nosos emigrantes. A actriz NiníMarshall, por exemplo, fíxose moi popular nos teatros arxentinos polo papel de“Catita”, que era unha galega. Pedro Campos Couceiro publicou moitísimos artigos denun-ciando aquela chacota. Burlábanse da nosa maneira de falar, da nosa procedenciahumilde, da nosa incultura”. (Manuel Meilán:Samuelle, C.,84-5:1993).
A través de los diversos testimonios podemos llegar a comprender cómo era lasituación vivida y sentida más allá de lo que puedan reflejar las estadísticas. Así nos locuenta Ricardo Flores, testimonio fiel de una época, emigrado a la Argentina a fines dela década del veinte y que vive y participa activamente del movimiento cultural deGalicia en Buenos Aires:
“Considerábannos inferiores. Non importaba que un demostrara o contrario.Porque viña un galego e non morría de fame. O que pasa, que eles aínda non coñe-cían a xente do interior, a xente do seu país, os chamados “cabecitas negras” da épocade Perón. Os que levaban a voz cantante dos arxentinos eran os porteños. Eles mes-mos no se coñecían”. (Ricardo Flores, Buenos Aires año 1994).
Como bien expresa Ricardo Flores, “ellos mismos no se conocían”. Debemos teneren cuenta que en el Río de la Plata confluyeron diversas corrientes europeas, donde loselementos africanos y asiáticos se diluyen y el indígena ha sido relegado hacia el interiordel país, en el caso de Argentina y en Uruguay, a partir del siglo XIX ha sido extermina-do como grupo étnico.
Dentro de las corrientes inmigratorias que habitan actualmente en el Río de la Plata,la española ocupa un puesto muy destacado, y dentro de ésta la de origen gallego es la másimportante. Si bien esto es cierto, también lo es el hecho de que llegan a una región dondepesan más las tradiciones culturales de los ámbitos nacionales que las diversidades regionales.
La emigración gallega al Río de la Plata
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En los años de gran inmigración, ingresaron grandes contingentes de gallegosoriundos del medio rural, con una lengua y cultura propias. Los inmigrantes, entonces,revivieron la dicotomía vivida en Galicia:
Cultura gallega # cultura española
La sociedad de acogida, fruto de la emigración, no admite esos orígenes y reac-ciona con prejuicios, como bien nos dice esta mujer gallega que desde que arribó en losaños cincuenta hasta la actualidad, sigue trabajando dentro del servicio doméstico.
“En el primer momento me siento mal, porque extrañaba, porque la gente era diferen-te, porque vine a trabajar en cosas que no estaba preparada. A veces me sentía perdida. Lagente era buena en general, aunque en el año que vine, los uruguayos hacían burlas a los galle-gos y eso me molestaba mucho”(Montevideo, año 1986)
Estos prejuicios son comunes en ambas orillas del Plata, como refleja esta otramujer gallega, emigrada en la misma época que la anterior.
“Al principio me sentí mal, muy mal. Extrañaba mucho y nos trataban bastante mal losargentinos, nos llamaban muertos de hambre, nos decían que nos abrían los brazos, pero vini-mos a romperlos” (Buenos Aires, agosto 1994).
De acuerdo con la experiencia de nuestros informantes, en los primeros tiemposel prejuicio estaba más latente y se manifestaba en ambas orillas del Plata. Como porejemplo, este gallego emigrado al Uruguay a fines de los cincuenta:
“Antes, lo primero que te decían “este gallego que vino a América” que parece que tedespreciaran, que ahora no surge pero cuando llegué si.” (Montevideo, mayo 1986).
O este otro emigrado a Buenos Aires a principios de la misma década:
“Al principio, no me sentía muy bien, porque las costumbres son otras y nos decían:“Gallego de aquí, gallego de allá como si fueras un perro”. (Buenos Aires, año 1993).
Incluso se da la paradoja de que son los propios hijos de los gallegos que dan ori-gen a la burla. Así nos lo cuenta esta mujer afincada en Argentina desde mediados de losaños cincuenta.
“Cuando llegué vivía con unos primos míos. Ahí me sentí mal, porque mis primosargentinos me llamaban “gallega”, no por mi nombre”. (Buenos Aires, agosto 1994)
Este fenómeno de ridiculización de un grupo a otro entra dentro del terreno delos prejuicios, que son los que crean modelos estereotipados que varían de acuerdo conlas sociedades y los diferentes momentos históricos. En el Río de la Plata se ha dado conlos gallegos, en la España de los noventa con los habitantes de Lepe en Andalucía. Estosprejuicios de un grupo hacia otro están asociados, en general, con los sectores socioeco-nómicos más desposeídos o en inferioridad de condiciones. Cabe señalar que los vincu-
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lados con el gallego, que aún hoy día subyacen, no han sido tan graves como para gene-rar conflictos sociales, aunque sí han dado motivos a la reacción en diferentes, pocas dela colectividad organizada y no organizada, en defensa y respeto de sus orígenes.
Por otra parte, algunos autores como Pérez Prado, buen conocedor de la realidadrioplatense, dan un paso más cuando comentan:.”Como pasa con el fútbol y los escán-dalos amatorios de los famosos, los chistes de gallegos son elemento terapeútico cuyouso aumenta en la medida que las cosas no andan bien o, tanto monta, en la medidaen que conviene distraer, o divertir a la gente”. (Pérez Prado, A.,172: 1998).
Paralelamente a los prejuicios, surge una contraimagen del gallego laborioso yhonrado. Las mujeres eran muy apreciadas dentro del servicio doméstico por su fidelidady honradez; y los hombres, dentro del sector servicios, gozaron de fama de trabajadores.
El gallego que se dirigía hacia el Río de la Plata se encontraba con las puertas abier-tas por ser una importante fuerza de trabajo que en esos momentos la región necesitaba. Estehecho contrasta claramente con lo que sucede más tarde con la emigración gallega hacia laEuropa comunitaria y, como contrapartida, con los emigrantes latinoamericanos en España,(muchos de ellos, descendientes de los gallegos emigrados en los años cincuenta).
Con el transcurso del tiempo, la situación poco a poco va cambiando. España haganado prestigio a nivel internacional y una posición muy diferente a la de los años dela emigración. En los últimos años se ha convertido de un país emisor de gente a recep-tor de inmigración.
Galicia, por su parte, ha acompañado esta evolución, quizá un ritmo más pausa-do. Hasta tal punto se da esta situación que ya se habla del fenómeno de la “contraemi-gración”, es decir el retorno de los hijos y nietos de gallegos que emigraron años atrás aAmérica.
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Galicia.”El país de las “viudas de vivos y muertos” Emigración de generacio-nes enteras de jóvenes en lo que se llamó “un genocidio incruento”. Desde el siglopasado, tantos emigrantes como la población actual, 2.731.669 (último censo, 1994).Barcos repletos hacia América. Trenes atestados a Europa. Del Ártico a Tierra delFuego, gallegos. Gallegos, de Barakaldo a Australia. Obreros encaramados a los ras-cacielos de Manhattan. Panaderos de Buenos Aires. Serenos de Madrid. Aguadoresde Lisboa. Carboneros de La Habana, Mineros de Bélgica. Taxistas de Quebec.Camareros en el Liverpool de The Beatles. Pastoreando en Nueva Zelanda. Y, porsupuesto, allí donde hay un mar con peces. Tanto éxodo ha dado para todo. Desdelíderes anarquistas en la Patagonia hasta siniestros reis da noite en Río de Janeiro.Desde el pescador enterrado bajo un témpano de hielo en Saint John’s de Terranovahasta el magnate Vázquez Raña, con su grifería de oro y su helipuerto privado enMéxico DF. Desde el Manolito de Mafalda, espejo de tenderos, hasta el gran poetaAvilés de Taramancos, simpático hechicero de la selva peruana”. (*)
6.1 SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA VIVIDA EN GALICIA POR LOSEMIGRANTES GALLEGOS.
Geográficamente, podemos distinguir dos Galicias: una interior, básicamentededicada a la labranza y pastoreo de ganado, y otra exterior, la marinera que también cul-tiva la tierra. La relación hombre-medio tiene para el gallego un sentido especial. Comoen todos los pueblos de origen rural, el gallego vive en armonía con su medio natural.
Si recorremos el mundo rural gallego, nos encontramos que su población está bas-tante dispersa: no existen grandes concentraciones, sino varios grupos de casas unas muycerca de las otras. La casa gallega tiene una significación propia y alejada de la realidadrioplatense. (Mariño Ferro. R.,1985). Es la unidad socioeconómica básica. Es, ante
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CAPÍTULO 6
PERMANENCIA E INTEGRACIÓN: INTEGRACIÓN ECONÓMICA DE LOSGALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA
(*) Extraído del artículo de Manuel Rivas: “Galicia La aldea global: Donde las leyendas sonciertas” El País Semanal. Número 1.099. Domingo 19 de Octubre de 1997. Madrid-España.
todo, una explotación agraria familiar donde la fuerza de trabajo la compone la familia yla producción está orientada al autoconsumo. (Orjales Pita, M., 1975).
Según Xosé Manuel Beiras, en Galicia hay dos realidades que se condicionanrecíprocamente:
La sociedad campesina precapitalista y la sociedad industrial capitalista.
La primera es la población mayoritaria, que vive en el medio rural y es el sectorproductivo de la sociedad; pero es la consecuencia de las reglas de juego de la segunda.La sociedad industrial capitalista es un sector minoritario de la población gallega, viveen el medio urbano y surge y subsiste por la sociedad campesina. (Beiras, X.M., 1972).
Como ya hemos reflejado cuando describimos Galicia y sus realidades, tradicio-nalmente careció de una fuerte burguesía que defendiera sus intereses. El papel de losburgueses gallegos fue cubierto por europeos y españoles de otras regiones que no mira-ron por los intereses de Galicia y su gente. Beiras compara esta situación con lo que suce-de con la penetración del mundo capitalista en los países subdesarrollados; pero el casode Galicia, señala, es un tanto diferente, por cuanto las relaciones de dependencia no seestablecen entre estados soberanos sino internamente. El grupo social dominante, quevive en el medio urbano y marca las reglas de juego, da las espaldas a la realidad gallega,con una total falta de solidaridad para con el campesino gallego, y dependiendo total-mente del poder central español. Las relaciones no son bilaterales sino triangulares:
Sociedad Campesina Sociedad Urbana Poder Central
La función social de la clases localmente dominantes se ve mediatizada por esarelación global de dependencia, que caracteriza y condiciona la realidad socioeconómi-ca de la Galicia de la Edad moderna.
6.1.1. SISTEMA ECONÓMICO TRADICIONAL DE GALICIA
Cuando hablamos del “sistema económico tradicional”, hacemos referencia al siste-ma socioeconómico vivido por el pueblo gallego a lo largo de su historia, que se ha man-tenido hasta la década de los ochenta, cuando cambian sus circunstancias y sus gentesdejan de emigrar.
La economía gallega campesina tradicional tiene como objetivo el autoconsumo,es decir, no produce para el mercado, sino para sus propias necesidades. Dentro de esesistema, el dinero no es más que un medio de cambio.
En general, se habla de la “inhibición empresarial gallega” y aquí coincidimos con larespuesta que da a esta afirmación Xosé Manuel Beiras cuando dice que: “al ser el dineroun simple medio de cambio no va a predominar la mentalidad empresarial capitalista, lo que noquiere decir que carezca de aptitudes psicológicas para convertirse en empresario. Lo que suce-
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de es que en el medio que estaba inserto no se regía por criterios empresariales, sino por móvi-les de una sociedad precapitalista. La inexistencia de un espíritu de empresa capitalista, no sig-nifica inhibición de iniciativa, sino falta de ciertas categorías mentales propias de un sistema eco-nómico que necesita para surgir y prosperar, un medio ambiente adecuado, tanto social comoinstitucional, o un desarrollo de tipo económico que en la economía gallega le fuevedada.(Beiras, X.M., 46-49:1972).
Otra de las consecuencias negativas del sistema económico tradicional gallego es laescasa acumulación y la falta de dinero disponible para la inversión. A esto hay que sumarla carga que significaban las villas que vivían a expensas del medio rural: la superexplota-ción que Beiras denomina “colonialismo interior”. La forma de actuar la sociedad industrialsobre el mundo precapitalista se manifiesta por medio de un conflicto de intereses genera-lizado, y ese conflicto se resuelve con la aniquilación de la economía tradicional.
A todas estas circunstancias debemos agregar que la economía gallega era unaeconomía aislada: no tenía mercados donde vender y las comunicaciones eran malas. Losadelantos tecnológicos también se introducen de forma más tardía que en el resto deEspaña. Todavía a fines de los años ochenta del siglo XX, se veían en algunas zonas delinterior, los típicos arados romanos, fiel testimonio del atraso económico gallego. Comomarco de toda esta situación debemos mencionar el problema tradicional de Galicia: lafalta de tierras suficientes para producir un excedente que pudieran comercializar.
El aislamiento de Galicia, su cierre al exterior, el acusado ruralismo y otros aspectosque hemos señalado, conforman el atraso económico gallego, lo que sumado a una políti-ca regional inadecuada hizo que hasta los últimos veinte años no pudiera salir adelante.
6.2 ACCESO AL MERCADO LABORAL EN LA REGIÓN DE ACOGIDA.
Si bien la emigración gallega es de origen rural, una vez en América se asentaráen medios urbanos. Tanto en Argentina como en Uruguay el sistema de explotación dela tierra es el latifundio, lo que hace que no se requieran brazos para trabajar el campo.El gallego, entonces, sale de un medio rural, hace un éxodo transoceánico, y se dirigehacia un medio urbano.
En ambas orillas del Plata, el inmigrante gallego se establece en las ciudades yespecialmente en las capitales.
“En conclusión, se puede decir que las variables estructurales fueron factores importan-tes en la determinación de las pautas de asentamiento en el nuevo ámbito urbano de los inmi-grantes en general. Pero junto a la distribución de las fuentes de trabajo, las posibilidades ofre-cidas por la estructura del mercado habitacional y las características de la red de transportes,entre otras variables de este tipo, los factores ‚ étnicos-culturales, los lazos establecidos por losinmigrantes en tanto originarios de un mismo país o región, fueron de vitalimportancia”.(Fernández M., y Vieites, D.,7: 1992).
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Los gallegos en el Río de la Plata se concentraron básicamente en las zonas cén-tricas: en Argentina se distribuyeron en las zonas de Montserrat, Concepción, SanNicolás y Santa Lucía. Los obreros escogieron, sobretodo, los barrios del sur: Barracas,Parque Patricios y Nueva Pompeya. Ejemplo de la presencia española en Buenos Aireses la Avenida de Mayo, popularmente conocida como la calle de los españoles.(Fernández Santiago, M.,Vieites Torreiro D.,1992).
En la orilla oriental del Plata, la presencia gallega también se manifiesta enbarrios característicos, como Peñarol, Villa Colón o el barrio de la Aduana. Este últimomuy próximo al puerto donde proliferaron bares y fondas generalmente propiedad degallegos. También cerca del puerto, próximo a la calle “Orillas del Plata”, se forjó“Galicia Chica”. Este barrio estaba situado en el límite de la Ciudad Vieja, “donde era fre-cuente que inmigrantes recién llegados viviesen en “conventillos” y casas de inquilinato”.(Cagiao Vila, P.,1994).
“Además de los barrios de las zonas más céntricas, el crecimiento de Montevideo pro-vocó la ampliación de otros habitados por las clases populares integradas por obreros artesana-les, trabajadores variados e inmigrantes recién llegados. Así surgieron Maroñas o Nuevo París,al norte del Paso del Molino y la Unión.En el mencionado barrio de la Unión, de fuerte pre-sencia gallega, este hecho se puede apreciar todavía hoy día.” (Ibídem:9).
“El barrio permitió la supervivencia de formas de vida tradicionales y el recrearse decomunidades étnicas, con un importante activismo social e institucional que da al barrio unafuerte connotación étnica y que explica su identificación como barrio de una determinada comu-nidad por parte de los observadores de la época. En estos barrios los naturales de una comuni-dad van a permanecer viviendo en ellos incluso cuando después de tener un cierto éxito lo lógi-co sería buscar mejores sitios. Por lo tanto los barrios étnicos no fueron sólo un lugar físico habi-tado por los inmigrantes de un cierto grupo nacional o regional sino también un espacio dondese reproducían las relaciones sociales de origen”. (Fernández Santiago, M., y VieitesTorreiro, D.,8-9:1992).
Las preferencias por determinadas zonas se explica por el hecho de que los galle-gos en el Río de la Plata se dedicaron al sector servicios, y se establecieron en las zonasmás apropiadas para dicho fin. Incluso cuando la evolución económica de cada uno delos integrantes de la comunidad hizo que fueran variando estas pautas generales de resi-dencia, muchos gallegos dejaron de vivir en el centro de la ciudad, pero éste siguió sien-do su principal lugar de acción. Allí se situaba la inmensa mayoría de los negocios comer-ciales de propietarios españoles, así como la mayor parte de las sedes de las asociacionesde la colectividad. (Ibídem:)
Además de integrarse a un medio urbano, el tipo de actividades que desempeñaránserán diametralmente opuestas a las ejercidas en Galicia. Debieron efectuar un aprendiza-je para desempeñarse en el mercado laboral. Muchas veces el acceso al mismo se tornaba
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difícil, como bien expresa este emigrante que llega a Montevideo en los años cincuenta y,que tras trabajar varios años en bares, se integró al sector del transporte, del que en la actua-lidad está jubilado. “Para los trabajos no era fácil, lo único que había era ir a trabajar a un café‚.El marido de mi prima me dijo que necesitaban un mozo de bar en el hipódromo. Practiqué‚ quin-ce días, porque no conocía ni la caña ni la grappa”.(Montevideo, año 1986).
Las dificultades eran parejas para ambos sexos, como podemos observar a travésde lo que nos dice esta informante, que desde que llegó a la Argentina a mediados de losaños 30, se desempeñó dentro del servicio doméstico, hasta que contrajo matrimonio.
“Cuando llegué‚ en el año 34, la vida no era fácil, conseguir trabajo era duro había esca-sez de trabajo. A los quince días de estar acá, por medio de una amiga, vecina de Allaríz, empe-cé a trabajar en una casa de familia con cama, en la calle Castelle y Rivadavia.Integrarme altrabajo me costó mucho porque aprendí a lavar acá en la Argentina, el tipo de trabajo que hacíaera muy diferente, me costaba el horario, las costumbres”. (Buenos Aires, agosto 1994).
Incluso el llegar a tener una buena competencia laboral en algunos casos conlle-va una gran dificultad, como bien expresa esta inmigrante llegada a la Argentina a prin-cipios de los años cincuenta.
“El primer trabajo fue de mucama, pero como no sabía hacer nada, me echaban. Laseñora me mandó hacer “milanesas”(*) ¿ ¨y yo qué sabía de hacer milanesas?”. (Buenos Aires,septiembre 1994).
La problemática no sólo radicaba en el aprendizaje de tareas diferentes, sino enque implicaba desempeñar tareas de baja estima y consideración social. Esta situación lahan vivido gran cantidad de mujeres que, para sacar sus casas adelante, trabajaban a lapar de los hombres, como esta emigrante llegada al Uruguay en los cincuenta.
“Estuve un año sin trabajar y después fui a limpiar una casa. Me costó muchísimo, por-que allá nunca había salido de mi casa ¡y aquí tenía que ir a limpiar la casa de una patrona!.Me costó como si se me cayera la casa encima. (Montevideo, septiembre 1988).
La incorporación al mercado laboral está en estrecha relación con la forma cómollegaba el inmigrante. Al respecto contamos con testimonios, que reflejan claramentecómo se producía el fenómeno. Así lo expresaba Manuel Meilán, emigrado en primertérmino a la Argentina de principios de la década del veinte y que en los años treintavolvió a emigrar a Uruguay.
“Na miña época o procedemento era moi simple. Case sempre chegaba primeiro un pai-sano, conseguía un traballo, establecíase e, de seguido, encomezaba a chamar polos demais quequedaran no país: irmáns, amigos, curmáns, veciños. Era coma as cereixas, unhas detrás dou-tras, a presadas. Establecíase unha axuda mutua entre os da mesma parroquia, moito máis ca
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(*) Milanesas= Filetes empanados.
a través doutras institucións, que por outra banda tampouco as había, e así naceron as primei-ras sociedades e centros galegos en América. Durante moito tempo díxose que Bos Aires era acidade máis grande de Galicia, a quinta provincia, coma quen,a urbe onde máis galegos habíano mundo, tanta era a xente que viña para acá. E era certo, as relacións entre paisanos eranmoi importantes porque, ademáis de axudas de asistencia e doutro tipo, era a maneira de acce-der tamén‚no mercado laboral. (Manuel Meilán en: Samuelle, C.,54:1993).
Como bien expresa este informante, el primero que arribaba, después de estable-cerse, reclamaba a la familia o amigos y así se iba formando la cadena, lo que explica elmonopolio por parte de los gallegos de ciertas actividades.
El primer trabajo, por lo general, lo conseguían por medio de la familia o de lospropios paisanos, como así lo asegura esta entrevistada que emigró a Uruguay en los añoscincuenta:
“El primer trabajo lo consigo por mi tía en una casa de familia, donde ella había traba-jado muchos años”. (Montevideo, Octubre 1989).
Otros testimonios confirman que en ambas orillas del Plata se siguió el mismoprocedimiento:
“El primer trabajo lo conseguí por mi hermana. De aquella los españoles conseguíamostrabajo, porque no éramos como los argentinos, que les gusta trabajar poco y ganar mucho”.(Buenos Aires, año 1994).
Las relaciones de paisanaje se extienden más allá del primer contacto, e inclusoes lo que les permite una mayor movilidad laboral. Así nos dice una emigrante, llegadaa Montevideo a fines de los cincuenta y que aun en los años noventa seguía trabajandodentro del mismo ramo de actividad.
“Cuando llegué‚ fui a trabajar a una casa de familia recomendada por la persona queme reclamó. Allí estuve poco más de un año, y un vecino de España me recomendó para ir aotra casa”. (Montevideo, Octubre 1989).
Además de apelar a la ayuda de la familia y amigos, utilizaron los anuncios de laprensa local y las bolsas de trabajo creadas por las propias instituciones de la colectivi-dad. Asimismo, algunos órganos de prensa de la comunidad gallega jugaron un papelimportante a la hora de publicar avisos de empleo para los paisanos sin trabajo. (CagiaoVila, P.,1989).
Pero, sobre todo, fueron las relaciones de paisanaje las que funcionaron a la horade la búsqueda de empleo. En el propio sistema de “carta de reclamación” se les enviabaun contrato de trabajo donde se establecían las condiciones, o bien se comprometían aasegurar la existencia del recién llegado a América. Respecto a dichos contratos nos handicho: “Los hombres venían contratados para trabajar al campo o a la construcción y las muje-res al servicio doméstico.”.
Cristina Samuelle Lamela
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Esto era una simple formalidad que muchas veces no se ajustaba a la realidad. Enel caso de los hombres, si bien se comprometían a trabajar en el campo, una vez enAmérica se desempeñaban en otras tareas, especialmente dentro del sector servicios.Respecto a la mujer, si era contratada para trabajar en el campo, tampoco se desempeñóen este sector de actividad. Pero en cambio, esta sí se va a confirmar cuando llegaba paratrabajar en el servicio doméstico ya que, en general, se integraron a esta actividad.
6.3 ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DELA PLATA
Para analizar la integración económica de los gallegos, hemos manejado lasiguiente hipótesis de trabajo en la que afirmamos que:
- La integración a nivel económico es completa,y en general se han incorporado al sector servicios.
A continuación observaremos cómo han evolucionado nuestros entrevistados en suintegración económica y si se corrobora o no nuestra hipótesis. Para ello, expondremos losdatos obtenidos en las encuestas efectuadas en ambas orillas del Plata. Debemos tener encuenta lo difícil que es evaluar esta evolución porque depende de las diferentes vicisitudespersonales, pero intentaremos darle cierta homogeneidad. Como primer paso describiremoslas actividades en general y luego las agruparemos, siguiendo un criterio de semejanza.
6.3.1 EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE NUESTROS ENTREVISTADOS EN
ARGENTINA.
HOMBRES
EL 26% NO HAN VARIADO SU ACTIVIDAD, A LO LARGO DE SU VIDA LABORAL
EL 32% PASAN DE EMPLEADOS, A PATRÓN CON PERSONAL.
EL 13% SE HAN DEDICADO A DOS TIPOS DE ACTIVIDADES.
EL 13% SE HAN DEDICADO A DIVERSIDAD DE ACTIVIDADES.
EL 9% PASAN DE UNA ACTIVIDAD DEPENDIENTE A TRABAJAR POR CUENTA PROPIA.
EL 7% HAN PASADO DE EMPLEADOS, A PATRÓN CON PERSONAL Y POR ÚLTIMO VUELVEN A LA
RELACIÓN DE DEPENDENCIA. (Es decir, descienden económicamente).
ACTIVIDAD MASCULINA GALLEGOS EN ARGENTINA
EMPLEADOS PRIVADOS............................................................37%PATRON CON PERSONAL.........................................................42%CUENTA PROPIA ........................................................................21%
La emigración gallega al Río de la Plata
165
MUJERES
Primero, observaremos aquellas que se han mantenido dentro de la misma activi-dad, en las que incluiremos a las amas de casa:
EL 43 % SE HAN MANTENIDO DENTRO DE LA MISMA ACTIVIDAD.
EL 31% SE HAN DEDICADO A DOS TIPOS DE ACTIVIDADES.
EL 26% SE HAN DEDICADO A DIVERSAS ACTIVIDADES.
ACTIVIDAD FEMENINA DE LAS GALLEGAS EN ARGENTINA
EMPLEADAS PRIVADAS............................................................42%SERVICIO DOMÉSTICO..............................................................31%CUENTA PROPIA ........................................................................18%PATRÓN CON PERSONAL...........................................................7%AMA DE CASA...............................................................................2%
6.3.2. EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE NUESTROS ENTREVISTADOS EN
URUGUAY
HOMBRES
En un principio:EL 53% EMPLEADOS- (De ese porcentaje, el 53% pasó a ser
propietario)
EL 34% PROPIETARIOS
EL 13% OFICIOS
ACTIVIDAD MASCULINA DE LOS GALLEGOS EN URUGUAY
EMPLEADO PRIVADO ...............................................................20%
PATRÓN CON PERSONAL.........................................................39%
CUENTA PROPIA ........................................................................27%
OTRAS ...........................................................................................14%
MUJERES
En un principio: SERVICIO DOMÉSTICO ....................50% OFICIOS................................................13%ACTIVIDADES COMERCIALES.......11% EMPLEADAS ........................................15%(sin especificar el sector)
Cristina Samuelle Lamela
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AMAS DE CASA ...................................7% OTRAS ACTIVIDADES .......................4%
Del total de mujeres entrevistadas:
El 52% VARIÓ SU ACTIVIDAD
De ese 52%: el 41% se integró al sector amas de casa
9% ingresa a los negocios familiares
2% desempeña un oficio.
ACTIVIDAD FEMENINA DE LAS GALLEGAS EN URUGUAY
AMAS DE CASA ......................................................................... 48%
ACTIVIDADES COMERCIALES ...............................................21%
SERVICIO DOMÉSTICO ............................................................ 15%
OFICIOS.......................................................................................... 8%
EMPLEADAS .................................................................................. 8%
ACTIVIDAD ECONÓMICA MASCULINA Y FEMENINA DE LOS GALLEGOS ENTREVISTADOS EN EL RÍO DE LA PLATA.
- HOMBRES- ARGENTINA URUGUAY
EMPLEADOS PRIVADOS 37% 20%
PATRÓN CON PERSONAL 42% 39%
CUENTA PROPIA 21% 27%
OTRAS 14%
- MUJERES - ARGENTINA URUGUAY
EMPLEADAS PRIVADAS 42% 8%
SERVICIO DOMÉSTICO 31% 15%
CUENTA PROPIA 18%
ACTIVIDADES COMERCIALES 21%
PATRÓN CON PERSONAL 7%
OFICIOS 8%
AMAS DE CASA 2% 48%
Después de analizar la evolución de la actividad de nuestros entrevistados en elRío de la Plata, debemos señalar que se da una gran movilidad y pluriempleo. Para uni-
La emigración gallega al Río de la Plata
167
ficar la actividad de nuestros informantes, tomamos como referencia la actividad princi-pal a la que se dedicaban cuando estaban en activo.
Al observar la evolución de la actividad masculina, es interesante destacar que unporcentaje elevado (41% para Argentina y 53% para Uruguay), pasan de la relación dedependencia a trabajar por cuenta propia. En el caso de Argentina, cuando hacemosreferencia a un 41% es que agrupamos el 32% que pasan de empleados a patrón con per-sonal y el 9% de una actividad dependiente a trabajar por cuenta propia.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que en algunos casos, tanto en Argentina(7%) como en Uruguay (3%), un grupo de ellos sufrió una involución económica: pri-mero trabajan como dependientes, luego se independizan y finalmente vuelven a la rela-ción de dependencia, lo que está revelando un descenso socioeconómico consecuenciade los avatares económicos que ha padecido la región. Esta situación la podemos obser-var incluso a través de los propios entrevistados. Por ejemplo, el de este gallego que llegóal Uruguay en los años cincuenta, para buscar un lugar digno bajo el sol; el esfuerzo hasido y es muy grande, pero todavía hoy no ha logrado un bienestar económico:
“Cuando llegué‚ me empleé en un bar. Luego lo compré. Después me fue mal y meempleé‚ con mi señora, yo como mucamo y ella como cocinera. Después‚ tuve almacén y bar.Me estafaron y trabajé como carpintero. Ahora, por el día vendo en la calle con mi señora, ypor las noches trabajo de sereno”. (Montevideo, junio 1987).
Incluso observamos en ambos países que, aunque la mayoría integra el sector pasi-vo, en algunos casos siguen en activo para poder subsistir. Más allá de estas circunstan-cias, lo que caracteriza la evolución de la actividad económica del gallego en el Río dela Plata es la de trabajador dependiente a independiente. La situación es bastante simi-lar en todas las épocas y en los diversos lugares a donde ha emigrado. Lo que sí han varia-do son las posibilidades de mayor o menor apertura del medio y las situaciones socioe-conómicas de los respectivos países de acogida. En cuanto al sector de actividad máscaracterístico es el sector servicios, que también es el más representativo entre nuestrosgrupos de trabajo.
Si bien el análisis estadístico señala la evolución de la actividad, en él se pierdeel carácter de la misma. Por ello junto a las preguntas cerradas, incluimos en la encues-ta un apartado en el que el entrevistado describe el tipo de actividad a la que se ha dedi-cado desde su llegada, en su país de acogida. En esta etapa de estudio, nos interesó obser-var el ramo de actividad que han desempeñado, sin importar el carácter del mismo: esdecir, ya sea como trabajador dependiente o independiente.
En el caso de los hombres entrevistados en Argentina observamos los siguientesvalores:
Cristina Samuelle Lamela
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Gallegos en Argentina :
ALMACÉN...................................................................11.11% BAR................................................................................ 8.94% PANADERÍA .................................................................4.44% RESTAURANTE........................................................... 4.44% PIZZERÍA....................................................................... 4.44% TRANSPORTE ............................................................. 8.88% PORTERÍA.................................................................... 6.66% SERENO ........................................................................ 2.22% TIENDA......................................................................... 2.22% TALLER ......................................................................... 2.22% SECTOR FABRIL ........................................................15.55% *ACTIVIDADES COMBINADAS ............................. 2.22% (Bar y Taxi.)OTROS......................................................................... 2.22% OFICIO .........................................................................24.44%
* El 24.44% de los oficios se distribuyen de la siguiente forma:
Cocineros (18.18%)Albañiles (18.18%)Carpinteros (9.09%)Sastres (9.09%)Peluqueros (9.09%)Mecánicos (9.09%)Torneros (9.09%)Soldadores (9.09%)Zapateros. (9.10%)
Gallegos en Uruguay
COMERCIO ......................................................................12% BAR....................................................................................10% TRANSPORTE .................................................................10% ALMACÉN..........................................................................6% PANADERÍA ......................................................................6% HOTEL ................................................................................2% PORTERÍA .........................................................................2% SERENO .............................................................................2% EMPLEADOS S/ESPECIFICAR.......................................10%SECTOR FABRIL ...............................................................6% TALLER .............................................................................. 4% ACTIVIDADES COMBINADAS(transporte y almacén)....... 2%
La emigración gallega al Río de la Plata
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*OFICIO ........................................................................... 16% **OTROS ..........................................................................12%
* El 16% de oficios se divide de la siguiente forma:
Carpintero 25 %sastre 25 %albañil 25 %zapatero 12,50%tornero 12,50%
** El 12% de OTROS, se divide de la siguiente forma:
Reparto de productos alimenticios. 33,36%mantenimiento 16,66%pesca 16,66%administrativo 16,66%rematador. 16,66%
Al analizar el tipo actividad desempeñada por nuestros entrevistados, tuvimosque incluir una nueva categoría, que la denominamos Actividades Combinadas. Es bas-tante frecuente encontrarnos con personas que desempeñan simultáneamente dos tiposde ocupaciones, por ejemplo: en el sector gastronómico y dentro de los servicios de trans-portes. Estas tareas se pueden desempeñar simultáneamente, porque se trata de negociosen sociedad, en los que se puede participar económicamente como socio capitalista sinnecesidad de una presencia activa. Esta modalidad se dio indistintamente tanto en elsector de alimentación como en el del transporte.
Al observar la actividad ejercida por nuestros entrevistados masculinos, el sector máscaracterístico es el de los servicios, sobre todo dentro de la alimentación y las prestacionespersonales. En esta última categoría debemos incluir a los porteros, o encargados de edificiosque cumplen una labor polivalente: desde el mantenimiento del edificio hasta la limpieza delmismo. Asimismo se trata de una actividad de gran interés como así nos dicen algunos entre-vistados, en especial éste de que desde llegó al Uruguay en el año 53, trabajó en ese sector.
“En aquel tiempo conseguir una portería era sacarse “la grande”. Sacábamos agua, luzy daba para criar a los hijos”. (Montevideo, noviembre 1988).
Los porteros o “encargados de edificios” fueron también actividades ejercidas por elsector femenino, como el caso de esta mujer emigrada al Uruguay al año siguiente:
“En la Portería estuve nueve años. Me la consiguió mi tía, antes de casarme. No teníadinero ni vivienda, entonces mi tía me ofreció conseguirme una Portería. Ese día no dormí entoda la noche con la alegría de tener una Portería”.(Montevideo, año 1986).
Cristina Samuelle Lamela
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Era una actividad muy preciada porque, además de un puesto de trabajo, se acce-día a una vivienda familiar, con los gastos de la misma incluidos como parte del pago dedicho trabajo; aunque también muy sacrificado, porque no conocía horarios fijos ni lar-gos descansos. Para acceder a estos puestos de trabajo se daba preferencia a parejas cons-tituidas. Bajo ese sistema el otro cónyuge estaba libre para ejercer otros tipos de trabajos.
6.3.3. LA MUJER PROTAGONISTA DENTRO DEL ENTRAMADO ECONÓMICO.
Al detallar el tipo de actividad ejercida por las mujeres nos encontramos con que:
Las gallegas en Argentina
ALMACÉN.....................................................................3,64%PANADERÍAS ...............................................................3,64%HOTELES .......................................................................3,64%TIENDA..........................................................................7,26% PORTERÍA ....................................................................9,10% FÁBRICA ......................................................................9,10% TALLER .........................................................................5,45%OFICIO (Costureras)....................................................14,54%SERVICIO DOMÉSTICO ...........................................25,45%ACTIVIDADES COMBINADAS ............................... 3,64% (Servicio doméstico y peón de albañil)AMAS DE CASA ..........................................................1,92%*OTROS ......................................................................12,72%
*De este12,72% - 57,16% Administrativas.- 14,28% enfermera- 14,28% profesora- 14,28 otras.-
Las gallegas en el Uruguay:
EMPLEADAS S/ESPECIFICAR.......................................12%ALMACÉN..........................................................................6% COMERCIANTE ................................................................8% CARNICERÍA.....................................................................2% HOTEL ................................................................................2% SECTOR FABRIL ...............................................................4% OFICIO (Costureras)........................................................ 14% SERVICIO DOMÉSTICO ................................................38% BAZAR ................................................................................2%AMAS DE CASA ..............................................................6% ACTIVIDADES COMBINADAS......................................2%(Costurera. Servicio.doméstico)RELIGIOSAS ......................................................................4%
La emigración gallega al Río de la Plata
171
A través de nuestras entrevistadas, podemos corroborar que la mujer gallega,desde siempre, es un miembro activo dentro del sistema económico familiar.
Debemos destacar su gran aporte a la economía doméstica gallega. A modo deejemplo, extraemos el testimonio de esta gallega emigrada a la Argentina en el año 1934,que sobre su vida en Galicia nos dice:
“De esa época tengo buenos, y malos recuerdos. Tenía doce años e iba a ganarme eljornal como cualquier hombre. Mi tío iba a ganar el jornal al campo y en vez de llevar treshombres, iban dos y conmigo tres. Eso no se me olvida. Nos levantábamos temprano. Habíaque ir a buscar el agua a la fuente, iba con los animales para que pastaran y en tiempo decosecha iba con los hombres. Le decían a mi tío que me iba a reventar con el peso que traía,y contestaba: “que trabaje, que para eso come”. (Buenos Aires, agosto, 1994).
También debemos tener en cuenta su singular labor dentro del proceso emigrato-rio del que fue protagonista, así como víctima de sus consecuencias. Desde siempre fue-ron las “viudas de vivos e viudas de mortos” como dijera Rosalía de Castro; las que a prin-cipios de siglo, pacientemente, esperaban a los esposos e hijos que emigraban, mientrasse hacían cargo de la casa. Más adelante fueron las leales compañeras que siguieron enla “aventura” emigratoria a sus esposos, y por fin, protagonistas activas de esa emigración.En el siglo XX muchas mujeres emigraron solas y constituyeron un importantísimovaluarte como fuerza productiva. No fundaron instituciones ni ejercieron en general unaactiva vida social, sino que desempeñaron una labor anónima de trabajo, fuera y dentrode sus casas, como así lo apreciamos a través de nuestras entrevistadas. A modo de ejem-plo, podemos mencionar a una gallega que, desde que emigró a Uruguay en los años cin-cuenta, trabaja, primero, en el servicio doméstico, y luego se hace cargo de una portería.En la década de los ochenta, las cosas cambian: llega la prosperidad económica de la quegoza en la actualidad. Como bien lo expresa con sus propias palabras:
“La mía es una historia…de no tener nada, a ir seis veces a España. del trabajo, de lalucha, de trabajar y trabajar”.
Y luego nos sigue contando:
“Cuando llegué‚ trabajé en una casa de familia. Después‚ me casé. Vivíamos muy apre-tados, porque mi marido había comprado un bar. Yo trabajaba en una Portería y además hacíalavados de ropa para afuera, sin que mi marido lo supiera, y hacía una limpieza en Pocitos”.(Montevideo, Junio 1987).
Este es uno de los tantos testimonios que revelan a una mujer activa antes, durante ydespués del matrimonio, e incluso a veces llegan a ser el sostén de la economía familiar. Estarealidad, se puede apreciar perfectamente en nuestras entrevistadas, ya que sólo porcentajesínfimos se han dedicado exclusivamente a sus labores como amas de casa. Desempeñan sutarea de forma anónima, sin afán de protagonismo, quizá para no herir susceptibilidades.
Cristina Samuelle Lamela
172
La mujer emigrante más representativa en su mayoría se ha integrado al serviciodoméstico. El proceso se establecía de la siguiente forma: las que arribaban con un res-paldo familiar, a veces podían dedicarse exclusivamente a las tareas domésticas de suscasas, pero otras trabajaban por su cuenta ya sea dentro del servicio doméstico, como cos-tureras en sus domicilios o en la ayuda a las empresas familiares, transformándose así enmujeres de negocios - contribución pocas veces reconocida y mencionada -. A estas últi-mas debemos sumar las que trabajaban en fábricas o desempeñando algún oficio tradi-cional e incluso aquellas que se desempeñaban en otros nada comunes a las mujeres,como es el caso de las que trabajaban como peón de albañil.
La mujer gallega ha sido un gran apoyo en la integración económica familiar. Lasque con los años formaron una familia, en sus años de solteras supieron desempeñarsecon total competencia en el mercado laboral, hasta tal punto que siempre fueron traba-jadoras de gran demanda, por su laboriosidad y sacrificios sin precedentes. Así nos cuen-ta esta gallega que con trece años emigró sola; una vez en Uruguay trabajó desde quellegó en el servicio doméstico, y permanece dentro del mismo sector de actividad.
“El primer trabajo me lo consiguió mi tía, en una casa de familia. No sabía nada y sufríamucho. Me hacían lavar los suelos de rodillas. Luego me fui a otra casa de familia. Siempre tra-bajé‚ de lo mismo y sigo trabajando de lo mismo”. (Montevideo, año 1986).
Algunas han seguido trabajando hasta el retiro jubilatorio y, en otros casos, susti-tuyeron la actividad propia independiente por la ayuda en los negocios familiares o por-que pasaron a desempeñar sus respectivas labores domésticas.
En la última corriente emigratoria hacia América, la mujer tuvo un protagonis-mo mayor que en los años anteriores. Muchas de ellas salieron solas, iniciando así el pro-ceso de la cadena emigratoria.
La mujer gallega no tuvo mayores problemas en el acceso al mercado laboral, porquevenía con un puesto de trabajo seguro, y en caso de que surgieran inconvenientes, la deman-da en la primera mitad del siglo XX era muy grande. A su vez, debemos contemplar en ellasciertas condiciones favorables para acceder y mantener su empleo: la honradez, gran labo-riosidad que no conoce horario ni descanso y una gran fidelidad hacia sus patrones.
La inmigrante gallega, desde el punto de vista económico, es un elemento activoy protagónico, que ha demostrado suficientemente con los hechos, a través de los años,su firme convicción para lograr la autonomía económica, colaborando en la obtencióndel éxito económico masculino o con una participación laboral independiente en elnegocio familiar o en la administración de los recursos familiares.
En general, podemos decir que los emigrantes se han forjado un lugar en la nuevasociedad. Algunos han logrado una posición solvente, pero otros en cambio siguenluchando y trabajan como el primer día para lograr una vida digna que Galicia les negó.
La emigración gallega al Río de la Plata
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Al estudiar la situación económica en ambas orillas del Plata se observa que,como es lógico, con el paso del tiempo disminuyen los valores dentro de la actividad ypasan al sector pasivo, que en la actualidad es el estado predominante, con un 73% y81% de personas jubiladas en Argentina y Uruguay respectivamente. El gallego, en gene-ral, ha conseguido un lugar digno en la nueva sociedad; pero es un grupo de poblaciónenvejecida, en un alto porcentaje integrante del sector pasivo, con las problemáticassocioeconómicas que ello conlleva. Por más que el gallego haya tenido un fuerte sentidodel ahorro, los avatares de la región han excedido sus previsiones y viven en carne pro-pia las consecuencias de las crisis económicas de sus países.
Dadas estas circunstancias, es fácil corroborar que, a lo largo de las entrevistas, seponga especial énfasis en la necesidad de obtener ayudas económicas, tanto por parte delgobierno español como del gallego. Incluso se hace referencia a la obtención de pensio-nes o jubilaciones por los años trabajados en España, que en muchos casos, por no tenerlos aportes legales suficientes, les son denegadas.
6.4 DESARROLLO DE LAS ESTRATEGIAS DE SUBSISTENCIA
La ocupación y asignación del sistema laboral se fue retroalimentando con losparientes y vecinos que iban llegando de Galicia. El proceso es similar al que nos cuen-ta este gallego emigrado a Uruguay en los años cincuenta:
“Me reclamaron mis tíos que tenían almacén y bar. Luego de unos días de asueto, empe-cé a trabajar con ellos. Del año 54 a la fecha, soy almacenero. Con mi tío estuve hasta el año59, y cuando mi tío vendió me fui con un vecino de mi pueblo. Con él estuve seis meses y des-pués me instalé por cuenta propia”. (Montevideo, septiembre 1989).
La cadena se establecía de la siguiente forma: primero llegaba un inmigrante y,más adelante, “reclamaba” a su familia y vecinos para que le vinieran a ayudar en susnegocios. El nuevo integrante llegaba a trabajar como empleado y, con el tiempo y a basede ahorro, podía independizarse económicamente. De esta forma se fue creando unadinámica especial donde las nuevas generaciones fueron relevando a las primeras. Estesistema generó lo que muchos llaman el fenómeno del “sobrino”: como los hijos de emi-grantes nacidos en el Río de la Plata, por lo general, acceden a niveles medios y supe-riores de educación, no se dedicarán a los negocios familiares; entonces, sus padres man-dan buscar a otros parientes de Galicia para que puedan sucederles. Este sistema de asig-nación laboral hace que el gallego ocupe ciertos” nichos económicos”, como los deno-mina Consuelo Naranjo Orovio; es el propio sistema el que hizo que el gallego hayamonopolizado ciertos sectores de actividad con los que siempre se les identifica. Todaesta estructura es la que le permitió al grupo pervivir y definirse como tal, y a su vez serdefinido e identificado por los demás. (Naranjo Orovio, C.,1987).
Cristina Samuelle Lamela
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El ramo de actividades con el que tradicionalmente se identifica a los gallegos esel sector servicios. Dicho sector está presente a lo largo de la historia de los emigrantes.Por ejemplo en Argentina, “En la última década del SXIX y primera del XX trabajaron en:servicios portuarios, de limpiadores y fogoneros en ferrocarriles, de cargadores y descargadoresde cereales en las estaciones, en la construcción urbana y de simples operarios en las industriasde semielaborados del entorno de Buenos Aires y muchas mujeres en el servicio doméstico.”(López Taboada, A.,169:1992).
En Uruguay sucede algo similar “. en las primeras décadas del siglo, fueron, entreotros, los trabajos relacionados con el puerto, los negocios de almacén y bar, carnicerías, barra-cas, colchonerías o servicio doméstico. La panificación y el sector del transporte todavía lo sonen la actualidad”. (Cagiao Vila, P., 145-146:1989).
A mediados del siglo veinte, cuando el flujo inmigratorio se hace intenso, losgallegos afianzarán su actividad económica en algunos ramos como por ejemplo, el nego-cio de almacén bar. “Por almacén se entiende en el Río de la Plata el establecimiento de ventade ciertos comestibles que a veces cuenta con un sector de café o bar, motivo por el que hacía-mos referencia a la hostelería. En estos comercios se expenden los productos más variados”.(Cagiao Vila, P.,146-147:1989).
Muchos gallegos se integraron en este sector de actividad, pero con el transcursodel tiempo, a veces los traspasan para cambiar de actividad.
Otro negocio característico de este colectivo es el bar. ” y no sólo ejerciendo de pro-pietarios de los mismos, normalmente en régimen de sociedad, sino también de empleados, cuyoperegrinar por distintos establecimientos solía ser más o menos largo, hasta que conseguían com-prar parte de alguno y establecerse por su cuenta”.
“…En el sector de servicios relacionados con la hostelería a mayor escala, hay que des-tacar también la presencia de gallegos en restaurantes y hoteles. En este tipo de negocios, cuyoacceso a los mismos es similar al de los bares, aparece también como algo frecuente la compo-sición en sociedad de los propietarios”. (Cagiao Vila.,P.,148:1989).
En el caso de las mujeres, por lo general y en las diferentes épocas, se dedicaronal servicio doméstico, actividad que abandonaban al casarse para dedicarse en exclusivaa su casa, o bien se integraban (como ya hemos mencionado) a los negocios familiares.
Otros gremios representativos de la emigración gallega son las carnicerías, lapanificación y el transporte; en todos ellos, el sistema de inserción laboral es semejantea los otros gremios comerciales, es decir, la “cadena”.
El sistema de trabajo implementado por el inmigrante revolucionó las relacionesobrero - patronales tradicionales, pues se establecía una relación ambigua entre obrero ypatrón (más aún si eran familiares): por parte del patrón se daba una actitud paternalis-ta y por la del empleado, una fiel sumisión a la situación y aceptación de las normas
La emigración gallega al Río de la Plata
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impuestas como condición necesaria para triunfar. Esto no sólo ocurrió en el Río de laPlata, sino que fue un fenómeno extrapolable a otras realidades, como observan otrosinvestigadores. Por ejemplo, en el sistema de reclutamiento familiar de la fuerza de tra-bajo entre los pescadores de Cudillero (Asturias), analizado por Juan Oliver SánchezFernández en su libro: “Ecología y estrategias sociales de los pescadores de Cudillero”(1992). Esta investigación nos ha dado la posibilidad de llegar a comprender la finali-dad de la Antropología Social y como dice Sánchez Fernández : “ ir más allá de la sim-ple descripción etnográfica y construir una teoría antropológica, generalizable a dis-tintos contextos y situaciones”. ( Sánchez Fernández, J.O., 1992).
Si comparamos lo que sucede entre los emigrantes gallegos y los pescadores deCudillero, observamos ciertas semejanzas. En ambos grupos, el reclutamiento de manode obra se realiza a través de lazos personales, basados en el parentesco, la amistad y lavecindad.
…”Es claro que el sistema familiar de reclutamiento de la mano de obra trata, por unlado, de ayudar y beneficiar en el empleo a los propios parientes y afines”.
…”Por otra parte, el sistema familiar reduce los costos variables de la unidad de pro-ducción y protege al propietario de la bancarrota o quiebra en los momentos difíciles; llegado elcaso, la mano de obra familiar suele afrontar mejor los períodos de crisis económica o de drás-tica disminución de las capturas, tolerando un nivel de reducidos o nulos ingresos económicos.Dicho sistema salvaguarda a la unidad de pesca de la incertidumbre económica, sobre todocuando la capitalización de la empresa es pequeña. En este sentido, el armador controla y mani-pula los lazos afectivos y emocionales para preservar la supervivencia de la unidad de produc-ción y la reproducción social de grupo familiar”.
…”Se movilizan entonces los sentimientos afectivos que ligan al grupo de agnados enuna empresa común a la vez que reducen sus costos económicos” (SánchezFernández,J.O.,71-72:1992).
Esta situación, a su vez, se refleja entre los emigrantes, porque en los negocios detipo familiar o entre vecinos también se da la doble situación planteada: por un lado elpropietario del negocio que trata de ayudar al recién llegado, pero por otro, prefiere estamano de obra fiel que le ayudará competentemente a llevar adelante su empresa. Así noslo cuenta este emigrante, en la actualidad propietario de su negocio de almacén, recla-mado en los años cincuenta por sus tíos:.
…”en ese momento la emigración era abundante y se necesitaba mucha gente para tra-bajar, y ellos, creo que era así, creían que si traían a los parientes de España que le iban a res-ponder en el trabajo mejor que si consiguieran empleados de aquí en ese momento”.(Montevideo, octubre, 1986).
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Al igual que sucede entre los emigrantes gallegos, con los pescadores de Cudillero,se da una doble estrategia:
“Por un lado, el propietario trata de comprometerse y favorecer económicamente a susparientes y familiares puesto que los anteriores cargos proporcionan un nivel de ingresos mayorque el de un marinero corriente. Por otro, se intenta que estos cargos sean ejecutados por per-sonas de confianza y responsabilidad. El patrón suele delegar en ellas la autoridad, exigiéndo-les‚ como contrapartida, fidelidad y eficacia en la gestión y resolución de la tarea encomenda-da. Se desarrollan así obligaciones y compromisos mutuos o vinculantes entre los parientes enro-lados en el barco.” (Sánchez Fernández, J.O., 73:1992).
Los vínculos familiares propician también las relaciones favorables entre el inmi-grante y su empleador, porque “es más probable que las personas emparentadas se identifi-quen fácilmente con los problemas e intereses de los patrones y asuman con lealtad y eficacia laresponsabilidad y el esfuerzo adicional solicitado”. (Ibídem:.) Esta situación muchas vecesla vemos reflejada en los propios testimonios de los inmigrantes, como por ejemplo estamujer, que desde que llegó en los años cincuenta, trabaja en la pensión de su tía y hoydía es la que se encarga del negocio y de la anciana:
“Siempre trabajé‚ en mi casa, en la pensión de mi tía hacía toda la limpieza. De esosingresos vivíamos no me pagaba sueldo, era como una hija”.(Montevideo, septiembre, 1986).
Como podemos observar, al igual que entre los patrones de Cudillero, los emple-adores aprovechan los lazos familiares pero, a diferencia de los pescadores, los emigran-tes a veces no veían recompensados sus esfuerzos con una cuota mayor en los beneficioseconómicos. Pero de todas formas el sistema se fue manteniendo y fortaleciendo con eltiempo, porque el emigrante sabía que las relaciones con otros paisanos eran las que lepermitían acceder con mayor facilidad al nuevo mercado laboral y así lograr su integra-ción económica, poder pervivir y a su vez identificarse dentro de un grupo. Por último,podemos afirmar que, a semejanza de los pescadores de Cudillero, el reclutamiento fami-liar fomenta una mayor cooperación y también reduce los posibles conflictos laborales.En el caso de nuestro grupo de estudio, este hecho se refleja claramente si observamos subajo nivel de integración en el movimiento sindical obrero. Tanto en Argentina comoen Uruguay, esta participación es muy baja, tan sólo de un 8%. Pero en cambio sí hantenido una destacada actuación como grupo social en las gremiales patronales, como sonlos Centros de Almaceneros Minoristas y Baristas de Argentina y Uruguay respectiva-mente, de gran relevancia en Latinoamérica. Se trata de instituciones que, aunque enapariencia no son organismos típicamente gallegos, cuentan con una mayoría de inte-grantes de ese origen.
La emigración gallega al Río de la Plata
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Retratos de las tareas generalmente desempeñadas por los gallegos en América: las mujeres,dentro del servicio doméstico, y los hombres en el sector servicios.
6.5. RESPUESTAS ANTE EL NUEVO MEDIO
Dentro de la integración económica del gallego en el Río de la Plata, debemosdestacar su gran capacidad de adaptación al nuevo medio y su gran sentido práctico: antela nueva situación, dio nuevas respuestas para crear su propio espacio.
Para analizar cómo fue esa respuesta, nos basaremos en el enfoque metodológicode los modelos procesuales y de toma de decisiones, que se basan en las estrategias deacción y manipulación por parte de los actores sociales. Estrategias que implican reglaso criterios de decisión encaminados a la obtención de una meta o la resolución de unproblema. (Sánchez Fernández, J.O.,1992).
Estos modelos hacen hincapié en que los actores hacen elecciones entre metasalternativas. Sin embargo, estas decisiones no son ilimitadas sino que están condicionadaspor diferentes variables (ambientales, económicas, sociales, políticas, ideológicas). Estosfactores constituyen el sistema de incentivos y constricciones externas que favorecen o res-tringen el número y la gama de estrategias de acción. (Sánchez Fernández, J.O., 1990).
En el caso de la emigración gallega, observamos claramente cómo, tradicionalmen-te, se les ha considerado en su lugar de origen como un grupo homogéneo y pasivo.Generalmente se habla de la “inhibición empresarial gallega”, pero debemos debemos tener encuenta lo que Xosé Manuel Beiras, (con quien coincidimos plenamente) dice al respecto:
…”al ser el dinero un simple medio de cambio no va predominar la mentalidad empre-sarial capitalista, lo que no quiere decir que carezca de aptitudes psicológicas para convertirseen empresario. Lo que sucede es que en el modo de organización económica en el que está inser-tado, no se rige por criterios empresariales, sino por los móviles de una sociedad precapitalista.La inexistencia de un espíritu de empresa capitalista no significa inhibición de iniciativa, sinofalta de ciertas categorías mentales propias de un sistema económico que necesita para surgir y
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prosperar, un medio ambiente adecuado, tanto social como institucional, o un desarrollo de tipoeconómico que en la economía gallega le fue vedada”. (Beiras, X.M.,1972).
Este análisis de Beiras nos da pie para reflexionar respecto a cómo ese tópico de “lainhibición empresarial” del gallego queda absolutamente rebatido una vez que llega a Américay establece sus estrategias de acción, dando respuesta creativas ante la nueva situación.
A pesar de que oficialmente el inmigrante declaraba que llegaba para trabajar enel campo, en los hechos no fue así. Deciden instalarse en el medio urbano, no sólo por-que las puertas del campo estaban cerradas por el sistema de explotación de la tierra, sinoporque en él estaban las posibilidades de acceso a un mercado laboral que les permitiríala pronta integración económica.
El emigrante plantea sus estrategias de acción de un modo muy práctico. En lamayoría de los casos, escoge negocios “seguros” de poco riesgo de inversión, que le per-mitan tener una pronta liquidez monetaria. Como ya hemos visto, por la forma de llega-da se integran en un sistema de asignación laboral que les ofrecía la posibilidad de serpropietarios y con ello el lógico ascenso económico y social.
Cuando el emigrante llega, más o menos tiene asignado su puesto de trabajo, peroa medida que pasa el tiempo, va decidiendo sobre sus propias estrategias de acción entrediferentes metas alternativas, que le llevarán a continuar dentro de la misma actividad,o cambiar de ocupación. Como ya hemos mencionado, los sectores preferidos son aqué-llos del área de servicios: bares, almacenes, hostelería, panaderías y el transporte.
La estrategia de acción del emigrante se establecía de la siguiente forma: cuandollega, se integra como empleado en el negocio de un familiar, pariente o vecino; con eltiempo, y a base de grandes esfuerzos y de un fuerte sentido del ahorro, logra independi-zarse económicamente. De acuerdo al tamaño de la empresa decide emprender la laboren solitario o asociarse.
Existe una gran diversidad de ejemplos sobre el sistema implementado por losgallegos emigrados, tanto a nivel histórico como más actual. A modo de ejemplo entiempos pasados, podemos citar el caso de José Felix Soage, que emigró a Buenos Airesen el año 1858 y se traslada a Tuyú (departamento de Dolores), para trabajar comoempleado en un almacén de ramos generales. Con los años pasa a trabajar como geren-te en varios negocios de un familiar. Posteriormente, compra 16.000 hectáreas de campoy ganado en el pueblo de Casares. Una gran inundación esfuma su trabajo, pero imple-menta las medidas necesarias para que ello no se repita: “abre canales, tiende una compli-cada red de desagües, levanta a brazo los niveles escurridizos. La lluvia es ahora una bendiciónpara sus campos.”. Para esta tarea empleó veinte años. En el año 1904, se traslada aBuenos Aires y compra una finca, y comienza su labor filantrópica tanto en su Cangasnatal como en su país de acogida. Falleció en Buenos Aires, en el año 1924. (VilanovaRodríguez, A., 822:1966).
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Podemos mencionar otros tantos nombres que se han destacado dentro de la acti-vidad económica, pero ello excedería nuestros objetivos; por ello, escogeremos dos nom-bres de interés por su periplo en ambas orillas del Plata. Uno de ellos es ManuelChillado, nacido en la Ramallosa, provincia de Pontevedra, en el año 1848. A los treceaños emigró a Montevideo, empleándose en el comercio. Hacia el año 1866 se dirige aBuenos Aires. Se consagró en el ramo de la Consignación de hacienda y frutos del país.Ocupó puestos de prestigio, como la presidencia de la “Asociación Española de SocorrosMutuos” y la vicepresidencia de la “Asociación Patriótica Española”. Fue el promotor dela construcción del crucero “Río de la Plata” y miembro destacado de la comisión patrió-tica que se creó para unir a los españoles de Argentina y Uruguay, con el objeto de rega-lar a España dicha nave. (Vilanova Rodríguez, A., 794:1966).
José Arijón, también muy joven se trasladó a Montevideo y de allí a Rosario de SantaFé. Se distinguió en el comercio de ramos generales. En el año 1887, asociado con JoaquínDíaz, fundó sobre 14.000 hectáreas la colonia Carlos Pellegrini. A este gallego, junto a otrogrupo de españoles, se le debe la fundación del Hospital Español de Rosario. (Ibídem:).
La lista de nombres propios es demasiado extensa, pero sí es interesante mencio-nar otro grupo de empresas en las que también la colectividad gallega destacó. Las socie-dades familiares o con miembros de la misma comunidad es un hecho muy frecuente,incluso dentro de grandes empresas. Un ejemplo claro dentro de una gran empresa es elcaso en Uruguay del sistema del transporte urbano de pasajeros: hacia el año 1927, secrea C.U.T.C.S.A. (Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos) a iniciativa delgallego José Añón, quien también presidió la primera Junta directiva, constituida en sumayoría por gallegos. Esta empresa tiene un tipo de administración de economía mixta,de Sociedad Anónima y Cooperativa de Producción, hecho que quizá pueda ser una delas explicaciones de su supervivencia a pesar de las diferentes crisis que ha sufrido el país.
La presencia de C.U.T.C.S.A. fue factor fundamental para la última oleada deinmigrantes que venían con trabajo seguro. Respecto al tipo de sociedad debemos desta-car que “Cuando un propietario adquiere parte en C.U.T.C.S.A, adquiere también el dere-cho a que los miembros de su familia puedan trabajar en la empresa; así que lo que en suscomienzos había sido un proceso en cadena, típico por otro lado del sistema de búsqueda deempleo por parte de los inmigrantes gallegos, es hoy un derecho institucionalizado”. (CagiaoVila, P.,455: 1989).
Situados en épocas más cercanas en el tiempo, en ambas orillas del Plata, pode-mos mencionar una gran cantidad de empresas y empresarios gallegos de gran relevan-cia. Sólo citaremos algunos ejemplos representativos, pero a lo largo de la trayectoria dela emigración gallega encontraremos muchos más.
En Argentina, destacamos a Florencio Aldrey, originario de Santiago deCompostela, quien construyó un relevante grupo económico en el sector de la hostele-
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ría. Entre ellos cabe citar el Hotel City de Buenos Aires y otros en Mar del Plata yBariloche. Asimismo, posee varios negocios de exportación e e importación y del mundodel espectáculo. También ingresa en el sector de la prensa con el diario “La Capital”, deMar del Plata y con la compra del periódico gallego El “Ideal Gallego” (La Coruña). Porúltimo, construye una industria química en la comarca de Ferrol. Se integró activamen-te en los grupos empresariales gallegos, primero como delegado de la emigración en el IICongreso Gallego de Empresarios de 1986 y posteriormente en la Junta Directiva de laFederación Gallega de Empresarios en el Exterior en el año 1990. Otro gallego destaca-do en Argentina es Benito Blanco, oriundo de Lalín, quien se integró en el sector de laminería, el petróleo, la agricultura y la ganadería de exportación. Se vincula también almovimiento empresarial gallego, y realiza inversiones en Galicia, en diversos sectores.(Losada Alvarez, A.,1992).
En la otra orilla, se pueden citar otras empresas, como MANZANARES S.A. fun-dada en 1940 también por inmigrantes gallegos. El origen de esta empresa se remonta a1880-1885, años en los que Manuel Manzanares se hizo cargo de un negocio situado enla Ciudad Vieja ( Cerrito y Pérez Castellano) llamado “La Garibaldina”, que funcionabacomo fonda y restaurante. En 1899 llegó de Galicia un hermano, Máximo Manzanares,con el que se estableció en sociedad hacia el año 1905 al frente del mismo negocio.(Cagiao Vila, P.,1989).
Durante la Primera Guerra Mundial se dedicaron a la importación de productosde almacén. En el año 1927 ya tenían cuatro sucursales y “reclamaron” a un sobrino,Manuel Manzanares, quien ha seguido por muchos años en la empresa.
En los años 1930-1935, Manzanares se constituyó como “Sociedad LimitadaImportadora de Vinos y Aceites” y en 1940 pasó a ser Sociedad Anónima. Al añosiguiente comenzó a fabricar sus aceites y a incorporar otros productos como harina, fide-os, yerba mate y café‚ importados de Brasil. (Ibídem).
Hoy día cuenta con ochenta y nueve sucursales distribuidas en la capital y el inte-rior. Es, sin duda, la cadena de almacenes de mayor relevancia en el país, y ha dado y datrabajo a gallegos y no gallegos, contribuyendo al progreso del Uruguay.
Otro empresario a destacar es Antonio Barreiro y Ramos. Llegó a Montevideo enel año 1861 y trabaja como empleado en la librería Real y Prado. En 1871 se independi-za, fundando su Librería Nacional. En 1877 incorpora además la edición de libros. Fueconsejero de la Directiva de la Liga Industrial y presidente de la misma por dos años con-secutivos. Barreiro y Ramos fundó una empresa que, en la actualidad, ocupa un lugar des-tacado dentro de las empresas del Uruguay.
En el año 1958, Eduardo Díaz Cabana creó Avícola Española, distribuidora dehuevos Prodhin; empresa por cierto no tradicional dentro del ramo que caracteriza a losgallegos en el Río de la Plata. (Cagiao Vila, P.,1989).
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Otra actividad no tradicional en emigrantes gallegos fue la que desarrollaron alcrear el BANCO DE GALICIA. En Uruguay, fue un intento de varios empresarios entrelos que destacaron José Añón y Jesús Canabal. Además de las tareas que cumplía comoentidad financiera, este Banco fue el promotor de una serie de iniciativas culturales comoconcursos literarios, exposiciones de libros, de fotos sobre Galicia y en la financiación deedición de libros.
También en Uruguay incursionaron en el área periodística con EL DIARIOESPAÑOL, fundado por Manuel Magariños Castaños el 15 de mayo de 1906, y en laactualidad a cargo de su nieto Carlos Reinante Magariños. Es el único periódico creadopor un gallego que ha tenido como razón de ser los intereses de la colectividad españolaen el Uruguay, y que ha perdurado en el tiempo.
Ejemplos de empresas fundadas por los gallegos en el Río de la Plata. Entre ellos podemos apreciar,algunas cuyas denominaciones se identifican con Galicia en general, sus provincias o ciudades.
Otros negocios regentados por gallegos eligen entre sus nombrescomarcas más pequeñas que denota el origen de sus dueños y algunasemplean símbolos de identificación como el Hórreo.
6.6. MANUEL PUENTE Y JESÚS CANABAL EJEMPLOS PARALELOS EN AMBAS ORILLAS DEL PLATA.
Mención aparte merecen estos dos empresarios, cuyas vidas y trayectorias sonsimilares y convergentes.
Manuel Puente nació en Salvatierra do Miño (Pontevedra). A los quince añosemigró a Barcelona, donde trabajó como dependiente de comercio. Más tarde volvió aGalicia y en el año 1906 emigró a la Argentina. Trabajó en una empresa israelita de
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importación de alhajas y relojes, donde aprendió el oficio de joyero. Se estableció por sucuenta y fundó la joyería Puente y Cia. con filiales en Suiza y Alemania.
Participó en varias sociedades como la Federación de Sociedades Gallegas, en laIrmandade Galeguista de Argentina. Su colaboración fue decisiva para editar la “Historiade Galicia” que coordinaba Ramón Otero Pedrayo.
También fue destacada su intervención como presidente del Centro Gallego deBuenos Aires, del Comité Organizador del Primer Congreso de la Emigración Gallega, cele-brado en Buenos Aires en 1956 y de los Juegos Florales de 1968. En el año 1970 fallece.
En la actualidad, su hija Rosa Puente intenta recuperar la memoria y la tarea desu padre a través de una fundación que lleva el nombre de su padre: Manuel Puente.
En la banda oriental del Plata, Jesús Canabal sigue una historia semejante a la delanterior: un empresario destacado como tal, que ejerce un importante mecenazgo a favorde la comunidad gallega.
Primero emigró a Buenos Aires, y años más tarde se radica en Montevideo. En elaño 1937 funda IPUSA (*), con sus hermanos. Tiene su antecedente en la sociedad“Jesús Canabal y Hnos Fábrica de Sobres”; estos sobres llevan el nombre de “Suevia” loque denota el origen de sus dueños.
Con la Segunda Guerra Mundial hubo un gran aumento en la demanda de laindustria papelera y en ese momento IPUSA recibió un importante impulso.
Hacia 1948 se instaló una nueva fábrica en Pando (Departamento de Canelones)que incidió en el crecimiento y desarrollo de la ciudad y estimuló el establecimiento demuchos gallegos fuera del Departamento de Montevideo.
Jesús Canabal fue un incondicional mecenas de una serie de empresas culturalespara el engrandecimiento de Galicia. Fue presidente de la Casa de Galicia de Montevideoy de la Asociación Española de Socorros Mutuos. Fue además uno de los fundadores de laaudición radial gallega “Sempre en Galicia” y en 1956 fundó junto con otros gallegos elBanco Galicia. Hacia la década de los sesenta, participó en la fundación del Patronato daCultura Galega de Montevideo. Falleció en Montevideo en el año 1985.
Por último, debemos destacar que Manuel Puente y Jesús Canabal emprendieronconjuntamente diversas tareas a favor de la causa galleguista, como la del sostenimientode Castelao durante su estancia en América. Participaron activamente en el PrimerCongreso de la Emigración Gallega, en el que Manuel Puente presidio su organización yJesús Canabal ocupó la Presidencia del citado congreso. Estas y muchas otras tareas anó-nimas son las que, sin lugar a dudas, les definen en ambas orillas como baluartes delmecenazgo galleguista. Además de estos grandes nombres y entidades, encontramos una
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(*) A mediados de los noventa(S.XX), IPUSA fue vendida a capitales chilenos.
gran cantidad de pequeños y medianos negocios que fueron creados por gallegos y siguenatendidos por sus dueños. Muchos otros han sido sustituidos por las nuevas generacionesde relevo; en estos casos quedan como vestigios las denominaciones de las empresas, fie-les testigos de sus orígenes. Como podemos observar, tanto dentro de pequeñas como degrandes empresas, el gallego en el Río de la Plata creó un sistema, que no sólo le permi-tió subsistir, sino en muchos casos ganarse un lugar destacado en el país de acogida, queen la actualidad está generalmente reconocido.
6.7 ANÁLISIS DE LOS FACTORES QUE CONDICIONAN LASESTRATEGIAS.
Para analizar los factores que condicionan las estrategias económicas desarrolla-das por los emigrantes gallegos en el Río de la Plata, nos basaremos en los modelos detoma de decisiones.
“Los modelos de toma de decisiones asumen que los individuos o unidades domésticas‚integrantes de un grupo humano hacen elecciones entre ciertos comportamientos alternativos.Ahora bien, las opciones no son ilimitadas sino restringidas puesto que están condicionadas yconstreñidas por factores ecológicos, económicos, sociales, políticos, históricos e ideológicos”.(Sánchez Fernández, J.O.,1990).
En el caso de la emigración gallega analizaremos dos variables que restringen olimitan sus opciones: el factor espacial y el temporal; respecto al primero, vamos a com-parar las circunstancias del gallego que emigra a América con las del que lo hace haciala Europa Comunitaria; y en cuanto al segundo, observaremos qué ha sucedido en lasdiferentes etapas, en que el gallego emigró.
Si analizamos los diversos elementos que intervienen en la integración de losgallegos en estos dos medios diferentes, nos encontraremos con un punto en común,puesto que en ambos casos es gente que proviene del medio rural y, tanto en Américacomo en Europa, se instala en zonas urbanas, con estrategias de subsistencia y modos devida diametralmente opuestos a los de Galicia. Sin embargo, a pesar de esta similitud, lasituación de hecho fue muy diferente: los que emigraron hacia América se encontraroncon rasgos culturales compartidos, con diferencias por supuesto, pero que podemos asi-milar a las que existían en Galicia con su eterna dicotomía gallego - española; y las zonas,si bien eran urbanas, también eran subdesarrolladas, lo que hacía que el impacto no fueratan brusco y su integración más fácil. En cambio, los que salieron hacia el resto de Europaencontraron barreras culturales e idiomáticas que iban a condicionar duramente, si no aimposibilitar, su total inserción.
Otro hecho a tener en cuenta es la diferencia en la forma de acogida. En el casode América, la apertura hacia el inmigrante ha sido mayor, con algunas etapas de res-tricción, como la que se produjo a consecuencia de la crisis de 1929; pero no cerró nunca
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totalmente sus puertas. Una vez instalado en América, por el propio sistema que imple-mentó el inmigrante tuvo una mejor facilidad de acceso para integrarse al mercado labo-ral con total movilidad e incluso con la posibilidad de ser propietario de un negocio. Elque emigró hacia Europa encontró grandes dificultades para insertarse igualitariamente,sobre todo antes de que España entrara en la Comunidad Económica Europea. (CEE).
Los emigrantes de los países no miembros de la CEE eran considerados como ciu-dadanos de segunda clase y debían soportar graves diferencias con relación al resto detrabajadores:
Esta situación (*) llevó a que los inmigrantes quedaran totalmente abandonadosal mercado negro de trabajo. Además del enfrentamiento cultural, de la discriminaciónlaboral y el consecuente difícil acceso a mejoras económicas, muchas veces debió sufriracciones concretas en su contra.
En la década de los setenta, cuando en Europa se presentó el fantasma del desem-pleo, hubo quienes pensaron que la salida estaba en reducir la presencia de extranjeros;incluso, algunos políticos utilizaron (y siguen utilizando) este criterio demagógicamenteen sus campañas electorales. A ello hay que sumar las propias disposiciones legales, quecomplicaban la reagrupación familiar, y hacían que el emigrante viviera en la soledad yen el aislamiento.
Como respuesta a estos hechos, se crearon barrios de españoles y otros extranje-ros, verdaderos ghettos que, junto a las instituciones españolas, eran su único refugio.
La emigración gallega ha sido, tradicionalmente, de mano de obra, y una vez en lospaíses de acogida se establecen dentro del área de servicios, que conjuntamente con el ser-vicio doméstico para la mujer, son las tareas más frecuentes. Sin embargo debemos seña-lar una diferencia sustancial: mientras que en Europa la toma de decisiones se vio limita-da, y los emigrantes llenaron casi exclusivamente la necesidad de mano de obra, enAmérica se les permitía además establecerse como propietarios de establecimientos, conlo cual tuvieron mucho más libertad a la hora de implementar sus estrategias de acción.
Los que emigraron hacia América, y específicamente al Río de la Plata, se encon-traron con legislaciones mucho más elásticas, que les permitieron poseer bienes propios,un libre acceso al mercado de empleo y una mayor movilidad laboral.
La otra variable que condiciona la toma de decisiones es el factor temporal, quevaría incluso dentro del mismo país de acogida. En la zona platense, las grandes empre-
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(*)- Contratación por un año, renovable o no, de acuerdo con las necesidades del país. Leyesde deportación indiscriminadas. - Formación de ghettos laborales. Negación del derecho deasociación. - Exclusión de la participación en la vida política del país de acogida. - Policía deextranjeros. - Falta de acuerdos bilaterales de seguridad social. Hostilidad en los períodos decrisis. (Mondéjar, P.,1977).
sas de gallegos nacieron hacia fines del siglo XIX y en los primeros treinta años del sigloXX, cuando la región vivía una situación de prosperidad económica. Aquellos que emi-graron más tarde, salvo excepciones, se encontraron con países que ya daban las prime-ras señales de la crisis. Pero a pesar de ello, se han podido desarrollar con gran compe-tencia en el terreno empresarial rioplatense.
A modo de reflexión final, apelamos a la propia definición antropológica delHombre en la que nos preguntamos:
¿Qué nos distingue y nos hace Hombres?
Independientemente de los diferentes enfoques y definiciones, nosotros escogemosla siguiente: al Hombre le define la capacidad de dar respuestas creativas ante nuevassituaciones. A partir de esta definición debemos rescatar el siguiente hecho: cómo unacorriente emigratoria de origen rural se instala en un medio urbano con estrategias ymodos de vida diametralmente opuestos a los de su lugar de origen; a través de su tomade decisiones, dio respuestas creativas ante el nuevo medio de acogida, lo que, sin lugara dudas, echó por tierra el tópico de su “inhibición empresarial” porque creó sus pro-pias estrategias de acción, por medio de las cuales no sólo se integra económicamente,sino que logra un reconocimiento generalizado en la región de acogida.
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7.1 SITUACIÓN FAMILIAR
Al analizar cómo transcurre la vida del emigrante gallego en el Río de la Plata,observamos que su integración económica y el acceso al mercado laboral es básico parala subsistencia del grupo como tal, pero en cambio, los otros niveles de integración noson tan claros ni homogéneos. Para ellos definiremos los factores que intervienen yhablaremos entonces, de grados de integración(*). El nivel de integración familiar giraen torno al siguiente presupuesto:
Desde el punto de vista familiar, los emigrantes tienen preferencia porparejas endogámicas, aunque no existen proscripciones ni restriccionesen la elección de parejas exogámicas, que de hecho se han dado.
Para analizar la integración familiar del gallego en el Río de la Plata, observamosque influyen aspectos previos como por ejemplo:
- Si emigró solo o con el grupo familiar. - El grado de parentesco que tenía con la familia que quedaba en Galicia.
Observar el entorno familiar del emigrante es muy importante, dado que es dife-rente el que emigra dentro de un grupo familiar del que lo hace solo. El primero ten-drá un respaldo mayor que el segundo. Para los que emigran solos, es más dura su expe-riencia vital dado que a la lejanía de su tierra, se suma el desarraigo familiar.
También es importante evaluar otros aspectos como:
- La edad a la que emigró, puesto que los más jóvenes son más permeables al medio.
Y por supuesto, analizar sus circunstancias previas en Galicia como por ejemplo:
- cómo era su situación económica, social, familiar, política, etc.
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CAPÍTULO 7
ÁMBITO COTIDIANO Y FAMILIAR DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA
(*) Al hacer referencia al concepto de integración nos basamos en la postura teórica señaladapor el profesor Calvo Buezas que a la que ya hemos hecho referencia en el capítulo 1, al des-cribir los aspectos epistemológicos.
La situación económica previa vivida por el emigrante es importante, porqueaquellos que viven circunstancias económicas extremas, verán en el nuevo medio unamedida salvadora a tanta penuria económica personal y familiar.
A través de diversos testimonios, observamos que la región de acogida les permi-tió acceder a mejoras que en la Galicia de la posguerra era imposible. Por ejemplo, esteemigrante que llegó al Uruguay en el año 50 nos cuenta: “Para mí fue una sorpresa. Conel primer sueldo me pude comprar un traje, que en España nunca me había podido comprar”.(Montevideo, enero 1986).
Las circunstancias familiares también juegan un papel de relevancia. Al pedirle alemigrante que nos describa sus circunstancias familiares, evaluamos su situación dentro dela familia, si es hijo único o son varios hermanos, si está bien constituida o por el contra-rio existen conflictos familiares, es el caso de esta gallega emigrada a la Argentina en el año1934, que podemos citar como ejemplo: “Vivía con mi madre, mis abuelos y una hermana demi madre casada. Mi padre se fue a Cuba y parece que allí perdió todo y volvió. A su regreso, sesepararon. Vivían los dos en Allariz, pero cada uno en la casa de sus padres.Cuando yo tenía 4años, mi madre se vino escapada para Buenos Aires, con papeles falsos, porque había tenido unhijo que no era de mi padre; entonces me quedé a vivir con mis abuelos paternos. Lo pasé muymal, porque no me trataban bien. La primer paliza que llevé fue de mi padre, tenía cuatro años.”
“Cuando yo tendría unos ocho años, mi abuela murió y mi padre se vino para BuenosAires. Cuando podía me escapaba con mi abuelo materno. La familia de mi padre no me que-ría. A los nueve años me fui a vivir con la hermana de mi madre. Tenía doce años e iba a ganar-me el jornal como cualquier hombre”. (Buenos Aires, agosto 1994).
Este es uno de tantos ejemplos de las distintas circunstancias familiares y perso-nales vividas por nuestros entrevistados, que debemos tener en cuenta a la hora de eva-luar su vida en Galicia.
Una vez que se establecen en América, intervienen otros factores como:
- El tipo de actividades que han desempeñado y desempeñan, y sus vinculacionescotidianas.
Es decir, si en su lugar de trabajo se han relacionado con personas de su mismoorigen.
- Si tienen tiempo libre, cómo lo emplean y el tipo de ocio. En todo esto, jueganun papel fundamental sus circunstancias socioeconómicas, es decir, por un ladosus posibilidades económicas, y por otro, las laborales: si está o no en activo.
Otro aspecto que también influye en la integración del inmigrante es
- La manera cómo ha constituido su pareja, si de forma endogámica (dentro delgrupo) o exogámica (fuera del grupo).
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La constitución de su pareja tiene especial relevancia, dado que dentro dentro delseno familiar es donde se mantendrá y transmitirá la cultura a las nuevas generaciones.
La descripción de la situación familiar y su evolución es relevante, porque desdenuestro punto de vista, es allí donde se observan ciertos rasgos de identificación con la cul-tura de origen, y es en el ámbito cotidiano y familiar donde se transmiten y perviven esosrasgos culturales.
El grupo de estudio, en su mayoría, emigró solo y a edades jóvenes. En un princi-pio, sus vínculos familiares eran mayores en Galicia que en el Río de la Plata, pero en laactualidad la situación se ha invertido: el tiempo vivido en la región de acogida es mayorque el vivido en Galicia. Pero a pesar del tiempo transcurrido, no han perdido sus raícesy aún conservan ciertos rasgos que todavía les vinculan con su origen.
7.2 CONSTITUCIÓN FAMILIAR DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA.
Uno de los puntos de interés para describir la situación familiar, es observar cómoel emigrante ha constituido su pareja.
Estado Civil
Gallegos en la Argentina Gallegos en el Uruguay
Solteros ..................................6% Solteros.............................7%Casados ................................60% Casados...........................73%Divorciados/separados .............2% Divorciados/separados........4%Viudos..................................31% Viudos ............................16%Unión libre.............................1%
Respecto al lugar donde se casaron nos encontramos con que:
País donde contrajeron matrimonio:
Gallegos en Argentina Gallegos en el Uruguay
Galicia ..............................28.7% Galicia ...........................30% Argentina .........................69.1% Uruguay ........................62% Otro ......................................2% Otro .................................8%
De acuerdo con estos datos, la mayor parte se casó en la región de acogida y porlo tanto, sus hijos nacerán en el Río de la Plata.
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Lugar de nacimiento de los hijos:
Gallegos en Argentina: Gallegos en el Uruguay:
Galicia..................................18% Galicia ............................20%Argentina .............................80% Uruguay..........................76%Otro .......................................2% Otro..................................4%
En cuanto al origen del cónyuge nos encontramos con que:
Origen del cónyuge:
Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
Gallego ..............................73.4% Gallego............................68%Español................................5.3% Español .............................8% Hijo de gallegos ..................5.3% Hijo de gallegos .................6% Hijo de españoles ................2.1% Hijo de españoles ..............2% Argentino ..........................11.7% Uruguayo........................12% Otros...................................2.1% Otros ................................4%
Como podemos apreciar, si bien en general se han casado en la región de acogi-da, en su mayoría lo han hecho con personas de su mismo origen.
7.3 GRADO DE PREFERENCIA EN LA CONSTITUCIÓN DE PAREJAS
Un punto esencial, es saber las preferencias de nuestros emigrados a la hora deescoger pareja. En cuanto a la preferencia respecto al origen de su pareja observamos que:
Preferencias en cuanto al origen
Gallegos de Argentina Gallegos del Uruguay
15% mismo origen 20% mismo origen 46% no tiene preferencias 50% no tiene preferencias 8% le da igual 10% le da igual29% no sabe, no contesta 20% no sabe, no contesta. 2% otros
Aunque al preguntarle por sus preferencias por lo general contestan que no lastienen, en los hechos la mayor parte de nuestros entrevistados constituyó su pareja deforma endogámica (*). Este punto nos hace reflexionar una vez más sobre la interpreta-
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(*) endogámica: dentro del grupo. exogámica: fuera del grupo.
ción de las encuestas, e ir más allá de las simples respuestas. Para analizar este aspectohemos apelado a la observación de actitudes y los comentarios hechos por los entrevis-tados fuera de la entrevista estructurada. Por un lado, están aquellos que específicamen-te zanjaban la cuestión por el hecho de haberse casado en Galicia. Para los que se casa-ron en América, ya hemos mencionado que, en su mayoría, afirma no tener preferencias.También es cierto que esas preferencias se ocultan, y sólo salen a la luz cuando se enta-bla un diálogo más distendido.
De acuerdo con los comentarios y reflexiones que han hecho algunos entrevista-dos, observamos que hay quienes no reparan en orígenes, sino en las cualidades perso-nales de su pareja como este gallego emigrado a la Argentina en el año 50: “A mí me dabaigual su origen sólo quería que fuera buena”.
Las parejas exogámicas, de hecho, se han dado, y en algunos casos esta opción esconsiderada como muy acertada, como así comenta este hombre emigrado a la Argentinaen el año 29:
“Mi mujer es hija de italianos, pero siempre estuvo muy cerca de todo lo gallego. Legustó mucho mi tierra desde que la conoció, se adaptó a las comidas. Posiblemente si me hubie-ra casado con una gallega no hubiera podido hacer lo que hice; porque aguantar que yo dedica-ra casi toda la semana a las cosas de la colectividad, no sé si una gallega lo aceptaría. Tengo laexperiencia de amigos con una mujer gallega y no lo pudieron hacer. En cambio mi mujer meapoyó siempre”. (Buenos Aires, marzo 1994.)
En cambio, también hay otros que, pasado el tiempo, tienen una visión diferen-te, como este hombre que llegó a la Argentina en el año 1950:
“No tuve ningún tipo de preferencia. Me casé con una argentina. Pero luego me pesóporque nunca quiso viajar a Galicia”. (Buenos Aires, junio 1994).
Las preferencias de los emigrantes por las uniones con gente del mismo origen esuna tendencia contrastada en los hechos, aunque existen excepciones como este gallegoemigrado al Uruguay en el año 1959 que nos dice algo muy significativo:
“Nunca quise casarme con una gallega, porque cuando joven, los gallegos tenían malafama, fama de brutos, entonces siempre buscaba una uruguaya para casarme. Todas mis noviasfueron uruguayas. Con mis padres no tuve problemas, oposición no, consejos sí: que tendríaque casarme con una española. Mis padres lo preferían pero ni se opusieron aunque si les hubie-ra gustado más. A mí me gustaría que mi hija se casara con un hijo de españoles para mante-ner la tradición” (Montevideo, julio 1987).
Como podemos apreciar, este testimonio refleja ciertos conflictos: por un lado,nuestro protagonista no se hubiera casado con una paisana, pero en la actualidad el pre-fiere para su hija una pareja de su mismo origen.
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En el caso de esta mujer, que llegó a la Argentina en el 31, también se dio la pre-ferencia por constituir su pareja fuera del grupo:
“Prefería casarme con un argentino, porque los gallegos en esa época eran muy atrevi-dos con las mujeres”. (Buenos Aires, julio 1994).
Si bien se dan estos casos excepcionales, la tendencia es buscar gente del mismoorigen, como bien nos cuenta este gallego que llegó al Uruguay a mediados de los cin-cuenta:
“Me hubiera casado con una uruguaya, sin problemas. Con respecto a mis hijos, si tua un japonés le preguntas con quien quiere que se case su hijo, respondería que con un japonéspues es la cosa más natural del mundo. Pero nunca me preocupó esa circunstancia: ninguno demis hijos están casados con hijos o con gallegos”. (Montevideo, octubre 1987).
Otro factor que debemos tener en cuenta al analizar las preferencias de pareja esel medio en el que el emigrante se mueve: los vínculos familiares, personales, laborales,etc. que sin duda influirán a la hora de escoger pareja. Este hecho es señalado por algu-nos entrevistados, como este gallego emigrado al Uruguay en el año 1950:
“Me casé con una hija de gallegos porque salió así, la conocí en Casa de Galicia”.(Montevideo, agosto 1987).
O este otro que emigró a la Argentina en el año 51:
“Siempre iba por Olivos, y trataba con muchas chicas españolas e hijas de españoles”.(Argentina, abril 1994).
Y por último esta mujer llegada a la Argentina en el 47 nos dice:
“No tuve preferencias, me daba igual pero siempre íbamos con gallegos, al CentroGallego. De aquella nos veíamos mucho entre los gallegos, y no tuve ocasión de conocer otragente.” (Buenos Aires, mayo 1994).
De acuerdo con las diversas dinámicas personales, irán construyendo su nuevavida. En esa nueva vida, algunos tenían unas claras preferencias endogámicas por eldeseo de un pronto retorno, como por ejemplo esta mujer emigrada a mediados de loscincuenta al Uruguay.
“Me casé con un gallego, porque me parecía que iba a volver Quería que mi hijo se casa-ra con una hija de españoles porque había más posibilidades para irse, sino,sufriría”.(Montevideo, julio 1988).
Este hombre que emigró a la Argentina en el año 52 también hace la misma reflexión:
“Quería casarme con una gallega, por si algún día volvía”. (Buenos Aires, abril 1994).
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Finalmente, esta mujer que llegó a la Argentina en el 50 también maneja un con-cepto similar al de los anteriores:
“Tenía preferencia de casarme con un español. Porque cuando salí de España mi padreme dijo que no me casara con extranjero por si quería volver; cada uno tira para supaís”.(Buenos Aires, año 1994).
Como podemos apreciar, al estar presente la idea del retorno, la vía de facilitarloera buscar gente del mismo origen, que no lo frenara.
Un hecho a tener en cuenta en los primeros años, es que el emigrante tendrá fuer-tes vínculos con personas de su mismo origen, por lo cual debemos evaluar cómo era elgrado de aceptación por parte del grupo de aquellos que escogían parejas exogámicas. Esasituación la vemos reflejada en el comentario que hace esta mujer emigrada al Uruguayen el año 1954:
“Tuve un novio seis años, era gallego también, lo conocí en Casa de Galicia. Pienso queun uruguayo no hubiera caído tan bien. De aquella no me habría ennoviado con un uruguayo,porque todo el mundo era gallego, y una se sentía mejor. Hoy me ennoviaría con un urugua-yo”. (Montevideo, octubre 1987).
En algunos casos los paisanos ejercían de grupo de presión, como bien lo expresaeste gallego emigrado al Uruguay en el año 1954:
“No tuve ningún problema en casarme con una uruguaya no le pregunté de qué nacionali-dad era. Mi hermano está casado con una judía y el no se convirtió. El Uruguay de ese momentoera muy liberal.Incluso había paisanos que cuando íbamos a los bailes me decían “pero esa mucha-cha con la que estás bailando no es española.” Pero para mí el ser humano es uno solo. Me sientotan galleguista como el que más pero el ser humano está por encima del regionalismo: cuando el serhumano es bueno, no importa que sea ruso, americano o chino”. (Montevideo, octubre 1986).
La presión que ejerce el grupo a veces produce el efecto contrario, como en estamujer que llega al Uruguay en el año 1937:
“Yo nunca tuve problema. Mi hermana me decía que me casara con un gallego, porquelos de acá son más sinvergüenzas. Pero si te van a jorobar te joroba uno como otro. Tanto que-ría meterme un gallego, que yo no quería un gallego por nada del mundo”. (Montevideo, octu-bre 1988).
Por último están aquellos que presentan una clara preferencia por personas de sumismo origen, sin mayores justificaciones, como esta mujer emigrada al Uruguay amediados de los años cincuenta:
“Me casé en Uruguay y mi marido era español como yo de la Coruña. Con los uru-guayos no me tiraba, y como andaba en todo lo gallego. Me gustaría que mi hija se casara con
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un hijo de españoles, porque me iba a entender mejor, con uruguayos no iba a ser lo mismo”(Montevideo, julio 1986).
En los emigrantes, está presente el deseo de vincularse con personas del mismoorigen; por un lado, por el hecho de compartir los mismos rasgos de identificación étni-ca, y por otro por tratarse de personas que comparten una misma experiencia de vida: laemigración. Con respecto a esto último, a veces no les importa que sean de orígenes dife-rentes pero sí que compartan experiencias de vida similares, como bien expresa estagallega arribada al Uruguay en el año 54:
“En este momento lo mismo me da que se casen con hijas de gallegos que de uruguayos.Por supuesto que te parece que si es hija de gallegos te van a entender mejor. O hija de italia-nos, porque son emigrantes y saben lo que es, pero lo que ellos elijan está bien”. (Montevideo,junio 1986).
La necesidad de estar y convivir con gente del mismo origen le da seguridad alemigrante, como así expresa esta mujer que llegó en el año 28 a la Argentina:
“Para mí tenía que ser gallego, me parecía que tenía que ser mejor”. (Buenos Aires,mayo 1994).
Otros testimonios reflejan la misma intención como el de esta gallega emigrada ala Argentina en el año 22:
“Preferí uno gallego, porque me parecía que me iba a entender mejor”. (Buenos Aires,abril 1994). O esta otra que arribó a la Argentina en el 47 que comenta: “Tuve preferen-cias, porque siempre tira pero también se dio así. Me parecía que si era español, una se sentíamás fuerte”. (Buenos Aires, julio 1994).
También es cierto que la perspectiva, con los años y la experiencia, cambia.Ejemplo de ello es lo que expresa esta mujer emigrada a la Argentina en el año 1961:
“Preferí casarme con un gallego, pero ahora no pienso así, porque los gallegos valoranmenos a la mujer”. (Buenos Aires, mayo 1994).
7.4. CUANDO LAS PREFERENCIAS LIMITAN CON LOS PREJUICIOS
Al observar las preferencias de los emigrantes, también nos introducimos en elterreno de los prejuicios, de lo que racionalizamos que contrasta con los sentimientos, y porúltimo con lo que al fin y al cabo sucede. Para ejemplificar lo que queremos decir apelamosal discurso de una gallega emigrada al Uruguay a mediados de los cincuenta que dice:
…Con los uruguayos no me tiraba. Me gustaría que mi hija se casara con un hijo deespañoles, porque me iba a entender mejor, con los uruguayos no iba a ser lo mismo”.(Montevideo, julio 1986).
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Al final de la entrevista, nos dice que no le gustaría que su hija se casara ni conun judío ni con un armenio. El medio social donde se mueve esta mujer es netamentegallego. Su hija está muy vinculada al ambiente de origen familiar: es ciudadana espa-ñola, se integra y participa activamente en las instituciones españolas, e incluso militaactivamente en la política española. A pesar de los deseos expresos de su madre y elmedio gallego en que se mueven tanto la madre como la hija, pasados los años su hija secasó con un judío.
Al seguir observando el terreno de los prejuicios resaltan las contradiccionesentre lo que se dice y lo que se siente y lo que realmente sucede. A modo de ejemplo,este gallego emigrado al Uruguay en el año 52 nos dice: “Tenía novias uruguayas, perono pensaba casarme con ellas. No se hubieran opuesto a que me casara con una uruguaya,porque mis hermanas están casadas con uruguayos. Me gustaría que mis hijos se casaran conhijos de españoles, por la relación con la familia, por agrandar la familia, y no solo con la nuera,sino la familia grande. Siendo españoles quizá se asimilaran más. No tengo prejuicio connadie, lo único que no me gustaría que se casaran con una negra. - le pregunto porqué y responde - “Yo no soy racista, pero no lo veo lógico, un negro con una blanca ouna blanca con un negro”. (Montevideo, agosto 1988).
Como podemos observar, este testimonio no tiene pérdida; en un principio hacereferencia a que, si bien sale con mujeres uruguayas, no las consideraba para una relaciónformal. Por otra parte, afirma que, si bien no tiene prejuicios, porque no es racista, exis-ten excepciones, en este caso los negros.
Si seguimos avanzando en el terreno de los prejuicios, observamos otro testimo-nio de interés como el de esta mujer que llega al Uruguay en el año 59:
“Yo nunca miré la raza, porque nunca les dije a mis hijas que se casaran con un galle-go; me gustaría, cómo no, pero nunca les dije; yo no soy como los judíos, racista, que secasen con quien quieran”. (Montevideo, septiembre 1987).
Siempre sucede lo mismo: “los racistas son los otros”. Como podemos apreciar, elprejuicio está latente a través de las ideas preconcebidas, como sucede con este gallegoemigrado al Uruguay en el año 1950 :
“Mi hijo se casó dos veces; la primera era hija de gallegos. Yo siempre le di el conse-jo de que se casara con una hija de un paisano, e incluso que a las hijas de los pai-sanos conocidos había que respetarlas. Posiblemente estuve mal en darle ese consejo, por-que con esa muchacha pagó el pato. Con la segunda muchacha muy bien, y es hija de italianoy gallega”. (Montevideo, agosto 1987).
Estos discursos dejan entrever la oposición del “nosotros y los otros”. “Lo nuestrovale y el resto, carece de valor”. En este sentido apelamos a las palabras de este gallego emi-
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grado al Uruguay en los años cincuenta, quien a la pregunta si se hubiera casado con unauruguaya nos responde:
“Me hubiera casado con una uruguaya,¡cómo no!. Las criollas son igual que las espa-ñolas hay mujeres buenas y malas. Ahora no se puede demorar mucho tiempo, hay que esperarcómo es la cosa, porque las criollas no son como las españolas, no son, porque la española secasa y es la mujer de la casa y la criolla no. Va a cualquier sitio, se separa. Hay gallegas quetambién, pero es distinto”.(Montevideo, octubre 1986).
Si bien en un principio señala explícitamente que no tendría problemas en casar-se con una uruguaya, inmediatamente cambia su discurso, expresando su total preferen-cia por mujeres de su mismo origen. Incluso aunque las españolas hagan lo mismo quelas “criollas”, concluye que no es lo mismo, porque desde su perspectiva y convicción sergallega no es lo mismo que ser uruguaya. Incluso el término “criolla” es muy significati-vo. Criollo es según la definición académica, “el hijo de europeos nacido en otra parte delmundo, o también los americanos descendientes de europeos”. Sin embargo, más allá de estadefinición erudita, a través de mi propia experiencia vital, he observado el uso del tér-mino de forma peyorativa para hablar de los nacidos en el país, pero siempre empleadoen ambientes muy familiares e íntimos. Podemos definirlo como un término “subversi-vo” empleado por los gallegos, pero a diferencia de las bromas y chistes sobre gallegos,este es para uso interno del grupo. Es decir, el prejuicio está allí latente, solapado, irre-conocible. Al racionalizarlo en la encuesta fría y concreta por lo general se oculta. A par-tir de estas reflexiones, no podemos realizar generalizaciones, sino que es un fenómenoque está latente, y en el análisis debemos tenerlo en cuenta.
A través de nuestro trabajo de campo hemos observado que la mayoría de losgallegos, al emigrar joven, constituyó su familia en el Río de la Plata, pero se formó enparejas de tipo endogámico, lo que será muy relevante a la hora del mantenimiento ytransmisión cultural a las nuevas generaciones. Por el tiempo transcurrido, la vincula-ción parental en Galicia se debilitó, reforzándose la del país de acogida. Así en la actua-lidad, el grado de parentesco que está presente en el lugar de origen está representado porpersonas de la misma generación que los entrevistados y sus descendientes, y se han per-dido los vínculos familiares más cercanos.
Por último, debemos destacar la gran capacidad del gallego de moldearse a nue-vas situaciones, salvar distancias y diferencias y crear un nuevo espacio en la región deacogida.
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7.5 VÍNCULOS FAMILIARES QUE MANTIENEN CON GALICIA
Grado de parentesco en Galicia:
Gallegos en Argentina Gallegos en el Uruguay
Hermanos /Sobrinos/cuñados ..78% Padre...................................... 7%Primos....................................15% Madre ....................................20% Otros .......................................1% Hermanos/Sobrinos/Cuñados..63%No tiene familia en Galicia .......6% Tíos/ primos ..........................10%
En cuanto al grado de parentesco que mantienen en Galicia, observamos ciertasdiferencias entre los gallegos de Argentina y los de Uruguay. Mientras que algunos de losde Uruguay aun conservan familiares cercanos y mayores (padres, tíos), los de Argentinasólo tienen familiares indirectos y de la misma generación o más jóvenes. Esta situaciónse da porque, como ya habíamos observado al analizar ambas emigraciones, la Argentinaes más antigua y mayor que la de Uruguay. Algo similar sucede respecto a otras vincula-ciones que mantienen con Galicia.
Otros vínculos que mantienen con Galicia:
Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
Amigos...................................10% Amigos .................................80% Casa ........................................1% Casa .......................................5%
Tierras.....................................5% No mantiene vínculos.............89% No mantiene vínculos ...........10%
De acuerdo con estos datos, los gallegos de Argentina, en un porcentaje muy alto(89%), no mantienen otros vínculos con Galicia, a excepción de los familiares. En cam-bio, los de Uruguay aún los mantienen, más allá de los estrictamente familiares. Por últi-mo podemos afirmar que, en ambos casos, la tendencia es que día a día los vínculos conGalicia vayan disminuyendo.
A pesar del tiempo transcurrido y del hecho que han vivido más en el país de aco-gida que en su lugar de origen, aun perviven ciertos rasgos y preferencias característicasque los identifican con Galicia. La búsqueda de los mismos hay que hacerla en el ámbi-to cotidiano y familiar. Observaremos entonces qué factores se han mantenido, y cómoestos han jugado para afianzar el sentido de pertenencia con su lugar de origen y cómoesos factores han influido en la transmisión cultural a sus hijos.
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7.6 PERMANENCIA DE RASGOS CULTURALES DEIDENTIFICACIÓN CON GALICIA.
7.6.1 LA FIDELIDAD GASTRONÓMICA COMO UN MEDIO DE IDENTIFICACIÓN
CON LA CULTURA DE ORIGEN.
En nuestra investigación hemos partido de una hipótesis básica:
- El gallego en el Río de la Plata se integra a la dinámica de su sociedad (enmayor o en menor medida) sin mayores dificultades, pero mantiene ciertos rasgos ypreferencias características que los identifican con su lugar de origen.
A medida que el tiempo transcurre, se van incorporando a la sociedad de acogi-da, con mayores o menores dificultades. Se podría pensar que, pasados muchos años, losinmigrantes son absorbidos por el medio y pierden toda identificación con su lugar deorigen; sin embargo, no es así:
- En los gallegos existen ciertas preferencias que aun hoy les vinculan con su tie-rra de origen: la cocina y la música han sido las formas de recrear Galicia en América
Además de esto, debemos agregar que, sobre todo en un principio, el tema prin-cipal de conversación entre ellos es “la tierra”, sus recuerdos y vivencias.
Para observar los rasgos que se han mantenido y que vinculan al emigrante conGalicia, debemos ahondar en los aspectos informales y cotidianos donde se dan las mani-festaciones de la cultura tradicional. Para aquellos que aún tienen familiares y vecinos ensu tierra, una forma es a través de la correspondencia y el viaje de retorno. La relaciónepistolar tuvo una relevancia especial en las épocas de auge de la emigración, cuando eluso del teléfono no tenía la difusión actual ni las otras formas de comunicación que exis-ten hoy día. Pero sobre todo, cuando los viajes eran sólo para unos pocos privilegiadoscon dinero y tiempo, las cartas tuvieron una gran relevancia: la llegada de la ansiadacorrespondencia cada quince días o cada mes, era la única forma de comunicación; elúnico contacto entre ambos lados del océano.
Ante todas estas circunstancias, el gallego buscó otras formas más simples y direc-tas que se pudieran mantener y recrear fácilmente en el medio de adopción; una es la coci-na tradicional, que se recrea de acuerdo con las posibilidades económicas del emigrante ycon el acceso que se pueda tener en la región de acogida a los productos básicos.
Por ejemplo este gallego emigrado primero al Brasil en 1952 y que entra clandes-tinamente en el 53 al Uruguay, nos dice:
“Lo que hacemos los sábados de carnaval son las filloas, la empanada gallega frecuen-temente y el caldo gallego, no como allá porque ahora ya no debemos comer todas esas cosas decerdo”. (Montevideo, septiembre 1987).
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Siempre que se quiere celebrar algo, ya sea a nivel personal o en las instituciones,se hace por medio de la elaboración de una comida. El reunirse para comer es un hechomuy común en los diversos medios en que se mueven los emigrantes. Así uno de ellosemigrado al Uruguay en el año 55 nos cuenta:
“La única forma de combatir la nostalgia que es inevitable tenerla, es buscando el acer-camiento de los amigos, me gusta estar con la gente, el único problema, es que siempre las reu-niones terminan en comida, y uno al final, engorda”. (Montevideo, septiembre 1987).
La comida es preferentemente típica, pero también se celebra con comida riopla-tense. Así lo señala esta mujer emigrada al Uruguay a mediados de los cincuenta:
“Acostumbramos a reunirnos por Santiago Apóstol y hacemos un chocolate. Tambiénel primer domingo de julio celebramos el Santísimo Sacramento y hacemos callos o cocido yrosca. Generalmente comemos de todo, empanada gallega, callos, cosas de cerdo y chocolatecon churros”. (Montevideo, julio 1988).
A veces no importa tanto qué se festeja: solo sirve de pretexto para reunirse. Asínos lo comenta este hombre que huyó de Galicia en el año 1937 y se exilió en Uruguay:
“Los sábados y domingos nos reunimos y hacemos comidas gallegas y cantamos en galle-go. Es una forma de revivir nuestra juventud. Comemos dos tipos de comidas: típicamente uru-guaya y típicamente gallega. Asado, cocido, leche frita, orejas de fraile. Cuando hay fiestas típi-cas nos reunimos y tratamos de estar espiritualmente allá. Nuestro pensamiento está pendientede allá.” (Montevideo, julio 1988).
En cuanto a la comida tradicional, hacen sobretodo la empanada gallega. Laempanada es el producto culinario gallego que ha trascendido el ámbito exclusivo galle-go y tiene una difusión más amplia: en el Río de la Plata, por lo general, la empanada depescado es conocida como “empanada gallega”.
En la actualidad, la cocina tradicional ha tenido sus variantes tanto en el Río dela Plata como en Galicia. Como ejemplo, actual esta mujer emigrada al Uruguay amediados de los años cincuenta nos dice:
“Para la masa se prepara una falsa hojaldre o una de pan con levadura de cerveza. Parael relleno se emplea preferentemente bacalao o cualquier otro tipo de pescado. Los más utiliza-dos son: sardinas, ollomol, lenguado y merluza. En el caso que se use bacalao, se pone en remo-jo el día anterior y si es otro tipo de pescado hay que salarlo. Por otro lado, se rehogan la cebo-lla y los morrones colorados con bastante aceite. Cuando están prontos se les incorpora el pes-cado (crudo o cocido) se revuelve, se agrega azafrán o pimentón dulce y se retira inmediata-mente del fuego. La sal, en el caso de que se use bacalao, se echa al final. Una vez que estápronto el relleno, se estira la masa en dos partes y se arma la empanada a la que se pinta conhuevo batido”. (Montevideo, abril 1989).
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Si rastreamos la cocina tradicional, nos encontramos con que todos los productosempleados eran producidos en cada casa: comenzaba con el cultivo del maíz, el trigo y elcenteno para las harinas; una vez que se cosechaban los granos se iban a moler a moli-nos de piedra comunales, movidos por energía hidráulica, y se guardaban en bolsones depieles de cabra conocidos como “folle”, que se almacenaban en arcas.
En cuanto a la preparación de la empanada en Galicia nos dice esta gallega emi-grada al Uruguay en el año 1950:
“En general la empanada se hacía cuando se horneaba el pan, cada ocho días aproxi-madamente. La masa se preparaba sobre la “artesa”*. Se tamizaba (peneirar) la harina de maíza la que se agregaba agua caliente y sal. Se removía con una espátula y se dejaba reposar, (reco-char) en la artesa. Luego se le incorporaba el formento y la harina de trigo y centeno (mastu-ra) previamente tamizadas. Se amasaba en la artesa y se dejaba descansar. Cuando la masa seagrietaba, estaba pronta para preparar el pan o la empanada.
Cuando todavía no se conocía la levadura, se utilizaba el formento: un poco de masaque se guarda en una cunca (tazón o recipiente) de barro de una cocción a otra y que se poneagria. El relleno se hacía igual que ahora, aunque en general los ingredientes se ponían crudos.Antes de meter la empanada al horno se hacía un agujero en el centro; cuando salía por allí elaceite, se le dispersaba con una pluma de gallina como si fuera un pincel. Se cocinaba en elhorno de piedra de la casa”. (Montevideo, enero 1988).
Además de la empanada, se sigue preparando el cocido y el caldo; incluso algunosgallegos que poseen una pequeña parcela de tierra cultivan las tradicionales berzas quehacen la esencia del caldo gallego. Otro plato típico son las sardinas con cachelos (pata-tas hervidas y servidas con la piel), y se prepara el pescado y el pulpo al estilo de Galicia.A esta tradición también se suman los dulces como las filloas de carnaval, la rosca, elarroz con leche, los churros y la tarta de Santiago.
La fidelidad a una tradición culinaria es observada también en otros puntos deAmérica donde los gallegos emigraron. Así lo señala el investigador Xavier Castro quiendice: “Tenemos constancia, de este modo, de que una buena parte de la colonia gallega enMéxico, cultivaba pequeñas huertas en la capital azteca, en las que se esforzaba por obteneruna de las verduras que dan al caldo gallego su personalidad: la berza. Y no era esta una tareafácil, ya que el fuerte calor hacía florecer a los pocos días de brotar”. (Castro, X.,7:1993).
Respecto al tipo de alimentación que se recrea en la emigración una gallega quellegó a principios de los años cincuenta a la Argentina nos ha dicho: “Hacemos el puche-ro (cocido) como allá, el caldo, con los porotos (judías blancas ) y las berzas, hacemos los gar-
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*Artesa: “especie de arca o cajón de madera que se utiliza, principalmente para amasar elpan. De forma rectangular, está sostenida generalmente por cuatro pies y su capacidad va endisminución progresiva hacia el fondo”. (. Tomo II, 1974).Gran Enciclopedia Gallega
banzos al estilo de allá. Las tortillas de harina de trigo en vez de ser con papas (patatas) se hacencon harina. Primero se le echa el tocino cortado en trozos pequeños, se le agrega cebolla, morrón(pimiento) se va rehogando y se le agrega la harina y agua hasta que se hace una masa espesa,si se quiere se le pone azúcar por arriba. Esas tortillas tienen diferentes nombres de acuerdo conlas zonas; en el Puerto del Son le llaman bolico, donde somos nosotros le dicen follado, otrosfreixón. Además hacemos unos bollitos, parecidos a los ñoquis (*) que se llaman “bolos” parael caldo, el “bolo do pote” y también hacemos las “tripas do pote”: la tripa del chancho (cerdo)se rellena con una masa formada de la siguiente manera: Se hace una masa de harina fina demaíz, y se le agrega chorizo, panceta, cebolla, morrón y todo lo que quiera ponerle: con esamasa se llena la tripa y se ata de las dos puntas y se cuece en el pote, o en el horno”. (BuenosAires, agosto 1994).
A su vez incorporaron comidas que son típicas de otras partes de España, como lapaella y la fabada. También podemos apreciar a través de nuestros testimonios que, sibien nos hablan de la comida tradicional, lo hacen con la denominación que se le da enel Río de la Plata: por ejemplo, a las judías blancas se les dice “porotos”, a los pimientos“morrones”, al cerdo “chancho” a los callos “mondongo” y al cocido “puchero”.
Al describir el sistema de alimentación tradicional gallego, hemos señalado laimportancia del cerdo. Manuel Meilán, emigrado primero a la Argentina en el año 22 ydiez años más tarde al Uruguay, sobre la matanza del cerdo en Galicia recuerda:
“Mi padre compraba todos los años dos cerdos. El feriante los traía en un carro tiradopor bueyes. A la mañana siguiente se mataban. Había un hombre para eso: el matarife. Veníaa casa con una tinaja para hacer su trabajo. Muchas familias hacían de aquella igual que noso-tros. Ese día había fiesta y no íbamos a la escuela. Mi madre hacía filloas de sangre. Nos sabí-an a gloria”. (Samuelle, C., 25:1993).
En algunos casos, esta costumbre de la matanza se trasladó a América. Se reuní-an algunos paisanos y compraban un cerdo. Al llegar la época idónea lo faenaban. Paraello, aprovechaban un domingo, que por lo general era el día de asueto. El día de la faenacomenzaba muy temprano. Entre varios paisanos cogían al animal y el más hábil le dabael golpe de gracia. Luego se abría, se lavaba y se distribuía el animal para sus diferentesusos. Debajo se colocaba una tinaja para aprovechar la sangre para las morcillas y fillo-as. Cuando el animal ya estaba muerto y limpio, los niños asistían absortos al espectácu-
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(*) ñoquis: pasta italiana que se hace a partir de un puré‚ de patatas, sémola, etc. A la masase le da una forma alargada para después cortarla en trozos más pequeños a los que se le daforma de caracol. Tradicionalmente se comen los días 29 de cada mes y debajo del plato se ponedinero. Dicha tradición se recrea para atraer suerte y dinero. Es común a ambas orillas delPlata, y fue adoptada en muchos hogares gallegos. En Argentina, también se denominaba“ñoquis” a algunos parlamentarios que solo asistían a las sesiones el día de cobro que coinci-de con la misma fecha que se degusta los ñoquis.
lo, en el que el matarife de turno inflaba los pulmones del cerdo y enseñaba a los peque-ños el parecido del humano con el citado animal. La faena remataba con un almuerzo enel que se degustaban las filloas de sangre.
A la usanza tradicional, del cerdo se extraían múltiples derivados, entre los quecabe mencionar los chorizos, el jamón, el tocino y el “unto” (tocino salado), fundamen-tal a la hora de la elaboración del típico caldo gallego.
Al hacer referencia a las comidas típicas, debemos tener en cuenta que, comoellos señalan, en un principio hacían más comidas típicas que en la actualidad. Esto es,porque por un lado, al ser personas mayores deben seguir regímenes alimenticios yexcluir las comidas con alto contenido de colesterol. Pero por otra parte, influye tambiénel elevado costo de algunos productos españoles. Así esta informante emigrada en losaños cuarenta a la Argentina nos dice:
“Cuando tengo dinero hacemos pulpo, bacalao y sardinas. Pero comemos pocas cosasde allá, unas por salud y otras por precio”. (Buenos Aires, abril 1994).
A modo de ejemplo, podemos mencionar el costo en Argentina de algunos pro-ductos típicos españoles: el kilo de pulpo en el año 1994, ascendía a unos U$30 y el litrode aceite de oliva aproximadamente, U$12; estos precios son muy elevados y, por logeneral, prohibitivos para el poder adquisitivo de un gran número de nuestros gallegosque integran la clase pasiva, como esta gallega emigrada a la Argentina en 1951 quecomenta:
“A pesar de estar jubilados, tenemos que seguir trabajando porque con U$145 de jubi-lación no podemos vivir” (Buenos Aires, agosto 1994).
En cambio, en otros casos algunos productos tienen un costo accesible, y por ellotienen ocasión de recrear platos típicos que en Galicia se hacían de forma esporádica,como es el caso de la buena y exquisita carne rioplatense. Así lo señala esta mujer emi-grada a Buenos Aires en la década de los cincuenta:
“Hago estofado, callos y cocido. Acá aprendí a hacer el estofado, porque allá no teníamoscon qué hacerlo. Sólo se comía carne por las fiestas, dos veces al año”. (Argentina, marzo 1994).
Respecto a los hábitos alimenticios, debemos destacar que los gallegos emigrados,por diversas circunstancias, tuvieron una dieta muy limitada, como lo relata esta mujeremigrada a la Argentina en el año 1951:
“Matábamos un cerdo al año que no nos daba para consumir todo el año, pero cuandose terminaba no se comía más. Cuando se hacía la siega de la hierba seca, había que hacer unabuena comida y después en el carnaval otra y se terminaba. Se guardaba un poco, para cuan-do venía alguien de afuera para hacer un trabajo en la casa, había que tener un poco de carnepara darle: se le decía el “compango” y por la tarde se le hacía una tortilla y cenaba antes deirse. El aceite, hasta la guerra, casi no se conocía porque se usaba la grasa de cerdo. Cuando
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la guerra se compraba con las cartillas de racionamiento y empezó a usarse, el de soja, que elde oliva se exportaba a Norteamérica. Conocí el aceite de oliva recién en América. El arroz secomía durante las fiestas, los huevos, se comían por pascuas porque por lo regular se vendíanpara pagar los impuestos y para ropa. Las tortillas eran de harina de trigo o de maíz. Para abas-tecernos íbamos a Santa Comba a la feria donde había tres al mes. Se vendían productos varia-dos de campo, pescado y los enseres de la casa. Además de huevos y gallinas vendíamos poro-tos, patatas y a veces algún cerdito o un ternero. La carne de vaca solo se comía para la fiestapatronal. Entre todos los vecinos matábamos una vaca”. (Buenos Aires, agosto 1994).
Una vez en América los gallegos se encontraron con una serie de productos a losque en su lugar de origen no tenían fácil acceso; tal es el caso de nuevas frutas, hortali-zas y verduras. (Castro, X., 1993).
Dentro de la dieta, un producto básico en la alimentación rioplatense y por con-trapartida muy valorado en Galicia es la carne. Xavier Castro, investigador gallego yconocedor del Río de la Plata, nos cuenta:
“En los países rioplatenses la adaptación de los gallegos al nuevo régimen de comidas fueen general fácil. Valoraban en especial la abundancia y baratura de la carne, que sólo podíancomer, en fresco, en muy contadas ocasiones en sus aldeas de procedencia”.(Castro, X.,9:1993). Incluso observa que, al regresar a Galicia, muchos gallegos retornados estable-cieron las famosas “parrilladas” rioplatenses.
Otro cambio en la alimentación del emigrante fue la introducción de gran varie-dad y cantidad de productos que en la Galicia de la posguerra estaban vedados. A modode ejemplo, uno de nuestros entrevistados llegado al Uruguay en el año 1954 nos cuenta:
“Cuando llegamos vivimos con mi tío. Ahí fue un drama. Nosotros en España vivía-mos en La Coruña, en un edificio de seis pisos. La casa de mi tío estaba muy bien pintada yarreglada pero era con techo de zinc. La casa de mi abuela en el campo era mejor. Eso para mífue un drama, pero lo lindo era que en esa casa había quesos enteros, mortadelas enteras y cajo-nes de frutas para los primos y para mí, y eso no lo había en La Coruña; entonces, una cosa,compensó la otra”. (Montevideo, octubre 1988).
Por último destacamos un aspecto que para nosotros tiene un gran interés : lainfluencia de la cocina italiana en los emigrantes gallegos, especialmente las pastas y laspizzas. “Fue en América donde los gallegos descubrieron y aprendieron a apreciar las pastas,que en general encontraron muy apetitosas. Y, desde luego, también pizza, que con su rápida yfácil forma de preparación derrotó en toda regla a la casi mítica (en España) empanada galle-ga. De este modo, algunos emigrantes, de los muchos que trabajaron en la hostelería, abrieronlocales en los que se despachaban pizzas, y en menor medida, hacían también las típicas empa-nadas para el público gallego, por revestir para él un alto valor simbólico como producto de latierra”. (Castro, X., 11:1993).
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Si bien en términos generales coincidimos con las apreciaciones de Castro, nocompartimos la idea que la pizza derrotara a la típica empanada gallega. Creemos que anivel cotidiano y familiar ambas coexistieron. En las casas se hacen pastas, pizzas y otrasvariantes italianas como las “fugazzas”, as “tortas pascualinas” y “fainás”, pero no por ellose dejan de hacer las típicas empanadas gallegas cuando la ocasión lo requiere.
La cultura gastronómica rioplatense está basada en la carne. Los hogares de losemigrantes gallegos, que vivieron en Galicia la escasez de productos, adaptaron su coci-na a un nuevo estilo de vida. En la alimentación los hijos siempre juegan un papel pro-tagonista, y ellos prefieren (como los niños y jóvenes en general) la cultura de la carney la pasta a la dieta tradicional. A pesar de todos estos factores en contra, la cocina galle-ga persistió en sus productos más emblemáticos y coexistió con la cocina rioplatense.
Donde sí triunfa la comida italiana frente a la típica gallega es en el ámbito gas-tronómico de la hostelería. Como ya hemos podido ver, los restaurantes regentados porgallegos (y también por españoles en general) implementan sobre todo comida de fácilmanufactura y bajos costos, como son las pizzas y las pastas.
7.6.2. LA MÚSICA, OTRO RASGO DE DENTIFICACIÓN CON LA CULTURA DE
ORIGEN
Además de la comida, lo que nunca falta es la música y el baile. Ese gusto por lamúsica española, en general, y gallega en particular, siempre está presente. Este gallegoemigrado al Uruguay en el año 1937 nos dice al respecto:
“Me gusta mucho la música gallega, sobre todo la gaita. Canto en gallego porque es laforma de darle salida al espíritu de lo que es Galicia”. (Montevideo, septiembre 1987).
O este otro emigrante que llegó al Uruguay en los años sesenta nos cuenta:
“Fui un emigrante más tardío, y entonces también necesitaba un período de adaptación.En los primeros diez años, me conectaba poco, pero cuando surgía la necesidad de estar con mispaisanos, entonces me reunía para cenar y hacer algo que nos gusta mucho, cantar”.(Montevideo, julio 1987).
Además de la música española y especialmente gallega, les gustan las audicionesradiales españolas, cine y programas televisivos del mismo origen que, a partir de media-dos de los años setenta, han tenido gran auge a nivel internacional.
Al seguir adelante con nuestro análisis,observamos otros factores que vinculan alinmigrante con Galicia, como es el grado de información que tienen de la actualidadgallega y cómo se informan.
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7.6.3. OTROS VÍNCULOS CON SUS RAÍCES: PRENSA ORAL Y ESCRITA.
Al observar la manera de informarse en ambas orillas del Plata, nos encontramoscon ciertas diferencias de interés: en Argentina el vehículo de comunicación más frecuen-te es la prensa escrita, en cambio en Uruguay lo son las audiciones radiales españolas.
En Argentina, el 65.7% de nuestros entrevistados se informa a través de la pren-sa escrita, mientras que en Uruguay la preferencia mayor es por medio de las audicionesradiales. El 91% de nuestros entrevistados en Uruguay escucha audiciones radiales espa-ñolas, frente al 61% que lo hace en la Argentina.
Los gallegos de la Argentina:
De los que leen prefieren los siguientes periódicos y revistas:
“La voz de Galicia”.................................. 11%
“El Correo Gallego” .................................. 9%
“Faro de España” .......................................2%
“Carta de España” .....................................4%
“Galicia no mundo” ..................................2%
Otros .........................................................35%
Varios .......................................................11%
No contesta ..............................................26%
En cuanto a las audiciones radiales españolas, los gallegos en la Argentina lasescuchan en un 61%.
Audiciones radiales preferidas por los gallegos en Argentina:
“Galicia Hoxe” ........................................ 31%
“Recorriendo España” ...............................8%
“Bajo el Sol de España” .............................2%
Otras .........................................................41%
No contesta ..............................................18%
Las audiciones radiales españolas en el Río de la Plata siempre han tenido unlugar destacado dentro de las preferencias de los emigrantes.
El primer antecedente en Argentina lo situamos en el año 1932 en la hora ibero-americana de Manuel Nuñez Búa. Años más tarde (1945) nació la audición“Recordando a Galicia” de una hija de gallegos, Maruja Boga. Otra emisión radial deprestigio fue “La Voz de Galicia” (1953), dirigida por el actor gallego Fernando Iglesias(Tacholas). Al año de la anterior, surge “Galicia emigrante “, que se transmitía todos losdomingos por Radio Libertad y fue regida por el artista Luis Seoane. Posteriormente
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(1958) nace “Galicia en el aire” a cargo del periodista gallego Andrés RodríguezBarbeito. (Vilanova, A., T.II:1966).
Todas estas emisiones se extinguieron en el tiempo. En la actualidad existen algu-nas emisiones españolas como “Recorriendo España” o “Bajo el sol de España”, y a nivelde la colectividad gallega “Galicia Hoxe”. El director de la emisión radial gallega“Galicia Hoxe”, Juan Carlos Iniesta (hijo de madre gallega), nos cuenta sobre la misma:
“Nace en septiembre del 91. Se emite por radio Colonia (Uruguay). Es el único pro-grama gallego en la actualidad. Hubo un programa de Maruja Boga y otra del Centro Gallegoa cargo de Graciela Pereira”.
“La audición parte de lo que se genera en Galicia. Fundamentalmente, queremos des-pertar el orgullo de ser gallegos. Hemos recibido el premio mayor que se da en Galicia, el“Premio Galicia Comunicación”, a la mejor labor en medios radiofónicos”.
El director de “Galicia Hoxe” también es el representante en Argentina del sema-nario gallego ” Galicia no Mundo” (1993), a propósito del cual en la misma entrevistanos dice:
“Es el primer emprendimiento hecho por gallegos en el exterior. Los capitales son pues-tos por gallegos de América. Cambiaron el concepto de emigración por galleguismo. MostrarGalicia en su potencial, su futuro y desarrollo. En las instituciones llega el jueves y hay unagran adicción. La iniciativa surge de gallegos que estaban en otros medios como Paco Soto sudirector que trabajaba en la BBC de Londres. Le faltaba a la emigración un periódico de esascaracterísticas. Se sustenta con las afiliaciones. El semanario trabaja para la Galicia de futuro.Se envía gratuitamente a todas las instituciones. Hoy ocupa el primer puesto entre los periódi-cos para la emigración.” (Buenos Aires, febrero 1994)
Debemos destacar que la audición “Galicia Hoxe”, al ser emitida por RadioColonia, también es escuchada desde el Uruguay, y el periódico “Galicia no Mundo”también llega y tiene corresponsalía en este país.
Los Gallegos del Uruguay:
Para los gallegos del Uruguay, la preferencia mayor es a través de las audicionesradiales. El 91% de nuestros entrevistados las escucha.
Audiciones radiales preferidas por los gallegos del Uruguay:
“Sempre en Galicia”.................................61%
“Glorias de España”..................................30%
Si nos remontamos en el tiempo, la primera audición de radio sobre Galicia, omás específicamente sobre arte popular gallego, fue “Airiños da miña Terra”, en home-naje a la popular poetisa gallega Rosalía de Castro.
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Nació aproximadamente por el año 1935, y se emitía todos los domingos porRadio Ariel, dirigida por los hermanos Cadilla. Esta audición duró aproximadamente dosaños. (Lamarque Pons, J. 1978).
Además de “Airiños da miña Terra”, en la década de los treinta hubo otras audi-ciones radiales españolas, pero netamente gallega apareció en la década de los cincuen-ta “Sempre en Galicia”; cuyo nombre es un homenaje al escritor y dibujante gallegoAlfonso Rodríguez Castelao y a su obra “Sempre en Galiza”. Nace un 3 de septiembrede 1950 y se ha mantenido hasta la actualidad. Se emite todos los domingos a las nuevede la mañana por CX16 Radio Carve de Montevideo, emisora que también es escucha-da en Argentina.
La idea de realizar una emisión completamente en lengua gallega estuvo a cargodel diputado de la República, Alfredo Somoza, cuyo objetivo fue mantener en un lugardel mundo la lengua gallega. El tomó contacto con el resto de los fundadores AntónCrestar, Jesús Canabal, Emilio Pita, Luis Tobío, Pedro Couceiro, Manuel Leiras y ManuelMeilán. Prácticamente todos han fallecido, a excepción de Luis Tobío quien, a finales delos años noventa vivía en Madrid.
“Sempre en Galicia” es una audición de gran difusión y tradición entre los galle-gos, fundamentalmente los de Uruguay. Debemos destacar que tienen una forma de aper-tura al son de gaitas, cuyo objetivo es poder localizar fácil y rápidamente su emisión. Ungallego emigrado al Uruguay a mediados de los años cincuenta nos dice:
“Los domingos, es la misa mía. En España tenía la devoción de ir a misa, y aquí tengo la cos-tumbre o devoción de escuchar Radio Carve todos los domingos”. (Montevideo, noviembre 1987).
Es el programa radial más antiguo del mundo dedicado a difundir el arte y la cul-tura del pueblo gallego, donde se habla únicamente esta lengua, hechos que la hacenúnica en la emigración. Un programa de estas características pudo prosperar en Uruguayporque tiene una legislación más flexible que la Argentina, que prohibe emisiones radio-fónicas en lenguas extranjeras.
A finales del siglo XX, se mantiene con las mismas características de un princi-pio: una nota editorial, música, información sobre Galicia y todo lo que está relaciona-do con ella. La dirección actual, después del fallecimiento de su último director y fun-dador Manuel Meilán, está a cargo del periodista gallego Toni de Seárez.
En Uruguay, la prensa escrita no tiene tanta relevancia como las audiciones radia-les, pero entre ellos debemos destacar algunas preferencias.
Medios de prensa escrita preferidos por los gallegos de Uruguay:
“El Diario Español” ..................................34%
“Carta de España”.....................................17%
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El “Diario Español” fue fundado en el año 1906, tiene una larga trayectoria en elUruguay y es el único medio de prensa escrita de publicación que permanece desde suorigen hasta nuestros días. Fue fundado por un gallego, Manuel Magariños, y dirigido poruno de sus descendientes. Este periódico es seguido en importancia por la revista “Cartade España”, publicada por el Instituto Español de Emigración, de mucho más corta tra-yectoria que el anterior, dado que data de comienzos de la década del sesenta.
Como podemos observar, los entrevistados en Uruguay, más que los periódicos deorigen gallego, leen aquellos medios dedicados a la emigración, como el “Diario Español”y “Carta de España”. La lectura de periódicos gallegos es esporádica; los que más los leenson aquellos que se integran a las instituciones españolas y tienen un fácil acceso a ellos.Así nos lo comenta este gallego emigrado al Uruguay en 1950:
“Leo poco. Antes estaba suscrito a “Carta de España”, pero ahora no. Me llevo diarios(periódicos) de la biblioteca de Casa de Galicia y del Centro Orensano. Me gusta” El Faro deVigo”, porque era el que iba para el cura párroco del pueblo y lo leíamos entre los vecinos”(Montevideo, julio 1989).
O esta mujer emigrada al Uruguay en el año 52 que nos dice:
“Diarios no compro, leo los que llevo del Patronato: “La Voz de Galicia”, “El Faro deVigo” y “El Correo Gallego”. (Montevideo, abril 1987).
Por último debemos decir que los medios de prensa oral y escrita trascienden elestricto ámbito informativo y son considerados por el emigrante como vínculos afectivosde contacto con Galicia.
Sobre este aspecto, un gallego emigrado al Uruguay en el año 1954 señala losiguiente:
“Me gusta la música española y todo lo demás, pero estoy en contra de escuchar esasmismas canciones de hace veinte años, que todavía se siguen escuchando. Está bien porque espara mantener la imagen, pero la gente está escuchando las mismas canciones que cuando vino.Ahora están cambiando, pero hasta hace poco las audiciones ponían las mismas canciones porlos mismos cantantes”. (Montevideo, octubre 1986).
Indirectamente, a través de su queja, este emigrante deja ver lo que sucede conlos medios de comunicación dedicados a la emigración: más que medios de informaciónson medios afectivos de vinculación del emigrante con su lugar de origen. En la emigra-ción se mantienen ciertos aspectos tradicionales que en Galicia se han perdido. Otrogallego emigrado al Uruguay en el año 37 destaca:
“En el año 71 fuimos con mi hija a Galicia, y en la fiesta de mi pueblo no había gaitay la Jota la bailaban como vals. Le dije a mi hija: vamos a demostrarle a esta gente lo que esta-mos haciendo nosotros en América, que no lo hacen los gallegos aquí en Galicia”. (Montevideo,julio 1988).
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Los emigrantes luchan por mantener su cultura de origen, la que vivieron en suinfancia y juventud, que por lo general en Galicia se ha perdido, porque los gallegos queviven en ella no tienen los mismos puntos de referencia que los que están en la diáspo-ra. Así, se produce una dicotomía de la Galicia actual con aquella que se vive desde laemigración, que lucha por conservar una esencia abstracta del recuerdo.
7.6.4 LAS RELACIONES ENDOGRUPALES: OTRO VÍNCULO DE LOS EMIGRAN-
TES CON SUS RAÍCES.
Por último, debemos decir que además de la cocina y la música, otro factor queles vincula con sus raíces son las interrelaciones con sus paisanos. La relación con per-sonas de su mismo origen les permite mantener ese nexo especial y, en cierta forma, miti-gar la morriña.
Situados en este punto, introducimos otro de los presupuestos que manejamos yque, a través de nuestro trabajo de campo, hemos podido corroborar:
-A nivel de las relaciones intergrupales, también se dan preferencias endogru-pales y se preservan muchas de las amistades gallegas de un principio, aunque tam-poco existen problemas de integración con la gente de la región de acogida.
Reunirse con la gente del mismo origen para el emigrante tiene un significadoespecial; así nos comenta esta gallega emigrada al Uruguay a principios de los cincuenta:
“Nos seguimos viendo con los españoles, con la misma gente de antes, es lindo porque unosigue la amistad de siempre. Nos reunimos y jugamos a las cartas”. (Montevideo, octubre 1988).
Reunirse para recordar las vivencias de los orígenes, es una forma de mantenerse vin-culado a las raíces; así lo expresa esta emigrante arribada al Uruguay en los años cincuenta:
“Me sigo llevando con mis amistades de antes. Aquí en mi casa siempre mis amistadesson gallegas. Jugamos a las cartas, siempre charlamos de la tierra. (Montevideo, julio de 1986).
Siempre en esas conversaciones y reuniones se habla de la tierra, del pasado enGalicia, de las peripecias en América y se termina haciendo balance de vida, como noscuenta esta mujer emigrada al Uruguay a principios de los años cincuenta:
“Cuando nos reunimos conversamos siempre cosas de España, como uno pasó allá, sinos gustaría irnos para allá, o si nos gustaría quedarnos.(Montevideo, agosto 1988). En esasreuniones, como ya hemos visto, el tema fundamental es la tierra, y la forma de expansiónmás común es en torno al juego de cartas, fundamentalmente a la brisca. Así lo comen-tan varios emigrantes, como este gallego emigrado a la Argentina en los años cincuenta:
“Hacemos muchas cosas. Nos reunimos los sábados a la noche con cinco matrimonios de pai-sanos. Comemos bien, jugamos a la brisca y tomamos un buen café”. (Buenos Aires, abril 1994).
Esta gallega, emigrada al Uruguay en el año 59, nos dice algo similar:
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“Con los gallegos hay mayor intimidad, porque es el mismo idioma, y criticamos deacá y de allá. Hacemos meriendas, asados, empanada de pescado, jugamos a la brisca, escu-chamos cassettes gallegos. Me reúno con gallegos, porque me entiendo mejor con ellos; porqueyo qué le voy a hablar de Galicia, si no la conocen”.(Montevideo, septiembre 1987).
Estos dos emigrantes señalan dos aspectos de interés, como es el jugar a las cartasy el consumo de café‚. La costumbre del juego de cartas se ha mantenido hasta la actua-lidad y el reunirse en torno a una taza de café es una costumbre muy extendida entrenuestros entrevistados. Respecto al consumo del café‚ Xavier Castro señala lo siguiente:
“En la emigración parece haberse producido con relativa facilidad la adaptación a lasformas de tertulia y convivencia que se organizaban al calor de las infusiones. Los aldeanos queemigraban no tenían este hábito con anterioridad a la emigración. El café no estaba muy difun-dido todavía antes de la guerra de 1936, siendo en el medio rural un artículo que se tomabaexcepcionalmente en las fiestas o en alguna ocasión especial. Por su parte la manzanilla y el téposeían un carácter de remedio digestivo antes que de bebida estimulante y propiciadora de laconversación. Pues bien, en América se asimilan estas nuevas bebidas y las formas de convi-vencia que solían llevar aparejadas, prácticamente sin dificultad”. (Castro X., 15:1993).
Si bien algunos gallegos “acriollados” han adoptado la costumbre de tomar la típi-ca infusión de yerba mate rioplatense, ésta no fue una adopción generalizada, porquecomo también señala Xavier Castro, los gallegos encontraban antihigiénica la costum-bre de compartir el mate, puesto que implica pasar de boca en boca el utensilio (bombi-lla) que se emplea para su succión.
Por el contrario, se afianza la costumbre de tomar café‚ favorecido porque la granhumedad rioplatense requiere una bebida estimulante. La costumbre es común paraambos sexos: los hombres dentro y fuera de casa, en las tertulias de las instituciones o enlos bares; para las mujeres en cambio, fue una tradición de puertas adentro, para cuandohabía tardes libres, junto a la costura o al punto o en tardes de visita en que se comen-taban las cartas que llegaban del otro lado del mar.
Además de las reuniones espontáneas e informales, los gallegos se reúnen para lasfiestas tradicionales de fin de año o con motivo de alguna festividad del pueblo. A nivelinstitucional es usual que se organice la celebración de alguna fecha que se conmemoraen Galicia, como por ejemplo la de Santiago Apóstol, o los distintos aniversarios de lasinstituciones. El rememorar las fiestas del pueblo es también otro de los lazos que lesunen con su lugar de origen y, en algunos casos, se acercan a las instituciones españolas,para afianzarlos, como este hombre que emigró al Uruguay en el año 1950:
“Lo único que hago que me recuerde a España, venir a los bailes de Casa de Galicia oa otra institución de los españoles. Voy a casi todas solo ahí sí nos recordamos como España,como cuando se inaugura la Quinta de Galicia. Es como las fiestas que había en España.”(Montevideo, agosto 1987).
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Al seguir profundizando y preguntar qué otras cosas les mantienen vinculados conGalicia, este emigrante que llegó a la Argentina a principios de los cincuenta nos dice:
“Me acuerdo de mi casa y mis costumbres, la familia y la tranquilidad de mi pueblo”.(Buenos Aires, mayo 1994).
Otros, como este hombre emigrado a fines de los cuarenta, enfatiza:
“Todo me recuerda a Galicia. No hace falta hacer nada, me recuerdo todos los días.Siempre la recuerdo, porque nunca la olvidé”. (Buenos Aires, julio 1994).
Aunque hayan pasado muchos años, para nuestros informantes el rememorar elpasado, el recuerdo de la tierra y las raíces es doloroso. A modo de ejemplo, el testimo-nio de esta gallega emigrada al Uruguay en el año 54:
“De España me recuerdan las fiestas, me acuerdo mucho, soy una persona sensible,melancólica, como todos los gallegos, entonces cualquier cosa de España me da esa angustia.Cuando recuerdo algo de allá, me emociono, (se le llenan los ojos de lágrimas y llora) a pesarde que estoy contenta acá, pero recuerdo mis hermanos, mi familia. La música española, en vezde darme alegría, me da tristeza, me recuerda cuando iba a las fiestas; me encantaba bailar la Jota,la muñeira, otra cosa que me encanta es la pandereta, que yo la toco, eso me trae recuerdos. Losrecuerdos son siempre de la familia, y me dan tristeza, al faltar mi madre, mis hermanos. Esascosas no me dan alegría sino tristeza. Las costumbres, hay muchas cosas que las sigo haciendo: lapaellla, el pescado, el caldo gallego, las comidas las sigo haciendo, y comidas de acá, porque sontantos años, que te vas adaptando, y te vas acostumbrando”. (Montevideo, octubre 1988).
Esos vínculos con la tierra, el rememorar el lugar donde nacieron, los transmitirán alas nuevas generaciones, como bien expresa esta gallega emigrada al Uruguay en el año 52:
“Siempre trato de llevar lo gallego en las comidas, y a mis hijas siempre les hablo de mitierra”. (Montevideo, octubre 1987).
Esta informante refleja algo que hemos observado en todo nuestro trabajo decampo y a través de nuestra propia experiencia vital: tal es el ejercicio que los gallegoshacen con sus hijos, que estos llegan a conocer la tierra de sus padres sin haber ido aGalicia, y para los que van es como retornar a un lugar conocido.
La permanencia de esos vínculos informales sigue latente a pesar del tiempotranscurrido; el gallego sigue en su lucha por conservar las tradiciones de su tierra natal,ancestral deseo de todo hombre de “sentir” que tiene una historia.
Muchos han retornado, a consecuencia de la situación vivida en el Río de la Platay las mejoras en Galicia, pero muchos se han quedado y ha pasado mucho tiempo. Hoylos lazos afectivos y familiares que les unen con la región de acogida son firmes, aunquevivan a caballo de dos mundos: el que dejaron, donde tienen sus raíces, y el que adopta-ron, donde están los frutos de sus desvelos.
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Algunos ejemplos de las formas de identificación étnica son las celebraciones, que por lo gene-ral se decantan por la elaboración de una comida, preferentemente típica, pero también conproductos del país, y en las que nunca falta la música y el baile.
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8.1 LENGUA Y NACIÓN
Al estudiar la emigración gallega al Río de la Plata, observamos que en la actua-lidad permanecen algunas costumbres y preferencias que les identifican con Galicia, perola lengua no es una de ellas.
Para analizar la situación de la lengua gallega, debemos definir algunos conceptospertinentes, como lengua y nación. Respecto al concepto de nación, varios autores coin-ciden en que es un término complejo de precisar porque nos enfrentamos “con una for-mación social difícil de analizar, que es producto del desarrollo social y, a la vez, uno de los fac-tores más potentes, que inciden sobre el mismo. En realidad la nación es una relación social,que se modifica constantemente y que reviste significados muy diferentes según las condicioneshistóricas en que se desenvuelve”(Sáenz de Santa María, C., 23:1976).
En la formación de la nación intervienen varios factores como la lengua, la cul-tura, las instituciones etc, los que inciden con un peso específico propio y que se rela-cionan con los demás de forma variada.
“Si bien existen en una nación factores relativamente permanentes, el carácter nacionalcambia conforme va desarrollándose la historia. El carácter nacional es un producto de la his-toria. No funciona como una “fuerza invisible y que se basta a sí misma”, como una fuerza quese mueve de forma misteriosamente autónoma”. El carácter nacional es en realidad “un sim-ple medio de intervención de otras fuerzas”, es la apariencia oculta “el hecho de que la historiade los antepasados, las condiciones de su lucha por la existencia, las fuerzas productivas que losdominaban y las relaciones de producción que establecían entre sí, determinan también‚ el com-portamiento de sus descendientes. Es el medio por el que intervienen en cada momento presen-te otras fuerzas, que son las determinantes de las características peculiares de cada nación”.(Sáenz de Santa María, C., 26:1976:).
En los hechos, la realidad ha sido muy variada. “La diversificación de las condicio-nes en las que viven los habitantes de un mismo territorio, hace difícil que exista un carácternacional único. Esta tendencia a la diversificación del carácter nacional se ve favorecida por
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CAPÍTULO 8
OTROS FACTORES DE IDENTIFICACIÓNCON LA CULTURA DE ORIGEN:
ANÁLISIS LINGÜÍSTICO
múltiples factores: la variedad geográfica, la cultura o incultura, o bien por la diferencia queexiste en el ritmo de desarrollo social (feudalismo-capitalismo) de las diferentes zonas que com-pongan un determinado territorio extenso”. (Ibídem:32) Ante la diversificación del carác-ter nacional, un instrumento básico empleado por el poder para conseguir la centraliza-ción ha sido la unificación lingüística: tratando de imponer, para lograr su objetivo, lalengua dominante del Estado.
8.2 IMPORTANCIA DE LA LENGUA DE ORIGEN
La lengua, además de cumplir la importante función de comunicación, cumpleotra fundamental, que es la de transmitir valores y pautas culturales que son inherentesa la sociedad en cuestión y no a otra.”El sistema lingüístico de fondo de experiencia de cadalengua, no es simplemente un instrumento que reproduce ideas, sino que es más bien en símismo el verdadero formador de las ideas, el programa y guía de la actividad mental del indivi-duo que es utilizado para el análisis de sus impresiones y para la síntesis de todo el almacena-miento mental con el que trabaja.” De esta forma “el mundo es presentado en un flujo calei-doscópico de impresiones que tiene que ser organizado en nuestras mentes - y esto significa - quetiene que ser organizado en nuestras mentes por los sistemas lingüísticos. Nosotros dividimos lanaturaleza, la organizamos en conceptos, y adscribimos significados, principalmente porquehemos llegado al acuerdo de hacerlo así - un acuerdo que se mantiene a través de la comunidadque habla nuestra misma lengua - y que está codificado en los modelos de nuestro lenguaje.Naturalmente, este acuerdo es implícito y no queda expresado, pero sus términos son absoluta-mente obligatorios; no podemos hablar sin adscribirnos a la organización - y clasificación deinformación que determina el acuerdo”. (Whorf, B.,241: 1971).
Las relaciones entre lengua y cultura son de diferente tipo; el idioma mismo vienea ser una forma inmediata de la cultura, y es en la lengua, donde se reflejan muchas otrasformas culturales. (Gugenberger, E., 1997).
Según Coseriu “No se habla con la lengua como tal, con la competencia lingüística”,sino también con el “conocimiento del mundo”, es decir, “con el conocimiento, la concepcióny la creencia de las “cosas”; y el conocimiento del mundo influencia y determina hasta ciertogrado la expresión idiomática”. (:Gugenberger, E.,134:1997. Traducción de la autora)
Respecto a la complejidad e importancia de nuestra lengua de origen, rescatamosuna conferencia dictada por el escritor gallego Víctor Fernández Freixanes quien, a pro-pósito de la validez de la lengua materna dice lo siguiente:
“Cuando el hombre es capaz de construir sus propias palabras y cuando dispone de pala-bras propias de su lengua, es cuando se define más profundamente a una cultura y a un pue-blo, ése es un patrimonio impagable. Solamente perdiéndolo se daría uno cuenta del tesoroinmenso que es tener una lengua propia y un pensamiento propio, desde nosotros mismos, conuna estructura que fue cociéndose‚ durante siglos, que viene de mil años atrás, que fueron
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tejiendo nuestros padres, nuestros abuelos y que le podremos dar a nuestros hijos: nuestras pala-bras. Ser dueños de nuestras palabras. Cuando somos dueños de nuestras palabras podemos serdueños de nuestras cosas. Si no somos dueños de nuestras palabras, si no valoramos lo nues-tro, siempre viviremos de prestado, buscando palabras prestadas, siempre buscando a alguienque nos diga cómo son las cosas, porque nosotros no tenemos pensamiento propio, discurso pro-pio, una visión propia del mundo para, desde nosotros mismos, cumplir el futuro de nuestraidentidad. Ese es el secreto de la aventura en la que estamos embarcados y se embarcaron nues-tros abuelos y se embarcarán nuestros hijos, y es la defensa de Galicia como identidad cultural,como identidad lingüística, como identidad histórica en la que tenemos palabras nuestras quevale la pena defender y por las que luchar”. (*)
Para todo pueblo, su lengua es fundamental, no sólo porque ella es vehículo decomunicación, sino porque le permite identificarse y autodefinirse. Como dice W. VonHumboldt “La lengua no es un simple medio de comunicación, sino la expresión delespíritu y la concepción del mundo (Weltanschauung) de los sujetos hablantes.”(Worf, B.L.293: 1971).
Cada cultura tiene una cosmovisión del mundo que sólo puede ser expresada através de su propia lengua, puesto que la misma tendrá significantes exclusivos para esesistema lingüístico y no para otro. A pesar de ello, cuando dentro de un Estado se danmanifestaciones lingüísticas diversas, se plantea la dicotomía:
Lengua Oficial # Lenguas no Oficiales
Esta realidad, se traduce en sistemas de valores: La Lengua Oficial de “PrimeraCategoría” y el resto, “de segunda.”
8.3 SITUACIÓN TRADICIONAL DE LA LENGUA GALLEGA
8.3.1. EN GALICIA
Un elemento que tradicionalmente ha definido a Galicia era su continuo divor-cio entre la realidad vivida por su pueblo y su situación respecto al resto de España.Podemos destacar que siempre ha habido un desconocimiento y falta de reconocimien-to hacia todos los ámbitos de la cultura gallega: su sistema administrativo no era consi-derado y no tuvo quien defendiera sus intereses, su lengua frente al castellano no era váli-da, con un sistema educativo en castellano y desajustado respecto a la realidad cotidia-na del niño gallego, y finalmente, vive tan aislado y disperso para tomar conciencia desu situación que su única salida era la emigración. Todas estas circunstancias han caladomuy hondo en el pueblo gallego, que ha vivido una eterna dualidad entre la realidad
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(*)(Conferencia dictada en gallego en el “Patronato da Cultura Galega” a propósito del “Díadas letras galegas”. Montevideo, 17 de mayo de 1989. Traducción de la autora).
cotidiana y la irrealidad impuesta desde fuera. La imposición de valores ajenos a su cul-tura como los correctos y válidos, les va a provocar un sentimiento de inseguridad haciasu propia cultura. En definitiva, una crisis de identidad que se agravar con la emigración.
A diferencia, por ejemplo, de lo que sucedía en Cataluña, en donde el catalán fueempleado por su burguesía, en Galicia había dos mundos bien diferenciados: uno mayo-ritario, de habla gallega, y otro minoritario de habla castellana. La clase social domi-nante era la que imponía los valores culturales, lo “socialmente bueno”. Como conse-cuencia‚ la lengua gallega en principio quedó relegada al uso doméstico‚ convirtiéndoseen una lengua de transmisión oral.
A pesar de estas circunstancias, siempre fue la lengua del pueblo gallego; pero conuna instrucción en castellano es fácil prever que la competencia lingüística en ambaslenguas es deficitaria.
Esta situación vivida por los gallegos en España la podemos comparar con lo quesucede en América‚rica Latina con las lenguas indígenas. A modo de ejemplo, podemosmencionar el estudio efectuado por Eva Gugenberger en el caso de los migrantes que-chuahablantes en el Perú. (Gugenberger, E., 1995).
América Latina se caracteriza por la diversidad de identidades étnicas, lenguas ysistemas de civilización que se encuentran en conflicto. Por otro lado, las normas y valo-res promulgados por el Estado-Nación son incompatibles con los pueblos indígenas. Aligual que sucedía en España, “El objetivo consiste en la destrucción del sistema de referenciasde la etnia y su sustitución por el sistema impuesto por los grupos dominantes.la identidad nacio-nal, la búsqueda de la llamada “peruanidad” mexicanidad” y en nuestro caso “hispanidad”, notoma en cuenta la realidad latinoamericana, ni gallega, sino que pretende imponer normas y valo-res dominantes, que representan valores “superiores” mientras que los valores y prácticas cultu-rales indígenas, al igual que sucedía con los gallegos, son estigmatizados. (Ibídem:).
Ante esta situación de menosprecio hacia su cultura, los individuos, al no saber adónde y a quién pertenecen, se sienten atraídos por diferentes identidades muchas vecesincompatibles: A este estado conflictivo, en el que el individuo se ve frente a demandas anta-gónicas por parte de los diferentes grupos, Gugenberger lo denomina “identidad quebrada”.
El conflicto será más grave si el individuo se traslada a un lugar donde su propiaidentidad o parte de ella no son reconocidas socialmente. Esto lo observa esta autora parael caso de los migrantes quechuahablantes en Arequipa, y también sucede con los galle-gos en su medio y luego cuando emigran al Río de la Plata. En ambos casos se trata depersonas de origen rural que se trasladan a una ciudad en la que se sienten extraños y, alsentirse inseguros, ya no pueden ver positivamente partes de su identidad.
Esta autora habla de “identidad quebrada” para calificar esta fase, en la cual unapersona o un grupo se encuentra entre diferentes identidades antagónicas, ya que el tér-
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mino “identidad quebrada” hace referencia a las rupturas y contradicciones que caracterizanuna situación conflictiva. Estas rupturas se manifiestan, por ejemplo, en formas contradictoriasde actuar o en incoherencias entre disposiciones mentales y valoraciones emocionales, por unlado, y el comportamiento en la práctica por otro.” (Gugenberger, E., 87:1995).
Este término de “identidad quebrada” no es estático sino que es un proceso diná-mico, un proceso de cambio, del cual puede surgir algo nuevo, ya que cualquier conflic-to contiene un elemento positivo, de manera que incluye la posibilidad de desarrollarsey lograr una solución. (ibídem).
El caso de los migrantes quechuahablantes no se puede extrapolar estrictamente ala situación vivida por los gallegos en el Río de la Plata, pero podemos observar algunosaspectos que sí tienen en común: se trata de grupos con una lengua en inferioridad de con-diciones, y esa situación jerárquica se expresa mediante un conflicto que subraya un estig-ma. A consecuencia de esa subvaloración de las lenguas maternas frente al castellano, sedarán una serie de reacciones que reflejan, en ambos casos, ciertas semejanzas.
8.3.2 SITUACIÓN CONFLICTIVA DE LA LENGUA GALLEGA.
Varios autores han planteado la problemática de depreciación vivida por la len-gua gallega; nosotros seguiremos la postura de Rafael Ninyoles cuando dice que: “Elhecho de que durante varios siglos el gallego haya sido relegado de toda vivencia ofi-cial y reducido a lengua oral popular, tenía que producir y produjo, claro está, unaprofunda discriminación sociológico- idiomática. Si la lengua del poder, la lengua deprestigio social, era la lengua oficial, mientras que el gallego era sólo la lengua colo-quial del pueblo trabajador, la divisoria lingüística convertíase, inevitablemente, endivisoria social”. (Ninyoles, R.,156:1977).
Como ya hemos visto, estaba por un lado la población mayoritaria campesina, dehabla gallega, y por otro, una población minoritaria de habla castellana residente en las ciu-dades, personas en general con status social superior y con mayor acceso a la instrucción: através de la lengua y su conflicto lingüístico, el gallego expresa su estructura de clase.
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En el pueblo gallego la imposición de valores ajenos a su cultura le va a provocaruna crisis de identidad que se refleja claramente en la lengua.
El conflicto lingüístico se manifiesta mediante la diglosia que se plantea cuandohay una sustitución lingüística motivada por un prestigio sociocultural.
En el caso del gallego nos encontramos ante un claro “bilingüismo diglósico” dadoque va a utilizar las dos lenguas según pautas diglósicas. (Vallverdú,F.,1990). SegúnNinyoles, la diglosia (A > B) comporta una dualidad valorativa y un desequilibrio real,que apunta a dos direcciones fundamentales: la normalización cultural de la lengua B, ola sustitución lingüística. (Ninyoles,R.1990).
Heinz Kloss hace una distinción entre el “bilingüismo sustitutivo” y el “bilingüismodiglósico” y toma en cuenta especialmente la proximidad o distancia lingüística existen-te entre los idiomas de contacto. “En caso de lenguas alejadas, la asimilación en favor de lalengua predominante da lugar a lo que H. Kloss designa “bilingüismo sustitutivo”. El grupo lin-güístico pasa del unilingüismo en la propia lengua al nuevo unilingüismo en la lengua asimila-dora mediante una situación intermedia de bilingüismo sustitutivo”. Por el contrario, en elcaso de lenguas próximas como es el caso del castellano y el gallego “la asimilación a lalengua A se produce a través de la paulatina patuesización de la lengua B, es decir, mediantesu fragmentación indefinida y su compartimentación como lengua exclusivamente popular ofamiliar. Hablamos en tal situación del “bilingüismo diglósico”. (Ninyoles, R.1990).
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INTERINFLUENCIA DEL MEDIO SOCIAL Y GEOGRÁFICO CON EL HABLA
GALLEGO CASTRAPO CASTELLANO
CAMPESINADO PROLETARIADO BURGUESÍA
BURGUESÍA RURAL URBANA
ZONA RURAL ZONA INTERMEDIA ZONA URBANA
GALLEGO GALLEGO CASTRAPO CASTELLANO
Castrapo: castellano muy influido porvoces híbridas gallego-castellanas (castrapismos )
(Ninyoles, R., 1977)
Ambos bilingüismos (el diglósico y el sustitutivo) plantearán el siguiente conflic-to lingüístico:
Para el grupo lingüístico de idioma B la elección es, a corto o a largo plazo, unanecesidad real. Tal elección no significa en todo caso la pérdida de la lengua A comosegunda lengua de relación. (Ninyoles, R.1990). Esta es la realidad lingüística vividapor el gallego antes de salir de Galicia, y veremos cómo más tarde se repetirá y agrava-rá cuando llega al Río de la Plata.
En el caso específico de la lengua gallega, como hemos visto, esto se manifestó alo largo de su historia, de hecho y de derecho, creando así en su pueblo un sentimientode inseguridad hacia su cultura y su lengua. Ese sentimiento se hace patente en la propiavaloración de los involucrados. Por ejemplo, esta mujer emigrada a la Argentina a finesde los años cuarenta que nos dice:
“Las instituciones ofrecen mucho deporte y el dialecto gallego que lo están con-virtiendo e idioma”. (Buenos Aires, año1994).
Como podemos apreciar, incluso se duda que el gallego tenga status de lengua. Lasituación de inseguridad hacia su propia cultura aflorará y se agravará en la emigración;circunstancia que va a influir en la transmisión cultural a las nuevas generaciones.
8.4 SITUACIÓN DE LA LENGUA GALLEGA EN EL RÍO DE LAPLATA.
Previamente, hay que destacar dos aspectos que son básicos para nuestro análisis:
- Por un lado, subrayamos explícitamente que la lengua es importante para lacultura y que hay una estrecha relación entre lengua y cultura.
- Y por otra parte, que hay un conflicto o relación jerárquica entre la lenguaoficial y las lenguas minoritarias.
A través de nuestro trabajo de campo hemos observado que la lengua gallega semantiene a nivel familiar y con los paisanos más allegados, pero, salvo excepciones,
Sustitución
Conflicto lingüísticoBilingüismoDiglosia
Normalización
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no se transmite a las nuevas generaciones. Esta situación se debe a una serie de facto-res que han intervenido. Para detectar porqué la lengua gallega se mantiene como segun-da lengua de relación, debemos ir a las raíces, y observar qué sucedía con la comunidadgallega en la región de origen. De nuestros entrevistados en la Argentina, el 76% hablagallego y el 24% no lo habla. En el Uruguay, el 80% lo habla y el 20% no lo hace.Respecto a los que hablan gallego, preguntamos con quién lo hacen.
Con quién hablan gallego:
Los gallegos en Argentina Los gallegos en el Uruguay
El 20% habla con su cónyuge El 51% habla con su cónyuge
13% con sus hijos 6% con sus hijos
18% con otros miembros de su familia. 7% con otros miembros de su familia.
49% con sus paisanos 36% con sus paisanos.
Al analizar los datos de ambos grupos de emigrantes podemos apreciar una dife-rencia sustancial: entre los emigrados al Uruguay, el porcentaje de los que hablan con supareja es mayor que entre los de Argentina. Sin embargo, en ambas emigracionesestá muy presente el hecho de hablar con personas con las que comparten amistad yvecindad.
En cuanto a la transmisión de la lengua a sus hijos, observamos que el porcenta-je de los que hablan gallego con sus hijos es muy bajo: 13% para los gallegos deArgentina y 6% para los de Uruguay. En cambio, cuando se les pregunta si lo han trans-mitido nos dicen:
Han transmitido la lengua a sus hijos:
Gallegos en Argentina 35% Gallegos en el Uruguay 42%
Aquí estamos una vez más, entre lo que se dice y desea y lo que finalmente suce-de: porque la lengua en los hechos no se transmite intencionalmente a las nuevas gene-raciones. Los hijos tienen una baja competencia lingüística, y la respuesta más común,como podremos ver más adelante al estudiar a los hijos de gallegos, es que “lo entiendenpero no lo hablan”. Y, más que a una transmisión voluntaria y estructurada se debe a unproceso inconsciente.
La situación de la lengua gallega entre los emigrantes en el Río de la Plata repiteel mismo esquema que en Galicia, dado que se mantuvo como segunda lengua de relación.
Si hacemos un análisis comparativo entre los gallegos y los quechuahablantes,Eva Gugenberger observa la sustitución de la lengua de origen por el castellano, incluso
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en el ámbito familiar. Los padres no le hablan en quechua a sus hijos, lo cual significaque los niños que crecen en la ciudad son socializados en castellano, a pesar de que lagran mayoría de los padres son bilingües.
Salvando las distancias, podemos ver que ambas situaciones se asemejan dadoque, aunque se hable a nivel familiar, tampoco lo transmiten a sus hijos.
Al analizar qué sucede con los miembros de su propio grupo, Gugenberger obser-va que la mayoría indica hablar las dos lenguas. Diferencian los vecinos en general y lospaisanos en especial: es decir, como también sucede con los gallegos, lo hablan con quie-nes tienen más afinidad y confianza.
Otro aspecto que se refleja tanto en los gallegos como en los quechuahablantes esque, por un lado, expresan el deseo de mantener su lengua, pero por el otro, no se sien-ten ellos mismos los transmisores ni toman iniciativa propia para reivindicar su lengua ycultura. “La afinidad emocional a su lengua materna queda atrás en comparación al prestigiosocial y económico que promete el uso de la lengua dominante, lo que trae como consecuenciala pérdida de la lengua étnica en pocas generaciones”.(Gugenberger,92: 1995).
En el caso de los quechuahablantes se observan algunas contradicciones que,según Gugenberger, son manifestaciones de una “identidad quebrada”. Algunos rasgos semantienen, otros se transforman y otros ya no se ejercen en la práctica y sólo siguen exis-tiendo en la consciencia de la gente.
En cuanto a la valoración de las lenguas, se observa tanto en gallegos como enquechuahablantes que las lenguas maternas simbolizan el pasado, la infancia, en cambioel castellano, representa la modernización, el progreso, la educación, el ascenso social.“Como se puede constatar frecuentemente en el caso de hablantes de lenguas minoritarias, seda un valor muy alto a nivel emocional a la lengua materna, mientras que al mismo tiempo sele atribuye un valor social funcional bajo. La pérdida de la lengua materna es dolorosa, aunqueno se le da mucha importancia en la lucha por aumentar el propio prestigio social y mejorar elstatus económico”. (Ibídem:93).
La situación que hemos reflejado es similar en ambos casos, porque se trata de gru-pos con lenguas minoritarias frente a la lengua que se impone desde el Estado. Esta situa-ción genera un conflicto que se expresa a través de una sustitución lingüística.
Los gallegos que emigraron a los países de habla hispana se encontraron con quela presión sociocultural vivida en España se acentúa. A pesar de que ambas son lenguasromances y tienen mucha semejanza, existen variantes fonéticas que para el gallegopar-lante se hacen difíciles de incorporar, sobretodo porque a nivel educativo en Galicia noalcanzaron un dominio total de ninguna de las dos lenguas.
Respecto a las diferencias fonéticas que debieron soslayar podemos citar, a modo deejemplo, lo que sucede con las letras J y G: cuando en castellano son empleadas como soni-
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dos fuertes y distinta grafía, en lengua gallega se utiliza sólo una letra para identificarlos, laX, que tiene un sonido de “ch” fuerte, por ejemplo: Gente - Xente, Jornal - Xornal.
Cuando el gallego se dispone a hablar castellano, por las diferencias fonéticas y almismo tiempo por sus semejanzas, la confusión es fácil; a consecuencia de ello, habla deforma tal el castellano que a oídos de los castellanoparlantes, y sobre todo a los riopla-tenses, les suena extraño y muchas veces es motivo de ridiculización.
El burlarse del gallego por su forma de hablar, en base a un estereotipo creado, escomún desde el teatro español del siglo XIX hasta nuestros días, en los medios de difu-sión oral y escrita, o a nivel popular, con los ciclos de chistes, donde “siempre vemos lasculturas “regionales” reducidas a caricatura estúpida y espectáculo exótico, halagando la acti-tud de superioridad del observador ajeno”. (Ninyoles, R.,180:1977)
Si tenemos en cuenta la situación lingüística previa del emigrante gallego y la rea-lidad ante la que se enfrenta una vez situado en el Río de la Plata, conviene que tenga-mos presente el fenómeno de “autoodio lingüístico o de identificación con el grupo cul-tural dominante”. “El psicólogo G.W. Allport, ha definido el sentimiento de autoodio como“el sentimiento de vergüenza que puede tener alguien por poseer las cualidades quedesprecia en su propio grupo, ya sean estas cualidades reales o imaginarias”. El mismoautor advierte que esta actitud puede estar subyacente en las tendencias asimilacionistasy ser el factor que lleve al individuo a integrarse completamente en el grupo dominanteen el momento en que su nivel de posesiones, costumbres y lenguaje lo hagan indistin-guible de la mayoría”. ( Ninyoles, R.,1990).
El fenómeno de autoodio, no se puede generalizar dentro de nuestro grupo deestudio porque, como hemos visto, en su mayoría se han mantenido bilingües, distribu-yendo las dos lenguas según pautas diglósicas. Pero sin dudas cabe preguntarnos porquéno transmiten la lengua a las nuevas generaciones. Quizá una posible respuesta puedaestar dada por algunos de nuestros informantes, como esta mujer emigrada a la Argentinaen los años cincuenta: “ Como están los chicos por medio, no hablamos gallego”. (BuenosAires, junio de 1994).
O esta joven, hija de ambos padres gallegos emigrados al Uruguay a mediados delos años cincuenta:
“De mayor, vine a enterarme que mis padres no hablaban delante nuestro en gallegopara que no “agarráramos” el acento y después sufriéramos la ridiculización.” (Montevideo,diciembre, 1990).
Si bien los gallegos han mantenido ciertos rasgos que les identifican con Galiciay les han transmitido a sus descendientes el amor hacia su lugar de origen, han tratadode que sus hijos se asimilen plenamente al país de acogida, quizá para evitarles pasar porsu misma situación.
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Podemos afirmar que, entre los emigrantes gallegos de la última generación, no sepuede hablar precisamente de “lealtad lingüística”. En este hecho debemos tener en cuen-ta, además de los factores ya analizados, que son representantes de un grupo bastantehomogéneo‚ educado dentro de un sistema para el cual la lengua válida es la “lengua delImperio”, con la que tratarán de identificarse. Por otra parte, no sólo depende de los pro-pios involucrados que su lengua y cultura continúen vivas sino que “la reivindicación lin-güística y cultural tiene que ir emparentada con un cambio de las estructuras de poder existen-tes en el país”. (Gugenberger, 93:1995:). Para los quechuahablantes del Perú todavíaqueda mucho trecho por andar. En Galicia, ya se ha ganado buen terreno. La situaciónactual de la lengua gallega es diferente a la vivida por nuestros emigrantes. Aunque toda-vía haya mucho por hacer, hoy día existe un plan de normalización lingüística, se utili-za en la enseñanza, cuenta con medios de difusión propios y se emplea en diversos ámbi-tos de la vida pública.
El impulso dado a la lengua y la cultura gallegas y las consabidas mejoras socioe-conómicas de España en general y Galicia en particular hacen que los propios involu-crados revaloricen su cultura. Si bien la lengua y la cultura gallegas estuvieron relegadas,en la actualidad existe un revivido interés que se puede apreciar en el hecho de que algu-nos descendientes participan más activamente dentro de la cultura y la lengua gallegaque en años atrás. Este resurgir de la cultura gallega podemos resumirla en el testimoniodel psicólogo José Martínez Romero, hijo de gallegos emigrados a la Argentina, quien enuna entrevista hecha en el año 1997 por Eva Gugenberger dice lo siguiente:
“…los hijos de gallegos se apartaban del idioma gallego, pero vuelven a la lengua, yagraduados, por interés, como yo. Una vez superado el trauma, teniendo la clase social asegu-rada, empiezan a interesarse por la cultura de sus antepasados y familiares”. (Traducción de laautora.) (En: O Correo Galego 15 de febrero de 1998.)
Sin embargo, al observar el fenómeno emigratorio a lo largo de la historia, debe-mos tener en cuenta un hecho muy significativo : que la cultura y la lengua gallega sereafirman en la emigración. Para expresar claramente nuestra idea definiremos el con-cepto de “lealtad lingüística”: U. Weinreich dice que “una lengua puede hacer nacer, en lagente que la habla, sentimientos de lealtad comparables a los sentimientos que evoca la idea denación. La lengua, como realidad total, y en oposición con las otras lenguas, tienen una posi-ción elevada en la escala de valores, una posición de ser “defendida”. En reacción a una susti-tución inminente de la lengua, los sentimientos de lealtad sostienen los esfuerzos que hay quellevar a cabo para salvaguardar la lengua amenazada ; y contra las interferencias hacen de laforma normalizada de la lengua un símbolo y una causa”. (Weinreich, U.,73-77: 1990).
Los emigrantes han llevado a cabo empresas culturales que han marcado su pre-sencia dando a conocer la cultura gallega cuando aún en España era desconocida: laAcademia Gallega nació en 1906 en Cuba y la obra de Rosalía de Castro tuvo su centrode difusión en América‚ donde también nació el periodismo gallego.
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En el año 1940, se exilió en Argentina Alfonso Rodríguez Castelao, y en este paístambién salió a la luz su obra cumbre: “Sempre en Galiza”: la mayor defensa de la lenguay la nación gallegas. Según testigos de la época se puede hablar de un antes y un despuésde Castelao. Alrededor del polifacético político galleguista, se reunió una generación degallegos que emprendieron una ardua labor cultural, política y social. Se les conociócomo la generación dos “bós e xenerosos”, que buscaron el reconocimiento de Galiciacomo nación diferenciada con lengua y cultura propias; llevaron su lealtad lingüísticahasta tal punto que su santo y seña fue: “falade en galego”, haciendo de su la lengua susímbolo y su causa.
Después de la muerte de Castelao en el exilio, el galleguismo sufrió un duro golpe,pero fue un movimiento que dio origen a una intensa labor en el campo cultural, reto-mada por las nuevas generaciones. La tarea que se ha efectuado en la emigración por lalengua, la cultura y el pueblo gallego ha sido muy intensa. Desde la publicación de revis-tas, periódicos y libros, hasta el dictado de conferencias, exposiciones, cursos de gallego,teatro, etc. A modo de ejemplo, ilustraremos algunas de estas actividades lingüísticas engallego, que sólo son un reflejo de la intensa labor que se hizo a favor de la lengua galle-ga en América, pero que de ninguna forma es un estudio exhaustivo y detallado sobre lasmismas. Sin lugar a dudas, muchos datos se nos escapan, pero corresponden a los histo-riadores rescatarlos.
8.5 ACTIVIDADES LINGÜÍSTICAS EN GALLEGO (*)
8.5.1. ACTIVIDADES ARTÍSTICAS: TEATRO
El teatro español en el Río de la Plata tiene una larga trayectoria. Si rastreamosel gallego, observamos que sus antecedentes en Argentina se sitúan en el siglo XIX conel cuadro de declamación del Orfeón del Centro Gallego, según Vilanova el primero quehizo teatro gallego en la Argentina. Su director fue el poeta Manuel Nóvoa Costoya. Enel mes de octubre de l894, se celebró una gran velada artística, en la que se representó“¡Filla!”, de Galo Salinas Rodríguez y el drama histórico “A Orga de San Lourenzo”, delpoeta Rogelio Civeira. A estas representaciones siguieron otras de autoría de su directorescénico‚ Nóvoa Costoya, tales como: “A volta da Romaría de Santa Xusta”, “Unhaboda na Ulla”, ambas con música de Agustín Bonal; “Amor que retorna”,”Cousas doviño” y “De Ruada”. (Vilanova, A., T.II:1966). Desde el año 1892, residía en BuenosAires el zapatero poeta: Xesús San Luis Romero, quien a su vez fue directivo y miembrodel Orfeón Gallego de Buenos Aires. En 1898 estrenó la comedia “O xastre aproveita-do”, obra de la que también fue su protagonista. (Ibídem).
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(*) En la reseña de actividades artísticas fue fundamental la colaboración de Ricardo Floresen Buenos Aires y de José Fernández Seivane en Montevideo, buenos conocedores y partícipesde las mismas.
En cambio, en la otra orilla del Plata, el teatro gallego comienza a representarsea principios del siglo XX. Su impulsor fue José María Barreiro, fundador de Casa deGalicia, la más importante institución mutual gallega en el Uruguay. Barreiro, en el año1917, dirigió dos obras escritas por él en gallego: “Pan Quente” y “Na Casa do ciruxano”.Entre la década del diez hasta los años treinta se siguen representando obras recreandoel ambiente gallego, pero en general habladas en castellano.
En Montevideo, además de los escenarios del Centro Gallego y Casa de Galicia, el“Teatro Solís” fue su escenario principal. En la otra orilla, varios teatros fueron los esce-narios de los gallegos. El “Teatro Avenida”, el “Maravillas” y el “Teatro Mayo”. En laactualidad el único que existe, reconstruido gracias al apoyo de la colectividad española,es el Teatro Avenida.
A mediados de los años veinte se constituye en Buenos Aires la “AgrupaciónEscénica Gallega”. En el año 1932, Ricardo Flores estrena “Nai e filla” en el CentroCultural Betanzos. En el año 1933, el Círculo Vigués le brinda un festival homenaje alescritor José Juan Pérez, en el que tomaron parte los cuentistas gallegos José Rodríguezde Vicente “Joselín”, Gumersindo Vázquez “Paroleiro”, Emilio Estévez, Maruja y ManoloVillanueva y se puso en escena la estampa gallega “Seica m’amola” y la comedia breve“Naiciña”, ambas de Nicolás de Llanderas. (Vilanova, A., T.II:1966). En el año 1933,a propósito del XX aniversario de la Unión Provincial Orensana, se representó “O bufóndo Rei”, de Vicente Risco. En el año 1934, se representó en el Centro Asturiano la come-dia de Lugrís Freire “O Pazo”; su objetivo era contribuir a la creación en Orense de laEscuela Gallega. Al año siguiente, el conjunto artístico gallego “Concepción Arenal”dirigido por el escritor Jesús Seijo, estrenó la obra de éste “O manequí da costureira”. Enel 36, en el Teatro Maravillas, bajo la dirección de G. Vázquez, “O Paroleiro” y del maes-tro Cauvilla Prim, actuó durante algún tiempo la compañía de arte popular gallego“Saudades da Terra”. Entre sus intérpretes destacados figuraban Maruja Villanueva,Zaida Feijoo, Vales y Pedro Tirón. (Vilanova, A.,T.II:1966).
En el año 1938, Ricardo Flores estrena en la Casa Suiza “Un Ovo de dúas Xemas”,y ese mismo año la Compañía de Varela Buján, la más importante de toda la colectivi-dad gallega, estrena en el Teatro Maravillas de Buenos Aires su primera comedia: “Se osei. non volvo a casa”. Al año siguiente, en Montevideo se vuelve a representar teatroen gallego con tres obras: “Xusticia dun muñeiro”, “Pola nosa culpa” y “Taberna sendono”, las tres de Varela Buján. Varela Buján constituyó una compañía que recorrió losprincipales escenarios del Río de la Plata. Cada año estrenaba una obra, desde el año 39al 46 que se fue para Galicia. Tuvo como actores principales a su esposa MarujaVillanueva, Fernando Iglesias “Tacholas”, Maruja Boga Antonio Cubelas, AlfonsoCostela Luis Lugo, entre otros. (Ibídem).
La década del cuarenta fue muy importante para el teatro gallego en la emigra-ción. En los años 1940 y 1941 se estrena en el Teatro Mayo de Buenos Aires y en el Solís
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de Montevideo la obra de Castelao “Os vellos non deben de namorarse”, dirigida por supropio autor y representada por elenco argentino. En el 42, Ricardo Flores estrena susdos últimas obras: “Para eso son teu amigo” y “Uxío.
La actividad que convocaba más público siempre fue el teatro. A lo largo de lahistoria de la colectividad gallega hubo varios conjuntos artísticos que actuaban, parti-cularmente por los escenarios de las entidades gallegas. El de la Federación de SociedadesGallegas se llamó “Alborada”, dirigido por Juan Reboredo; el de la Sociedad Residentesde Santiago, “Concepción Arenal” que dirigía Jesús Seijo y el del Centro Coruñés, lla-mado “Lugrís Freire”. Además, había otros conjuntos que no tenían una denominaciónprecisa, como el del Centro Orensano, donde actuó frecuentemente “Tacholas”. Sobreeste actor gallego, según testimonios de quienes le vieron actuar nos dicen:
“ El más grande de todos fue “Tacholas”, que tuvo la virtud de introducirse en el teatroargentino y jerarquizarlo. De aquella, la mayor parte de las obras argentinas tenían personajesgallegos que casi siempre resultaban ridículos. En cambio Tacholas hacía esos papeles natural-mente, y los jerarquizaba.” (Buenos Aires, abril 1994).
En Uruguay, durante toda la década del cuarenta y parte del cincuenta, siguen lasrepresentaciones a cargo de los grupos teatrales de dos instituciones: Casa de Galicia yCentro Gallego de Montevideo, y otras veces por elencos argentinos.
En Buenos Aires en el año 1944, la Compañía de Comedias Gallegas, encabezadapor Maruja Boga y “Tacholas” representó en el Teatro Argentino la obra de Américo Lozano“Amores d’aldea”. En el año 47, se presentó en el Centro Pontevedrés “ Esfolla N’a Eira”, deAntón Comesaña y Cándido Alonso González, este último autor de “Mal ollo”, comediapremiada por el Centro Gallego de Buenos Aires. Años más tarde (1952), por iniciativa deRicardo Flores - presidente del Centro Coruñés-, se creó el conjunto escénico denominado“Lugrís Freire”, que a partir de ese año llevó a escena numerosas obras gallegas, la mayorparte de autoría del propio Flores. Entre ellas destacamos: “Un ovo de dúas xemas” (1956),“Enguedello” y “Catro estampas de Beira Mar” (1961). (Vilanova, A., T.II:1966).
En el año 1957 se constituyó en Buenos Aires el “Teatro Popular Gallego”, bajola dirección de Eduardo Blanco Amor, y ese mismo año, se representaba la obra de LugrísFreire “Estadeiña”, y el boceto en un acto de Blanco Amor, “O Cantar dos cantares”.
Al año siguiente, se formó en Montevideo el “Teatro Popular Gallego”, que repre-sentó varias obras en gallego como “O Fidalgo”, de Jesús San Luis Romero. Fue dirigidopor Manuel Domínguez de Santamaría, fundador del Teatro del Pueblo. Entre sus acto-res destacan: Antón Crestar, Pepe Fernández, José Luis Villaverde y Yolanda Díaz. En el59, ponen en escena “Mal ano de lobos”, traducida al gallego por Pedro Fernández Veigay dirigida por Tomás Valenzuela.
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En Buenos Aires, Ramón Valenzuela tradujo y llevó a escena dos obras: “La Silla”de Lauro Olmo y “El Casamiento del Latonero” del irlandés John M. Synge (1960). Enel año 1964, Valenzuela estrenó en el Centro Gallego “As bágoas do demo”, de la que eraautor, con el elenco vocacional del Ateneo Curros Enríquez, de la Federación deSociedades Gallegas, bajo la supervisión de Blanco Amor. (Vilanova, A.,T.II:1966).
En Argentina, el ámbito cultural gallego se ha diversificado en distintas activida-des, como las que llevan a cabo el Centro Gallego a través del Instituto Argentino deCultura Gallega, y el Centro Galicia la agrupación cultural “Xeito Novo” entre otros,que difunden la cultura gallega a través del folklore, la enseñanza del idioma y las escue-las de teatro.
En Uruguay, a mediados de los sesenta, la actividad teatral se detuvo, con excep-ción de pequeños cuadros escénicos como acompañamiento a los cuerpos de danzasregionales.
En el año 1989 se reinició la actividad teatral con motivo de la conmemoraciónde los veinticinco años del “Patronato da Cultura Galega”. Para tal ocasión se repuso laobra “O Fidalgo” en la sala Valle Inclán del Centro Gallego de Montevideo. Una segun-da actuación tuvo lugar en el mismo escenario a beneficio de la Escuela N. 43 “Galicia”.La dirección estuvo a cargo de Pepe Fernández, con una buena respuesta de público den-tro de la colectividad gallega. El grupo de actores, por las condiciones de merma y enve-jecimiento de la colectividad gallega, se compone de gallegos, sus descendientes y uru-guayos de otras ascendencias. A partir de la década de los noventa, el grupo de teatrosiguió adelante con recitales poéticos con motivo de fechas pertinentes a la cultura galle-ga. En el año 1997, fallece su director, Pepe Fernández, lo que significa una gran pérdi-da para el teatro gallego en el Río de la Plata. En la actualidad, el Patronato cuenta consu “Obradoiro de Teatro” a cargo de Rosita Friería y Roberto Andrade, como asimismocon un curso de declamación, también en gallego, dictado por Marcelina Calderón.
8.5.2. ACTIVIDADES MUSICALES: LOS COROS
El primer antecedente de una agrupación coral gallega en la Argentina lo situa-mos en el siglo pasado con el Orfeón del Centro Gallego, presidido por Roque Ferreiro ydirigido por el guitarrista Julio Mirelis. (Vilanova, A.,T.II:1966).
En el Uruguay nos remontamos al año 1913, cuando el Centro Gallego participa enel carnaval de Montevideo, dentro de la categoría “Agrupación Coral” con el nombre de“Muestras sin valor”, y gana el primer premio. A partir de ese momento, la actuación delos coros es constante en la historia de la colectividad gallega del Uruguay, ya sea en actua-ciones exclusivas, en el cierre de las representaciones teatrales o los festivales de danzas.
El Coro de Casa de Galicia de Montevideo comienza a actuar en el año 1917,bajo la dirección del polifacético fundador de la institución Don José María Barreiro. En
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el año 1927, se hace cargo de él Gómez Ares; desde 1930 a 1931, Francisco Airaldi y en1936 se trae desde Buenos Aires a José Requejo Cortés.
La actividad coral gallega en Argentina la podemos representar en un directoremblemático en su época: Manuel Prieto Marcos. Llegó en el año 1928 a la Argentina ycomenzó dirigiendo el coro de la nueva Casa de Galicia. En el año 1931dirigió el coro“Lembranzas de Ultreya”; al año siguiente pasó a dirigir “Saudades” y por último “OsRumorosos”, la coral del Centro Betanzos, en el año 1933. Prieto Marcos es autor devarias obras: “Romaxes”, “Cantarela” y “Ruada”, las tres con letra del propio PrietoMarcos. También destacan otras composiciones : “Muñeira do tío Chuco”, “Alalá do pei-xeiro”, “Alalá do namorado” entre otras. Compuso además la letra y la armonización delas cuatro cantigas tituladas “Alalá”, “Foliada”, “Muñeira” y “Ruada” para la obra teatralde Ricardo Flores “Nai e Filla”. Además dio algunas conferencias en gallego sobre temasmusicales y colaboró en varios periódicos de la colectividad gallega. Sobresalió tambiéncomo poeta, con su libro “Versos en gama de gaita” (1943). Falleció en Buenos Aires enel año 45, a los cuarenta años de edad perdiendo así la cultura musical gallega uno de suspilares. (Vilanova, A.,T.II:1966).
A mediados de los años treinta nace, con motivo de un homenaje a ManuelBlanco Garzón, el coro “Rosalía de Castro”, que luego siguió actuando en diversos festi-vales de la colectividad. Con la Guerra Civil, por cuestiones económicas, desaparecie-ron muchos coros, pero después se crearon otros nuevos. En el año 1946 se creó la coral“Terra Nosa”, fundada por Antón Comesaña y un grupo de colaboradores. Su primerdirector fue Isidro Maiztegui y el último José A. Gallo. Su actividad cesó hacia los añossesenta. Los coros gallegos más importantes fueron “Los Rumorosos” y la Coral “TerraNosa” del Centro Orensano. (Vilanova, A., TII:1966).
El Coro del Centro Gallego de Montevideo se crea en el año 1951 y, desde esemomento, serán muchas las oportunidades en que ambas instituciones: (Casa de Galiciay Centro Gallego de Montevideo) actúen juntas con sus respectivos coros y cuerpos debaile. En el año 1953 los coros de estas instituciones cierran la velada de presentaciónde la película “Sabela de Cambados”. Al año siguiente, el Coro del Centro Gallego y elCuerpo de Baile de Casa de Galicia participan en la comedia musical de Pepe Fernández“Tamén os vellos poden namorarse”.
Ese mismo año 53 se creó en Buenos Aires el coro de la Asociación MutualistaResidentes de Vigo, dirigido por Julio Anta. Este coro actuó en las principales ciudades delinterior y de la Capital Federal y también destacaron sus representaciones enMontevideo. Ese mismo año nació el coro “Brétemas e Raiolas”; con el principal objeti-vo de difundir la música popular gallega, sus canciones y sus danzas. Realizó diversasactuaciones en las dos capitales rioplatenses y por el interior de Argentina. Su primerdirector fue Cesáreo Rodríguez, pero enseguida se hace cargo Julio Anta. En su quintoaniversario se celebraron diversos actos, como la inauguración de su biblioteca social y
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la publicación de una revista dirigida por el dibujante Manuel Cordeiro. Pasado el tiem-po, se produjo una escisión y de la misma nació la agrupación “Breogán”. (Vilanova,A.,T.II:1966).
En el año 1955 se crea en Montevideo el septeto “Os rumorosos”, dirigido porPepe Fernández. Actúa fuera de la colectividad con el nombre de “Los Romeros” y dife-rente repertorio. En el 56 “Os Rumorosos” actúan en el espectáculo organizado por elComité de Sociedades Gallegas en el Teatro Solís.
A fines de los años cincuenta nace en Buenos Aires el coro “Arrieiros de Mos”,dirigido por Maceira. Sus actuaciones principales fueron en la televisión y en lasJornadas gallegas patrocinadas por el Centro Gallego de Buenos Aires. También formaronparte de la delegación de coros que actuaron en las fiestas del sequiscentenario de laRevolución de Mayo. (Ibídem). Por último, debemos mencionar tres coros que por esosaños desarrollan su actividad : “Rosalía de Castro”, Lembranzas da Terra” y el “Coro delCentro Gallego”.
En la década del sesenta aparece en Montevideo el dúo formado por Cristina yAna María Fernández, acompañado con sus canciones gallegas.
La actividad coral de estos años está representada por las agrupaciones del CentroGallego y de la Casa de Galicia de Montevideo. Pero se detiene hacia fines de la décadade los sesenta. En los últimos años fue retomada por otras asociaciones más jóvenes,como por ejemplo el Club Social y Deportivo de Bolos “Valle Miñor”, de Montevideo.
Por último, no debemos olvidar dentro de la canción gallega rioplatense la pre-sencia de dos descendientes de gallegos: en Argentina, Graciela Pereira, quien interpre-ta canciones populares gallegas y ha realizado varias versiones de tangos en gallego. EnUruguay, Cristina Fernández, hija de Pepe Fernández, es todo un símbolo de la cancióngallega en este país, quien ha realizado varios recitales en gallego. Esta artista forma undúo profesional de música popular uruguaya junto a su compañero Washington Carrasco.Siempre en sus actuaciones, junto a sus canciones latinoamericanas, incluyen cancionesen lengua gallega, con gran aceptación por parte de su público.
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Algunos programas de teatro en gallego, como el deesta obra en un acto de Ricardo Flores“Enguedello” del año 1940.
Al año siguiente, y del mismo autor, “Un ovo deduas Xemas” en homenaje a Manuel PrietoMarcos renombrado director de coros gallegos.
Programa de otra obra teatral de Ricardo Flores,llevada a escena por el conjunto “Lugrís Freire” enel año 1952. Destacamos especialmente que a dife-rencia del resto de programas, está escrito total-mente en gallego.
Al año siguiente, el grupo Lugrís Freire lleva aescena otra obra de Flores: “Uxío”. Por lo gene-ral, las representaciones teatrales iban acompa-ñadas por la actuación de coros y un fin de fiestade danzas gallegas.
Además de las representaciones teatrales,fueron comunes los festivales folklóricosdonde destacaban las actuaciones de loscoros de la colectividad gallega. A modo deejemplo, este del año 1942.
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8.5.3 ALGUNOS EJEMPLOS DE MEDIOS DE DIFUSIÓN GALLEGOS EN EL RÍO
DE LA PLATA: LA RADIO
Si bien ya hemos hecho una breve reseña de las audiciones radiales gallegas en elRío de la Plata al mencionar los diferentes factores que vinculan a los emigrantes conGalicia, aquí ahondaremos en algunos detalles que, en su momento, no mencionamos. EnArgentina, el primer antecedente lo encontramos en el año 32 con la hora iberoamerica-na de Manuel Núñez Búa, y en el Uruguay, en el 35, con la emisión homenaje a Rosalíade Castro, “Airiños da Miña Terra”. En el año 1945 nace en Argentina “Recordando aGalicia”, dirigida por Maruja Boga, con recitales poéticos y monólogos en gallego. En elaño 1950 nace en el Uruguay la audición “Sempre en Galicia”, una emisión enteramen-te en lengua gallega. Sus fundadores fueron: Jesús Canabal, Antón Crestar, PedroCouceiro, Manuel Leiras, Manuel Meilán, Emilio Pita, Alfredo Somoza y Luis Tobío. Ungrupo formado por intelectuales, políticos, empresarios, mecenas de la cultura gallega ytrabajadores galleguistas, los cuales convivieron junto a Castelao en el exilio con un obje-tivo claro: preservar la lengua gallega. Años más tarde, surgirán en Buenos Aires “La Vozde Galicia” (1953), a cargo de Fernando Iglesias “Tacholas”; al año siguiente, “Galiciaemigrante”, dirigida por Luis Seoane y a fines de los cincuenta “Galicia en el aire”, delperiodista gallego Andrés Rodríguez Barbeito y “Galicia en América” a cargo del InstitutoArgentino Cultura Gallega. De todas las audiciones gallegas, es fundamental “Sempre enGalicia” de Uruguay, dado que, por esos años, fue la única posibilidad que el emigrantetenía de escuchar hablar su lengua en un medio de prensa oral.
PRENSA ESCRITA
Los gallegos emigrados al Río de la Plata, junto a sus instituciones, organizaron susmedios de prensa escrita. Podemos citar muchos ejemplos; pero redactados totalmente engallego, son pocos. La colectividad gallega tuvo sus escritores, poetas y periodistas; en estabreve reseña pondremos especial énfasis en aquellos que escribieron en gallego.
El primer antecedente, en Argentina, lo situamos en el año 1880, con la “RevistaGalaica”, dirigida por Eduardo Caamaño. En ese mismo año, en Uruguay nació “La Vozde Galicia”, dirigida por Benigno Salgado Vázquez. Luego le siguieron “La UniónGallega” (Uruguay,1881-1882), publicada por José F. Agrasar y Ramón Cerdeiras; “El Ecode Galicia” (Uruguay, año 1882- 1883), dirigido por Genaro Joaquín Calvo. Hacia 1889,también en Uruguay, sale a la luz “El Heraldo Gallego” bajo la responsabilidad de RamónGarcía Vicetto.(Zubillaga,C.1988). En el año 1893 (Argentina) se publicaron algunasrevistas de corta duración como “El Río del Sar” de Fortunato Cruces,”Galicia Literaria”y “Galicia en América” ambas dirigidas por Manuel Nóvoa Costoya, quien años más tarde(1908) fundó la revista “Aires da miña terra” en homenaje a Curros Enríquez. En el año1895 nació en la Banda Oriental del Plata “El Gallego”, editado por César Cisneros Luces;y en 1898 Fortunato Cruces Angueria fundó el semanario “Correo de Galicia”
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(Argentina), y en 1901 sacó el primer número de “Nova Galicia”, que dirigió durante cin-cuenta años. Cruces Angueira publicó varias obras de interés: “Primeras Follas” (1898),“Castañolas” (1913) y “Cousas Gallegas” (1923). (Vilanova, A.,T.II:1966).
En el año 1906 nace en Uruguay “El Diario Español”, fundado por el gallegoManuel Magariños Castaño. Este periódico es de amplia difusión entre toda la colectivi-dad española y está escrito en castellano, salvo algunas excepciones literarias. Su impor-tancia radica en que, en la actualidad, es el único medio de prensa escrita de publicaciónperiódica fundado por un gallego que ha permanecido desde sus orígenes hasta nuestrosdías; actualmente está dirigido por uno de sus descendientes.
En el año 1917 el fundador de Casa de Galicia de Montevideo, José MaríaBarreiro, fundó “Tierra Gallega”; al año aparece “O Fungueiro” y “Galicia Nueva”, tam-bién editados por el polifacético Barreiro.(Zubillaga, C.,1988).
En Buenos Aires a principios de siglo De la Cuesta sacó el periódico “El HeraldoGallego” y de esa misma época es “Nova Galicia”, de Fortunato Cruces. El más destaca-do fue “El Correo de Galicia”‚ de José Ramón Lence, quien brindó apoyo económicopara la Academia Gallega y para la elaboración del Diccionario Gallego del CentroGallego de Buenos Aires.
En el año 1913 comenzó a publicarse en la capital bonaerense “La Voz deGalicia”, y al año siguiente se editaba el semanario de carácter satírico “O Furón”. En el16 salió a la luz una revista de gran importancia, “Suevia”, dirigida por el periodistaJoaquín Pesqueira. América siempre se hizo eco de los acontecimientos que se producí-an en Galicia. Con motivo de la fundación en Galicia de las “Irmandades da Fala”, poriniciativa de Antón Vilar Ponte, se constituyó en Buenos Aires, en el año 1918, laAsociación Regionalista “A Terra”. Es importante destacar su postura frente a la lengua,sobre la cual afirmaban:
“Siendo el idioma un elemento eficaz para sostener en la debida tensión el amor hacia laregión, esta entidad procurar cooperar a la altruista labor que desempeñan las Irmandades daFala, aconsejando y propagando entre sus afiliados el uso del idioma gallego, pero sin que elloindique otras aspiraciones que el deseo natural de conservar una lengua que consideramos comobase esencial de nuestra personalidad y de nuestras costumbres”. (Vilanova, A.,T.II,1051:1966)
Otro medio de prensa importante fue “El Despertar Gallego” (1922- 1924), elperiódico de la Federación de Sociedades Gallegas de la Argentina, dirigido en su pri-mera etapa por Alonso Ríos y de 1924 a 1930 por Blanco Amor; en esta segunda etapapasó a llamarse “Galicia”. En el año 1933, comienza a publicarse la revista “Lar” publi-cada por la Asociación de Beneficencia y Mutualista. Dos años después‚s apareció el pri-mer número de la revista “A-la-lá “ editada por la Sociedad Coral “Os Rumorosos” edi-tada completamente en gallego, que dirigía el director del coro, Manuel Prieto Marcos.
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En el año 1923 se funda en la Argentina la “Irmandade Galeguista para Américado Sur”, creada por Ramiro Illa Couto, muy vinculada al grupo que lideraba VicenteRisco en Orense. Esta Irmandade tenía un órgano de difusión, la revista “Terra”, la pri-mera en Argentina editada enteramente en gallego. Por esta misma época es cuandocomienza a salir en Galicia la revista “Nós”. Esta Irmandade tuvo una vida efímera, yaque en el año 24 se produce una escisión: por un lado se unieron los autonomistas y porotro los nacionalistas más radicales.
El primer grupo (de los autonomistas) fundó la revista “Céltiga”. Esta publicacióntuvo directores como Blanco Amor, Suárez Picallo y Eliseo Pulpeiro; su administradorfue Rial Seijo. Hizo muchas campañas, una de ellas fue a favor del libro gallego y por laconstrucción de una residencia de estudiantes en Santiago de Compostela y en la fun-dación del Seminario de Estudios Gallegos. En el mismo año que nace “Céltiga” salió ala luz “Tempos Novos”, dirigida por José Fernández Lourido.
Por otro lado estaban los nacionalistas más radicales, que en el año 25 reorgani-zan la Irmandade Nacionalista Galega y un año después, en 1926, comienzan a publicar“A Fouce”. Este periódico estaba escrito enteramente en gallego, porque según uno delos integrantes de la Sociedad Pondal: “Un pondaliano, onde quixera que se atopara tiña queresponder o noso ideal: falar galego”. La dirección del periódico rotaba entre tres personas:Manuel Oliveira, que fue el ideólogo de la Pondal, Vicente Barros y Manuel LamasBarreiro. Más adelante, el grupo aparece con el nombre de “Sociedade de Arte Pondal”y a partir de 1930 la “Sociedade Nacionalista Pondal”. Cuando sobreviene la GuerraCivil, para evitar confusiones, quedó el nombre “Sociedade Galega Pondal”.
La década del 30 es muy activa en todo el Río de la Plata. En el Centro Gallego deMontevideo trabajó intensamente el poeta Julio Sigüenza, gerente de la entidad. Primerovivió en la Argentina pero el Dr. Sánchez Mosquera, presidente por entonces del CentroGallego de Montevideo, lo llevó para trabajar en Uruguay. Su libro “Cantigas e verbas aoar”, escrito en gallego, fue prologado por la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou. En elaño 1931 fue a Galicia en representación de los emigrados de América, junto a SuárezPicallo y Alonso Ríos, para participar en la precampaña del Estatuto de Autonomía.Permaneció en Galicia donde murió.
Un grupo, liderado por Antón Crestar, editaba una revista llamada “Nós”, queempezó a publicarse en Montevideo en el año 1934.
En el mes de marzo del 34 se constituyó en Uruguay el Comité Pro- AutonomíaGallega, a instancias del Dr. Constantino Sánchez Mosquera. Al año se disolvió‚ cuan-do Sánchez Mosquera volvió a España. Su órgano de expresión se llamaba “Raza Celta”y su administrador era José Barrera. En sus páginas se trataba todo lo relacionado con lacolectividad. Manuel Meilán dirigía una sección en gallego titulada “Farrapos”, que fir-maba con el pseudónimo de “Vaites, Vaites”, y otra denominada “Fungueirazos”. Durante
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la época de la defensa del Estatuto gallego, se hacían recitales y actos con la actuaciónde coros, como el de Lembranzas de Ultreya que actuaba en ambas orillas del Plata.
El grupo que redactaba la revista “Nós” convocó la formación de la “IrmandadeGalleguista do Uruguay”. La Irmandade de Uruguay editaba un periódico que se llamaba“Irmandino”, totalmente redactado en gallego. El primer número salió en octubre del año1934. Los objetivos de la Irmandade eran la defensa de la autonomía y el autogobierno,la concienciación de la identidad del pueblo gallego, de su lengua y cultura propias.
La Irmandade de Uruguay organizó una biblioteca de libros gallegos: se organiza-ban actos, conferencias, mítines, recitales poéticos‚ musicales y teatrales y en todos ellosse exaltaba el uso de la lengua gallega.
Por esos años, había una intensa relación entre los diferentes grupos a nivel epis-tolar, intercambios de personas y medios de prensa escrita que llegaban de Buenos Airesa Montevideo, y viceversa. A su vez, los galleguistas del Río de la Plata mantenían unestrecho contacto con el grupo “Nós”, que presidía Castelao, y con el Partido Galleguista.
Durante la Guerra Civil española, la actividad específica de defender la lenguagallega y la identidad como pueblo abre una pausa, y los gallegos se unen al resto de losespañoles en los Comités de defensa de la República Española que se formaron enAmérica. En Uruguay, el Comité de Ayuda a la República tuvo un periódico que se llamó“España Democrática”. En Argentina, nace el semanario “Galicia Libre”, con el objetode defender las libertades de Galicia.
Entre el año 1936 y 1949, Galicia apenas se expresa en gallego. Dejan de apare-cer libros, desaparece toda actividad política o cultural. Son los años de la “longa noite depedra” que dijera Celso Emilio Ferreiro. Toda aquella fuerza y esperanza que se vivía enlos años 20 y 30, de la que también participaban los gallegos de América, agoniza.Aquellos grupos activos de las “Irmandades da Fala”, el Partido Galleguista, el Estatutode Autonomía de la Segunda República, la revista y la editorial Nós, el Seminario deEstudios Gallegos y muchos otros proyectos culturales y políticos mueren en su mejormomento, cuando comenzaban a dar frutos.
La antorcha del galleguismo y la memoria de lo que ahora es Galicia resistió alotro lado del mar, en las colectividades de emigrantes, que ya entonces eran un mundopoderoso, especialmente en el Río de la Plata.
En el año 1951 salió en Buenos Aires, con carácter trimestral, “Mundo Gallego”,del que sólo salieron cuatro números. Tres años más tarde, Luis Seoane dirigió “GaliciaEmigrante”, hasta el año 1959. A mediados de los sesenta sale a la luz “El Correo deGalicia”, publicación que lleva por tercera vez ese nombre dentro del periodismo galle-go en Buenos Aires. Estaba dirigido por Perfecto López Romero, hijo de Perfecto López.(Vilanova, A., T.II:1966).
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Por último, debemos señalar que, además de todos estas publicaciones, existenaquellas que editan las distintas instituciones gallegas en el Río de la Plata, que en sumayoría se redactan en castellano, a excepción de algunos textos y poesías en gallego.
8.5.4. PROYECTOS EDITORIALES
A modo de ejemplo de lo que se hizo en la emigración desde el punto de vista edi-torial, debemos mencionar la edición de libros gracias al mecenazgo de hombres comoManuel Puente en Buenos Aires, o Jesús Canabal en Montevideo. Gracias al apoyo delprimero, salió a la luz “Sempre en Galiza” y las “Cruces de Pedra na Galiza”, de Castelaoy la “Historia de Galiza”, dirigida por Don Ramón Otero Pedrayo; en la otra orilla, elmecenazgo de Canabal apoyó las ediciones del Banco de Galicia y del Patronato daCultura Galega.
El Centro Gallego de Buenos Aires financió las Ediciones “Galicia” y el CentroOrensano las tituladas “Burgas”. Por otra parte estaba la “Alborada”, vinculada a laFederación de Sociedades Gallegas, la de “Ediciones Miño”, y la de “Botella al mar”.(Vilanova, A.,T.II:1966). También destacaron otras como la editorial “Lérez” delCentro Pontevedrés, “Rueiro”, “Minho” y “Nós”.
Luis Seoane y Arturo Cuadrado, consiguieron que la Editorial Emecé (1940) cre-ara las colecciones “Hórreo” y “Dorna”. La “Editorial Noval” creó las colecciones“Pomba” y “Camino de Santiago”. (Ibídem:).
Entre la actividad editorial gallega en el Río de la Plata, también destacamos enUruguay el esfuerzo editorial emprendido por el Banco de Galicia (1956) quien, apar-te de sus tareas como entidad financiera, fue promotor de una serie de iniciativas cultu-rales como concursos literarios, exposiciones de libros, de fotos sobre Galicia, además definanciar la edición de libros.
En el año 1957, con el asesoramiento de Luis Seoane, se constituyó en BuenosAires la “Editorial Citania”. Ese mismo año, con motivo del aniversario de la muerte deRosalía de Castro, se creó la Asociación “Follas Novas”, por iniciativa del escritor JoséNeira Vilas y su esposa Anisia Miranda. Dicha asociación mantuvo en la Argentina suFeria del Libro Gallego durante algunos años. (Ibídem).
En el año 1956 se funda “A.G.U.E.A”, Asociación Gallega de UniversitariosEscritores y Artistas, cumpliendo una intensa labor hasta el año 1959. El año 1956 fueun año de gran importancia para la cultura gallega en el Río de la Plata. En Uruguay seformó un Comité de Sociedades gallegas para organizar las Primeras Jornadas de CulturaGallega, que tuvieron un gran eco. Ese mismo año se celebró en Buenos Aires el “PrimerCongreso de la Emigración Gallega”, con motivo del Centenario del Banquete deConxo. La Comisión Organizadora estaba presidida por Manuel Puente quien, junto aRodolfo Prada y José Benito Abraira, fue a Montevideo para preparar el congreso. El
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objetivo del mismo era dar una visión global de Galicia y sus emigrantes, una afirmaciónde su identidad histórica a través de las comunidades gallegas emigradas. La adhesión fuetotal desde los diversos puntos de América: Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela,Chile y Brasil. La apertura fue el 24 de Julio y se nombró presidente a Jesús Canabal, deUruguay. Además, hubo actos paralelos de exaltación de la lengua gallega, como el cele-brado en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. El tema prin-cipal del Congreso fue la emigración, sus cincunstancias y sus consecuencias, pero tam-bién se trató de la necesidad de recuperar la dignidad política y social a través de la dig-nificación de la lengua y la cultura gallegas. En el año 1959 el Consello de Galiza publi-có en gallego las actas de este Congreso. Ese mismo año nace en la Argentina la“Asociación Hijos de Gallegos”; sus componentes formaban parte también de las“Mocedades Galegas”, que efectuaron una gran labor, complementada con su órgano dedifusión “Adiante”.
8.5.5. CURSOS EN LENGUA GALLEGA
Dentro de la línea de defensa de la lengua y la cultura gallegas, debemos mencio-nar especialmente en Uruguay, además de la audición de radio “Sempre en Galicia”, lacreación del Patronato da Cultura Galega, nacido tardíamente hacia el año 1964 y queha desarrollado una intensa y fructífera labor en la difusión de la lengua y la cultura galle-ga. Su objetivo es estrictamente cultural: se realizan conferencias en gallego, exposicio-nes del libro gallego, muestras de arte y de cerámica, se editan libros, folletos, su boletíninformativo en gallego “Guieiro”, además de recitales, obras de teatro y se dictan cursosde gallego. Las ediciones del Patronato, en los años noventa, llegaban a unos dieciséistítulos, lo que ha cumplido una función muy importante, sobre todo cuando en Galiciano se podía publicar en esta lengua. Tiene la biblioteca más actualizada en temática ylengua gallega del Uruguay gracias al intercambio con las más importantes editorialesgallegas. Anualmente otorgan el premio “Vieira de Prata” a instituciones o personas quese distingan en su trabajo por Galicia. El Patronato da Cultura Galega de Montevideo esla referencia obligada de la Cultura gallega en el Uruguay donde, más allá de la tarea quese realiza institucionalmente, se lleva adelante otra labor que cala más profundamente:la convicción de hablar siempre en gallego.
Si hacemos referencia a la enseñanza de la lengua gallega en el Río de la Plata,observamos que en Montevideo se da una situación homogénea: en el Patronato daCultura Galega se dictan cursos de lengua gallega y desde que la Xunta envía profesoresanualmente, éstos se integran a las actividades de dicha entidad.
En la Argentina, la situación difiere de la de Uruguay. Como antecedente a lasituación actual, en el año 1954 se creó en el Instituto Argentino de Cultura Gallega,que funciona en el Centro Gallego, la Cátedra de Literatura Galaico-Portuguesa en laUniversidad Nacional de La Plata. Por los años sesenta, la Asociación Argentina de
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Hijos de Gallegos organizó en el Centro Lucense unos cursos de gallego; en un principiofueron dictados por Eduardo Blanco Amor, y cuando éste se fue para Galicia, se hizocargo Ricardo Palmás.
En el año 1977 la Revista del Centro Gallego convoca un concurso para profeso-res de gallego. Asume la Cátedra el profesor Higinio Martínez, quien tiene una posturarespecto a la lengua diferente a la normativa establecida. Dicha postura es definida porel propio Higinio Martínez:
“Para los cursos, decido tomar la ortografía que yo consideraba histórica. Todavía nohabía surgido la postura reintegracionista. En Galicia, esta postura surge a partir de la discu-sión de un grupo minoritario en varios artículos de Grial, pero nada más que es una polémicaintelectual. En América empiezo en el año 77, un poco tímido e ingenuo, explicando las razo-nes de mi postura. El integracionismo es una postura bastante sencilla, que postula que el galle-go es el portugués. El gallego reintegrado no es más que una modificación ortográfica, que esuna convención y un principio de guía para la elección de las áreas en conflicto. La diferenciabásica entre el reintegrado y el normativo, estaría en la ortografía y en el distinto grado de cate-goricación.
En el año 82, cuando aún no se había confrontado el integracionismo en Galicia, nos reu-nimos un grupo que integramos con los “Amigos da Lingua Galega” y salió un documento en elque se proponía que la solución estaba en la convocatoria de un congreso internacional de la len-gua. Pero no se pudo concretar. Aquí hemos podido coexistir con los profesores que envían desdela Xunta. Pero en el año 1986, me cesaron de la Cátedra y nos fuimos al Centro Betanzos hastaque regresamos y este año (1994) iniciamos el decimoctavo curso de gallego”. Para ilustrar supostura reintegracionista, Higinio Martínez apela al académico Gregorio Salvador cuandodice: “Para el filólogo románico el gallego no es otra cosa que un dialecto del portugués o del galai-co portugués fuertemente castellanizado, y precisamente, su normalización actual como lenguaoficial, decretada por el estatuto, enfrenta a los llamados aislacionistas, partidarios de respetar suestado actual, con los reintegracionistas, que reivindican la vinculación portuguesa y que piensanque el gallego normalizado no puede ser otra cosa que un portugués escrito.” (*)
La postura reintegracionista también tuvo sus adherentes en el pasado, como es elcaso de algunos miembros de la “Sociedad Galega Pondal” que, en el periódico “A Fouce”,escribían en reintegrado. “Na Fouce, eramos catro que escribíamos en reintegrado: SantiagoMolla, Antón Castro, Antonio Vidal, e máis eu”. (Ricardo Flores, Buenos Aires, año 1994).
Respecto a la situación actual del gallego reintegrado, Higinio Martínez nos dice:
“En realidad, en la actualidad no son posturas proporcionales; hay una masa inerte, yuna pequeña minoría. Somos conscientes que somos una postura minoritaria, pero no de elite.
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(Lengua española y Lenguas de España. Gregorio Salvador
Ed. Ariel Lingüística. Barcelona, 1987).
…Estoy convencido que es la única postura que finalmente va a poder hacerse camino,pero tampoco soy tan ingenuo de suponer que el trabajo humano no influya en la historia. Aquíhay un camino de dos vías: una es la desgalleguización del campo, que es el cuerpo social quemantuvo el gallego vivo, y el otro el gallego de la ciudad que se está reconstituyendo, es el arti-ficial, que si no llega a conectarse con el otro a tiempo, terminar muriendo como flor artificialque es. Es la raya seca, lo que hace concebir esperanzas”. (Buenos Aires, abril 1994)
A nivel general, observamos que la masa de gallegos está al margen de estas dosdiscusiones teóricas. El conjunto de personas que habla gallego, lo mantiene como tra-dicionalmente ha perdurado, de forma oral, consecuencia de una escolarización en cas-tellano. De todas formas, consideramos pertinente a nuestro estudio exponer esta postu-ra, porque es una corriente que se manifiesta en Argentina y tiene sus seguidores en unode los cursos de lengua gallega que se dictan en Buenos Aires; el resto de los cursos quese imparten en el Río de la Plata siguen la normativa de la Xunta de Galicia. Creemosque profundizar sobre ello corresponde a los lingüistas y a todos aquellos que intervienenen las normativas de la lengua.
Además del curso que se imparte en el Instituto Argentino de Cultura gallega,debemos destacar el del Centro Galicia y la tarea que han desempeñado a favor de la len-gua entidades más pequeñas, como por ejemplo en Buenos Aires el Centro CulturalPartido de La Estrada, en el que el artista Manuel Cordeiro dicta cursos de gallego.
La lengua gallega también está presente en el ámbito universitario, como los cur-sos que se dictan en la Universidad de Belgrano (Buenos Aires). El profesor AdolfoLozano, Director del Centro de Estudios de la Universidad de Belgrano, en una entre-vista realizada en Buenos Aires, en el año 1994 nos dijo:
“La Universidad de Belgrano es una universidad privada, con unos 13.000 alumnos.Tiene todas las carreras menos medicina. En 1989, se organizó una muestra de cartografíagallega por la delegación del Instituto geográfico gallego de la Coruña, junto con el InstitutoGeográfico español. Pero la muestra de cartografía iba a tener un interés parcial, y había quedarle otro contexto. Entonces organizamos una serie de actividades: mesas redondas, coros, fol-klore, conferencias. Duró casi cuarenta días y con gran receptividad. Se hizo de fines del 89 a1990. Lo organizamos con la gente de la colectividad. Era totalmente abierto, con gran recep-tividad, con 700-800 personas todas las noches, porque se le dio una gran y buena difusión”.
Respecto a los orígenes de la Cátedra de Cultura gallega nos cuenta:
-”Casi todas las autoridades de la Universidad de Belgrano tienen origen gallego. ElRector, Abelino Porto (que fue Ministro de Salud Pública) es hijo de chantadino, el Dr.Castro,el Prof. Pérez. Les interesó mucho y les planteé la posibilidad de un curso de idioma gallego, conRuben López que fue el primer profesor que vino. Después todos los años,hasta este, (1994)que es el quinto. Damos idioma y cultura de Galicia. A mi cargo doy desde marzo a abril, einterrumpo cuando viene el profesor de Santiago. Este último año hemos tenido unos doscien-
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tos alumnos. Muchos, para una actividad de extensión cultural. La Cátedra se llama“Realidade, e cultura galega”. Es un curso abierto, y no se necesita ningún estudio previo.Vienen gallegos, argentinos y mucha gente de un nivel cultural de medio para arriba. En gene-ral es de un nivel bastante bueno y el de los profesores muy bueno. En la Universidad se hizoel “Encuentro de dos Mundos”. Se hizo en la de Santiago, en la de México, y en la deBelgrano”.
“Una vez por mes se trae un invitado a dar una charla. Hay un proyecto de un ciclocultural semanal, de vídeos culturales sobre Galicia. Viene mucha gente, muy participativa. Yestá fuera de la órbita de la colectividad”.(Adolfo Lozano, Buenos Aires, año 1994).
Por último, debemos destacar un proyecto cultural de gran interés, que tiene enmarcha el Centro Galicia de Buenos Aires, de crear un Centro Educativo gallego, queimpartirá tres niveles de enseñanza: Jardín de infancia, primaria y secundaria.
Además de este ambicioso proyecto, debemos destacar que, a partir de los últimosaños, la Xunta de Galicia firmó con las Universidades de Buenos Aires y Montevideo con-venios de cooperación cultural con el objetivo de establecer Cátedras de cultura gallega.
Como podemos apreciar, las circunstancias actuales son muy diferentes a los añosde la emigración masiva. Hoy día es Galicia la que difunde su cultura por los países deAmérica; pero cuando Galicia no tenía voz, la tarea se realizó desde la emigración. Lalabor que desde América se hizo por la lengua, la cultura y por el pueblo gallego ha sidomuy intensa. Finalmente, no podemos ni debemos olvidar que la Galicia actual no sepodría explicar ni comprender sin tener en cuenta el fenómeno emigratorio que la hamarcado hondamente, sentando las bases de su patrimonio cultural y que, a su vez, éstarepercutió profundamente en el Río de la Plata en particular y en América en general.
Portada del “Guieiro” publicación, del Patronatoda Cultura Galega de Montevideo. Totalmente engallego. Ejemplo de alta fidelidad lingüística en elRío de la Plata.
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9.1 CONTEXTO POLÍTICO VIVIDO EN GALICIA
9.1.1. NACIMIENTO DEL NACIONALISMO GALLEGO SITUACIÓN EN GALICIA.
A través del estudio de la lengua gallega, hemos observado que ésta se situó den-tro de un contexto cultural donde le fue muy difícil asentarse y ser reconocida. Por ello,la reivindicación lingüística siempre ha ido unida a la lucha política: la tarea que debióemprender Galicia pasó por asignar su puesto a la Cultura y la lengua gallegas. La lenguacomo símbolo y causa del reconocimiento de Galicia como nación diferenciada.
El origen del debate político gallego está vinculado entonces a la lengua. SegúnJusto Beramendi, la primera expresión organizada del nacionalismo gallego fueron lasIrmandades da Fala. La primera Asamblea de las Irmandades tuvo lugar en Lugo en elaño 1918. Ésta tiene una gran relevancia, porque por primera vez se sustituye el concep-to de regionalismo manejado hasta el momento por el de nación. Las Irmandades fueronagrupaciones cuyo objetivo principal fue la defensa de la lengua y la cultura de Galicia,porque en ellas es donde se encuentra la identidad de la nación. Políticamente, plante-aban la descentralización del Estado bajo una fórmula de carácter federal. (Samuelle,C.:1993).
España sufría una profunda crisis desde el año 1917, por el agotamiento de laarcaica estructura económico-social, dominada por la aristocracia de los grandes propie-tarios rurales y los grandes burgueses de la industria y las finanzas. La salida fue apelar ala Dictadura de Primo de Rivera, quien dio el golpe de Estado el 13 de septiembre de1923. (Pérez Agilda, N.:1989).
La dictadura de Primo de Rivera supuso la desbandada de las Irmandades da Fala.Hacia el año 1929, en La Coruña, se reactiva el movimiento nacionalista : en plena “dic-tablanda” de Berenguer nace la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA),en la que se integran los republicanos de Santiago Casares Quiroga y los galleguistas dela Irmandade da Fala, seguidores de Vilar Ponte. El objetivo de la ORGA era la instau-ración de una República en España y un régimen de Autonomía para Galicia.
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CAPÍTULO 9
OTROS NIVELES DE IDENTIFICACIÓN:ACTITUD POLÍTICA DE LOS
GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA.
La mayoría de los nacionalistas del resto de Galicia no siguen el ejemplo de loscoruñeses, y buscan la reorganización de grupos estrictamente nacionalistas. El primergrupo parte de Orense, liderado por Risco y la revista Nós. Su objetivo fue reactivar lasIrmandades da Fala. Con tal motivo, se llevó a cabo en abril de 1930 la VI AsambleaNacionalista en A Coruña. En la misma vuelven a estar presentes todas las tendencias,incluidos los cofundadores de la ORGA. Paralelamente se había producido un hecho quereducía las posibilidades de éxito: el Pacto de Lestrove entre la ORGA y la AlianzaRepublicana y algunos grupos federalistas. Por este pacto, se constituía la FederaciónRepublicana Gallega para instaurar en España una República democrática y luchar porla autonomía de Galicia dentro de ella. Aunque la Federación Republicana Gallega sedeclaraba como una fuerza gallega independiente de organizaciones de ámbito estatal,era indudable que no se trataba de un partido nacionalista, sino republicano - autono-mista. A pesar de que en la Asamblea se acordó crear un partido con un programa nacio-nalista, se llamaría Partido Autonomista Republicano Agrario, para adaptarse al futuromás previsible y ensanchar las bases sociales en potencia. Tal partido no se creó nunca,fundamentalmente por la abulia de los que militaban en la Organización RepublicanaGallega Autónoma y en la Federación Republicana Gallega. (Beramendi, J.:1991).
Desde el mes de mayo, los caminos de unos y otros se separan. Los que siguen con-fiando en la viabilidad política de un nacionalismo sin concesiones, aceleran los esfuerzosreorganizadores. El resultado no es sólo el resurgimiento de grupos locales preexistentes,sino la aparición de otros nuevos, con lo que las agrupaciones galleguistas se fortalecen.Este crecimiento se intensifica en los primeros meses del año 31. Las elecciones munici-pales del 12 de abril, la proclamación de la República y la convocatoria de elecciones aCortes Constituyentes estimulan la reorganización nacionalista para asistir a los comiciosen las condiciones menos desfavorables. Luego, el impulso continúa y proliferan en loscentros urbanos y pequeñas localidades los comités‚ Irmandades y pequeños partidos que,hacia el mes de diciembre confluirán en la VII Asamblea Nacionalista de Pontevedra, quefue al mismo tiempo la primera y fundacional del Partido Galeguista.(Ibídem:).
La descomposición de la Monarquía era un hecho claro. El 17 de agosto de 1930tuvo lugar el pacto de San Sebastián que reunió a varios representantes de partidos repu-blicanos, entre ellos a Casares Quiroga. A título personal asistieron los socialistasIndalecio Prieto y Fernando de los Ríos. El fin era coordinar esfuerzos para instaurar laRepública. El comité ejecutivo de San Sebastián será el germen del clandestino gobier-no provisional de la República de Alcalá Zamora. (Pérez Agilda, N.:1989).
En los meses que siguen al Pacto de San Sebastián, todo el galleguismo se declararepublicano. A consecuencia de esto en el mes de octubre, nace el Compromiso deBarrantes, en el que participan nacionalistas, republicanos y agraristas. Este pacto noimplicaba una fusión orgánica, sino que simplemente fijaba los objetivos comunes en esemomento: “liquidación del caciquismo, del centralismo y de todo “régimen político que no emane
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de la soberanía popular”.”consecución de la “autonomía plena” para Galicia, así como de la coo-ficialidad del gallego y el castellano y la galleguización de la Universidad y de toda la enseñanza;y la liberación de la tierra y la dignificación social del campesino”. (Beramendi, J.,165:1991).
Estos acuerdos iniciales se pondrán a prueba cuando se proclama la República yse debe pasar de las palabras a los hechos. A partir de ese momento, la cuestión del auto-gobierno ocupa el primer lugar en la política gallega. La Federación Republicana Gallegay la Organización Republicana Gallega Autónoma convocan en el mes de junio unaasamblea pro-autonomía en La Coruña. Se presentaron tres anteproyectos. La Asamblearecomendó la redacción de un texto inspirado en los criterios autonomistas más mode-rados de la Federación Republicana gallega, que posteriormente fue entregado a los dipu-tados gallegos en las Cortes Constituyentes; éstos lo tomaron como base para redactar unnuevo proyecto que sería presentado y aprobado en una segunda asamblea. Ese docu-mento fue la base del Estatuto definitivo. (Beramendi, J.:1991).
Sin embargo, cuando se convocaron las elecciones a Cortes Constituyentes, elnacionalismo gallego no tenía las ideas claras. Solamente en la provincia de Pontevedra seatreve el nacionalismo a presentarse en solitario. Los numerosos grupos existentes en la provin-cia deciden aunar fuerzas en torno a la candidatura galleguista, que presenta a Castelao, PazAndrade y Ramón Cabanillas por las minorías. En toda Galicia, pues, el nacionalismo consi-gue colocar, por un medio u otro, a cuatro dirigentes históricos en las Cortes, frente a los 15diputados de FRG-ORGA y afines; los 9 del Partido Radical; los 8 del PSOE; y los 9 inde-pendientes, de ellos 3 de derechas.” (Ibídem: 166-167).
Pronto los galleguistas se dan cuenta de que Casares Quiroga está dispuesto asacrificar lo mejor de su autonomismo para converger con el republicanismo de Azaña.Castelao, Otero Pedrayo y Suárez Picallo siguen luchando en solitario por la RepúblicaFederal. Conscientes a su vez de la necesidad de unificar a las dispersas organizacionesnacionalistas, se funda en Pontevedra en el mes de diciembre de 1931 el Partido galle-guista. (Ibídem.)
El Partido Galleguista se asentó sobre dos aspectos básicos: su carácter explícita-mente nacionalista, que supera el “regionalismo” del siglo anterior, y la descentralizaciónpolítica bajo un Estado Federal. “El nacionalismo gallego de la II República se pronuncia aestos efectos, oficial y mayoritariamente por el rechazo de la solución separatista, la postulaciónde un Estado federal y la aceptación táctica pero crítica del modelo de las autonomías y el EstadoIntegral de la Constitución Republicana”. (Máiz, R., 378-382:1991).
La nueva Carta Magna española contenía algunos aspectos de gran incidenciasobre el galleguismo; como fue la rebaja irreversible de los niveles posibles de autogo-bierno. Frente a un Estado integral, el nacionalismo gallego, o bien se mantenía “puro”y se autoexpulsaba del sistema político, o aceptaba la autonomía como un mal menor ytransitorio, luchaba por conseguirla y aprovechaba esa lucha para aumentar su audiencia
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social, y una vez conseguida plantearse otros objetivos. De esta forma el PartidoGalleguista se decanta por la segunda opción y dedica sus esfuerzos a la consecución delEstatuto de Autonomía para Galicia. (Beramendi, J.:1991).
A principios del mes de marzo el gobierno convoca a elecciones municipales parael mes de abril. Luego vendrán las correspondientes a diputados y senadores. El 12 deabril del año 31 las elecciones municipales traen consigo la caída de Alfonso XIII. Seproclama la Segunda República.
El triunfo del Frente Popular en el año 1936 supone el retorno del galleguismo alas Cortes, pero el verdadero triunfo del Partido Galleguista estuvo en poder sacar ade-lante el Estatuto de Autonomía para Galicia, que fue plebiscitado el 28 de junio, con eltiempo justo para depositarlo en las Cortes, aunque no para que estas lo refrendasen.(Beramendi, J.:1991).
9.2 REPERCUSIONES EN EL RÍO DE LA PLATA
9.2.1. PARTICIPACIÓN A NIVEL SINDICAL
Pasada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Europa volvió a abrir las puer-tas, buscando fuera el pan que no había en casa, decidida a olvidar la tragedia y volver aempezar. Galicia también vuelve a emigrar. Bajo las presidencias de Alvear en Argentinay Batlle y Ordóñez en Uruguay, se abre una etapa de gran prosperidad económica en elRío de la Plata.
Por esos años sindicalistas gallegos, más o menos espontáneos, casi siempre auto-didactas aparecen protagonizando movimientos sociales y obreros en ambas orillas delPlata. Había gallegos en todas partes, en la ciudad y en el campo. En Argentina, fue enel gremio de panaderos es donde los anarquistas establecieron sus bases, convirtiéndoloen el primer sindicato obrero de resistencia en el país, cuyo origen data del año 1887.Otros dos gremios donde fue importante la presencia de gallegos fue el de portuarios ychóferes, donde destacaron Manuel Hermida y Antonio Rodríguez, deportados a Galicia.(Vieites, D., 1993)
En la primera huelga general del 19, en Argentina, el anarquista ferrolano Sotorevolucionó el mundo para defender a los obreros del abuso y la esclavitud de los patro-nes ingleses. Es la época de la “Revolución del 21”, que marcó una etapa muy dura.
La gran represión y las expulsiones hacen que Uruguay se convierta en el lugar deasilo de los anarquistas y sindicalistas exiliados, como Manuel Fandiño, Adrián Troitiñoy Tato Lorenzo. Este último fue una figura destacada dentro de la Federación RegionalUruguaya. Embarcó en 1900 hacia Brasil, dos años más tarde llegó a Montevideo y en1903, a la Argentina, donde fue encarcelado. En 1909 es deportado y en el 12 vuelve alUruguay, donde realizó una intensa labor. Otra figura destacada fue Manuel Fandiño
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deportado, que desembarcó primero en Brasil, donde actuó con un grupo de anarquistasy en 1911 sale para Montevideo, donde participó en la organización del gremio de eba-nistas y en la creación de la Federación Obrera Regional Uruguaya. Más tarde, vuelve aBuenos Aires con el nombre de Alejandro Silvetti, donde desarrolló una actividad múl-tiple en el terreno sindical e ideológico. (Vieites, D., 1993).
Pero el exiliado gallego más relevante en el campo sindical fue Adrián Troitiño,emigrado primero a Buenos Aires en el año 1880 como polizón. Como representante delos obreros de Buenos Aires en el año 1901, participó en Montevideo en la fundación dela Sociedad de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos.
En el año 1903 el gobierno argentino le aplicó la “Ley de Residencia” y lo expulsódel territorio nacional. Al año siguiente volvió al Río de la Plata, asentándose enMontevideo, donde reinició su labor como panadero (oficio adquirido en su estancia enArgentina) y reanudó también su militancia en el Sindicato de Oficios Varios de la Villadel Cerro. En 1905 participó de la huelga de los carpinteros y fue orador principal delgran mitin en protesta por las masacres de obreros en Rusia. En mayo del mismo año fueuno de los líderes de la huelga de los trabajadores portuarios, entre los que había grancantidad de gallegos. (Zubillaga, C.:1988).
Por un tiempo fue responsable de la redacción de “El Obrero”, periódico quincenalde orientación anarquista. Marginado de la vida laboral por estar en la lista negra confecciona-da por los sectores empresariales, se dedicó a la venta de periódicos y revistas. En el año 20fundó el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, organización en la que trabajó activa-mente”. educó, vistió y alimentó a los desposeídos, creó al servicio de estas necesidades la Cajade Auxilios del Sindicato, obra pionera en el país de un modelo de seguridad social autogestio-nada.” (Ibídem:197).
Los aires de libertad que se respiraban en Uruguay, en la otra orilla, fueron ampu-tados por la gran represión y las deportaciones. La masiva llegada de deportados y retor-nados de América obligó a organizar en los puertos gallegos Comités de Ayuda interna-cionales por parte de los anarquistas gallegos que funcionaron durante la República.(Vieites, D.,1993).
9.2.2. PARTICIPACIÓN A NIVEL POLÍTICO
La colectividad gallega organizada no tenía participación en el panorama políti-co rioplatense. La inmensa mayoría ni siquiera eran ciudadanos, no tenían derecho alvoto aunque, como es lógico, hubo excepciones. En cambio, los diferentes aconteci-mientos de la política de Galicia se vivían con gran pasión.
Al igual que sucedía en Galicia, desde el siglo XIX hasta principios del XX tam-bién se maneja el concepto de regionalismo. La concepción del regionalismo que losinmigrantes tendrán hasta ese momento está basada en “el fomento del asociacionismo y de
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la solidaridad entre los gallegos emigrados, cara a contribuir a su propio bienestar y protecciónmutua en su nueva tierra, y cara fomentar obras de interés social y cultural en Galicia, cana-lizando envíos y aportaciones económicas hacia la patria para la construcción de asilos, escue-las, etc. (Núñez Seixas, X.M., 384:1990).
La última década del siglo XIX, sin embargo, se caracterizó por la falta de accionesprácticas encaminadas a la concreción del ideal regionalista por medios políticos; en cam-bio, a diferencia de lo que sucedía en Galicia, las principales publicaciones de la emigra-ción eran adeptas al regionalismo gallego. Incluso en algunos casos, como en el SemanarioNova Galicia, dirigido por Fortunato Cruces, mostraban una comprensión más amplia,“no sólo del término y del contenido del regionalismo político que por entonces era predicado enGalicia, sino también de las esperanzas que se depositaban en una posible solución autonómicapara el país dentro del Estado español, entre las cuales los emigrados colocan la posibilidad deacabar con el mal endémico que la emigración supone para Galicia”; en este sentido, el regio-nalismo desarrollado en América tendrá diferencias con el de Galicia por su mayor sensi-bilidad hacia el problema social de la emigración. (Núñez Seixas, X.M., 384:1990).
Por esos años, el impulso regionalista proviene de las elites ilustradas de la colec-tividad organizada y de comerciantes gallegos formados primero dentro del agrarismo yque más tarde evolucionarán hacia el nacionalismo. Sin embargo, los grandes centros dela colectividad veían con recelo el nacionalismo federalizante de las Irmandades, limi-tando con el separatismo (sobre todo después de la Asamblea de Lugo del 18), así comola defensa del idioma gallego que los regionalistas de ambos lados del océano sólo utili-zaban subsidiariamente. (Ibídem:).
En el año 1917 nació en Buenos Aires la Asociación Regionalista “A Terra”. Estaasociación todavía defiende un regionalismo de corte regeneracionista hispánico. Al añosiguiente se fusiona con la Asociación Artística Gallega, el Orfeón Gallego y la CoralGallega y nace la Casa de Galicia de Buenos Aires, cuyo objetivo principal era conver-tise en una gran institución difusora del regionalismo gallego en la Argentina. Esta ins-titución desarrolló una labor mutualista, cultural y social. A pesar de que su regionalis-mo fue un tanto “descafeinado” respecto a lo que los nacionalistas de Galicia esperaban,contribuyó a crear una generación de jóvenes galleguistas emigrados que jugarán unimportantísimo papel en el posterior desarrollo del nacionalismo. (Núñez Seixas,X.M.,1990).
En Uruguay la situación fue más homogénea‚ como muestra este testimonio deManuel Meilán, emigrado a América en el año 1922:
“A situación dos galegos aquí era un pouco distinta do que sucedía na Arxentina. Nonhabía tantas diferencias e a colectividade estaba máis unida. Moitas das sociedades que existenhoxe son posteriores, naceron nos anos cincuenta. Dende o século XIX ata os primeiros dosanos XX o Centro Galego foi a institución de tódolos galegos. Aínda tamén houbo problemas,
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que así naceu despois a Casa de Galicia, por incomprensión do propio Centro. As nosas cou-sas sempre foron así”.
“Se daquela tivesen aceptado a teoría de José María Barreiro de facer dunha parte doCentro Galego unha sección dedicada saúde, sucedería como en Bós Aires, ou como naHabana antes, que o propio Centro cubriría a atención médica da xente, e non habería esci-sión. Non tería nacido a Casa de Galicia e non se dividiría a colectividade”.(Samuelle,C,98:1993).
La tarea desempeñada por estas instituciones madres fue de gran relevancia enuna época en que había grupos de jóvenes galleguistas que desarrollaron una gran acti-vidad en el terreno cultural: obras de teatro, coros, y todas aquellas actividades que lesvinculaban con la tierra de origen. Al Centro Gallego y a la Casa de Galicia debemossumar también otras entidades de carácter comarcal y las diferentes filiales del CentroGallego que se fundaron en la mayor parte de las ciudades del interior del país.
En Argentina los gallegos organizados actuaban en diferentes asociaciones. Unaentidad de gran relevancia fue la Federación de Sociedades Gallegas Agrarias y Culturalesde la República Argentina, del año 1921. En el año 1929 se produce una escisión: losnacionalistas permanecen en la Federación de Sociedades Gallegas Agrarias y Culturales dela República Argentina, con sede en la calle Belgrano, y los socialistas en la Federación deSociedades Gallegas de Buenos Aires, en la calle Bartolomé Mitre. Por ello, popularmen-te‚ se les llamaba los de “Mitre” y los de “Belgrano”. Esta división se mantuvo hasta laGuerra Civil, momento en que dejaron de lado las diferencias y se volvieron a unir.
Pero el punto de partida del movimiento nacionalista gallego en el Río de la Plataes el año 1923, momento en que nace en la Argentina la primera Irmandade: laIrmandade Galeguista para América do Sur, creada por Ramiro Illa Couto, vinculadaestrechamente al grupo que lideraba Vicente Risco en Orense. Esta Irmandade tenía unórgano de difusión, la revista “Terra”, editada completamente en gallego. Por esa misma‚época comienza a salir en Galicia la revista Nós. La Irmandade tuvo una vida efímera.En el año 1924 se produjo una división en la que, por un lado, estaban los autonomistasy por otro, los nacionalistas más radicales. El primer grupo estaba integrado por figurasde primera línea, como el escritor Eduardo Blanco Amor o el político Ramón SuárezPicallo. Este grupo fundó la revista “Céltiga” (1924-1932), de gran prestigio, que tam-bién llegaba a Galicia. Fue muy relevante porque, además, llevó a cabo algunas campa-ñas de interés, como la que hizo a favor del libro gallego, o la construcción de la resi-dencia de estudiantes en Santiago de Compostela. El contacto con los grupos naciona-listas de Galicia siempre fue muy estrecho. Años más tarde (1926) se le da al movimientoun sentido cada vez más político y menos culturalista.
Por otro lado estaban los nacionalistas más radicales que, en el año 1925, reorga-nizan la Irmandade Nacionalista Galega y un año después comienzan a publicar “A
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Fouce”. Más adelante, este grupo aparece bajo el nombre de Sociedade de Arte Pondal,y a partir de 1930, como Sociedade Nacionalista Pondal.
Sobre el nacionalismo separatista gallego debemos hacer una breve mención desus orígenes, dado que fue un proceso puntual y efímero, tanto en Galicia como enAmérica. Beramendi nos habla del nacionalismo separatista como un fenómeno margi-nal en el galleguismo de 1916-1936. Dice que “Aparte de desplazar el referente de negaciónde Castilla a España y de afirmar sin titubeos el derecho de Galicia a la independencia, sus apor-taciones ideológicas son prácticamente nulas, pues en lo demás se limitan a asumir el corpus teó-rico de Vicente Risco con muy pocas variantes. Organizativamente, tres son los grupos quebasan su razón de ser en el separatismo durante este período, y los tres a cual más débil y efí-mero”.(Beramendi, J., 156:1991).
El primero nace en La Habana a mediados del año 1922, bajo la dirección de FucoGómez; decae en el 23 y vuelve a resurgir en los años treinta. El segundo grupo, ya citado,nace también fuera de Galicia, en Buenos Aires en el año 1925 y el tercero, VangardaNazonalista Galega, nace y muere rápidamente en Galicia en el año 1933, como conse-cuencia de la salida de Álvaro de las Casas del Partido Galleguista. (Beramendi, J.:1991).
Por estos años, el debate entre los galleguistas de Buenos Aires fue muy intenso.En cambio, esta situación en la otra orilla del Plata no se dio, como así lo refleja ManuelMeilán, quien emigró a Buenos Aires en el 22 y en los años 30 se radicó en Montevideo.
“Con todo, en Bós Aires estabamos máis politizados. Había máis puxa entre grupos, etamén‚ máis liortas internas. Aquí a acción era máis unitaria. Os Galeguistas estabamos daquelacentrados na Casa de Galicia, mentras que en Bós Aires uns andaban nun lado e outros no outro.Non digo que as ideas galeguistas non estivesen m máis afincadas en Bós Aires, no, pero taménestaban máis espalladas. En Uruguai, por exemplo, non existían aquelas debouras afervoadas entrearredistas e autonomistas, pondalianos e federalistas”. (Samuelle, C., 102-103:1993).
Podemos afirmar que, por estos años, el debate entre los galleguistas de BuenosAires se centraba muy especialmente entre los partidarios de la independencia de Galiciay los que proponían una transformación del Estado para una solución de carácter federal.
Esta pugna está reflejada en diversos estudios efectuados por historiadores, peroen nuestro caso, además de tomarlos como referencia bibliográfica, analizaremos la situa-ción política del momento bajo la perspectiva de sus protagonistas. Para ello nos basare-mos en las reflexiones efectuadas por Manuel Meilán, proclive a la postura autonómicay las de Ricardo Flores, representante de la línea independentista de la época.
Manuel Meilán nació el 18 de julio de 1904 en Lugo; en el año 1922 emigró aBuenos Aires y en los años 30 al Uruguay, donde falleció en el año 1994.
Ricardo Flores es oriundo de Sada-Coruña, donde nació el 1º de Mayo de 1903;y en el 29 emigra a Buenos Aires donde aún hoy día, en el año 2000, reside y sigue tra-
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bajando como en sus años de juventud. Los testimonios de Meilán (*) se basan en el aná-lisis de la historia de su vida desde el año 1989 a 1991 en Montevideo, y la de RicardoFlores se centra en su seguimiento desde el año 1993 a 1994 en la ciudad de BuenosAires. Ambas historias de vida fueron relatadas en gallego, pero en esta ocasión lashemos traducido.
9.3 CONTEXTO POLÍTICO EN EL RÍO DE LA PLATA
9.3.1 AÑOS VEINTE Y TREINTA: REFLEJO DE UNA ÉPOCA.
La vida por estos años, tanto social como intelectualmente, se desenvolvía en loscafés, tertulias que en la actualidad se han perdido. Hubo cafés muy famosos: enMontevideo, el Tupí-Nambá y el Brasilero entre otros; en la otra orilla, el Madrid, elIberia o el Tortoni, que aún hoy día existe, manteniendo el espíritu y la tradición de losgrandes establecimientos de la Avenida de Mayo bonaerense, también conocida como laAvenida de los españoles. “El café de los gallegos era el Armonía. Desapareció cuan-do abrieron la Avenida 9 de Julio. Después comenzaron a reunirse en el Iberia. Hubomuchas tertulias donde “actuaban” intelectuales gallegos. Pero los galleguistas éra-mos del Armonía. Allí arreglábamos el mundo y teorizábamos sobre la idea de Galicia,la patria, sin sospechar lo que el futuro anunciaba: la guerra civil, la muerte deCastelao, y la larga noche de piedra.”
“…Había dos grupos: los de la Sociedade Nacionalista Pondal, que nosotrosllamábamos los separatistas, porque eran de la idea de que Galicia se separase deEspaña, y los autonomistas, que pensábamos que no era conveniente tal separación,que podíamos armonizar nuestra identidad dentro de un marco común integrandoPortugal, llegado el caso, en una realidad peninsular plurinacional”.
“Los de la Sociedad Pondal tenían un periódico, A Fouce. Nosotros les decía-mos que no era suficiente con gritar y tener un periódico para lograr la independen-cia, que había que apoyar primero la Autonomía, que había que ser posibilistas, queya bien costaba sacar aquello adelante para que vinieran ellos con maximalismos.”(Samuelle, C.,56-57:1993).
Estas dos posturas discrepaban en dos premisas básicas: los pondalianos hablabande la oficialidad del gallego y los autonomistas de cooficialidad: los primeros concebían aGalicia separada de España, independiente, y los autonomistas integrada en un sistemade federación dentro del Estado Español. A propósito Meilán nos sigue diciendo:
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(*)(Conversas con Manuel Meilán: Samuelle, C. Ediciós Xerais, Galicia::1993),
“La lucha era esa, efectivamente. Pero yo pienso que la posición de los sepa-ratistas era utópica. ¿Cómo podíamos pensar que un Estado como el español, de lanoche para la mañana, crease repúblicas independientes? Nosotros pensábamos queel camino más corto para avanzar era la autonomía. La política es el arte de lo posi-ble. Todos queríamos el bien de Galicia, pero no coincidíamos en cómo concretarlo,
cuál debía ser la fórmula más acertada. Los separatistas elegían el camino máslargo, y nosotros el atajo. Pero debemos tener en cuenta que el propio hecho de queexistiesen ambos grupos era positivo tanto para ellos como para nosotros. Yo siemprele decía que tal como estaban las cosas, el día que hubiese algo iba a ser una auto-nomía, nunca una independencia, y que había que aprovecharla. Y eso fue lo quesucedió.” (Samuelle, C., 69:1993).
A propósito de la postura separatista, Ricardo Flores nos dice:
“Buscábamos que la gente se definiera. Surgimos como una reacción de deses-peración. Éramos agraviantes, intransigentes. Tanto es así que cuando había asam-bleas en la Federación nosotros imponíamos que se hablara en gallego. Entre los galle-gos de la Pondal, aunque se dijera “morra España” no caía mal, pero con otros no.Elpondaliano estaba consagrado a la defensa de su país. Era un verdadero patriota. Unpondaliano no aceptaba que se lo tratara como español. Éramos utopistas, porque erauna utopía lo que nosotros sosteníamos en aquel entonces. “ (Ricardo Flores, BuenosAires, año 1994).
“A los pondalianos les tenían miedo, pero al mismo tiempo respeto, porquetenían una jerarquía que no había en otros grupos de la colectividad. Los de la Pondaléramos nacionalistas y los otros autonomistas. Todavía hay hoy en día quien habla deGalicia como región; y un buen gallego no debe decir región, tiene que hablar de país,nación o “da Nosa Terra”. Es una contradicción que mientras que el Estado españolreconoce que Galicia es una nacionalidad, vengan gallegos a hablar de regionalismo.Tanto autonomistas como separatistas éramos buenos gallegos. Gritábamos mucho,pero no era para pelear, sino para que nos escuchasen hablar en gallego”. (RicardoFlores, Buenos Aires. año 1994).
Mientras que en Buenos Aires se discutían ambas posiciones: autonomía o inde-pendencia, en Galicia se producían una serie de cambios. En el año 1929 nació laOrganización Republicana Gallega Autónoma, que tenía como ideal la instauración dela República en España y un régimen de autonomía para Galicia. Respecto a la misma,Ricardo Flores comenta:
“Tuvo una repercusión muy grande hasta la llegada de Castelao. La ORGA deCasares Quiroga fue la primera representación galleguista. Los de la Pondal no per-tenecíamos a ella, porque no podíamos pertenecer otra entidad. Para nosotros no era
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una verdadera representación de Galicia porque éramos totalmente radicales, sepa-ratistas, independentistas”.(Ricardo Flores, Buenos Aires, año 1994).
En el año 1930 se creó la ORGA en Argentina, siguiendo las directrices deGalicia. El objetivo fundamental era conseguir un movimiento antimonárquico y repu-blicano. Se formó con gente de la Federación y con el trabajo de tres pilares fundamen-tales: Ramón Suárez Picallo, Antón Alonso Ríos y Eduardo Blanco Amor.
“La vinculación con Galicia siempre fue muy estrecha. Todo lo que sucedía en la Tierrapronto se sabía. Aquí hicimos mítines a favor de la República, denuncias contra los abusos dela Monarquía, y se recaudó mucho dinero para los trabajos políticos en el país”.(Samuelle,C.,89:1993).
En el mes de abril de 1931 triunfa la República, noticia que se recibió con granjúbilo por parte de los gallegos del Río de la Plata. “Fue una alegría muy grande para todos,aunque todavía faltaba lo más importante: la autonomía. A los pocos días de la proclamaciónde la República, el Congreso de la Federación de Sociedades Gallegas acordó enviar una repre-sentación a Galicia en nombre de la ORGA de Argentina, y allá fueron Antón Alonso Ríos ySuárez Picallo, y Julio Sigüenza por Uruguay. Sigüenza era un magnífico escritor y, de aque-lla, gerente del Centro Gallego de Montevideo. Llevaban el mandato explícito de trabajar afavor de la Autonomía” (Ibídem:89).
Desde Buenos Aires y Montevideo se trabajó intensamente a favor de laAutonomía. Se formaron grupos de apoyo, se enviaron delegados, se convocaron muchí-simos actos, hubo campañas de radio y de prensa en Argentina, Uruguay y Galicia y seorganizaron mítines casi todos los domingos con la actuación de coros. También se pre-pararon actividades conjuntas entre ambas colectividades.
“La campaña a favor del Estatuto fue extraordinariamente intensa, y la lucha por lasideas galleguistas muy recia y muy fuerte.Fue un apoyo tanto ideológico como material, para quese hiciese propaganda en la Tierra a favor del Estatuto de Autonomía. Cuando en el año 1931se fundó el Partido Galleguista esa relación se hizo más estrecha”. (Samuelle, C., 90:1993).
Cuando en Galicia se funda el Partido Galleguista, hubo un sector que siguió vin-culado a la ORGA de Casares Quiroga. En Argentina en cambio “Fue un poco diferente.El ideal del galleguismo lo recogieron las Irmandades, pero al ver que la ORGA de CasaresQuiroga no mostraba muchas simpatías por el movimiento galleguista y se volvía hacia el cen-tralismo, empezamos a alejarnos de ellos y a acercarnos al Partido Galleguista”. (Ibídem:90).
Por aquellos años, Rodolfo Prada promovió la Organización NacionalistaRepublicana Gallega Autónoma. “Al nombre de la antigua ORGA se le agregaba el adjeti-vo de Nacionalista, que era lo que nosotros queríamos destacar. Esta nueva organización quisoser una especie de filial del Partido Galleguista en Argentina”. (Samuelle, C., 91:1993).
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Esta organización no duró mucho tiempo. En el año 40, cuando llegó Castelao,todos los grupos galleguistas se refundan en una única Irmandade dirigida por él.
En cuanto a la relación entre los pondalianos y el Partido Galleguista, RicardoFlores nos dice: “Estábamos separados del partido Galleguista, recién algunos se integraroncon los galleguistas cuando llegó Castelao. Otros en cambio nos integramos mucho después”.(Ricardo Flores, Buenos Aires año,1994).
La actividad de los galleguistas de la otra banda del Río de la Plata también fuemuy intensa. A principios del año 1934, se constituyó el Comité Pro-AutonomíaGallega, a instancias de Constantino Sánchez Mosquera. El principal objetivo delComité fue difundir la conciencia gallega entre los emigrantes radicados en el Uruguay,el orgullo de la propia Tierra, y explicar el proceso político y las ventajas del Estatuto deAutonomía.
El comité tuvo un órgano de difusión que se llamó “Raza Celta”; el primer núme-ro salió en abril del 34. En él se trataba todo lo relacionado con la colectividad y se difun-dían las ideas autonomistas y galleguistas. De esa publicación Meilán nos comenta: “Yofirmaba una sección titulada “Farrapos” con el seudónimo de “Vaites, Vaites” y otra,“Fungueirazos”, con mucha ironía”.(Samuelle, C.,104:1993).
Además se organizaron recitales con la actuación de coros, como “Lembranzas deUltreia”‚ que canto en el Teatro Solís e incluso ante la Cámara de Representantes delUruguay.
Este Comité tuvo una vida corta pero intensa. Cuando Sánchez Mosquera se fuea Madrid en el año 1935, el comité se disolvió. Pero por aquellas fechas ya estaba en mar-cha la Irmandade. En el mes de mayo de 1935 un grupo liderado por Antón Crestar, queeditaba la revista en gallego Nós, fundó la “Irmandade Galeguista do Uruguai”.
Meilán nos dice al respecto: “Recuerdo que un día leí en un periódico que se llamabaEl Plata, el llamado para la fundación. Yo venía de fundar la Irmandade de la Argentina y aquelllamado me conmovió. La cita fue en el café Brasilero, que todavía existe. Cuando llegué meencontré con Pedro Fernández Veiga, a quien ya conocía de la primera vez que estuve enUruguay, en el 31, y fue quien me presentó a algunos otros compañeros: Antón Crestar,Manuel Leiras, Camilo Bóveda” (Samuelle,C.,105:1993).
En un primer momento la actividad de la Irmandad se centró en el apoyo a laautonomía. Se editaba un periódico denominado “Irmandino” redactado enteramente engallego. El primer número salió a la luz en octubre del 34. “Nuestros objetivos eran ladefensa de la autonomía y el autogobierno, y la concienciación de nuestra lengua y cultura,nuestra identidad como pueblo, deteriorada a lo largo de la Historia. Creo que se hizo una grantarea entre la comunidad emigrante. Se creó, entre otras cosas, una biblioteca de libros gallegospara atender las demandas de la colectividad y avivar el interés por nuestras cuestiones sociales
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y culturales. Se organizaron actos, conferencias, mítines. recitales poéticos, de música, tea-tro.Había en aquel tiempo una intensa relación personal y epistolar, e intercambiábamos publi-caciones. Teníamos muy buena comunicación con el grupo Pondal de Argentina, por ejemplo,y con el grupo Nós que presidía Castelao, y con el Partido Galleguista.” (Samuelle,C.,106:1993).
Cuando finalmente en Galicia se vota el Estatuto de Autonomía de la SegundaRepública, en América tuvo una repercusión muy grande, tanto en los periódicos de lacomunidad gallega como en los medios de comunicación argentinos y uruguayos. A pro-pósito Meilán recuerda: “La transmisión de los cómputos, por ejemplo, llegó a través de laradio. La gente se reunía en las sociedades para escucharlo. Y cuando declararon oficialmenteel triunfo del Plebiscito, sonaron doce campanadas en la Catedral de Compostela. Fue una jor-nada de muchísima emoción y de muchísima alegría. “(Ibídem:94:).
9.3.2. LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA Y LA COMUNIDAD GALLEGA RIOPLATENSE.
Todo el movimiento político y cultural pronto quedará truncado por el estallidode la Guerra Civil. Fueron momentos muy álgidos para España en general y Galicia enparticular, y también fueron vividos intensamente por la Galicia emigrada, como bienexpresan los protagonistas de ambas orillas.
“En Uruguay siempre se siguieron los sucesos de Europa con mucho interés. Estábamosbien informados. La noticia llegó el mismo 18 de julio. Recuerdo que estábamos en el Tupí-Nambá. Cerca de allí estaba la redacción de El Imparcial. A las cuatro de la tarde sentimossonar la sirena. Alarma general. Así supimos de la sublevación de los militares. Volvimos alcafé‚ con la noticia y a los pocos minutos ya estábamos divididos los de un bando y los deotro”.(Samuelle C.,118:1993).
En Argentina, los hechos se desarrollaron de la misma forma: “La noticia del alza-miento militar se recibió el mismo día. Creo que de aquella estaba en Argentina el generalMillán Astray y se fue inmediatamente. Nos provocó un gran dolor porque fue un gran retro-ceso. Con la guerra hubo muchos que se destaparon, gente que teníamos por republicana y erantodo lo contrario. La colectividad en general fue republicana, aunque había gente del otrobando. Había dos bares: uno era el “Iberia”, de tendencia republicana y el otro “El Español”,simpatizante del bando franquista. Estaban uno frente al otro y recuerdo que cuando por elverano ponían las mesas afuera, ¡volaban tazas y platos de una acera a la otra!”. (RicardoFlores, año. 1994).
Fueron momentos muy críticos que se vivieron muy intensamente. “Con muchaangustia porque, además, la misma situación que se vivía en la Tierra se repetía en la emigra-ción, unos enfrentados a los otros. Pero también fue un tiempo de extraordinaria emoción, porel apoyo incondicional que recibimos del pueblo uruguayo. Superado el primer impacto de lanoticia, comenzamos a trabajar por la causa republicana”. (Samuelle, C.,118:1993).
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La colectividad gallega dejó de lado sus reivindicaciones particulares y se unió ala lucha común a favor de la República. Por su parte, los pueblos de Argentina y Uruguayinmediatamente se solidarizaron con la situación en España. La colectividad española engeneral, y gallega en particular (salvo excepciones), trabajó a favor de la República. Seconstituyeron Comités de Ayuda a la República española y se recaudaron dinero y mate-rial para enviar al frente.
La Federación de Sociedades Gallegas de la calle Mitre y la de Belgrano dejan de ladolas viejas diferencias y vuelven a reunificarse para luchar a favor de la República. Asínació, en el año 1937, la Federación de Sociedades Gallegas de la República Argentina.Esta entidad, junto con varias organizaciones de izquierda argentinas, integraron diversoscomités de ayuda a la República, como los Comité de Ayuda al Proletariado Español. Asu vez, crearon una Central Gallega de Ayuda a la República que nucleó la movilizaciónpro-republicana de la colectividad gallega, a la que también se integraron los separatistasde la Sociedade Nacionalista Pondal. (Núñez Seixas, X.M.: 1990).
En Uruguay, durante la Guerra Civil, la actividad a favor de la República fue muyintensa, como bien lo testimonia Meilán, protagonista directo de esas jornadas:”.Se hizouna convocatoria en Casa de Galicia para constituir el Comité Nacional de Ayuda a laRepública Española. La base de este Comité estaba formada por los partidos políticos urugua-yos: el Batllismo, el Nacionalismo Independiente, el Partido Socialista, el Partido Comunista yla Colectividad española. Por los gallegos estábamos don Andrés Calvo y yo. El comité tenía susede en la Avenida 18 de Julio. Por aquel tiempo, comenzamos a trabajar en el periódico“España Democrática”, que era un semanario que tenía como objetivo impulsar todas las acti-vidades que hubiese a favor de la República Española y que se centraba, principalmente, en lasnoticias que llegaban de la guerra. El primer número salió en octubre del 36, con un magníficoeditorial que decía emulando a La Pasionaria: “No pasarán, no pasarán”. Yo tenía a mi cargouna sección de carácter satírico que titulaba “Rataplán” y firmaba “Tatarí”También iniciamosuna audición en Radio Ariel. En aquellas emisiones la República siempre ganaba, naturalmen-te, siempre íbamos bien, porque había que mantener viva la esperanza de la gente, aunque lascosas, claro, corrían de otra manera bien distinta”. (Samuelle, C.,118-119:1993).
Sobre la postura que sostuvo la colectividad gallega respecto a la guerra, Meilánnos dice: “Hubo un apoyo casi unánime a la República, tanto en Uruguay como en Argentina.La otra parte era entonces muy minoritaria. Se formó casi al mismo tiempo el Comité Centralde Españoles, que agrupó a toda la colectividad española, y la ORGAPE, la OrganizaciónRepublicana Gallega de Ayuda al Pueblo Español, específicamente nuestra, que tenía tambiénrepresentación en el comité‚ y de la que yo era secretario general. También presidí el ComitéCentral de Españoles. Una era española y la otra únicamente de los gallegos. Cuando se cons-tituyó el Comité Central, los gallegos pensamos que debíamos tener un peso todavía mayor, unapresencia más poderosa y decididamente autónoma. Pero teníamos el mismo objetivo: lucharpor la defensa de la legalidad de la República. También hubo comités de apoyo en los barrios de
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Montevideo, con la solidaridad de toda la sociedad uruguaya, y en el interior del país. Enviamosropa‚ víveres y dinero que se recababa en festivales y en otros encuentros. Fueron momentos demucha emoción e intensidad. En una ocasión hicimos el día del “Jornal del sacrificio porMadrid”. Consistía en la entrega de un día de salario por la causa republicana de España, afavor de los milicianos que luchaban en el frente. Era emocionante ver a gente subiendo esca-leras arriba a los locales de la Casa de España a depositar su aportación, cada uno con lo quepodía. Obreros con su uniforme de trabajo y su jornal en la mano para los republicanos deEspaña.”. (Samuelle, C.,118-119:1993).
Sobre ese apoyo popular Ricardo Flores coincide. “El pueblo argentino era republi-cano. Ayudábamos en todo lo que podíamos. Se hicieron muchos actos de ayuda‚ como unomuy grande que se hizo en el estadio Luna Park. Actuaba el coro dirigido por Manuel PrietoMarcos, y en solidaridad, el director no cobraba. Durante los años de la Guerra Civil, creo queno hubo un gallego que ahorrara un centavo, todo lo que ganábamos iba para ayudar a laRepública”. (Ricardo Flores Buenos Aires, año 1994).
Con el paso del tiempo, las ilusiones de un principio se desvanecen: “Al principioéramos muy optimistas. Pensábamos que no podíamos perder la guerra. Pero poco a poco fue-ron llegando noticias: el exilio de los compañeros, los muertos, el autoexilio de los que no pudie-ron escapar y estaban escondidos.Más adelante, cuando la Segunda Guerra Mundial, volvió anacer una esperanza con la victoria de los Aliados‚ pero también aquello se frustró”.(Samuelle, C., 120:1993).
9.4 LA GENERACIÓN DEL EXILIO
Después de la Guerra Civil, América ve llegar a los derrotados. A la emigracióneconómica se suma el grupo de exiliados, personas muchas de ellas cualificadas que bus-can en estos países una nueva patria y que, con el tiempo‚ se incorporarán activamentea la vida intelectual, científica, artística y política.
Entre los años 1936 y 1949, Galicia apenas se expresa en gallego. Dejan de apa-recer libros, desaparece toda actividad política y cultural; son los años de la “longa noitede pedra”, como la denominó Celso Emilio Ferreiro. Todo el empuje y la esperanza quevivía el país en la década de los 20 y principios de los 30, y de la que participaban lascolectividades radicadas en América, agoniza y muere.
Fue una gran pérdida, un paso atrás con graves consecuencias. Aquellos gruposactivos de las Irmandades da Fala, el Partido Galleguista, el Estatuto de Autonomía dela Segunda República, la revista y la editorial Nós, el Seminario de Estudos Galegos yotros muchos proyectos y empresas mueren en su mejor momento, cuando comenzabana dar sus frutos.
Sin embargo, la antorcha de la galleguidad, la memoria de lo que es el pueblo galle-go, resistió al otro lado del mar, entre las colectividades emigradas. Los gallegos, emigran-
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tes o exiliados organizaban con más fuerza que nunca esa voz colectiva. La actividaddesempeñada por Castelao fue notable, pero también la de Luis Seoane, Lorenzo Varela,Emilio Pita, Eduardo Blanco Amor, Suárez Picallo y Luis Tobío, entre otros muchos.
Después de la Guerra, la colectividad gallega del Río de la Plata se inclinó haciala actividad artística: orfeones, grupos de danza pero sobre todo la actividad teatral.Castelao estrena obras de teatro, además de desarrollar una intensa actividad literaria yartística, como sus libros “As cruces de Pedra na Galiza”, “Sempre en Galiza” y las expo-siciones “Galicia mártir” y “Atila en Galicia”. El músico Andrés Gaos presenta su segun-da sinfonía, “En las montañas de Galicia”. Proliferan las colecciones editoriales y laspublicaciones periódicas, y también programas de radio.
Años después‚ en 1954, se creó el Instituto Argentino de Cultura gallega, con unacátedra de Literatura galaico-portuguesa en la Universidad Nacional de La Plata.
9.4.1. PRESENCIA DE CASTELAO EN EL RÍO DE LA PLATA.
En el año 1940 Alfonso Rodríguez Castelao llega al Río de la Plata. Fue el acon-tecimiento más significativo de esta época y un hecho fundamental para los galleguistas.Se puede decir, incluso, que hubo un antes y un después de Castelao.
Sobre la llegada de Castelao a Montevideo, el 15 de julio de 1940, recuerdaMeilán”.El barco que lo traía era el “Argentina”. Venía de Nueva York, donde dio algunas con-ferencias sobre arte y entró en relación con los exiliados. Allí, y en la isla de Cuba, dibujó buenaparte de sus estampas de negros. Colaboraba con dibujos en el New York Times y en el ChicagoTribune. Le estábamos esperando los representantes de diferentes instituciones gallegas, tanto deArgentina como de Uruguay, y le ofrecimos un almuerzo de hermandad en el restaurante delAguila, que era propiedad de un gallego, don Arturo Costa. Recuerdo que hubo entonces un feli-císimo reencuentro entre Castelao, Ramón Rey Baltar y Eduardo Dieste, sus compañeros en lafundación del periódico de vocación anticaciquil de Rianxo, “El Barbero Municipal”.Fue unalmuerzo muy emocionante, porque era la primera oportunidad que teníamos de conocer a unade las figuras del galleguismo que más admirábamos todos”. (Samuelle, C., 128-129:1993).
La presencia de Castelao fue muy importante porque unificó a la colectividad. Sufigura no era discutida. Bajo su influencia se llevó a cabo la fundación del Consello deGaliza, la Irmandade Galeuzca, una intensísima labor cultural y política. Si bien se radi-có en Buenos Aires, los contactos con Montevideo fueron muy frecuentes, sobre todo, sitenemos en cuenta la situación política favorable a partir de la llegada al gobierno deJuan José de Amézaga (1943 - 1947) y, sobre todo, con José Luis Batlle Berrres (1947 -1951), que siempre se mostró extraordinariamente solidario con los exiliados a diferen-cia del gobierno de Perón‚ afín al franquismo.
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Castelao realizó diversas visitas al Uruguay: a fines del 40, invitado por los galle-guistas de Uruguay dio tres conferencias en radio Ariel, y charlas para la colectividad enlos salones de Casa de Galicia de Montevideo.
Otra de las visitas que realizó a Montevideo fue el 18 de abril del 43. Con moti-vo del décimo segundo aniversario de la proclamación de la Segunda República, se rea-lizó un acto en el Estadio Centenario. Estaban presentes el expresidente del Consejo deMinistros, Augusto Barcia; el General Miaja; el Presidente de las Cortes, Diego MartínezBarrios; el Presidente de la Cámara de Diputados del Uruguay, Luis Batlle Berres. Ennombre de Cataluña habló Manuel Serra Bonet ; en representación de Euzkadi, RamónMaría Aldasoro y por Galicia, Castelao.
Al año siguiente Castelao vuelve a Montevideo con el objetivo de poner en mar-cha el Consello de Galiza. Así lo recuerda Meilán: “En el año 1944 Castelao vino aMontevideo con la idea de consultar a Luis Tobío la posibilidad de constituir el Consello. Se tra-taba de crear un órgano semejante al que tenían los vascos y catalanes en el exilio, y le encar-gó a él la redacción y estructuración del proyecto. Luis Tobío fue uno de los fundadores delSeminario de Estudos Galegos en 1923, participó muy activamente en la redacción de aquelprimer proyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia, de inspiración federal, junto con RicardoCarballo Calero, que promoviera esta institución en el período constituyente de la SegundaRepública. Castelao tenía mucha confianza en él. Le consultaba muchas decisiones de carácterorganizativo, jurídico y político.Como resultado de ese primer proyecto de Tobío nació poco des-pués el Consello de Galiza, organismo en el que participaba el propio Castelao y los diputadosgallegos, Antón Alonso Ríos, Ramón Suárez Picallo y Elpidio Villaverde”. (Samuelle, C.,136-137:1993).
La primera determinación que tomó el Consello fue nombrar presidente aCastelao y autorizarlo para establecer negociaciones con vascos y catalanes, con la ideade fortalecer una alianza común para la nueva España que iba a salir después de la dic-tadura.
El Consello de Galiza se fundó el 14 de noviembre de 1944, en la casa de donManuel Puente, punto de encuentro y reunión de la cúpula galleguista. Sin embargo, porlas circunstancias de la política argentina, debió ser ratificado oficialmente enMontevideo. En el año 1945 se presentó públicamente la nueva institución en Casa deGalicia y el 28 de junio en el Ateneo de Montevideo, en conmemoración del plebiscitodel Estatuto de Autonomía.
Sobre la presentación pública del Consello, Meilán recuerda:
“Después del acto de presentación pública del Consello de Galiza, al que asistió Castelao,naturalmente, y también los representantes de los gobiernos vasco y catalán en el exilio, el pri-mero de julio del año 1945, se celebró un almuerzo en los salones de las Cervecerías del Uruguayen recuerdo del noveno aniversario del plebiscito de Autonomía. Delante de más de mil personas
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Castelao pronunció un fervoroso discurso que el público aplaudió de pié durante largo tiempo.También hablaron Luis Luna, que era el presidente de Casa de Galicia de Montevideo, y el Dr.Gumersindo Sánchez Guisande en nombre de los emigrados de la Argentina, y el escritor y ex-cónsul del Uruguay en Coruña, don Julio J. Casal”. (Samuelle, C.,139:1993).
En cuanto a los objetivos del Consello de Galiza, nos comenta: “Lo que se preten-día, dada la situación política, era mantener viva la representatividad electoral legítima de losdiputados en el exilio y, al mismo tiempo, trabajar en las instituciones de la República para con-solidar el proceso autonómico iniciado. Queríamos crear un punto de referencia obligada paradefender la personalidad histórica de Galicia, uniendo esfuerzos cara al futuro inmediato. Lomalo fue que el futuro tardó mucho”.(Ibídem:138).
Ciertamente fueron muchas las sociedades de emigrantes que se sintieron repre-sentadas por esta iniciativa, y desde el primer momento le ofrecieron ayuda material ymoral. La Federación de Sociedades Gallegas de Buenos Aires puso su semanario Galicia alservicio de la nueva institución, pero también le apoyaron el Centro Orensano, elPontevedrés y Casa de Galicia, entre otras. Incluso podemos afirmar que en algunosmomentos, el Consello llegó a ser el órgano político más representativo de la emigracióngallega en su conjunto.
Por esos mismos años, Castelao promueve la creación de Galeuzca, una institu-ción estable entre Galicia, Euzkadi y Cataluña. El origen de esta idea es anterior pero,dadas las circunstancias, se fortaleció. Crear Galeuzca fue una de las preocupaciones delConsello de Galiza. En 1945 Castelao vuelve a Montevideo acompañado por los repre-sentantes de los gobiernos catalán y vasco, Manuel Serra y Ramón María Aldasoro, paraconstruir, o tal vez reconstruir, la hermandad entre las tres naciones ibéricas: de sus pri-meras sílabas (Galicia - Euzkadi - Cataluña) surge el nombre de Galeuzca. Tuvo una revis-ta, de igual denominación, de la que salieron doce números entre agosto del 45 y juliodel año siguiente.
“Eran días de mucha actividad política, pues el final de la Segunda Guerra Mundialabría nuevas esperanzas de recuperar la República, dado que para las potencias democráticas,el régimen de Franco era comparable a los de Hitler o Mussolini. Las nacionalidades históricasqueríamos negociar un pacto federal entre los pueblos de España y, de poder ser, también conPortugal, sometido bajo la dictadura de Salazar. Esa era la idea de Galeuzca”. (Samuelle,C.,140-141:1993).
La vida de Castelao en su exilio argentino fue corta pero muy intensa. A su lle-gada a la Argentina trabajó en la editorial Atlántida, que publicaba la revista infantilBilliken. Pero, además, desplegaba una intensísima labor: dibujaba, escribía, daba confe-rencias. “Los compañeros galleguistas de Buenos Aires entendieron, sin embargo, que no podíaser que Castelao tuviese que dedicar una parte tan importante de su tiempo a dibujar para sobre-vivir, y acordaron liberarlo para que pudiese atender exclusivamente a las actividades a favor
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del galleguismo. Así acordamos constituir dos grupos privados e íntimos en Argentina yUruguay, encargados de atender los problemas o necesidades económicas de Catelao y de sufamilia. Se hizo todo, eso sí, con mucha discreción Yo era el encargado de la parte uruguaya yenviaba el dinero a Rodolfo Prada en Buenos Aires”. (Ibídem:141).
En el mismo año de 1945 Castelao viaja a México para participar en la secciónde las Cortes extraterritoriales. Galicia estuvo representada por la minoría compuestapor Castelao, Ramón Suárez Picallo, Elpidio Villaverde, Antón Alonso Ríos y FernándezMato; básicamente por el Consello de Galiza, quienes propiciaron la constitución de laComisión del Estatuto Gallego, que era un paso más del proceso que quedaba pendientedespués del plebiscito de Autonomía del 36, cortado por la guerra. Por otra parte, sedeterminó incorporar a Castelao como Ministro, en representación de Galicia, dentrodel gobierno que presidía Giral, donde también estaban incorporados los catalanes y losvascos. Paralelamente, el Partido Comunista y grupos republicanos promovieron la can-didatura de Portela Valladares. Finalmente, los galleguistas radicados en Galicia tambiénapoyaron a Castelao, para lo cuál en el año1946 enviaron a Ramón Piñeiro a París.
Castelao permaneció en París hasta mediados del año 47, con la esperanza de unarestauración republicana en la que Galicia podría tener una importante participación,igual que vascos y catalanes. Finalmente, por su frágil estado de salud vuelve a BuenosAires, donde fallece el 7 de enero de 1950.
Durante la guerra Civil española se llevaron a cabo gran cantidad de actos a beneficio de losdamnificados por la guerra. Este programa del año 1938, es uno de esos ejemplos.
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Programa del Homenaje de la Casa de Galicia de Montevideo al Consello de Galiza. Año 1945.
Programa de festejos del día de Galicia. Año 1949.
9.4.2. LA MUERTE DE CASTELAO Y SUS CONSECUENCIAS.
Al hacer referencia a la persona de Castelao, los que convivieron con él coincidenen definir su personalidad: Nos dejó una lección importantísima, y al mismo tiempo, un credo,porque Castelao honraba no solamente por su valor intelectual, sino por su conducta; porque fueun hombre que dio todo, su alma estaba pegada al alma de Galicia. Cuando uno le escuchaba,parecía oír una voz telúrica que venía de la tierra. Es la máxima expresión del galleguismo, por-que antes de él había otros, pero ninguno como él.”. (Ricardo Flores, Buenos Aires, año 1994).
Respecto a la aportación de Castelao, y qué sucedió después de su muerte Meilánrealiza algunas reflexiones de interés: “Su muerte fue un golpe terrible y de muy graves conse-cuencias. Si él hubiera vivido un poco más las cosas hubieran ido de otra manera. Estoy seguro.El sabía la manera de encontrar las cosas que unían a la gente. Castelao podía ser el gran agluti-nador, la guía común, por encima de peleas y diferencias, la voz con prestigio y dignidad en la quepodíamos referenciarnos todos.” (Samuelle, C.,142-143:1993).
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“La situación del galleguismo era muy diferente de lo que sucedía con el nacionalismovasco y catalán, bastante más adelantados que nosotros y con instituciones estables y relativa-mente sólidas. Los vascos y los catalanes estaban muy bien organizados. Nosotros acabábamos deplebiscitar el Estatuto de Autonomía, lo entregáramos al Parlamento Español, según lo que la leyrepublicana establecía, y comenzó la guerra. Todo quedó, pues a medio hacer y, lógicamente,nuestra posición, para hacer valer nuestros derechos, era más débil.”
“Los galleguistas que de aquella quedaron en Galicia, porque allí les sorprendieron losacontecimientos, algunos de ellos fueron asesinados, como fue el caso de Alejandro Bóveda o deAngel Casal, y otros, que se salvaron, como Castelao, Suárez Picallo, Alonso Ríos, Luis Tobío,Alfredo Somoza, etc., tuvieron que marchar para el destierro”. (Samuelle,C.,143:1993).
“Castelao era la figura que unía las distintas voluntades. Tenía ese carisma y, por lo tanto,en parte compensaba la falta de una institución plenamente consolidada. Su muerte lo descompu-so todo. Parecía difícil dar con un sustituto de su valía para la presidencia del Consello de Galiza,por ejemplo, y nuestro problema era, además, que teníamos a los políticos españoles y republica-nos en nuestra contra. Muchos pasaban por los Estatutos de Euzkadi y Cataluña, pero no querí-an saber de la reivindicación nacional y los derechos de Galicia. También en el exilio había esosprejuicios. Debíamos organizar, pues, lo que debíamos, fortalecer nuestras propias fuerzas, vencerlos prejuicios y los miedos de nuestra gente, todo un proceso a medio hacer. Castelao, por su pres-tigio, lograba que nos escuchasen las instituciones republicanas, algo que, después de su muerte,ya no logramos de la misma manera”. (Samuelle, C., 143-144:1993).
Con el transcurso del tiempo, decae definitivamente el Consello de Galiza, muereCastelao en el 50, Elpidio Villaverde en el 56, ocho años más tarde, Suárez Picallo y elúltimo de sus fundadores, Antón Alonso Ríos, en el 80.
Sobre la decadencia del Consello nos dice Meilán: “Después de la muerte del maes-tro fue muy difícil mantener la unidad. Enseguida comenzaron las divisiones. Y tampoco el galle-guismo del interior aceptó nunca lo que nosotros queríamos que significase el Consello, símbolode la legitimidad histórica, referencia también para ellos. El último intento de permanencia fueen el año 1960, que lo ampliaron y entró gente nueva, pero Puente, Prada y Abraira se fueron,y así fue agonizando poco a poco, hasta su muerte definitiva”. (Samuelle, C., 146:1993).
La muerte de Castelao cierra una etapa de la comunidad gallega en el Río de laPlata, que dará paso al nuevo y último aluvión de emigrantes que arriban a la región enla década de los cincuenta.
9.5 LA GENERACIÓN DE LOS AÑOS CINCUENTA
Los años cincuenta marcan una etapa de gran importancia. Uruguay, durantetodo el siglo XX, bajo la influencia de las reformas de Batlle y otras que se le agregarondespués, dio un gran impulso a los derechos sociales y al estatismo, hasta niveles quehacen parecer al peronismo de la otra orilla una descolorida imitación a posteriori. Estas
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diferencias quedan muy marcadas durante el gobierno de Perón, momento en que lasrelaciones entre ambos países son ínfimas como consecuencia de la acogida uruguaya alos exiliados políticos. Perón incluso llegó a prohibir el turismo al Uruguay. Pero una vezque este fue depuesto en el 55, las relaciones volvieron a la normalidad.
Durante la Segunda Guerra Mundial la economía rioplatense recibió un fuerteimpulso. Fue la época de las “vacas gordas”. Años de fuerte crecimiento económico ytambién de euforia. Sin embargo, todavía no llegan a percibir la precariedad de un siste-ma vinculado especialmente al mercado inglés y a la crisis de una Europa castigada porel conflicto bélico.
Bajo estas circunstancias, llegan nuevos contigentes de inmigrantes. Entre ellos,también gallegos, después de la durísima posguerra, o quizás víctimas y consecuencia deella. Este último contingente se caracteriza por estar compuesto de personas del mediorural, campesinos en su gran mayoría, que llegan para ocuparse de las mismas tareas que suspredecesores, pero que ya no vienen a “hacer las Américas”. Tampoco vienen solos.Muchos de ellos traen su mujer; incluso éstas comienzan a salir solas, por su cuenta y ries-go. La mujer empieza a jugar un papel activo en esta época. Es una nueva generación queva a aportar un nuevo empuje a la colectividad, pero que incorpora también el gran flore-cimiento de pequeños centros comarcales. Un contingente nacido durante la posguerra,desconocedor del esplendor anterior y que llega con el objeto de buscar un lugar bajo el sol.
A nivel político, la situación era clara. En España, el régimen ya está consolida-do. En América, la tarea específicamente política se deja de lado para desarrollar otrostipos de actividades hacia una línea de recreación; los centros siguen cumpliendo supapel de acogida y punto de referencia con la tierra de origen.
Durante estos años, las asociaciones siguen con sus actividades recreativas y cul-turales. Podemos decir que, en algún sentido, salvo excepciones se “españolizan”. Lanueva generación arriba con un corpus cultural, que denota la inseguridad hacia la cul-tura de origen pero, a su vez, el hecho de encontrarse en un medio extraño les hace tam-bién reafirmarse en dichos valores.
Durante estos años, la acción política no podía llevarse a cabo del mismo modoque en décadas anteriores, pero también se gestaron actividades de interés. Como puntode partida, en el año 50 nació en Uruguay la audición “Sempre en Galicia”. El objetivo,según Meilán, era el siguiente: “Muerto Castelao, entendíamos que prematuramente, hervíaen nosotros un fuerte fervor galleguista, deseábamos rendirle un homenaje que fuera duraderoy, al mismo tiempo, éramos muy conscientes de la gran labor que había que hacer, del largocamino que teníamos por delante. Así nació la idea de crear un programa radiofónico que sir-viese de plataforma a nuestras ideas, apoyado en los medios de comunicación, y decidimosponerle el nombre del libro más significativo de nuestro maestro, aquel en el que recoge su pen-samiento político “Sempre en Galiza”. (Samuelle, C., 156:1993).
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Sus fundadores fueron todos nacionalistas gallegos de gran militancia política.Exiliados políticos algunos, como Alfredo Somoza, Luis Tobío y Pedro Couceiro.Emigrados otros, como Jesús Canabal, Antón Crestar, Emilio Pita, Manuel Leiras yManuel Meilán ; de este último debemos destacar que, además de su labor en distintasinstituciones culturales y políticas, durante los años de gran militancia política fue elcorreo en Uruguay: a él le llegaba la correspondencia que, por motivos ya expresados, nopodía llegar directamente a la Argentina. Su vida siempre estuvo dedicada a la tareagalleguista y fue, además, el último de los fundadores que siguió al frente de la audición.
La década de los cincuenta es una época de gran actividad de la colectividad emi-grante en el Río de la Plata, pero también el principio de la decadencia, por las propias cir-cunstancias socioeconómicas que empiezan a vivir las naciones americanas. Los gallegosprefieren los caminos de la nueva Europa, que resurge tras la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de ello, en los años cincuenta se vive una época de esplendor en ambasorillas del Plata. En la ciudad de la Plata se creó (1954) el Instituto Argentino de CulturaGallega, que duró pocos años pero realizó una interesante labor. En el Centro Gallego deMontevideo trabajan Emilio Pita, Juan Martínez Castro, Pepe Fernández, entre otros.Los intercambios entre Buenos Aires y Montevideo eran constantes. También comien-zan a llegar intelectuales desde Galicia, como Isaac Díaz Pardo, Manuel Colmeiro,Leopoldo Novoa, Laxeiro y algunos otros intelectuales gallegos que por primera vez visi-tan el Río de la Plata, como Valentín Paz Andrade, Ramón Otero Pedrayo, DomingoGarcía Sabell, por citar algunos.
Quizá el hecho de gran relevancia de esta década fue la celebración en el año1956, en Buenos Aires, del Primer Congreso de la Emigración Gallega. A propósito delmismo, Meilán nos cuenta: “Castelao insistía mucho en esta idea: un gran congreso de la emi-gración, una gran reunión de los gallegos de todas las diásporas, y el Consello de Galiza acor-dó poner en práctica aquella ilusión del maestro. Hay que tener presente, además, que nuestrascolectividades viven quizá su etapa de mayor actividad y concienciación galleguista, entre 1940y 1960. El pretexto fue la conmemoración del Centenario del Banquete de Conxo.”(Samuelle, C.,169:1993).
Se nombró una comisión organizadora que presidió Manuel Puente quien, juntocon Rodolfo Prada y José B. Abraira, viajan a Montevideo para realizar los preparativos.Una vez en Uruguay, conjuntamente con Jesús Canabal, Luis Tobío, Luis Luna, Crestar,Martínez Castro y Meilán gestaron los preparativos del Congreso. Tobío fue el redactordel manifiesto temático y del reglamento del Congreso. “El Congreso tenía que presentar-se como gestado en parte desde el Uruguay para evitar los protagonismos entre los grupos de lacolectividad gallega en Buenos Aires”. Dice Meilán. Sobre los objetivos del mismo noscomenta: “Una visión global de Galicia y de sus emigrantes, y una afirmación de laidentidad histórica de nuestra Tierra a través de las comunidades gallegas en la diás-pora como los judíos, como el pueblo italiano en otra época”. (Samuelle, C., 170:1993).
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El Congreso tuvo una gran repercusión, y la adhesión de todas las colectividadesgallegas en el exterior fue absoluta. La apertura fue el 24 de julio de 1956, en el CentroOrensano de Buenos Aires. Las responsabilidades fueron repartidas entre los represen-tantes de ambas orillas. Por Argentina, Manuel Puente y Abraira y por Uruguay, JesúsCanabal, nombrado Presidente y Juan Martínez Castro, Secretario.
La apertura formal fue el 25 de julio. Estuvo presente toda la colectividad y tuvogran repercusión en la prensa argentina y uruguaya. Fue tal la afluencia de público quehubo que habilitar locales en varios centros de la colectividad.
También se celebraron actos paralelos; entre ellos debemos mencionar el que secelebró en exaltación del idioma gallego en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía yLetras de la Universidad.
“El tema central del Congreso fue la emigración, sus circunstancias y sus conse-cuencias. Era necesario que aquella sangría humana de tantos años terminase de una vez,pero también había que sentar las bases para una auténtica mejora de las condiciones socio-políticas de la Tierra, y que se hiciera justicia con el sacrificio que significaba tanta gentenuestra por el mundo, fuera de su país, enviando divisas que iban a financiar después eldesarrollo de otras áreas del Estado Español. También se habló mucho de la necesidad derecuperar la dignificación de nuestra propia lengua y de nuestra cultura. Y de participar enla medida que pudiéramos de una Galicia libre”. (Samuelle, C., 171-172:1993).
Como cierre, se celebró un banquete a modo del que cien años antes se celebraraen Santa María de Conxo. Por aquellos años estudiantes y artesanos de Compostela y susalrededores se reunieron para afirmar sus vínculos de solidaridad y para honrar a la clasetrabajadora, como expresión de las ideas democráticas y de exaltación de Galicia. En aquelbanquete hablaron dos jóvenes, Aurelio Aguirre y Eduardo Pondal. En éste de 1956“Primero habló don Manuel Puente, y luego, a semejanza de aquel otro banquete, EnriquePampillón que era estudiante de Ingeniería y que evocó sobre todo a Aurelio Aguirre; y CarlosAbraira Cela, estudiante de Medicina, hijo de mi amigo Abraira, que recordó a Eduardo Pondal”.
“En el año 1959 el Consello de Galiza publicó las actas de este Primer Congreso de laEmigración. Creo, sinceramente, que fue un acontecimiento importante y sin precedentes entrenosotros, de grandísima repercusión en su momento, dentro y fuera de nuestras colectividades.Acaso también irrepetible, porque las circunstancias de hoy no son las mismas”. (Samuelle,C., 172-173:1993).
Efectivamente, no hubo otro gran Congreso. Las actividades promovidas por lasinstituciones se desarrollan dentro del ámbito recreativo, y los galleguistas se centraránen la defensa de la lengua y la cultura gallega; la lengua como un bastión reivindicativo.La lucha política ya no tiene el mismo sentido. Cuando España vuelve a la democracia,las colectividades emigradas tienen ocasión de participar, pero las nuevas circunstanciasserán otras muy diferentes a las que hemos relatado.
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Una foto histórica: año 1955, fundadores del Consello de Galiza junto a galleguistas de ambasorillas del Plata. De izquierda a derecha: Rodolfo Prada, Antón Crestar, Manuel Puente,Jesús Canabal, Antón Alonso Ríos, Pedro Couceiro, José B. Abraira, Manuel Meilán.
9.6. SITUACIÓN ACTUAL
Al describir la situación política actual de los emigrantes, debemos señalar quenuestros entrevistados son en su gran mayoría representantes de la última generación.Corresponden a la posguerra que no ha vivido la intensidad y el auge de la vida políticade los años veinte, ni tampoco protagonizaron los avatares de la guerra civil, aunque sísufrieron sus consecuencias.
Se trata de personas educadas dentro de un sistema cultural y lingüístico en el quese jerarquiza la cultura castellana frente a la gallega, no sólo por una jerarquía de valores,sino por una imposición de facto. En cuanto a la actividad sindical y política, durante suvida en Galicia, por las circunstancias políticas del momento, era prácticamente nula.
Ante esta situación, observamos que, en general, el análisis político es, junto conel económico, el que ha generado mayores reparos. Por otra parte, no debemos olvidarque en ambas orillas del Plata aún quedaban reflejos de recientes dictaduras militares,donde había que ser cuidadoso en las expresiones. En este punto debemos tener en cuen-ta una distinción entre los entrevistados en Argentina y en Uruguay. En Uruguay, elgrupo de personas fue extraída del Censo de Residentes Ausentes, es decir, que se tratade potenciales votantes. Al ser personas que, de alguna forma, se pueden identificar,observamos que en cuanto se les preguntaba sobre preferencias políticas, eludían la res-puesta. A consecuencia, para los entrevistados en Uruguay hemos observado el nivel departicipación, pero no tendencias. Respecto a los entrevistados en Argentina, a la horade preguntar por preferencias políticas, también hubo reticencias, dado que el 49% res-pondió “No sabe, no contesta”. Del grupo que responde, sus preferencias se decantan dela siguiente forma: el 51% simpatiza con el Partido Popular, el 41% con el PSOE y el 8%con partidos no especificados. Estos son, simplemente, datos orientativos ya que una cosaes lo que se diga a nivel de una encuesta respecto a la intención de voto, y otro, lo queen realidad se haga. Sí queremos destacar que, fuera de la entrevista, hemos observado
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casos de personas que en las elecciones generales votan a un partido y en las autonómi-cas a otro, porque más que guiarse por ideologías o por un programa determinado, mirana la persona que hay detrás.
Como punto de partida para nuestro estudio a nivel político, hemos manejado elsiguiente presupuesto a modo de hipótesis de trabajo:
- La integración política y sindical del inmigrante es baja. La participación real en elpaís de acogida es escasa, hecho que se refleja en el bajo número de nacionaliza-dos entre los inmigrantes, lo que no impide su interés por lo que sucede en el paísde adopción. La integración en la política de su lugar de origen también es baja, ycuando ésta se da, se debe, más que a su conciencia cívica, a un hecho afectivo.
Al estudiar la integración a nivel político analizaremos, por un lado la participa-ción en España, y por otro su integración a la política del país de acogida.
9.6.1. PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN ESPAÑA
Para observar la participación política del emigrante en su lugar de origen debe-mos acudir al Censo de Residentes Ausentes, puesto que es donde se encuentran regis-trados los electores potenciales. En el caso de nuestros entrevistados en Uruguay, a pesarde que todos estaban habilitados para ejercer el derecho a voto, un 26% no lo ejerce.Entre los entrevistados en Argentina, un 50% vota y el otro 50% no lo hace.
Si hacemos referencia a la actividad electoral, observamos que a principios de losnoventa, en Uruguay, había aproximadamente unas 21.000 personas inscritas en elCenso de Residentes Ausentes (C.E.R.A.), lo que hacía que Uruguay fuera el segundopaís de América (después de Argentina) que tuviera mayor número de censados. Setrata, pues, de un número muy elevado si tenemos en cuenta que el primer país en cen-sados es Argentina, que cuenta con más de trescientos mil españoles, mientras queUruguay tiene cerca de sesenta mil. Pero en los hechos, hemos observado que el granporcentaje de censados en Uruguay se debe, más que al propio interés del inmigrante porparticipar, a la presión que se ejerce sobre ellos y al buen funcionamiento de la secciónelectoral del Consulado General de España en Uruguay. A pesar de ello, la participacióna nivel general en las elecciones españolas es muy baja. Pongamos como ejemplo lamemoria de actividades del Consulado General de España en Uruguay, para el año 1987,cuando había unos 17.000 censados. La participación en las elecciones Autonómicas,Municipales y al Parlamento Europeo, fue muy baja, ya que el número de votantes fue de2.500, cifra muy pequeña en relación con el número de inscritos.
Si comparamos los datos obtenidos en nuestra investigación, observamos quenuestra realidad está dentro de un contexto más amplio, caracterizado por la baja parti-cipación política de los españoles que emigraron hacia América. Realidad que queda cla-ramente expresada en los datos que se manejan a nivel oficial.
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CENSO ELECTORAL DE RESIDENTES AUSENTES
ARGENTINA
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
14.739 16.756 22.347 27.757 33.405 39.638 42.947 46.380
BOLIVIA
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
285 290 360 351 377 446 704 743
BRASIL
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
7.079 9.243 12.519 13.956 16.067 18.642 21.524 24.330
COLOMBIA
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
1.079 1.267 2.186 2.135 2.508 2.780 2.790 3.086
CHILE
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
1.475 2.220 3.555 4.247 5.239 6.506 7.496 7.922
ECUADOR
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
545 516 523 523 887 917 1.101 1.139
PARAGUAY
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
213 201 213 219 481 509 543 562
PERÚ
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
847 944 1.119 1.146 1.284 1.460 2.017 2.421
URUGUAY
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
16.940 17.506 20.568 22.389 23.672 25.953 28.001 29.134
VENEZUELA
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
5.699 6.770 8.338 8.281 13.920 21.475 24.526 30.579
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TOTALES: AÑO - 1988- 48.901- 1989- 55.713 - 1990- 71.728- 1991- 81.004- 1992- 47.840- 1993- 118.326- 1994- 131.649- 1995- 146.296
Al analizar cómo ha evolucionado el Censo de Residentes Ausentes nos encon-tramos con estos datos: desde el año 1988 al 1993 los dos primeros puestos en número decensados los ocupan Argentina y Uruguay, seguidos en tercer lugar por Brasil y cuartopor Venezuela. En el año 1994 permanecen Argentina y Uruguay en primera y segundaposición respectivamente, pero Venezuela alcanza el tercer lugar y Brasil queda en cuar-to puesto; finalmente, en 1995, se mantiene en el primero Argentina, Venezuela pasa alsegundo, Uruguay al tercero y Brasil al cuarto.
CENSO ELECTORAL DE RESIDENTES AUSENTESDISTRIBUCIÓN POR PROVINCIAS AÑOS 1988-1995
Galicia 1988 1989 1990 1991 La Coruña 15.617 18.220 22.072 24.902 Lugo 4.078 4.600 5.597 7.182 Orense 7.240 8.357 10.194 12.941 Pontevedra 12.385 14.200 17.327 20.855
Galicia 1992 1993 1994 1995 La Coruña 31.099 38.490 42.416 45.681 Lugo 9.116 11.470 12.528 13.536 Orense 17.126 21.995 24.825 27.150 Pontevedra 26.434 32.392 35.852 39.009
TOTAL DE CENSADOS POR AÑO
1988- 39.320 1992- 83.775
1989- 45.377 1993- 104.347
1990- 55.190 1994- 115.621
1991- 65.880 1995- 125.376
Fuente: Oficina Electoral. Elabora la Dirección General de Migraciones.
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En cuanto a la participación electoral de los emigrantes, nos encontramos con lossiguientes datos:
PARTICIPACIÓN ELECTORAL DE LOS RESIDENTES AUSENTESELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO CONVOCATORIAS 1987-1989-1994
TOTAL CENSO VOTANTES % CENSO % ABSTENCIONES
AÑO 1987 29.256 5.884 20,11 79,89
AÑO 1989 39.330 11.061 28,12 71,88
AÑO 1994 115.621 23.741 20,50 79,50
ELECCIONES AL PARLAMENTO DE GALICIAPARTICIPACIÓN ELECTORAL DE LOS ESPAÑOLES RESIDENTESEN EL EXTRANJERO. CONVOCATORIAS: 1990-1993
1990
Provincia Censo Votantes % Censo % Abst. La Coruña 18.291 3.387 18,5 81,5Lugo 4.599 955 20,4 79,6 Orense 8.380 1.452 17,3 82,7 Pontevedra 14.246 3.298 22,7 77,3 Total 45.291 8.537 19,8 80,2
1993
Provincia Censo Votantes % Censo % Abst. La Coruña 38.479 10.607 27,6 72,4 Lugo 11.463 3.031 26,4 73,6 Orense 21.973 4.400 20,1 79,9 Pontevedra 32.383 8.364 25,8 74,2 Total 104.298 26.402 25,3 74,7
Fuente: Ministerio de Justicia e Interior. Dirección General de Procesos Electorales,Extranjería y Asilo. Elabora Dirección General de migraciones.
Como podemos apreciar, el nivel de participación política de los emigrantes esmuy bajo. El número de censados, en relación con el total de emigrantes, no es repre-sentativo de ese total, y éstas cifras quedan mucho más reducidas si tenemos en cuentaque incluso entre los que se censan, la mayoría no ejercen su derecho al voto.
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También indagamos qué opinaban sobre la participación de los emigrantes en lapolítica de España. Nos encontramos con un grupo (18%) que se abstuvo de responder;más de la mitad (58%) opinaron que esa participación les parecía muy bien. Otros(14%), consideraban que se debería estar más informado y que el voto válido es el de losque están en España. Un grupo reducido (6%), afirmaba que el sistema debería ser máseficaz. Debemos destacar que el conjunto que valora críticamente esa participación setrata de personas que se integran a las instituciones y que, por lo general, tienen un buennivel de información sobre la situación política que se vive en España. Finalmente, un2% consideraban que es un deber, y otro 2% que afirman que existía un gran desinteréspor parte de los emigrantes en participar.
Por último, debemos decir que no sólo la participación política en el lugar de ori-gen es baja, sino que cuando ésta se da es, sobre todo y más que por un deber cívico, pormantener un vínculo afectivo. Esta situación se relaciona con el hecho de que en un ele-vado porcentaje opina positivamente sobre la participación de los emigrantes en la polí-tica de España: participar por un nexo afectivo. Como bien expresa esta emigrante radi-cada en Uruguay desde el año 1952: “A mí me gusta participar, porque es mi tierra, por esodoy mi voto”. (Montevideo, año 1987).
9.6.2 PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN EL RÍO DE LA PLATA: PARTICIPACIÓN A
NIVEL SINDICAL
Antes de analizar la participación política del emigrante en el Río de la Plata,haremos una breve referencia sobre su integración a nivel sindical.
En lo que respecta a la participación a nivel sindical, entre nuestros entrevistadosobservamos que:
PARTICIPACIÓN SINDICAL DE LOS GALLEGOS EN EL RÍO DE LA PLATA
Gallegos en Argentina Gallegos en Uruguay
No. 93% No. 92%
Si. 7% Si. 8%
Como podemos apreciar, la integración sindical en ambos países es ínfima; enGalicia, por el tipo de actividad que desempeñaban, y las circunstancias políticas de laépoca, fue prácticamente nula. En cuanto a su participación en América, como ya hemosvisto, a lo largo de la historia del movimiento obrero hubo una destacada participacióngallega. Sin embargo, el grueso de la emigración y sobre todo los representantes de laúltima generación, por el tipo de actividad a la que se han dedicado, el acceso y la moda-lidad de ascenso, hizo que no militaran en el sindicalismo obrero, pero sí debemos seña-lar su integración dentro de gremiales patronales.
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PARTICIPACIÓN A NIVEL POLÍTICO.
Al observar la integración política en el Río de la Plata, tomaremos como índicede participación la adopción de la ciudadanía del nuevo país. El nivel de nacionalizaciónes muy bajo. En Argentina, adquiere la ciudadanía un 8% y en Uruguay, un 30%.También debemos destacar que, aunque se hagan ciudadanos, no tienen militancia acti-va en ningún partido político: simplemente ejercen su derecho al voto.
Cuando se les pregunta porqué no se han hecho ciudadanos, en ambas orillas engeneral responden: “por no renunciar a mi patria”. Sin embargo, aquí debemos diferenciarla situación de Argentina y la de Uruguay.
Al analizar la legislación argentina, nos encontramos con que, hasta el año 1969en que se firma el Convenio de Nacionalidad, el español que se nacionalizaba argenti-no, y viceversa, perdía la ciudadanía de origen. Una vez perdida, la podía recuperarmediante una solicitud al volver a su país.
Obviamente, el emigrante no renuncia a su nacionalidad de origen, porque es loque aún le vincula con sus raíces. Además por el tipo de actividad a la que se dedicó, nofue necesario hacerse ciudadano. Tanto en Argentina como en Uruguay deben naciona-lizarse sólo aquellas personas que quieran acceder a empleos vinculados con el Estado.Como bien sabemos, la gran mayoría de gallegos radicados en el Río de la Plata se desem-peñaron en tareas dentro del sector privado.
Argentina firmó en Madrid (14-4-1969) un Convenio de Nacionalidad, ratifica-do dos años más tarde en la ciudad de Buenos Aires, que en su Art.1. expresa:
“Los argentinos y los españoles de origen, podrán adquirir la nacionalidad española yargentina, respectivamente, en las condiciones y en la forma prevista por la legislación en vigor encada una de las Partes Contratantes, manteniendo su anterior nacionalidad con suspensión delejercicio de los derechos inherentes a ésta última. Las personas que se acojan a las disposiciones delpresente Convenio quedarán sometidas a la legislación del país que ha otorgado la nueva nacio-nalidad y, en ningún caso, a la legislación de ambas Partes Contratantes simultáneamente”.
Es decir, por este convenio pueden acceder a la nacionalidad argentina, pero sus-penden los derechos civiles de su nacionalidad de origen. O sea, que de una forma u otraes una renuncia.
En cambio, en el caso de Uruguay, nunca se ha firmado un Convenio, porque noes necesario. En este país, un extranjero se puede nacionalizar, y viceversa, sin necesidadde perder su nacionalidad. Para el Uruguay, los derechos civiles son irrenunciables. Sulegislación va más allá, puesto que la Constitución tiene prevista la posibilidad de que elextranjero pueda participar en la actividad política sin necesidad, incluso, de hacerseciudadano. Ello ya se establecía en la Constitución del año 1934 en su artículo 67, y más
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adelante se ratificó en el año 1942 y 1952. En la Carta Magna que rige en la actualidad(año 1966), se establece en el artículo 78:
“Tiene derecho al sufragio, sin necesidad de obtener previamente la ciudadanía legal, loshombres y mujeres extranjeros, de buena conducta, con familia constituida en la República, queposeyendo algún capital en giro o propiedad en el país o profesando alguna ciencia, arte o indus-tria, tengan residencia habitual de quince años, por lo menos en la República”.
Por este artículo, los extranjeros tienen la posibilidad de inscribirse en el RegistroCívico de electores, pero no pueden ser elegibles ni llamados a ocupar puestos públicos.En las elecciones tienen derecho a voto pero no votan en los plebiscitos, es decir, noinfluyen en las reformas constitucionales. (Casinelli, H. 1977).
Al analizar la actitud de los emigrantes ante el hecho de optar por una nueva ciu-dadanía, Torcuato Di Tella señala dos aspectos fundamentales:
1) los extranjeros formaban en la Argentina, (y en Uruguay)” y sobre todo en la bur-guesía y la clase obrera, un abultadísimo porcentaje del total, y gozaban de un statussocial muy alto por comparación al que tenían o tienen en otros países;”
2) “los extranjeros se sentían relativamente superiores al resto del país- con la excep-ción de la clase alta estancieril - y ‚se era uno de los motivos por los cuales no setomaban el trabajo de adquirir la ciudadanía”. (Di Tella, T.,214:1989)
También destaca la falta de interés por parte de la clase política argentina en faci-litar la nacionalización de los extranjeros, cuyas ideas progresistas se temían. Por otraparte, también los extranjeros preferían preservar la protección de sus consulados ante lasituación política argentina. Tampoco nació un sector político que facilitara a las clasespopulares el acceso a la ciudadanía a cambio de un rédito electoral. En cua